Dedicado a: Cxt-Plxsetsky

⚠ATENCIÓN⚠

Por el bien de vuestra casa, sacad los pañuelos para que no quede inundada de tanto llorar. (Yo he llorado escribiendo esto).

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Estaba feliz e ilusionada. Hoy por fin Subaru accedió a llevarme al parque de día. Aunque confieso que no fue fácil convencerle.

-Bueno, ya que estamos aquí si quieres te invito a un helado- dijo mirándome a los ojos con una gentil sonrisa.

-Me parece perfecto- respondí dulcemente.

Pero cuando fuimos a la heladería, empecé a toser. Aunque intentara contenerme, no podía evitarlo.

-¿Estás bien?- preguntó con un semblante de preocupación.

-Sí... Solo es... Un poco de tos- dije intentando no volver a toser.

Pero mis esfuerzos fueron completamente en vano, y no pude contenerme más. Seguí tosiendo y lo único que provocaba era que Subaru se preocupara aún más. Pero lo realmente grave era que empecé a toser sangre. Mis fuerzas se desvanecieron de golpe. Todo lo oía como si estuviera al fondo de un túnel. Mi vista comenzó a hacerse borrosa. No sabía si aguantar más o dejarme desmayar completamente. Solo escuchaba a lo lejos la voz de Subaru gritando desesperado mi nombre, como si me fuera a morir. Toda mi consciencia se desvaneció y caí profundamente en el sueño.

Lo siguiente que recuerdo es estar tumbada en mi cama, entre los brazos de Subaru, el cual estaba a la altura de mi cintura, apoyando su cabeza en ésta y durmiendo conmigo.

-Subaru... ¿Qué hago aquí?- pregunté somnolienta.

-Te desmayaste después de toser una cantidad inmensa de sangre. Luego te llevé aquí para que Reiji te examinara. Ahora mismo está repasando los análisis. No te preocupes, seguro que no es nada malo y solo fue un susto- dijo hundiendo su cabeza en mi pecho como si de un niño se tratara.

Pero lo único que hizo todo fue ir a peor. Reiji vino a los minutos a mi habitación y le pidió a Subaru que nos dejara solos. Me explicó la situación, y en resumen... Estaba enferma, no sabía exactamente el tipo de enfermedad que era, pero tenía algo que ver con el veneno de las mordidas de los vampiros. Y fue directo: la muerte estaba asegurada.

Salió lentamente para explicarle la situación a Subaru, y como dejó la puerta abierta, vi perfectamente cómo Subaru se derrumbó de rodillas en el suelo, en shock. Era la primera vez que veía a Subaru llorar a los pies de alguien. Reiji intentó tranquilizarlo, pero Subaru empezó a romper cosas por toda la mansión, y por mucho que sus hermanos trataran de calmarle, él seguía sin hacer caso. Pero ya no pude oir más y perdí la consciencia de nuevo.

El tiempo que llevaba con vida se hacía lento, todo lo que no podía hacer sola, Subaru lo hacía por mí. Llegó un momento en el que ni siquiera podía bañarme sola así que incluso Subaru me bañaba. Dependía completamente de él pero no parecía importarle. Pasaba las 24 horas del día a mi lado. No se separaba de mí en ningún momento. Llegué a pensar que solo hacía todo esto por pena, pero me di cuenta de que era todo lo contrario.

-Subaru... Por qué haces todo esto...

-¿Quieres saber la respuesta?

-Sí...

-Es muy simple. Porque te amo. Simplemente te amo. No importa que tan dura se haga la vida, yo te seguiré amando. Tú eres la única que me salvó de mi soledad. Si te vas ahora yo...

-Subaru... Sé que no quieres que me valla pero... Esto no es vida, ni para mí ni para ti. No tengo ningún tipo de libertad, y tu mucho menos. Sabes perfectamente que por mucho que me cuides, las cosas no irán a mejor.

Subaru se quedó en silencio. Pero de repente, no pude mantener más los ojos abiertos, y no era precisamente sueño.

-Subaru...

-Dime, ¿necesitas algo? ¿Agua? ¿O tienes hambre? ¿Abro la ventana?

-No...

-Lo que necesites pídemelo... ¿Vale?

-No voy a necesitar nada más... Ya es hora de que me valla...

-Es broma, ¿verdad?

Negué débilmente con la cabeza y vi a duras penas como Subaru se acercaba precipitádamente a mí. Me apartaba el pelo de la cara, me intentaba sacudir, llamaba desesperado a Reiji. Lloraba angustiado y me pedía a gritos que no le dejara solo. Pero yo ya ni siquiera pude mantener los ojos abiertos por más tiempo.

Milagrosamente, al rato, sentí como volvía a abrir los ojos. Reiji, que estaba a mi lado, me recibió con una gran sonrisa.

-Hola, ¿qué tal te encuentras?

-Me duele la cabeza... Pero... ¿Cómo es que estoy viva?

-En resumidas cuentas... Gracias a Subaru.

-¿Y dónde está?

-En su cuarto, descansando.

-¿Qué ha pasado?

- Seré breve. Después de que murieras, seguía en pie la posibilidad de que te pudieras convertir en vampira con todas las mordidas que te hizo Subaru a lo largo del tiempo, así que para que pudieras volverte vampira con seguridad por así decirlo, Subaru te dio casi toda su sangre.  Y ya que los vampiros tenemos una gran capacidad de curación, su sangre eliminó completamente todo el virus que infectaba tu cuerpo. Para que te vallas haciendo una idea: Ahora eres una vampira como nosotros.

Me levanté corriendo, con mis fuerzas recuperadas y fui directamente a la habitación de Subaru. Me vio entrar y abrió los ojos como platos. Las palabras no tenían ningún valor en ese momento, así que lo único que hice fue saltar a sus brazos, abrázandolo.

-Tenía miedo de perderte...- dijo Subaru entre sollozos.

-Te prometo que nunca me perderás...- contesté, fundiéndonos en un beso, deseado, dulce y lento.