Angeles.
Los niños se aglutinan felices en el montaje, mientras los profesores se esfuerzan por mantener a los pequeños demonios lejos del gran telón... literalmente.
-¡Naruto!.- regaña Iruka a su alumno favorito al ver que pico con un tridente la retaguardia del Uchiha.
- ¡Él empezó Iruka sensei! - se defiende el pequeño rubio de unos cinco años, recibiendo un zape.
-¡Claro que no, dobe!
-¡Sasuke no le digas así a Naruto! Y tu, devuelvele su tridente.
-¡Jamas!¡El teme no se lo merece!- un mini ojiazul apaño con sus pequeñas manos el utencilio.
-¡Naruto! ¡Pero tu eres un angel y el un diablillo!
-Debiste ser una oveja.- aquel comentario del ojinegro amargado provocó una nueva pelea entre los infantes que su profesor no se molesto en detener.
-Puff, ni en la pastorela se comportan.
-¡Repitelo!
-¡Teme! ¡Teme! ¡Teme...ah!- el niño dio un grito al ser elevado, al igual que su contrincante.
-Apenas con un lustro y ya se pelean, que prometedor. - habló con sarcasmo un peliplata sosteniéndolos, uno en cada brazo.
-¡Kakashi san, que bueno verlo!- exclamó el maestro de coleta, recibiendo una curvatura en los ojos del otro.
-Tenia que venir o Tsunade sama me castraría. - un pequeño escalofrío lo recorrió -; además, sera divertido ver a los mocosos.
-¡Soy grande dattebayo!¡Yo puedo hacer todo!
-¡Veamos si dices lo mismo actuando frente a tu papá! - indicó el hombre de cicatriz a la miniatura, pero llamando la atención del otro adulto.
-¿Minato sensei estará aquí?- indagó con sorpresa, soltando ambos cuerpecitos y tomándolos del cuello de la vestimenta.
-Si, dijo que tenia que ver a su ángel. - contestó Umino con una sonrisa que fue correspondida.
-¡Sasuke! ¡Naruto! ¡Ya vamos a empezar!.- gritarón los organizadores, el Hatake soltó a los enanos.
-¡Yo llegare primero!
-¡No te pregunte!¡Quitate dobe!
El albino rió al ver correr a los críos, siendo llevado de la mano por el instructor hasta un asiento.
Empezó a plantear una manera no tan grosera de pedirle que soltara su palma, cuando un fuerte agarre los detuvo.
-Yo le mostraré el camino desde ahora, si no te molesta. - cortó un trigueño alto de cabellos divinos, parado frente a los dos.
-Claro Minato sama, no se preocupe. Nos vemos Kakashi san.- el moreno deshizo su agarre, retirándose sin ser notado por el joven de rostro cubierto.
El Namikaze se colocó a un lado de él, ofreciendo caballerosamente su brazo.
-¿Me permites, Kakashi kun?
Silenciosamente, el mencionado sonríe y se deja encaminar por el más alto, que pasa con habilidad hasta las mejores butacas, situándolo a su lado y sin descansar hasta que lo hizo él.
-Gracias sensei, es genial que este aquí.- comentó en voz baja el de ojos dispares, acomodándose en el mullido ligar.
-Nacesitaba vert..
-Tercera llamada, comenzamos.- los altavoces callaron la dulce voz de de pelo trigo, provocando un mohín y la intriga del mas joven.
Kakashi decidió tratar de ignorar aquello para poder apreciar la puesta en escena, lanzando sus planes por un tubo al notar la mirada zafiro sobre él cada noventa segundos. Si, los había contado.
La pequeña obra culmino al cabo de una hora, siendo ovacionada por el publico, sobretodo los dos rivales que ambientaron tan bien el acto.
Apenas termino, los niños corrieron con su sensei.
-¡Lo logramos dattebayo!- gritó el chiquillo abrazando por el cuello al pelinegro.
-Tsk, odio decirlo, pero no lo hiciste tan mal.- halago a su modo el otro, observando a su hermano de lejos.-; me voy dobe, ve a casa con cuidado.
-¡Papá y Kakashi sensei me llevarán!- informó feliz de la vida, saltando a los brazos del platino.
-¿Eh? - el enmascarado lo miró extrañado, levantandolo de todas formas.
-¡Papá debió decirle, hasta hizo una notita! ¡Lo planeo toda la noche, sensei!
-Naruto, creó que te estas confundiendo...
-¡Le digo que es cierto!- insistía el adorable clon de su sensei, pataleando en sus brazos.
-¡Oh,miren! ¡Es el raro que se cree zorro!
-¡Cierto! Debe estar contándole sus locuras a los demas - apoyó un niño con sonrisa socarrona.
El maestro sintió una punzada al ver como Naru bajaba la mirada. Inmediatamente, beso su cabeza apegandolo a él.
-Ya recordé Naruto, vamos.- camino en dirección contraria, extrañando al joven actor.
-Kakashi sensei, es por allá.
-Si, pero antes te comprare dulces...y ramen.
-¡Si! ¡Es el mejor dattebayo!
El hombre llenó al menor de regalos, pasando frente a los torpes que lo insultaron y dejando caer "accidentalmente" su gaseosa sobre sus caras.
-¡Auch!
