01. ¿Do KyungSoo está saliendo con alguien?
Después de escuchar semejante noticia, los ocho muchachos se encuentran en la sala de la casa Byun, donde muy amablemente BaekHyun les ordenó reunirse para hablar sobre el tema.
—Entonces —empieza JunMyeon, rompiendo el hielo—, dices que Do KyungSoo está saliendo con alguien.
LuHan asiente repetidas veces para dejar muy claro lo que ha dicho y, de paso, para terminar de procesarlo también.
—¿Cómo es eso posible? —pregunta JongDae, aún no pudiendo creerlo del todo.
—Hermano, ¿estás seguro de lo que escuchaste? —le pregunta YiXing para cerciorarse.
LuHan vuelve a asentir varias veces.
—A ver, ya dejen de preguntarle eso que está por salírsele la cabeza —dice BaekHyun, acercándose con una bandeja llena de refrescos servidos—. Aquí lo importante es descubrir cómo pasó.
—Seguramente es mentira —comenta Tao, haciéndose el desinteresado.
—Sea mentira o no debemos descubrir de dónde salió esto —responde el castaño—. Los rumores no salen de la nada, bien dice el dicho: "si el río suena es porque piedras trae".
Los demás asienten estando de acuerdo con su amigo.
—Sí, bueno, pero cómo podría pasar esto sin antes haber previos indicios —indica JongDae—. Al menos yo nunca escuché que estaba pasando algo raro con Do, su actuar parecía ser el mismo, puedo apostar a que seguía la rutina usual.
A ninguno se le ocurre algo en específico, así que guardan silencio, dándole la razón a JongDae.
—Supongo que algunas veces solo pasa, ¿no? —habla LuHan.
—Estas cosas no "solo pasan", LuHan, es de Do KyungSoo de quien hablamos, ¿ya lo has olvidado?
LuHan se alza de hombros, tal vez sí sea demasiado raro. Por supuesto que lo es, sino no estarían en una reunión de urgencia en la sala de BaekHyun.
—A todo esto, ¿alguien quiere centrarse en la pobre víctima? —añade MinSeok—, ¿por qué nadie está preguntando con quién está saliendo?
—¡Es verdad! —exclama BaekHyun, dándose cuenta de ese pequeño gran detalle—. ¿Con quién está saliendo?
—Eso no lo dijeron, creo que tampoco lo saben —responde LuHan tratando de acordarse si a alguien se le escapó un nombre en específico.
—Pues no tenemos nada entonces —termina diciendo BaekHyun, y se tira al sofá totalmente rendido con los brazos cruzados.
—O quizás sí... —dice YiXing, que ha permanecido muy callado escuchando a sus amigos.
—¿Qué quieres decir, Zhang YiXing? ¡Escúpelo ya! —exige BaekHyun levantándose del sillón violentamente.
YiXing tiene una expresión pensativa en el rostro que hace que sus demás amigos se desesperen.
—¡YiXing! —chilla LuHan.
—¡Es que no estoy seguro! —responde de la misma forma.
—Eso quiere decir que sí viste algo —sugiere SeHun.
—Puede ser... —responde dubitativamente.
Los demás se están poniendo cada vez más nerviosos al escuchar la dubitativa del extranjero.
—Zhang YiXing, te juro que si no dices ahora lo que sea que hayas visto voy a encargarme de que seas deportado —amenaza el castaño.
—¡Oye! —reclama JunMyeon, defendiendo a su querido amigo.
—Está bien, está bien —finalmente accede—. Contaré lo que vi, pero luego no me acusen si estoy errado, suelo olvidar las cosas fácilmente, así que solo diré lo que recuerdo.
Siete cabezas asienten rápidamente y miren con mucha atención al chico, esperando por su relato.
—Hace dos semanas en la biblioteca...
***
Do KyungSoo visitaba por quinta vez la biblioteca de la institución, eso no era ninguna novedad, el muchacho vivía prácticamente ahí. Parecía ser que su alimento diario no era la comida común y silvestre, sino los libros de pasta dura. Los estudiantes a su alrededor eran testigos de cómo devoraba libros sobre libros en tan solo dos horas, después de todo, el chico también había sido dotado con lectura veloz, además de su grandioso IQ que sobrepasaba la media con creces.
El lugar de KyungSoo se ubicaba en una zona apartada de las demás mesas, había sido puesta ahí con la intención de darle un espacio adecuado al mejor alumno de la institución. KyungSoo se había ganado ese derecho debido a los grandes reconocimientos que trajo a la universidad. Todas las demás instituciones se habían peleado por tenerlo como alumno después de salir del colegio, pero él eligió ingresar a la nacional de Seúl. Hasta fue galardonado por el presidente de Corea del Sur por haber hecho un valioso aporte a una investigación científica importante. A todos les quedaba claro que era una celebridad, no del espectáculo, sino de las ciencias. Do KyungSoo era toda una eminencia a su corta edad de 24 años.
