Dedicado a: La amiga de  @ArySakamaki17

Estaba en clase de tutoría, cuando de repente, el profesor propuso hacer un juego por parejas. Se trataba de que él nos hacía preguntas sobre la teoría de la asignatura de Historia y nosotros teníamos que responderla correctamente. Pero eso no acababa ahí, ya que una pareja competía contra otra. La pareja que más preguntas acertara, ganaría.
Empezó a hacer las parejas y a mí me toco con Ayato.

-Ya verás como ganamos, estás con Ore-Sama- dijo orgulloso.

-Yo no estoy tan segura de eso...- respondí viendo a la pareja contra la que competiríamos.

Justo nos tocó con los más inteligentes de la clase. Eran los mejores en Historia y siempre sacaban buena nota. Automáticamente, Ayato empezó a quejarse, puesto que sería injusto que los grupos estuvieran tan desequilibrados. Pero invadida por una oleada de valentía dije:

-Yo sí participaré.

Ayato me miró sorprendido y me susurró:

-¡¿Qué estás haciendo?! Estás loca.

-Simplemente no me voy a dejar intimidar solo porque sean más "listos" que nosotros. No lo aceptaré. Haremos lo que podamos pero en ningún momento nos rendiremos.

Nada más decir esto, se quedó mirándome, sin dirigirme la palabra, todavía sorprendido por la frase que salió de mi boca.

El profesor comenzó a hacer las preguntas, pensé y pensé pero no me acordaba de nada. Los otros iban ganando 5-0, pero negaba la posibilidad de perder. Así que me puse las pilas y encendí el motor. Adopté una mirada desafiante y empecé a responder todas las preguntas. Las respondía todas bien, incluso llegamos a empatarles. Después, les ganábamos 10-6, y al final de la competición, sobresalimos con una puntuación de 14-8.

Ayato me miró perplejo, intentando asimiliar que pude con esa pareja a la que tanto se negaba a combatir. Entonces oí como susurró cerca de mi oído:

-Ahora estoy mucho más interesado en ti... Créeme si te digo que te volverás mía...

Un escalofrío recorrió todo mi ser, y le miré a los ojos. Como respuesta, se limitó a sonreír y hacer un gesto de silencio, poniendo el dedo índice en sus labios.

-Luego nos vemos, Chichinashi...- dijo alejándose con paso decidido.