*Bueno creo que con esto ya acabo de explicar mas o menos de que va. Desde el siguiente no voy a hacer muchas pausas para explicar cosas, claro... a menos que sean necesarias. *

▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬

– Llegaron a una tienda. Exactamente una especialmente ligada a Hefaesto. La diosa de la fragua que tenía gran familia. –

"Segura que podría comprar algo aquí, ¿Señorita Lili?".

"Por supuesto". – Le dijo con completa seguridad. – "Estoy apostando a que encontraremos algo por aquí".

– Bell con Lili tomando su manga mientras caminaba a su lado, tomo el ascensor hacia él unos pisos superiores. –

– En tanto, otra vez algo apareció delante. –

Mision: [Cuida a tu Diosa.].

Recompensa: Los agradecimientos de Lili.

"¡P-pero que es eso!", Dijo sobresaltándose.

"¿Qué te parece?", Le dijo ella con una risita.

– Sudando ligeramente, él se rio junto a ella. –

▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬

LA LANZA.

– Compraron una lanza simple hecha de un gran material. Por parte de la armadura, consiguieron un pectoral. Lili algo avergonzada le dijo que no esperaba que costara tanto, riéndose. Bell le agradeciéndole la llevo de regreso al pequeño hospedaje. –

[Mision cumplida. Lili te debe sus agradecimientos].

– Llegando a la posada le apareció esa pantalla. Lili se rio, diciéndole, si le había gustado la misión, a lo que él, le dijo que fue algo bastante fácil. –

▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬

//-//

Capitulo: Inicio en la mazmorra.

– Al día siguiente Bell decidió introducirse por primera vez en la mazmorra. Mientras caminaba fue intimidado de... no sabía de si era por la falna o por Lili. En la pantalla salía...

[*ZONA DE GRAN PELIGRO*].

– Temeroso de lo que podría pasar, tembló durante todo el camino. Al llegar la asesora dispuesta lo registro y le dijo que no debería pasarse del primer piso. Dándole largas lecciones antes de ello. –

– Su asesor Iba a ser una humana llamada Silvie, pero como no pudo porque ya le habían puesto otros aventureros a cargo, termino por entrelazarse con Eina. Un Joven elfo, normal. No tenía una falna, solo era una simple elfo. –

– Bell llegando al primer piso del dungeon noto como de nuevo aparecía un pequeño fragmento de cristal delante. –

[*ZONA DE GRAN PELIGRO*].

– Aunque le mostraron esa pantalla, era claro que la única opción era entrar en el calabozo. Entro, respirando profundamente para atender el asunto. –