Dedicado a: fernandamars

Estábamos todos entusiasmados con la idea de poder ir a la playa, así que en cuanto llegamos, Ayato, Laito y Kanato se pusieron a hacer castillos de arena; Subaru se quedó tumbado tomando el Sol y Reiji me preguntó si quería jugar con él a la pelota y las palas. Como Shu parecía dormido, pues accedí feliz.

Después de que me ganara unas 47 veces, me rendí y me fui con Laito a bucear en el mar. Pero antes de meterme, Shu me cojió del brazo y me señaló el bote de crema solar.

-¿Quieres que te eche?- pregunté con una sonrisa.

-No, al contrario. Quería echarte a ti. No me gustaría morder piel quemada por la noche.

-Bueno vale...

Entonces noté cómo soltaba una risilla por lo bajo.

-¿Qué pasa?

-Bueno... a parte de la espalda tendre que darte por el pecho, ¿no?

-¡NO! ESO YA PUEDO SOLA.

-Yo no estaría tan seguro. Además sabes de sobra que eres la que siempre se echa la crema pero como te la pones mal, te acabas quemando. Yo me aseguraré de echártela bien.

-Me niego, Sakamaki Shu.

-Estamos solos, los demás se han ido al agua con Laito y no hay nadie más en la playa. Solo te veré yo. ¿Crees que me gustaría que alguien viera lo que es mío?- dijo cogiéndome de la mano.

-Confiaré en tí...

-Gracias, Señorita Sakamaki.

Noté como sus manos desabrochaban el lazo del biquini. Vi como mi pecho quedaba al descubierto, pero solo Shu podía verme. Sentí como me untaba todo el torso con una abundante capa de crema. Y a lo lejos oí los silbidos típicos sexys de Laito.

-MIRA LOS TORTOLITOS, LA CHICHINASHI Y EL MUERTO- gritaba Ayato a lo lejos.

-CÁLLATE IMBÉCIL- respondió Subaru pegándole una colleja en la nuca.

-VOSOTROS DOS, SI NO OS CALMÁIS, SALDRÉIS DEL AGUA INMEDIATAMENTE- les regañó Reiji.

-NE NEE~ ENTONCES YO ME QUIERO SALIR, ASÍ PUEDO VER A BITCH-CHAN~- decía Laito.

-TÚ A CALLAR, QUE BASTANTE MAL LE HAS COSIDO EL TRAJE DE BAÑO A TEDDY- le reprendió Kanato.

Cuando Shu terminó mi pecho, me puso la parte de arriba y me dio en la espalda. Luego siguió con los brazos y las piernas. Al terminar, le di un rápido pico en los labios y salí corriendo al agua.

-Esta chica nunca cambiará...- susurró Shu, volviéndose a acomodar- Bueno... Si se vuelve a quemar, en el hotel le echaré una crema calmante con todo el gusto del mundo- insinuó riendo por lo bajo.