Fuego en guerra.
En medio de la bruma y el silencio, un jadeo entrecortado llenó el ambiente con sazón. Kakashi recargó la espalda contra el muro de piedra caliza, tocándose suavemente el vientre por sobre la tela. Su chaleco protector se estaba tintando a gran velocidad de rojo brillante. Eso no era bueno.
Del otro lado del lugar lleno de motes de paja, un atractivo ojicielo limpiaba de su pierna derecha una gran mancha carmesí, evaluando con la vista el entorno. Un paso en falso reveló su ubicación al zorro cazador, quien apuntó con la mirada fija hacía el adulto rubio.
-Te tengo...padre.
Sin poder avistarlo, cuatro balas se dirigieron hacia su cuerpo, dando tres en el pecho y una en el abdomen. La ropa azul marino se tiño de bermellón cuando Minato cayó al suelo de espaldas.
-Mhn...me diste.- los orbes zafiro conectaron al joven, sonriendo de satisfacción aun con las punzadas de dolor.-; realmente eres bueno hijo...
-Gracias papá.
El rubio menor caminó hasta estar frente suyo, sujetando la pistola en el brazo derecho. Las balas ansiaban salir.
-Por fin los he superado.
-Neh,creo que es muy pronto para decir eso, Naruto.- murmuró una voz conocida detrás suyo, haciéndolo girar de forma rápida sobre sus talones, solo para recibir múltiples detonaciones en todo el cuerpo que lo mandaron al piso.
El peliplata limpió la boca de su arma con un pedazo de esponja, sonriendo al ver a ambos varones reírse luego de un leve puchero en su exalumno. Esta batalla lúdica resultó aun mejor de lo que esperaba.
-¡No es justo!¡Casi lo consigo dattebayo!- se quejó entre risas el muchacho de bigotitos,pasando tras su cabeza las manos.
-Así que el viejo truco de llegar de la nada, ¿Eh, Kakashi? Nunca dejas de sorprenderme.
El Hatake sintió sus mejillas arder con premura, intentando ocultar su sonrojo bajo la mascara protectora.
-No es nada sensei...
-¡Kakashi sensei, la próxima vez lo derrotare! No me la creo, ¡Ni siquiera pude oírlo!
Una suave sonrisa se formó en los labios del albino, ofreciéndole una mano de ayuda al adolescente.
-Bueno, tal vez en la próxima Minato sensei este en tu equipo y puedan emboscarme.
La cara del chico no se hizo esperar para llenarse de emoción.
-¿La próxima vez, dattebayo? ¡¿Regresaremos por la revancha?! - ante un leve asentimiento, se levantó de un salto,abrazando al hombre de ojos dispares.-; ¡Es el mejor sensei!
Cuarenta minutos más tarde, Naruto ya estaba despidiéndose de él para ir a visitar a sus amigos, besando la mejilla de su padre antes de salir corriendo.
Minato sonrió, caminando hacia los vestidores con el fin de cambiarse, seguido por el contrario.
-De verdad que te ha amado. Eso del gotcha fue una excelente idea Kakashi kun.- murmuró animado con su encantadora sonrisa, deshaciéndose del pesado chaleco de protección que les dieron con el equipo.
-Pensé que le gustaría a Naruto, ya sabe, le agradan las emociones nuevas. Si le soy sincero sensei, pensé que sería usted quien se negaría a que viniéramos.- confesó quitándose el casco, dejando brillar sus mechones platas bajo la luz artificial del cuarto.
-Debo admitir que sonaba peligroso, sin embargo tu confiabas en esto así que dije, ¿Porque no? Fue un éxito rotundo. Además, espero que se acerque lo suficiente a ti para que la noticia no le caiga de golpe y te acepte como mi pareja.
Kakashi suspiró pesado, desviando un poco la mirada. Él conocía a Naruto desde que estaba en el vientre de su difunta madre,lo había tratado personalmente cuando empezó el instituto y, hasta ahora, llevaban una amistad maravillosa sin contratiempos.El Hatake más que nadie sabia de la soledad que el joven rubio sintió al quedarse sin su progenitora cuando era niño y es por eso que había tenido tanto miedo de empezar una relación con Minato hace unos meses, a pesar de que sentía una genuina atracción por el desde aquel entonces en que le dio clases en la preparatoria.
El Namikaze lo miró de reojo, percatándose de la opresión del más joven. A pesar de que se conocían hace años y se atraían mutuamente, el pintoresco personaje con heterocromia se mostró renuente a salir con él, mucho más a comentarle a Naruto.
-Cielo santo, va a odiarme Minato.- le explicó en una discusión acerca del tema, con aparente nerviosismo.Solo cuando estaban solos lo llamaba por su nombre.-; si él no me acepta contigo y tengo que alejarme de sus vidas...creo que no lo resistiría. No puedo.
En cierta forma, estaba de acuerdo. Él tampoco lo resistiría si pasará.
-Mi hijo tiene derecho a saberlo. Tu has sido uno de sus pilares desde que Kushina nos dejó. Estoy seguro que no podría odiarte...y estoy ansioso de que dejes de llamarle maestro,es incomodo considerando lo que tenemos juntos...
