¿Has pensado en ser mamá?

Erase una tarde pesada, mucho más propicia para dormir o tirarse al sofá a descansar que para hacer ninguna otra cosa, en donde todos los habitantes de Konoha disfrutaban de su precioso día de descanso semanal.

-¡AH, POR KAMI SAMA!

¿Acaso dije todos? Oh, perdonen.

Quise decir todos menos Minato Namikaze, quien está desesperado,por cierto.

Y como no estarlo si lleva 24 horas en vela y su estado es pesimo.

Les explico, todo comenzó cuando el actual Hokage regresaba de la torre fresquito como lechuga, con una gran felicidad de que por fin llegase el día sin labores por excelencia, el problema es que el pobre yondaime no fue capaz de recordar que Kushina decidió salir a pasar el fin de semana con sus amigas y él debía, por tanto, arreglárselas solo hasta que ella pudiera retornar.

Así, de esta manera inesperada, nuestro adorable rubio se quedó sin domingo, sin caricias y con hermoso pero hiperactivo bebé al cual cuidar.

Esto al principio no representó un problema, pues el Namikaze amaba a su hijo y tenía vasta experiencia en los quehaceres del hogar, por lo que siguió sus actividades tranquilamente con su retoño dormido y leyendo un libro popular. Entonces, en una parte de este, soltó una carcajada que hizo moverse al nene en la cuna.

-Buenos días, Naruto san.- saludo cordial y el niño giró la cara en busca de su madre haciendo segundos después una extraña mueca.

Y ahi comenzo la pesadilla.

Pues ya habian pasado horas y el chiquillo no paraba de llorar en un lapso mínimamente decente, poniendo en aprietos al padre primerizo quien lo cargaba en brazos tratando de calmarlo.

-¿Quieres comer, jugar, que te cambie el pañalito?.- pregunto por enésima vez el frustrado hombre obteniendo a cambio un grito mas fuerte del menor.

-¡Por favor deja de llorar! ¡Te lo ruego Naru, no he dormido nada y mis brazos me duelen!.- imploraba desfallecido el ojicielo a punto de imitar al bebe y soltarse en llanto.

-¿Que podre darte?.- pensó en voz alta caminando hacia un banco para poder sentarse un segundo, hasta que sus reales asentaderas sintieron que algo andaba mal.

-¿Que es esto?.- indago a la nada levantándose y perdiendo el color al visualizar en que se había sentado.Nada mas y nada menos que un desgastado pañal.

-¡AH, POR KAMI SAMA!

Y así comenzamos.

-¡Oh rayos, oh rayos! Kushina me va a matar...- se quejo el sol mayor tirando el artefacto del mal a la basura y dejando a su primogénito en la silla para bebes mientras su cerebro intentaba tomar una decisión.

-Si voy y me lavo dejare a Naru solo lo cual aumentaría el riesgo de accidentes, pero si no me lavo estaré sucio y podría darle una infección...no puedo hacer ambas, solo quitándome los pantalones estaría limpio y vigilando a mi hijo, pero eso es tonto, no puedo andar sin ropa por ahí...¿verdad?.- el mayor miro a su pequeño zorrito en la silla y este sostuvo su mirada sin gritar, en una escena comicamente extraña.

-¿Seria ridículo no?.- ante estas palabras el pequeño Uzumaki se soltó a llorar.

-¡Oh por favor!

El rubio se apresuro a acercarse , resbalando en el proceso con uno de los tantos juguetes que ocupo en un vano intento por distraer al mini héroe, dándose de cara con el piso.

Si, pobre yondaime que no puede ni con su alma.

-Que alguien me ayude por favor...

-Acostarse en el piso es una manera bastante extraña de pedir auxilio.- hablo con tono aburrido un joven que acababa de entrar en la morada.

-¡KAKASHI! .- grito el rayo amarillo con esperanza siendo ignorado olímpicamente por el adolescente, quien paso de largo hasta el lugar donde se encontraba el niño de bigotitos.

-Creo que debería dejar de tirarse en el piso y ocuparse de su hijo Minato sensei.-comento el albino llegando hasta la llorosa copia de su maestro.

-¡Eso intento! ¡Pero llora y llora y no me responde nada!.- se quejo el de piel tostada.

-Es un bebe, no debe responderle.- dijo el Hatake menor resaltando lo obvio y parándose frente a la sillita.

-¡No puede dejar de llorar! Yo creo que se rompió algo...- argumento seguro el destello haciendo a Kakashi encarnar una ceja.

-Esta exagerando.

-Inténtalo.-reto el adulto haciendo que su alumno se acercara a la altura del bebe.

