Dos.

—Aranza, ¡No la quiero aquí!

Mi enojo era palpable. Aranza, que lleva más de seis años trabajando para mí, me miraba severamente desde su escritorio.

—Señor Beaumont no creo que sean motivos para-

—¿Qué no?—La corte, sintiendo como la vena de mi frente anhelaba salir.—: Aranza, ¡Me tiró el café en la camisa!

Después de mis desagradables minutos con su secretaria dónde su café termino sobre mi. No dude en bajar para buscar a su superior.

—Puedo asegurar que no fue intencional —Murmuró.
Alcé una ceja.

—¿Que quiere decir con que no fue intencional?—Gruñí—: ¿Es familiar suyo o que?

—No,—aseguró—: Pero es como si lo fuera Señor Beaumont.
Apreté mi mandíbula.

—Aquí no estamos para formar lazos fraternales con los empleados,—La miré sintiendo la molestia dentro de mi al tener todavía, mi prenda humeda— y mucho menos a los empleados de rango inferior.

Se levantó de su asiento poniendo las manos sobre su escritorio.

—Señor Beaumont, no estoy de acuerdo con la discriminación por su grado de trabajo aquí, —Juntó las cejas—: Aparte, ni siquiera la conoce como para decir que lo que le hizo fue adrede.

La mandíbula en cualquier momento me iba a llegar al suelo de tanta presión que le estaba ejerciendo.

Ella, empujó su silla a un lado y se encaminó a su archivador.

—Le recuerdo, que el único con el poder superior para decidir quién es quien y que cargo tiene, soy yo.—Crucé mis brazos sobre mi pecho—: Le exijo por favor que me mire cuando le hablo.

Segundos más tarde, ella se volteo con una carpeta en manos.

—Tenga,—Me la tendió—: Señor Beaumont antes de dar alguna orden sobre mi personal—alzo la ceja—: Lea esto.

Mi rostro se desfiguró en confusión.

—¡Tengo la cantidad suficiente de problemas sobre mis hombros como para tener el misero tiempo de leer unos papeles más!—Ladré, pero ella no se inmutó.

Suspiró, todavía con la carpeta en mano.

Froté mi frente con una mano, tome la carpeta y salí de su despacho sin decir palabra alguna. Para mí desgracia, no más basto salir para ver a su secretaria en el escritorio.

Al verme se levantó de su asiento, su labio inferior temblaba.

—Señor Beaumont...

—No tengo tiempo—La corté sin mirarla.

Una vez en el ascensor, con la carpeta en mano; la cabeza me empezó a pasar factura, me hizo recordar que no había tomado mi café.

«Lo hubiera hecho de no ser por...»

Las puertas de la cabina metálica se abrieron dejando a la vista mi piso. No había tanta gente como hace un rato, pero yo tenia asuntos que hacer.

—Traeme un café, sin azúcar por favor—Le pedí a mi secretaria. Ni había terminado de hacer lo que estaba haciendo cuando se levantó.

Eficiencia, eso era lo que faltaba aquí.

En mi oficina, tirando la carpeta dada por Aranza sobre el escritorio; me deje caer en mi silla. Dos respiraciones profundas me tomo tranquilizarme y llevar a cabo el papeleo.

Cada día podía ser igual, o cada uno muy diferente al anterior. Mi padre, quien poseía lo que yo poseo hoy en día, era dueño de si mismo, su mas fiel aliado era su empresa. Y después de su jubilación, me toca a mi mantener ese fiel aliado de pie.

Suspiré, sin tener idea cuántas veces lo había hecho en el día. Mi café ya estaba frente a mis narices sin darme cuenta, varios de los documentos apilados a un lado ya estaban prácticamente firmados, falta acomodarlos; pero eso no me toca a mi.

Mirando la hora en el reloj de pared, me sorprendió que marcaban las cinco de la tarde.

«Mucho por hoy»

Acomodando mi saco, di una vuelta al escritorio, viendo en todo el centro la carpeta que me negué a revisar. Divagando entre tomarla o no, terminé por hacerlo solamente para tenerle una respuesta a la Señora Aranza.

Sin despedirme de nadie, baje hacia el estacionamiento donde se encontraba mi Range. Mi mayor orgullo, después de graduarme y emprender en mis primeros dos años en la empresa familiar, este auto fue mi primera inversión.

El trabajo duro, si da sus frutos.

Abrí la ventana para que la brisa del anochecer me tranquilizara. Sabía que Samantha iba a estar en casa, haciendo quien sabe qué.

—Buenas noches Señor Beaumont—Musitó el portero de la villa.

—Buenas noches—Contesté para que me diera paso libre al interior.

Frente a la entrada de mi edificio estaba el auto de la mujer que pronto sería despojada de mi apellido, conté hasta 10 de camino al ascensor.

«Cálmate»

Con mi móvil, el saco y la carpeta en mano me adentre a mi piso. No había señales de nadie por la sala, ni por el comedor.

«En la habitación»

Dejando mis pies moverse por los lados que ya eran conocidos, abrí la puerta con deseen.

—Llegas temprano..—Dijo apenas entré, bajando su revista.

—Si.

No tenía ganas de hablar, y mucho menos con ella. Dejando mis cosas en la cama, me adentré en el baño para cambiarme.
—¿Vas a cenar?—Escuché a través de la puerta.

—No.

Pateó la puerta.

—Joshua, no puedes estar toda tu vida hablándome así,—Sentenció—: Estamos casados, te recuerdo.

Apreté la mandíbula. Una vez vestido más cómodo, salí.

—No por mucho tiempo más, te recuerdo—Le devolví en el mismo tono.

Me acerqué a la cama, tomé la carpeta y el móvil.

—Y ahora, ¿A dónde vas?—Habló enfurecida cuando estaba a centímetros de la puerta.

Sin voltear—Al despecho.

Con pasos cansados me adentré en el único sitio donde ella no se atrevía a pasar, sabía que cuando me encerraba aquí era porque no quería saber nada de nadie.

Tomando asiento y respirando profundamente, abrí la carpeta sobre mis piernas y me di cuenta en ese momento que era un expediente, su expediente.

Apreté mi mandíbula recordando lo sucedido con la chica.

Repasé con la vista rápida argumentos que ya me sabía de memoria, eran esos contratos que se les hacía firmar de forma obligatoria a todos los empleados. Pase de largo esos, ya estaba desinteresado en cualquier cosa que pudiera encontrar aquí.

«¿Qué quieres que vea, Aranza?»

Me detuve en la subdivisión personal del empleado. Sólo dos segundos, sólo dos líneas tuve que leer para quedar sorprendido e intrigado sobre todo lo que podría decir este papel en específico.

"Grace, Kennedy. (Apellido Adoptivo) Becada por el estado, cumpliendo pasantías por cuota universitaria..."

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Un beso, recuerden que son lo más bello de wattpad❤

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