En medio de su lectura, silenciosamente la bibliotecaria se acercó a su mesa con una nueva pila de libros que había solicitado. La señora Lee siempre era muy atenta con todos, pero le daba un trato especial a él porque era su estudiante favorito, y porque a la ancianita le gustaba verlo desde su escritorio, leyendo todos esos aburridos libros que ella encontraba interesantes.
El pedido fue recibido con éxito y KyungSoo solo inclinó la cabeza en señal de agradecimiento. No hubo nada más, ninguna sonrisa ni un explícito "gracias", pero todos sabían que él era así. La señora Lee no lo tomó como un gesto de arrogancia, entendió que en el fondo el muchacho estaba muy agradecido por el delivery gratis, o eso era lo que quería pensar.
KyungSoo volvió a su lectura, no esperando más interrupciones, ya había solicitado todos los libros que necesitaba, y esperaba que el resto de la tarde fluyera como todos los días, solitario y tranquilo en su lugar de estudio. Todos tenían muy claro que no se le debía perturbar cuando estaba sumergido en un libro, por eso nadie se atrevía a acercarse. En toda su vida universitaria, Do KyungSoo fue interrumpido solo dos veces, y la mirada que les dio a los desconocidos no debería ser repetida jamás. Además, luego de esos eventos, no volvieron a ver a los desafortunados individuos.
Sin embargo, contra todo pronóstico y en medio de la tranquilidad que todos parecían tener, mientras estudiaban en el silencioso lugar, algo sucedió.
—¡Hola! ¿Puedo sentarme aquí? —le preguntó alguien a Do KyungSoo.
Sí, ese Do KyungSoo que disfrutaba tranquilo de su lectura. Aquel imperturbable muchacho que no esperaba situaciones como esa en ninguno de los casos.
Todos los estudiantes voltearon a ver la escena, como respuesta automática a lo que acababa de suceder. La señora Lee desde su escritorio podía observar lo que pasaba, y estaba a punto de darle un infarto.
¿Cómo alguien se atrevió a molestar a Do KyungSoo? ¡Por tercera vez!
Podían ser dos cosas: el chico quería morir joven o era nuevo en la institución. Y a juzgar por la sonrisa que mantenía en los labios, optaremos por lo segundo.
—Si no te molesta creo que lo haré —dijo y procedió a dejar sus cosas sobre la mesa, pero antes de sentarse fue detenido por alguien que lo tomó del brazo.
Era un chico casi igual de alto que él, con tan solo unos cuantos centímetros menos.
—¡Hyung! Al fin te encuentro, creo que mejor nos vamos a otro lado —sugirió y tiró de su brazo con prisa.
Pero el muchacho puso resistencia.
—Quiero quedarme aquí, JaeHyun —alegó—. Al fin encontré un buen lugar.
El menor se percató de que todo el mundo los estaba mirando, mas su tonto hyung era el único que no se daba cuenta de nada.
—Hyung, solo acompáñame a otro lado, luego te explico —insistió, y esta vez el mayor se dejó llevar hacia donde fuere que su amigo le estuviera dirigiendo.
Cuando el chico estaba a punto de tener éxito en rescatar a su amigo, Do KyungSoo se levantó de su asiento y dijo:
—Alto ahí.
En la sala se escucharon jadeos, suspiros y maldiciones susurradas. Todos estaban expectantes a lo que seguiría; estaban seguros que, como la otra vez, esto tampoco acabaría bien, y desde ya se despedían en silencio del pobre muchacho.
JaeHyun, que aún sostenía la muñeca de su amigo, cerró los ojos pidiendo en plegarias que Do KyungSoo los dejara vivir un día más. El otro chico, ajeno a todo antecedente sobre una situación así, volteó a atender el llamado del bajito.
—¿Sí? —preguntó de lo más inocente.
El prodigioso estudiante se puso de pie y se apartó de su sitio para dirigirse hacia ellos. La biblioteca de pronto se volvió un lugar sombrío y totalmente silencioso, hasta parecía que todos estaban aguantando la respiración.
Aunque lo más probable era que eso estuviera pasando.
Cuando KyungSoo llegó a ellos, alzó la mirada para encontrarse con la del contrario y firmemente la sostuvo.
—¿Cuál es tu nombre?
En su voz no había un ápice de amabilidad o un intento por parecer amigable. Es más, no era una pregunta, era casi una orden.
El alto no comprendió por qué razón el chico estaba pidiendo su nombre.
—¿Mmh? —preguntó y ladeó su cabeza.
—Nombre —repitió KyungSoo.
El más alto seguía sin entender, pero de todos modos decidió dárselo.
—Soy Park ChanYeol, ¿y tú?
El muchacho bajo de ojos grandes hizo exactamente lo que todos estaban esperando, formó una sonrisa torcida con sus abultados labios en forma de corazón.
En la biblioteca entera resonó una ola de jadeos.
—Do KyungSoo —respondió tranquilo—, y ésta es mi mesa de estudio.
***
—Espera, espera —interrumpe SeHun.