En eso el mozo de pelo dorado tenia razón, era incómodo tener que apegarse a ese viejo mote de respeto cuando lo que quería era usar sus cursis apodos. De cualquier forma, eso era mejor que herir a Naruto.No quería arriesgarse a lastimar al sol rubio,no era posible en sus planes...no quería hacer daño a esa familia.
-Prometo esforzarme un poco, pronto le diremos solo que...aún no estoy listo.
El Namikaze le abrazó por la espalda, recargando su definido mentón en el tibio hombro blanco al descubierto.
-Entiendo, lamento presionarte.
El joven de rasgos caucásicos sonrió por lo bajo, sonrojándose por segunda vez en el día ante los pequeños ronroneos que salían de los labios de su rubio al tocar su piel. Se giró para encararle, pasando travieso las yemas de sus dedos sobre la delgada tela marino del polo holgado de Minato.
-¿Sabe?Me gusta ser presionado a veces...- le miró a los ojos, resplandeciendo en un toque coqueto entre los finos cabellos plateados que Minato se ocupo de besar y echar tras su oreja, mordiéndole suavemente el lóbulo al menor para obtener un jadeo.-; ngh...sensei...
El hombre rubio enrojeció al sentir las manos albinas recorrer bajo la ropa su torso definido, surcando entre la apetecible piel canela. Los pómulos se le pintaron bermellón al ser despojado de su polo azul.
-Kakashi...p-pueden...podrían vernos...- mordió su labio para ahogar un quejido tenue al sentir la lengua del menor acariciar su ombligo.-; Kakashi...
-Sensei, estas marcas no se las hice yo.- reclamó por lo bajo con un ligero toque de celos en la voz, observando algunas reducidas zonas rojizas en el tronco del fuerte ojiceleste.
-Me las ha hecho Naruto.- se sonrojó en extremo al ver como Kakashi se alejaba de repente con el pánico grabado en la cara.-; ¡N-no,no así! ¡Me las dejaron los golpes de la pintura hace un rato, cuando me disparo muy cerca!
-Oh...- una sonrisa se esparció por su rostro al calmarse, rascando su nuca con pena mientras se acercaba de nueva cuenta.-; lo siento...
-Primero me miras como si fuera un pervertido salido y luego te disc-...a-ah...
El joven padre había sucumbido al sentir besos húmedos sobre su cuerpo en los espacios mallugados, soltando jadeos. Cerró los ojos conforme estos y el sexi peliplata descendían hacia lugares más íntimos, sujetándose de la pared con firmeza por el temblor que sacudió su columna vertebral, obligándose a morder su mano para no dejar ir palabras entrecortadas.
Ni él ni Kakashi (demasiado ocupado con utilizar de forma sensual su maestría en temas...elevados) se dieron cuenta de las vibraciones constantes del teléfono celeste que se situaba en la pequeña repisa.
-Creó que tu señor padre esta indispuesto.- murmuró uno de los mejores amigos de Naruto, un pelirrojo de ojos verde agua que solía acompañarlo.
-Mm, seguro debe estar aun con su novio. Después le marcaré de vuelta...¿Qué ocurre, dattebayo? -indagó a su contrario, ladeando la cabeza.
-Pues tu has dicho que tu padre y tu maestro...
-Ah, eso. Si, creo que hacen una linda pareja y sensei cocina muy rico también.
-Pero, ¿C-como lo sabes? ¿Te lo dijeron así como así? - la sorpresa del chico era mera curiosidad mezclada con duda al no notar ni molestia ni nada negativo en la cara de su camarada.
-No, yo até cabos hace mucho.Papá cree que aun soy un niño y no me doy cuenta de como se miran al estar juntos.- sonrió por lo bajo, guardándose el detalle de las marcas que ambos adultos tenían en el cuello a veces.-; es divertido verlos tratar de ocultármelo, además así puedo proteger a Kakashi sensei del pervertido de mi padre.
Su acompañante levantó una ceja extrañado, interrogando con su mirada al de mariquitas en las mejillas.
-Pero si dicen que Hatake san es un pervertido...- la risa del adolescente rubio lo confundió aún más.
-Creeme Gaara, sensei no sabe con quien se mete, ¡No conoce a mi padre y a mi padrino! Ero-sennin le enseño a ser un pervertido de primera al cumplir la mayoría de edad, en dos años me explicará todo a mi, pero mientras tanto...¡Rezare por sensei!
-Nmn, e-espe...ah...¡s-sensei! ¡S-sen...!
-Shh,shh Kashi,apenas comenzamos~
¡Hola, personitas lectoras!
Realmente me siento muy feliz. Me aceptaron en el Instituto de Investigación Biomédica y es, ah, ¡Grandioso! Ahora solo queda elegir entre ese o la facultad para estudiar la otra carrera. Estoy ansiosa chiquitinas ❤
Muchas gracias por leer mis locuras, no saben cuanto amo poder responder sus comentarios 💞
Si OS gusto regalenme una estrellita 🌹
¡Muchas gracias!
Shuyaneko.
Amo a Minato perver, es adjsjsjs 7w7r grr
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