CAPÍTULO 6
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Negginne
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Por primera vez en la vida dormí con una persona, Hilleon tuvo el privilegio y el honor de ser el primero. Anoche no respondí a su súplica dándole a entender que lo aceptaba y sencillamente tomé mi bata y fui directo a mi cama, él me siguió hasta ahí cuando le di la espalda y escuchaba los sonidos que hacía mientras se sacaba la ropa.
Se apoyó con cuidado sobre el colchón y me alejé un poco, no quería tener contacto físico con él y le advertí que no me tocara ni por equivocación, suspiró y luego de eso no escuché nada más pero lo que sí podía sentir era su mirada fija en mí hasta el momento en que me dormí.
Hoy al despertarme a las cinco de la mañana como todos los días noté que ya no estaba, me preparé para salir a entrenar y mientras iba hacia las escaleras no pude evitar echarle un vistazo a la puerta del despacho de mi abuelo, dudé unos momentos y finalmente fui hacia allí.
Muchos sentimientos se apoderaron de mí a medida que me acercaba.
Cuando entré, automáticamente vinieron a mi mente las imágenes de él en su silla, muerto.
He prohibido rotundamente la entrada de cualquier persona, ni siquiera el personal de la Mansión podía asomar sus narices por aquí, todo estaba situado en su lugar como si hubiera sido ayer que dejé mi hogar. Era obvio que no podía esconderme aquí así que tuve que desaparecer y convertirme en un fantasma, desde allí fue que acabé con cada uno de los que intentaron apuñalarnos por la espalda.
Me senté en la silla de mi abuelo, la que ahora es mía y sentí correr por mi cuerpo un espasmo que me hizo apretar los dientes como si me hubiera despertado los sentidos.
-Voy a honrar a la familia abuelo, por ti, por papá y por Ivar...-susurré para mí.
Mi supuesta muerte causó un revuelo, le había pedido a Kuznetsov que él mismo arreglara el "accidente" después de que terminamos nuestra conversación en el Mausoleo, aquel ocho de enero, me fui de allí sin revelarle a nadie mi destino. Si quería acabar con todos debía ser precisa y eliminarlos a la primera porque no podía correr el riesgo de enfrentarme a todos juntos, debía ir acabando con ellos de uno en uno tomandolos desprevenidos.
Kuznetsov asumió como nuevo líder mediante un poder legal que le otorgué y por ser el segundo al mando, ambos sabíamos perfectamente que todos los demás dirigentes se unirían para matarlo y colocarse ellos en el poder pero no contaban con que yo los casaría a ellos primero. Primero muerta antes que dejarle el camino libre a esos bastardos, el Imperio que fue forjado a pulso, sangre y muerte por mis antepasados que posicionó a mi familia en la cima de la pirámide no lo entregaría en bandeja de plata.
Me convertí en una vil y despiadada asesina, esa misma mujer que mi abuelo entrenó todos estos años para que sea capaz de Comandar todo un ejército de monstruos. En el bajo mundo no conocían mi verdadera identidad ya que jamás vieron en persona a la heredera de Volker Rousseau, no sabían mi nombre porque yo no les permitía conocerme, pero me gané el apodo de la Maligna y va conmigo porque siempre he sabido que la maldad y yo vamos tomadas de la mano, nunca he sido buena por fuera porque sé que eso mismo me costaría mi propia muerte y no puedo permitirme cometer el error de morir.
Todo lo que hacía lo hacía con entera pasión y devoción hasta quedar satisfecha porque soy una persona que nunca me quedo con las ganas de hacer algo y de alguna u otra forma siempre termino obteniendo lo que quiero por más imposible que parezca.
Los vejestorios que formaban parte de la Comitiva ensuciando dicha organización de renombre y altamente privilegiada no merecían otro destino más que la muerte, sin embargo, a mi parecer, eso era un regalo cuando merecían un castigo más cruel que les quemara el alma.
De esos cinco años me tomé uno solo para crear mis estrategias y así formar mi propio ejército de hombres y mujeres con sed de sangre que no parecían humanos sino bestias, no tenían miedo a morir y su lealtad hacia mi estaba jurada.
