ᴠᴇɪɴᴛɪᴜɴᴏ
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Especial Chanlix.
—Entonces, ¿Entendiste?
Aquello fue lo último que escucho salir de la boca de sus padres. Jisung, un pequeño de solamente 9 años, miraba por el rabillo de la puerta. Sus padres al parecer ragañaban a su hermano mayor Felix. Lo veía llorar contra su mano mientras éstos le acusaban y decían palabras que no tenían sentido para el inocente y pequeño Han.
Felix quito su mano de su cara y miró a sus padres con enojo y tristeza. Una mirada vacía. Se levantó solamente y se dirigió hacia lo que serían las escaleras para llegar a su cuarto. Jisung quedó atónito ante esto, abriendo sus labios poco a poco y mirando de nuevo como sus papás se peleaban.
Cuidadosamente se fue de ahí para asi mismo subir de igual manera las escaleras y dirigirse hacia la habitación del mayor que quedaba justamente a un lado de la suya. Jisung, entre pies descalzos, camino hasta llegar a una puerta grande y con pósteres fuera de ella, de un color rosa pastel.
Abrió la perilla sin preguntar antes de entrar. Cuando ya estuvo dentro de la habitación la cual estaba completamente vacía y las luces apagadas, miró al rededor. Solamente encontrando la luz del baño prendida.
Se acercó lentamente y fue ahí donde vio a su hermano quebrar. Su voz sonaba aguda y desesperada. Jisung podría sentir la tensión, sus ojitos al igual empezaron a lagrimear por el hecho de que su hermano sufriera sin siquiera saber que pasó.
Sin embargo, fue poco. Escucho sonidos provenientes de las escaleras indicándole que sus padres estaban cerca y que si no lo encontraban en su habitación posiblemente lo golpearian.
Corrio rápidamente a la puerta hechando una última mirada a la habitación.
"Espero que Lixie este bien". Aquel fue su pensamiento antes de irse a dormir.
Los meses pasaron. Jisung no sabía a dónde se había ido su hermano, su familia parecía más alterada de lo común, mirando fechas y calendarios desde cualquier dispositivo. Era el mes de octubre, y Jisung sabía que en estos meses Felix empezaba con su extraña enfermedad.
Aunque esa vez, era extraño no encontrarlo en casa. Aquello fue, bastante solitario para su pequeño lobito.
Y así pasó hasta que el mes finalizó. Felix volvió a casa, con una sonrisa inusual, estaba apagada. No se veía bien, y al contrario de lo que dijeron sus papás de que estaría bien y se la pasaría así, Felix regresó con aquello.
16 años. Felix dio la noticia a sus padres y estos fácilmente se pusieron felices y eufóricos.
—¡Wow! ¡Por fin haces algo bien!—Gritó su papá desde la sala.
Jisung, no entendía. Hasta ese día, después de esperar unos cinco meses más y ver aún más lleno a su hermano.
—¿Estas seguro que no tienes una sandia ahí?—Preguntó con inocencia el pequeño niño de cabellos castaños, acostandose aún lado del gran vientre de su hermano.
Felix dejó su revista, en la cual observaba una imagen de alguien que Jisung ya había conocido anteriormente.
—¿Él es el CEO Bang?—Preguntó con total emoción tomando la revista. Christopher Bang era ese tipo de persona que era capaz de tratar a un niño. Siempre lo hizo con Jisung, desde que lo conoció le dio un trato muy especial.
Jisung recuerda todo aquello con total felicidad, pero luego nota una mueca en la cara dee hermano.
—No es una sandia Sunggie—Tomó de nuevo la revista y la dejó sobre el otro lado de la cama, tomando ahora los pequeños brazos de su hermanito y llevándole hacia el suyo para completar un abrazo entre ambos —Es un bebé—Soltó—Así como cuando tu naciste.
Los ojos de Jisung brillaron. Pasando de ver la gran barriga a la cara de Felix.
—¿Un bebé? ¿Como yo? ¡Wow! Es genial—Gritó moviendo sus brazitos al aire—¡Yo también quiero un bebé!
El Omega solamente soltó una pequeña riza nasal y negó—Aún eres muy pequeño...pero, te quería hacer una pregunta ¿Quieres mucho a Chan verdad?
Jisung asintió rápidamente—¡Es el mejor!
—¿Y q-que piensas de que él s-sea el papá? Aquí hay un pequeño Channie~—Dictó el Omega de nuevo tocando su barriga.
El más pequeño se levantó sorprendido mirando todo, nunca lo había pensado.
—¿O sea que Chan será como papá?
—Sí Jisung... Bang Chan es papá de Bang Soobin, nuestro bebé.
—¿Estas bien?—Preguntó el alfa acercándose al Omega. Ese día ambos estaban en el hogar del mayor disfrutando tiempo de pareja.
Aquel alfa de 19 años aún, disfrutaba de las pequeñas caricias que le daba al hinchado vientre de su Omega.
—Nuestro bebé será tan alto como ambos, lo puedo asegurar —Dijo.
Felix tomó sus manos cuidadosamente y las llevó hacia su pecho —¿Sientes eso?
Chan solamente le miró sin decir nada.
—Es el amor que tengo por ambos, no puedo esperar más a que nazca nuestro cachorro.
Si en un principio, ambos no se llevaban bien, actualmente, Chan no podría vivir sin Felix, ya que este, se había robado una mitad de su corazón.
—Yo tampoco puedo esperar—Respondió con su singular sonrisa la cual derretia aún más al Omega en emociones.
Sin embargo, todo tenía que terminar alguna vez.
Felix no soporto el parto, su cuerpo aún era muy pequeño para albergar vida. Se mentalizo tanto que se hizo daño así mismo. Y no solamente aquel Omega, Chan estaba roto y herido. Su alfa estaba llorando y no quería mostrar nunca sus orejas.
—Perdón señores Bang—Aquello, fue la gota que derramó el vaso.
Felix, quedó estéril. Y aquello le hizo a él y a su lobo caer en una depresión tan grande, de la cual, no podía salir. Felix tenía miedo que Chan le dejara, después de jurarse amor eterno, pero eso jamás pasó. Chan era como su luz en aquellos días. Ambos dándose apoyo, y animandose a seguir sin notar aquello que las otras personas querían de ellos.
Querían formar su propia historia sin importar comentarios ni su propia familia.
Y fue ahí, donde ambos decidieron casarse y formar un lazo que lo uniría por toda la eternidad.
Poco después, actualmente, como pareja, decidieron adoptar a un pequeño niño por nombre Bang Soobin. Y aunque aquello los hirió y recordó tristemente aquella parte de su vida, Felix creía fielmente, que Soobin era aquel pedacito de cielo, que no pudo nacer.
➜᎒minsungpapas.
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