Cuidar de ti
La oficina estaba atiborrada de viejos sabios discutiendo, papeles torpes e ideas absurdas. Eso era lo que veía el gran candidato a ser mandatario de Konoha, Minato Namikaze, en la junta provisional en la que se encontraba.
-Fuerzas secretas. Seria de gran ayuda .- comentó uno de los ancianos siendo atacado por su compañero.
-No, hay que mandarlo a un entrenamiento especial con la elite. Así aprenderá mas rápido.
-Pero tardaría en ser productivo...
El rubio escuchaba las opciones de solución propuestas,pero se le hacían tan torpes y egoístas que a punto estuvo de retirarse. Sin embargo, esta junta le interesaba sobre todas las demás por el tema a tratar; El futuro de su próximo alumno, Kakashi Hatake. Un niño prodigio, hijo del temido colmillo blanco quien se acababa de suicidar, dejando al pequeño solo en el mundo.
Solo.
-Podríamos transferirlo con algún aliado. Lo entrenarían bien.
-He escuchado que son muy rudos, y siendo extranjero podrían...matarlo.Recuerden que aun siendo tan ágil, solo es un niño.- opino una consejera, abanicándose el rostro.
-Tienes razón. Mala idea.
-Aunque dicen que es muy bueno, quien sabe...
-Nadie se lo va a llevar.
El consejo entero cesó las platicas, mirando al responsable de la última oración,solo para toparse con la firme mirada zafiro del joven Namikaze.
-¿Que dijiste hijo?
-Que a Kakashi nadie lo toca. No se los permitiré.
-Muchacho aún no estas en el puesto así que deberías tenernos más respeto.
-Usted debería respetar mas la vida humana. Es de un niño de quien hablamos, no de un objeto.- aseveró el jounin causando la indignación del veterano y la vergüenza de algunos mas.
-Entendemos tu punto pero el padre de ese niño es mas odiado que tu y que yo, dejarlo sin preparación es una amenaza para el mismo.- le expuso de buena fe la longeva mujer con abanico, poniendo a pensar al de cabellos dorados.
-¿Lo vez? No hay una solución fácil.- se mofo arrogante el anciano que fue corregido, con un tono burlesco.- ; si no hay mas opciones veamos los requerimientos para el traslado...
-Yo lo cuidare.- volvió a interrumpir, seguro de si.
-Es imposible. Las causas de estado lo impiden.
-Entonces seré su maestro. Como sensei podre entrenarlo, vigilarlo y mantenerlo a salvo. Quiero el puesto.- exigió inflexible Minato siendo observado por segunda vez.
-No.- contestó molesto el consejero que ya estaba hartándose del hombre.
-Es mi derecho. Quiero ese puesto.- repitió retándolo sin intención un imponente trigeño.
-Ya basta. Comportense como adultos maduros.- regaño la mujer, ambos callaron.-; Se hará el tramite para que Minato Namikaze sea probado como tutor y en caso de pasar, el niño sera incluido a su equipo. Punto final.
El viejo comenzó a quejarse, siendo totalmente ignorado, mientras el carite sonreia feliz de la vida por haber ganado la batalla, poder cuidar al menor.
Por cierto, ¿Donde estaba él?
Con deseos de comunicar las noticias , Minato hizo uso de su habilidad sensorial, encontrando extraño el hecho de sentir el chakra de su probable alumno a pocos metros de ahí.
Un chakra irregular.
El miedo invadió su cuerpo y temiendo por el niño, casi corrió siguiendo las señas del anormal flujo de energía.
Si su sentido común no le fallaba, había dos opciones:
Kakashi tenia una emoción muy fuerte que le impedía esconder bien su chakra.
O el Hatake estaba en una situación de salud critica, perdiendolo muy rápido.
El de piel canela avanzaba casi seguro de la primera opción.
Kakashi no tomaría el mismo camino de su padre.
No podía suicidarse.
¿Verdad?
Llegó hasta donde estaba el pequeño sentado, con el rostro tapado por las manos pálidas y como supuso... lo escucho llorar.
-¿Kakashi?
El niño al percibirlo contuvo sus titubeos intentando sonar firme.
-Quiero estar solo,vayase.- pidió con la voz cortada y Minato se arrodillo hasta quedar a su altura.
-Kakashi,todo estará bien, nadie va a lastimarte,yo voy a cuidar de ti.- aseguró el siguiente Hokage estirando su mano hacia el menor que se encogió más tratando de que no lo mirase.
-Kakashi...por favor...- minutos después de esa pequeña suplica, el rubio pudo ver como el pequeño aflojaba sus músculos y aprovecho para desenlazar con cuidado los brazos del niño.
Después de la petición del ojicielo , el Hatake se resignó levantando la cabeza y encarando a su casi maestro, quien de inmediato entristeció al ver sus ojos rojizos.
-¿Por qué viniste a esconderte? ¿No quieres mi ayuda?
-Y-yo no queria que usted me viera así...- respondió el albino mientras pequeñas lágrimas se le escapaban recorriendo sus mejillas sin poder detenerlas, antes de que el adulto lo abrazara con fuerza acariciando su pelo.
-Todo va a estar bien Kashi, ya estoy aquí.- le susurro el más grande acunandolo en sus brazos, sentándose en el piso.
-Minato s-sensei esto es raro.
-No permitiré que nada te pase. Puedes llorar, está bien llorar a veces. Es una manera de liberar el alma....dejalo salir Kakashi... - le explico al ojinegro y este se acurrucó en el mayor escondiendo su rostro, temblando en silencio mientras el Namikaze lo arrullaba con movimientos suaves.
Minato debía irse, presentarse a las juntas y enmendar sus faltas,pero nada le importo. Su mayor prioridad era el niño en su regazo, ese pequeño albino que nadie mas había visto tan mal.
Tan frágil.
Luego de un rato el relámpago sintió a su alumno demasiado quieto y bajo la mirada, encontrándose con el chico en un profundo sueño.
-Se ha dormido...-susurró un tanto aliviado de ver tranquilo al otro y levantándose con sumo cuidado, la criatura en brazos, provocando que este se aferrara a él aun en estado de letargo.
-Tranquilo kakashi, no pienso dejarte jamas.- comentó a la nada mientras usaba su kunai para transportarse a casa.
Una vez ahí, subió las escaleras y recostó en la cama al menor tapandolo con una manta y limpiando una escandalosa lágrima que salía de sus cristalizados ojos celestes.
-Me encargare de que nadie te toque, te lo juro Kakashi.- prometió el futuro cuarto ,besando con ternura la frente del nombrado y dirigiéndose a la salida del cuarto.
-Gracias,Minato sensei...- escucho a la voz adormilada y sonrió girando el pomo de la puerta para salir de la habitación.
El tampoco quería que el peliplata lo viera llorar.
Lamento la tardanza, y tengo para esta la misma excusa de mi otro minakaka: me han estropeado la laptop.
Eso de que el agua es necesaria para la vida no aplica para los portátiles.
Escribo desde un cel, por lo que se me complica más.
Si te gusto, hazmelo saber y regalame una estrellitas :D
En caso de que no, ¡Estoy lista para esos tomates! :"D
¡Gracias por leer!
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