🌺Cap 22
Las páginas del pequeño libro pasaban por sus manos cuando las palabras de una de ellas terminaban y debía seguir a la siguiente para continuar con la historia, Taro tenía razón, el libro le gustaba.
Rin: Dos parejas destinadas, estaban destinados a estar juntos, sin importar incluso si no eran del mismo universo, estaban destinados
Murmura con su voz levemente rota por la escena que el libro le presentaba, poder ver los escenarios crearse en su cabeza conforme leía era algo adquirido de niña, razón por la cual en aquel instante lo cerró, no se sentía lista, no por el momento.
El regalo fue dejado en su mesa de noche mientras ella se levantada para observar a la pequeña que dormía plácidamente, la noche se veía por la ventana, ya casi podría salir de nuevo a las calles, aunque Taro pidió que si saliera llevará un guardaespaldas consigo, petición a la cual no se negaría, al menos no por el momento.
Acaricia el pequeño rostro de su niña, no sabe la razón por la cual su vida a cambiado, todo parece tener color de rosa, no le parece justo, ella arruinó la vida de dos personas, debería pagar un precio por eso, alguno que le hiciera sentir justicia divina por aquellas dos víctimas que sufrieron por su egoísmo.
El aire llena sus pulmones cuando toma su celular, sus manos tiemblan al momento en que marca el número registrado con una flor de cerezo, su miedo parece recorrer su columna vertebral mas no detiene por eso.
Su llama es recibida, toma otra bocanada de aire al escuchar la voz femenina al otro lado de la línea.
— Sakura, te ruego que no me cortes
Su voz sale con temor, escucha como la otra parte contiene un suspiro, lo sabía, ella estaba enfadada, no la culpaba.
— ¿Qué deseas?
Bueno, al menos no le cortaría, fue el pensamiento que cruzó por su cabeza y que le brindo un alivio.
—Discúlpame, hice mal al meterme en tu relación con Kakashi, lo lamento mucho, no tengo palabras para expresar lo arrepentida que me encuentro
La risa amarga de la contraria la desestabilizo, parecía que le había dado una broma de mal gusto.
—¿Kakashi te a tratado como a mi? No veo otra razón para que te disculpes, si no estás viviendo un infierno a su lado, como yo lo hice cuando mantenía nuestro matrimonio, no encuentro una razón para que tu te disculpes, no le veo la lógica
La voz de la mujer de cabellera rosa suena cansada, como si hubiera estado llorando durante mucho tiempo, lamentándose por algo que ocurrió en su vida y Rin siente un nudo formarse en su estómago, eligiendo decirle la verdad.
—Es cierto que Kakashi me trató fatal durante un tiempo, pero en realidad yo no estoy a su lado actualmente, como ya te habrás enterado por la gente que tu padre envío a qué me siga .
Me disculpo de corazón, porque alguien de mi pasado a venido a librarme de la venda que me impedía ver , me demostró que me encontraba actuando fatal, yo en verdad lo siento, se que con mis disculpas no arreglaré el daño que te cause, ni a ti ni a Kakashi, pero en verdad deseaba decirte esto, me hubiera gustado decírtelo en persona y no por teléfono, pero no aguantaba durante más tiempo, en verdad quería decirte todo esto lo más pronto posible.
Al terminar de hablar se quedó en silencio, esperando insultos o algo mucho pero, una amenaza, lo que fuera pero aquello nunca llegó, solo escucho un pequeño sonido, no podría decir si fue de incredulidad o algo más.
—Quien se lo quedaba perdía, no estoy molesta contigo Rin, no ahora, tal vez antes lo estuve y te maldije, pero con el tiempo pude ver que no tenías la culpa, fue su culpa por no brindarle respeto a nuestro matrimonio, solo su culpa, me alegra que estés reconstruyendo tu vida, espero que las cosas te vayan bien, y no es tu culpa, pero gracias por las disculpas, las acepto de corazón y me haces feliz con tus palabras
Vive tu vida Rin, deja que el brillo del sol te guíe, sonríe, se feliz y gracias
Aquello fue todo lo que escucho antes de que la llamada fuera terminada por parte de la pelirrosa, quien lloraba en su cama pero al mismo tiempo tenía una sonrisa en su rostro, ella no culpaba a Rin por todo lo que pasó, en verdad le estaba agradecida, ya que si no fuera por ella, seguiría a un lado de aquel monstruo de cabellera plateada que se escondió tras la imagen de cabellera perfecto.
Estaba feliz de haberse arreglado con la contraria, ambas lo estaban, y si se volvían a encontrar, actuarían como amigas sin importar el pasado que las marcaba.
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En la oficina ambos bandos se miraban de manera amenazante, ninguno de los cedía, parecía que podrían iniciar una guerra en aquel momento.
Taro: Señor Minato, usted fue amigo de mi difunto padre, le ruego que se retire
Hablo con formalidad el hombre de cabellera rosa, mirando al rubio con seriedad, analizando sus movimientos para actuar antes.
Minato: Eres un Uzumaki, sabes bien lo que ocurrió Taro, tu padre fue mi amigo, tu padre fue primo de mi esposa, eres mi sobrino de alguna manera, estoy orgulloso por todo lo que has logrado sin recurrir a nosotros, elegiste trazar tu propio camino.
Me disculpo por no haber estado al tanto de lo que sucedió hace años, de lo contrario hubiera tomado tu custodia junto a Kushina, pero según comprendo, elegiste vivir en un orfanato antes de que tu abogado familiar eligiera contactarnos, ¿Puedo saber la razón?
El de menor edad solo miro a su tío, suspirando un poco antes de volver a sentarte.
Taro: Me traería experiencia de vida, saber como actuaban las personas fuera del mundo de ricos, sabiendo que solo eras un huérfano sin nada tío
Su voz rasposa resonó en la oficina al mismo tiempo que un rayo lograba que las luces se apagaran y encendieran.
Taro: Sin embargo, se que no estás aquí por mi, de lo contrario hubieras venido con toda la familia para darme la bienvenida de vuelta, se que estás aquí por Rin, y tío, no hagamos líos entre familia, solo diré algo bien sencillo, le llegas a tocar un solo pero a mi esposa y olvida que la familia se mantenga unida porque cada acción tiene una reacción
Minato levanto una ceja, mirándolo con algo de curiosidad e incluso sorprendido.
Minato: ¿Estás amenazando a tu tío muchacho?
La sonrisa arrogante de Taro solo hizo que el mayor bufara, era igual a su padre sin dudas e incluso llegaban a tener actitudes similares con Gaara.
Taro: No mi viejo tío, considere aquello como advertencia, no como amenaza
El tono dulce que uso Taro solo hizo que el rubio riera, si, era su sobrino.
Minato: No estoy tan viejo mi muchacho, sin embargo, deberé consultar esto con tu prima, si ella se muestra regia al tema de Rin sabré que en verdad está herida y molesta con aquella mujer, pero de lo contrario, se pasa la página, hasta entonces
Con esto último se despidió del menor, dejando una botella de whisky y vino tinto en el escritorio antes de salir junto a sus hombres de la oficina, dejando que el contrario se sintiera aliviado.
Taro: Su aura no cambia sin importar los años que han pasado
Murmura con cansancio, dejando que su frente toque la fina madera de su escritorio, aunque no lo demostrará si tuvo un poco de miedo, no pueden culparlo, su tío fue una figura de autoridad en su infancia, no era fácil enfrentarlo pero no dudaría en hacerlo por la mujer que amaba.
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