Cuidar de ti II
La noche avanzaba y la luz disminuía. Konoha había entrado ya en un limpio letargo, cayendo sus habitantes en el placer mas aceptado: el sueño.Para estas horas, la mayoría de la aldea sucumbía a ese sueño fortalecedor.
Pero como en todos los casos, las mayorías siempre excluyen a alguien.
En esta ocasión, a un pequeño peliplata recostado en casa ajena.
Kakashi Hatake yacía en una cama que no era suya, dentro de una morada que no le pertenecía,cubierto con mantas que no lo abrigaban.
No tenia idea de porque, pero la noche parecía ser especialmente fría en estos días. Solía pasar que el niño sintiera una baja especial en el clima, entonces pedía a su padre cobijo y este lo cargaba con una sonrisa, abrazándolo. Lo hubiese hecho en este momento de no ser por la sencilla razón de que ahora Kakashi era el único en su clan.
El joven albino se abrazó a si mismo, tratando de descansar inútilmente.
¿Porque era tan difícil?
*Tal vez porque estas solo, genio.*
Pensó amargamente,corrigiéndose casi de inmediato.
*Él... debe estar abajo.*
Miró de manera inconsciente la puerta, cerrada por seguridad, lo cual era un poco tonto pensando que vivía en una aldea ninja. De cualquier forma, le intrigó saber que estaría haciendo ese hombre que lo había cuidado.
Tardo dos segundos en decidir que no tenia nada que perder y ,abandonando la cama, tomó camino hacia el lugar donde creyó mas probable encontrar al mayor: su cuarto.
Estando en el pasillo se preguntó si lo que impulsaba sus acciones era solo curiosidad o ese deseo interno de agradecerle por su ayuda al Namikaze. Y es que nunca se sintió tan protegido como aquellos momentos en que lloraba en sus brazos, sin contenerse, sin prohibiciones. No con alguien que no fuera su padre.
Tocó suavemente a su entrada, pidiendo permiso para pasar.Luego de esperar un poco y al no escuchar sonido alguno,corrió la puerta introduciéndose a la habitación vacía.
Si, vacia. No había ningún personaje ahí.
El infante arqueó la ceja y decidió dejarse de tonterías, saliendo de la recamara para detenerse frente a esta.
Cerrando los ojos, intentó sentir a su próximo maestro pero a su cuerpo no llego ninguna huella de chackra. Fue entonces que se alarmó.
¿Y si le había pasado algo?
Corrió hacia el baño llamando al jounin con cautela.
-¿Minato sensei?
No hubo respuesta.
Bajó entonces las escaleras, buscando desesperadamente a su superior.¿Donde estaba?
Kakashi jamas pidió nada a nadie que no viese, pero en esos momentos una plegaria salió de sus labios.
Por favor, has que se encuentre bien.
Continuó su recorrido hacia la cocina cuando un pequeño ruido llamo su atención. De inmediato se puso alerta,tratando de localizar al intruso. Tomando posición,se acerco al sitio donde presuntamente estaba el enemigo, relajándose al vislumbrar una mata de cabellos dorados sobresalir por un lado del sillón.
-Rayos, pero que buen susto.- susurro rodeando el sofá para poder ver al pensado cuarto, enterneciendose con la imagen frente a el.
Recostado en el sillón, Minato dormitaba abrazando uno de los cojines que hacían juego con el mueble, con las piernas encongidas y el cabello alborotado. Pero lo que mas llamó la atención del único Hatake, fue el surco húmedo en las mejillas del rubio, provocado por las lágrimas que no pudo contener después de haberlo ayudado.
Lágrimas que derramó por su culpa.
A veces se preguntaba por que la vida hacia que toda la gente que amaba sufríera y no solamente él.
-Lo lamento mucho, Minato sensei.- se disculpó el niño con un sentimiento de pesar, mientras se quitaba la bufanda para poder limpiar al adulto.
Sujetó entre sus blancas manos la prenda e hizo un intento, desistiendo al ver que el de piel trigueña se removía ante el toque.
Depositó entonces su accesorio en el piso, acercando tímidamente sus manos al rostro del durmiente. Una vez pudo controlar su pena, delineó con delicadeza el camino de su llanto, enrojeciendo al escuchar un pequeño suspiro del zafiro.
El ojinegro examinó curioso la cara del relampago amarillo de Konoha, sonriendo ante su pensamiento.
*Es una persona muy linda, su rostro esculpido se vería bien.*
Coloco sus labios en la mejilla de Minato, dándole un suave e inocente beso.
*Pero lo mejor es que sea tan bueno.Espero...que jamas le pase nada.*
Haciendose un espacio, envolvió con cuidado el cuerpo de su tutor con una manta, percibiendo como este dejaba el cojin de lado para atraerlo hacia si en un dulce abrazo,al tiempo que besaba castamente su nariz.
El chiquillo llevo sus manos a la zona donde se posaron aquellos labios ajenos, mirando a su acompañante sorprendido.
-Descansa, Kakashi kun.- susurro el astro brillante, acercándolo más a él sin llegar a ningún toque indecente.
El infante se acurruco siendo cobijado por su maestro y ,como si fuera algún hechizo, se dejo caer en los brazos de morfeo.
O en el pecho de Minato.
Cualquiera de las dos podía funcionar.
Para HamadaShir0 que quería su segunda parte y angel199829 por la misma razón.
geneVar627 algún día te compensare mi tardanza, pero espero que por ahora esto sea suficiente.
laleshugazukulemtha , aquí esta tu shota. <3
Shadneko gracias por el primer voto de esta parte.
Con esto el libro llega a 200 estrellitas.
Los amo, gracias por seguir la lectura.
¡Hola personitas lectoras!
Debido a la petición de una secuencia, decidí hacer una segunda parte del capitulo anterior. Por eso y porque amo a estos dos de esas edades. Se me hace bonito el amor puro.
Culpable. Me quemaré en el tártaro.
Como sea, quisiera saber si les ha gustado y si es asi regalenme una estrellita por favor :D
Si no, que vengan los tomatazos.
PD: ¿Hay alguna continuación que les debo o les interese? Mi memoria es mala y mi archivo murió xc.
¡Gracias por leer!
Nos vemos :D
Shuyaneko~
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