-¡Oiga lo hizo a propósito!
-A propósito te tirare los dientes si no dejas de meterte con mi Naru, niñito.Ahora largo antes de que pasen con un medico su navidad.- amenazó con una sonrisa, haciendo correr a los abusivos.
-Gracias...¡Lo quiero Kakashi sensei!
-Y yo a ti Naruto,ya te enseñare a defenderte despues.Explicame, ¿Que decías de tu papi?
OoOoOoOoO
Un rubio corría a toda prisa por el teatro a oscuras, buscando a sus dos grandes amores con esmero y arrugando una carta en la mano.
-¡No puedo creer que olvide dársela!
Si, Minato no tenia muy buena memoria cuando se trataba de su ex alumno, al estar cerca de él su cerebro faltaba demasiado.
-¡Por favor que sigan ahi! ¡Por favor!
Subió los escalones para correr tras el escenario, haciendo ondular la tela roja y deteniendo su carrera al vislumbrar movimiento en una esquina.
Sintió su corazón romperse al ver un peliplata besarse salvajemente con un varón moreno, de manera descarada.
Resignado, giro el rostro para poder llevarse a su hijo consigo, sin hallarlo.
El de pelo ambar dejo sus sentimientos de lado para acercarse.
-Kakashi, ¿Donde esta Naruto?
Al girar el albino dio un salto hacia atrás, sorprendido de ver unos intensos ojos violetas y no la combinación que amaba.
-¿Donde esta quien? - preguntó el otro, dueño de increíbles ojos verdes, sin soltar las caderas de su pareja.
-¡¿Tu que demonios te crees para interrumpirnos maldita piña?!
-Yo no...
-¡Voy a matarte! - antes de soltar el golpe, su acompañante lo abrazo, atrapando sus muñecas.
-Ya dejalo ateo, debió confundirse.
-¡Que no me digas asi, imbécil! - un beso fue suficiente para que volviera a su posición, ignorando la mata amarilla que se alejo sigilosa.
El relámpago continuo su camino, cruzando el umbral de la puesta en escena. Fue entonces cuando su sonrisa se ensancho.
En los lugares que ocupó hace un rato, su precioso aprendiz arrullaba a su descendencia con cuidado.
Descendió hasta aquel sitio, saludando a ambas ternuras.
-Le costo mucho trabajó mantenerse en pie, así que lo cargue y al voltear ya estaba así.- rió en voz baja el Hatake, balanceando al bebé de bigotitos en sus brazos, sin importarle que ya tuviese cinco navidades en su haber.
-Lamento la tardanza, no podía encontrarlos.
El docente levanto la cabeza, siendo atrapadas sus mejillas entre las manos canela.
-Necesitaba verte...
Recorrió con su pulgar la piel blanca, enterneciendose al notar un suave color carmín.
-Iruka dijo que venia por su angel...
Colocó con paciencia la aureola de su hijo sobre los rebeldes cabellos plata, sonriendo al resultado.
-Quería estar en el publico viendo a mi hijo, pero el se considera mas un pequeño zorro. Tu, eres mi angel kashi.
Clavó sus zafiros en los orbes dispar, acercándose.
-Este color si me gusta...
-¿Eh?
Kakashi no pudo ni preguntar por ese raro comentario ya que sus labios fueron sellados por un beso suave del adulto, caricia que no tardo en corresponder.
Mina rodeo su cintura con un brazo, cuidando no despertar al niño.
El contacto era lindo, dulce, muy contrario al feo salto que dieron al oír un grito de fuera.
-¡Bakakashi! ¡¿Donde estas?!
-¡No grites Óbito! Seguro ya fue a casa.
El pelinegro ignoró a la castaña para seguir buscando, convencido de que algo raro pasaba.
-Parece que te buscan...
El níveo le sonrió a su maestro, aguantando la risa al ver su cara de decepción.
-Insistieron en que fuera a la posada...
-¡Bakakashi!
El ojicielo bufo ante la insistencia, tomando entre sus brazos al pequeño angelito que comenzaba a removerse.
-Anda, ve.
-¿Esta seguro?
-Claro.- repuso besando su frente y caminando hasta la salida trasera.- nos vemos en la posada.
-¡Bakakashi! ¡Eres muy difícil de encontrar! - se quejó el ojinegro al verlo.
-Ya deja de gritar y vámonos bobito,solo me perdí en el sendero de la vida. - susurro extrañamente alegre el caucásico,al tiempo que salia para saludar a la mujer de marquitas.
El Uchiha lo siguió de cerca sin creerse demasiado ese cuento.
Bueno, tal vez tenis razón y no fue nada.
Debería concentrarse mas en la Navidad y...¡¿De donde saco bakakashi esa aureola?!
Navidad, para dar amor...¡y recibir!
Dedicado a -Deichu- y kairi_senpaix, ¡Feliz Navidad, las amo!
Si, hoy es Navidad, ayer fue noche buena :v
kairi_senpaix ¡Eres genial! ¡De veras! Y no creo poder escribir algo lo suficientemente bueno para demostrárlo, así que te dedico esto, mi mini basofia es para ti con amor :v <3
-Deichu- Eres una gran roleadora y adoro tu stalkeo xd
¡Gracias por leer!
¡Felices fiestas!
Shuyaneko~
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top