—Maldita sea, Oh SeHun —reniega BaekHyun—, más te vale que sea algo importante, y que por eso estés interrumpiendo el interesante relato de nuestro amigo.
SeHun pone los ojos en blanco ante la dramática reacción del castaño.
—¿Qué es lo que vas a decirnos, SeHunnie? —pregunta Luhan en un tono cariñoso.
—Gracias Hannie —agradece de la misma forma, y BaekHyun finge arcadas por las muestras de cariño de sus amigos—. Detuve el relato porque me pareció escuchar un nombre conocido. Dijiste Park ChanYeol, ¿verdad YiXing?
El nombrado asiente. —Eso fue lo que escuché desde mi asiento.
—¿Por qué? ¿Conoces a algún Park ChanYeol? —pregunta MinSeok.
—Así es, llevo unas clases con él y también hemos salido a beber un par de veces junto a sus amigos.
LuHan frunce el ceño. —Nunca me contaste sobre esas salidas.
SeHun abre la boca para explicarse, pero no sabe cómo, lo cual hace que LuHan se cruce de brazos y frunza aun más el ceño. Por el momento, ellos dos son solo amigos, pero han estado en planes de ser algo más. Sin embargo, ninguno de los dos se atreve a dar el primer paso.
—Ya, ya luego discuten —dice BaekHyun, queriendo llegar al punto—. ¿Has visto últimamente al tal ChanYeol?
—Sí —confirma—, y hemos salido hace unos días.
—¿El viernes pasado? —adivina LuHan—. ¡Dijiste que irías a comer con tu mamá!
—Hannie... —llama SeHun en un tono de súplica, pero el otro ya está completamente enojado.
—Eso quiere decir que sigue vivo y aún asiste a la universidad —concluye el castaño—. Entonces, ¿qué pasó?
—No me han dejado terminar de contar —les regaña YiXing.
—¡¿Y qué esperas?! —exige Baek.
—Ya va —asiente el chino, comenzando de nuevo el relato—. Luego de eso...
***
Do KyungSoo se quedó en silencio mirando el rostro del chico alto, quien mostraba una expresión de confusión. Estaba claro que él no lo conocía, y seguramente eso ofendió a Do. Ahora todo el mundo se preguntaba si el más bajo estaba enojado por la intromisión o por no haber sido reconocido. En cualquiera de los escenarios, el tal Park ChanYeol lo había insultado.
—KyungSoo sunbae-nim encontraremos un sitio adecuado, por favor disculpe la interrupción de mi amigo, él ha sido transferido hace unos días —suplicó JaeHyun.
—¿Eres nuevo? —le preguntó directamente al alto, pasando totalmente del menor.
—Emm, ¿sí? —respondió—. ¿Pasa algo?
—¿Cuál es tu especialidad?
—Comunicaciones, ¿por?
KyungSoo pareció entender algo que nadie más, entonces asintió, dio un vistazo al amigo, que estaba casi temblando detrás de él, y se giró para regresar a su asiento. De su bolso sacó su libreta negra y comenzó a escribir algo en ella. Luego la guardó de nuevo en su mochila y continuó con su lectura como si nada hubiera pasado. Mientras tanto, JaeHyun arrastró a ChanYeol fuera del lugar, y todos los demás también fingieron que ahí no había pasado absolutamente nada, como siempre, pero obviamente sacaron sus celulares para contar lo sucedido a sus amigos.
***
—Entonces qué —dice Tao—. ¿ChanYeol fue perdonado?
Todos dirigen su mirada hacia SeHun, quien después de todo conoce al susodicho.
—Pues si aún asiste a nuestra universidad, y además no parece haber sufrido algún trauma, yo supongo que sí —responde el aludido.
Esa es otra noticia impactante, ¿Do KyungSoo perdonándole la vida a alguien?
—¿Creen que sea la persona con la que sale? —pregunta JunMyeon.
—No lo creo —responde SeHun muy seguro.
—¿Cómo puedes afirmar eso? ¿Acaso ya lo conoces tan bien? —reclama LuHan, aún molesto por su mentira.
SeHun se alza de hombros. —Solo no me parece que KyungSoo sea su tipo.
—¿Y tú sí? —vuelve a reclamarle.
El menor resopla. —LuHan, por favor...
—Luego se arreglan ustedes —ordena Baek—. Primero resolvamos este rompecabezas.
—¿ChanYeol nunca te contó lo que pasó en la biblioteca? —pregunta JongDae.
—Nop, nunca lo ha mencionado.
—Entonces solo hay una manera de saberlo —propone el castaño.
Todos le ponen atención.
—¿Cómo? —pregunta MinSeok.
BaekHyun sonríe con picardía, mientras fija su mirada en SeHun, y a este le dan escalofríos. Las ideas del castaño no son precisamente las mejores.
—Llámalo, dile que venga.
🦄
+++
¡Hola!
¿Qué tal? ¿Les ha gustado el capítulo?
No se olviden de apoyar la historia dejando una estrellita aquí.
¡Desde ya les agradezco el apoyo!
~Nos vemos en el próximo capítulo~
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top