-Hola Naruto.- saludo obteniendo una baja en el volumen y unos minutos de paz, que terminaron casi inmediatamente.

-¡Te lo dije!

-Um, esto es extraño...ya se.¡Oye Naru! .- llamo obteniendo la obtención del infante.

-Mira esto.- completo bajando de manera veloz su mascara, causando un respingo en el bebe y una hermosa tonalidad en las mejillas rasgadas de este, deteniendo de inmediato el ruido.

-¿Lo ve?

-¿Como es que...

-Quiere ver un rostro sereno, como el que le da su mama. Eso es sencillo.- le explico el pequeño al gran prodigio mientras este veía con cara de poker como su hijo intentaba tocar embelesado el rostro del peliplata con un brillo especial en sus ojos.

-¿Puedo ver yo?Se ve que es interesante.- pidió el rubio haciendo fruncir el ceño al de mirada bicolor.

-¡No! ¡Lo que debería hacer es arreglar este cuarto, parece una pocilga!

-Es que estaba bien, ahí sentado y luego...

-Por kami sama, dígame que lo que tiene en el pantalón no es lo que creo...-pidió asqueado el acromático haciendo pasar la mayor vergüenza de su vida al ninja regidor.

-Esto...

-Vaya y dese un baño ahora mismo.Yo me encargo de lo demás.

-Pero...pero...-intentaba excusarse con cascaditas en los ojos el experto en tiempo ante un enojado muchacho que lo miraba desaprobatoriamente mientras cargaba al extrañamente sonrojado bebito.

-Vaya.- sentencio haciendo subir pesadamente a su superior por las escaleras hacia la recamara sin dejar de acusarlo con la mirada hasta que lo perdió de vista.

-¿Que haremos con tu papito Naruto?.- le cuestiono al angelito quien solo estiraba hacia el sus manos.- ; yo tampoco se, pero así lo amamos.Ven cielo, hay mucho que hacer.

Apenas dijo esto, coloco al niño en la cuna y se dispuso a empezar los deberes, siempre pendiente del menor que lo seguía con sus ojitos atentos.

Mientras tanto un pobre y desvalido rubio se duchaba con agua helada para mantenerse despierto, pensando en las palabras que le diría a su estudiante como disculpa. Apenas termino, bajo ataviado de su habitual vestuario sorprendiéndose por la vista que tenia.

En la sala, el chico de la mascara arrullaba quedamente a su pequeño descendiente, mientras susurraba con suavidad una canción de cuna bastante bien recibida por el crió.

Sinceramente, la voz del joven era muy bonita.

Ante una escena tan desmesuradamente dulce, Minato decidió guardar silencio, sentándose en los escalones hasta que la música parase, lo cual ocurrió luego de que el piel nácar se asegurara de que el niño en sus brazos durmiera de manera tranquila.

-No sabia que cantaras tan bien Kakashi.- musito con cuidado el dueño de la casa.

-Ni yo sabia, pero se ha dormido.- susurro el platino acercándose al mayor para entregarle en brazos al futuro ninja.

-Debe de tener cuidado con sus horas de comida y mantener el cuarto limpio, ahora entiendo por que Kushina san me dio la llave de su casa.- comento divertido el mas bajo al terminar el intercambio.

-¿Has pensado en ser mama?.- inquirió el hermoso ojizafiro, haciendo sobresaltar a su pupilo.

-¿Disculpe?

-Serias perfecto Kakashi, y tus hijos preciosos.- comento sincero mirándolo con una perfecta sonrisa de medio lado, sonrojando violentamente al ultimo Hatake.

-Y-ya debería descansar sensei, esta delirando.

-¿Me muestras tu cara?.- molesto al del sharingan acercandose a el de manera peligrosa.

-¡NOS VEMOS!.- se despidió aceleradamente Kakashi para salir corriendo, demasiado avergonzado y pensando en su próxima venganza.

En cambio el astro rey se quedo riendo con suavidad ante la adorable y atrayente actitud de su aprendiz.

-¿Es precioso no Naruto?

El bebe dormía plácidamente aun con un tibio escarlata en sus pómulos.

-Pues claro que lo es, pero aun no lo veas. Espero que no recuerdes su rostro, no quiero pelearlo contigo cuando seas grande Narutito.

Sonrió glorioso Minato mientras se preparaba para dormir pensando en un sin fin de cosas, entre ellas algo destellante y platinado.

Y no personitas, no es la luna.

Actualización, si, sigo viva xd.

Si os gusto, regalenme una estrellita.

Si no, ya saben que hacer :c

Aquí les dejo una imagen de los dos chibis mas lindos juntos....

¡GRACIAS POR LEER!

PD: ¿Creen que el libro es demasiado largo?

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