Dedicado a: Alpacasaurio20

Me desperté con los ligeros rayos de luz de la mañana. Apenas tuve que esforzar mucho la vista para distinguir la figura de Ayato tumbada a mi lado, profundamente dormido. Sonreí gentilmente y comencé a acariciar su pelo rojizo y suave con movimientos delicados. Entonces hice memoria de lo que pasó ayer. La gran noche de bodas... En la que Ayato me hizo "suya". Recordar aquellos momentos hicieron que me sonrojara inevitablemente. Seguía tan absorta en mis pensamientos que ni me di cuenta de que Ayato me estaba mirando con una pícara sonrisa. Me sorprendí y quise quitar la mano de su cabello, pero en cambio, él la tomó y la besó, para después pasarla por su mejilla.

-Veo que te divertías con mi pelo...-dijo con una mirada juguetona.

-Esto... Yo... Bueno... Esque...

-¿Tan atractivo te parecía Ore-Sama que no podías ni esperar a que se despertara?- preguntó acercando su cara a la mía y agarrándome de la cintura.

-¡Te equivocas!... Yo...- respondí intentando evadir su pregunta.

-Ya deberías saber que Ore-Sama está a tu completa disposición, siéntete orgullosa de tal privilegio. Pero además, tú ahora también me perteneces... (T/n) Sakamaki- dijo besándome al estilo francés.

Después de un largo beso, separé mis labios de los suyos por la falta de aire. Intenté apartarlo un poco, pero ni siquiera tenía las fuerzas suficientes para hacerlo.

-Vaya, vaya... ¿Tan débil te he dejado? Bueno... No te preocupes, cuidaré de mi pequeña esposa. ¿O a eso también te vas a resistir?

-A-Ayato...- dije todavía más roja.

-Hehehe... No conocía tu lado tímido, pero reconozco que no me disgusta- susurró besándome la frente- Soy el vampiro más feliz del mundo... Y el más afortunado. Por fin eres completamente mía. Tu corazón, tu alma, tu todo... Ahora me pertenecen a mí. Pero obviamente, ahora yo también seré por siempre tuyo... Escúchame... Que estés débil no significa que no siga haciéndote mía de nuevo... Espero que estés preparada... Chichinashi.

Y sin nada más que decir, Ayato se puso encima mía, acorralándome entre sus fuertes y largos brazos.

-Marcaré todo tu cuerpo para que todos sepan que le perteneces a Ore-Sama...-dijo antes de fundirnos en otro fogoso y deseado beso.