~ Catorce ~
Séptima Jugada
La semana empezó de maravilla.
Los planes de la próxima primera cita de Jimin estaban en marcha, siendo estructurados minuciosamente por parte de él supuesto primo de él minino.
—¿Entonces ya es oficial? —Preguntó su compañero mientras terminaba de lavar los trastos que habían sido utilizados por los últimos clientes de ese atareado día.
—¿Qué cosa? —Jimin respondió con otra pregunta, no estando seguro de a que se refería con exactitud su amigo el bromista.
—Lo tuyo con el señor "Deben dejar de jugar en el trabajo"
Se giró lo más rápido que pudo, evitando la mirada de él chico frente a él, realmente le avergonzaba el como se burlaba cada vez que sus mejillas se tornaban rosadas.
—No se de que estás hablando. Yoongi Hyung y yo solo daremos un paseo. —Contestó, restándole importancia en su tono de voz y deseando que él castaño ya no hiciese más preguntas. Incluso si por dentro de él deseaba correr hacia él mayor y abrazarlo efusivamente.
—¿Y al menos ya decidiste a donde quieres ir?
Una voz más gruesa Interrumpió la conversación, infiltrándose en la cocina y en el corazón de Jimin.
Su cuerpo se tensó, quedando inmóvil y nervioso. No esperaba que Yoongi estuviese escuchando su conversación con Jungkook.
—A... Aún estoy viendo alguna opciones.
Entre más se alargaba la respuesta su voz comenzaba a escucharse más apagada, pero no porque estuviera triste, eran solamente los nervios atacándolo y advirtiéndole que soltaría algún chillido agudo en cualquier momento.
—Bueno, aún te quedan dos días.
Y sin esperarlo sintió el como su mayor se aproximó hasta terminar a su lado, colocando su mano sobre su hombro.
—Deberías decirle a Jin que nos recomiende un buen lugar para comer.
Rápidamente él chico de oscuros cabellos soltó una risa, estando consciente de que él no sería quien pagaría la comida.
Jimin Bufo, ¿Acaso le era tan difícil ser dulce con él? Realmente esperaba que todo saliera bien en su muy esperada cita.
—Tranquilo, ya verás que todo saldrá bien.
De un segundo a otro se percató que Jungkook era quien se encontraba actualmente a su lado. Preguntándose que había pasado por su mente para perderlo entre pensamientos negativos por unos cuantos minutos.
—¿Y Yoongi Hyung?
Pregunto automáticamente, ya era costumbre para él querer averiguar donde se encontraba su mayor, sobretodo cuando muchas chicas siempre lo llamaban con alguna excusa.
No tardo ni dos segundos en saberlo, cuando un fuerte grito se escuchó desde el piso donde se encontraba la habitación de Jin.
Sintió como si un balde de agua helada cayera directamente sobre él, helándolo y dejándolo totalmente mente mojado desde las orejas hasta sus pequeños pies.
Era demasiado tarde para subir y cambiar a su forma gatuna.
Rápidamente y con un desagradable sabor en la boca, Yoongi no tardó en llegar al piso en el que se encontraba un Jungkook desconcertado y un Jimin asustado.
—¡Jimin!
Su cuerpo tembló, sabía muy en el fondo que tener una doble vida tendría algunas consecuencias negativas.
—Tu fuiste el último en bajar, tú dejaste la puerta abierta y ahora; ¡Minnie no está!
Estaba furioso, realmente podía ver lo cabreado que estaba a través de sus ojos y lo rojizos que comenzaron a marcarse sus puños.
—Yo... - Se vio interrumpido por un fuerte bufido que soltó él mayor.
—Olvídalo, está claro que no te interesa.
—¡Yo lo buscaré! —Grito con todos los nervios recorriendo su piel.
—¿Y como harás eso? ¿Acaso lo has visto antes?
Nuevamente él rubio no sabía que decir, ¿como se buscaría a sí mismo?
—Olvídate de esa estúpida salida, no iré a ningún lado contigo hasta que aparezca mi gato.
Sus últimas palabras fueron soltadas con frialdad y molestia pura, importándole poco el no haber notado que él pequeño Jimin había comenzado a llorar en silencio.
Yui-Chan. ❤️
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