Primero me encargué de los Novikot, seguidos de los Prochazst, los Dvorak y por último los Shevchenko, a los Mikhaylova los dejé para el postre. Llegué hasta el fondo del mar por así decirlo, revelando toda su información y vaya que eran unos hijos de puta y me quedaba corta diciendo eso, ellos y todos sus asquerosos engendros, menos los bastardos que abandonaron por doquier, esos no tenían nada que ver.
Destapé una red de pedofilia que era manejada por esos malditos, secuestraban niños y niñas para venderlos como esclavos de todo tipo, abusaban y maltrataban de ellos en todos los aspectos posibles y no conforme con eso también estaban involucrados con el sabotaje del Jet donde viajaba mi padre, así que todo eso me motivó aún más en mi venganza.
Y mi lugar predilecto para cumplir con mi misión fue Grydscontz, el lugar donde se merecían ir a parar todos ellos.
Aún recuerdo sus gritos de auxilio, implorando clemencia, me causaba gracia verlos arrodillados llorando con sus mocos, me daban asco, claro que antes de todo eso me insultaron con altanería de todas las maneras en las que se les ocurrió pero me pasé sus ofensas por la vagina.
Elegí comenzar con el viejo Novikot, hijo de puta violador, primero hice que lo violaran todos los hombres de Grydscontz hasta dejarle sangrando el ano, quería que sintiera todo el dolor y angustia que sufrían sus víctimas, les pedí a los hombres que fueran creativos y usaran su imaginación y así lo hicieron, me dieron un buen espectáculo. Lo tuve un año en cautiverio a él y a toda su maldita familia hasta que me aburrí, ya lo había torturado demasiado y terminé abriéndole el estómago con mi navaja, pero me enojé cuando sus asquerosas tripas cayeron sobre mis adoradas botas; pero valió la pena. Tiraron sus retos o lo que quedaba de él a una fosa porque los animales no merecían el castigo de comerse su podrida carne.
Con los Prochazst me divertí mucho, juraron lealtad y redención absoluta, par de estúpidos, odio cuando me subestiman, sólo por eso los dejé sin sus extremidades. Mayorka, una de las encargadas aquí se emocionaba echándole lavandina y limón a sus heridas, gritaban como cerdos y ni siquiera un bebé lloraba tanto como ellos, me interesaba mucho viendo cómo se ingeniaban para todo porque como dije antes, aquí en Grydscontz vivían para hacer sufrir a los demás. Finalmente el viejo Prochazst no soportó y murió por una epilepsia, los demás que lo acompañaban tampoco aguantaron y decidieron ahorcarse con sus propias cadenas.
Los flamantes Dvorak si que fueron problemáticos, nos dieron una buena pelea cuando invadimos su propiedad, por un descuido de mi parte una bala me rozó en la cabeza, no logró tocarme pero tan sólo unos centímetros más y ahora mismo quizá estuviera en coma o hasta muerta, eso me enfureció y a mis subordinados también, logramos salir vencedores y a nuestros queridos amigos los dejamos vivos ya que les esperaba un magnífico lugar vacacional, el patriarca y sus engendros fueron sometidos en su totalidad intentaron hacerse los fuertes pero toda su estabilidad se fue por los aires cuando fueron bañados con agua y electrocutados en el proceso, todos ellos eran una manada de racistas y homofóbicos alardeando que sólo ellos y su sangre real eran los únicos dignos de habitar en el mundo. Como castigo ordené que todas las personas de color que trabajan en Grydscontz fueran quienes gozaran con ellos porque odio la discriminación en todas sus facetas, dije que les arrancaría el alma y les haría sufrir hasta volverlos locos y así fue, se quitaron la vida entre ellos por un plato de comida.
Y finalmente mis favoritos, los Shevchenko, pensaba que estos eran los más tranquilos a comparación de los otros cuando era totalmente todo lo contrario, estos seres inmundos fornicaban con sus propias hijas algunas de ellas hasta tuvieron hijos de ellos y cuando eso pasaba mataban a los bebés, armaban fiestas turbias y las obligaban a tener relaciones sexuales con el primero que se ofrecía en frente de todos, ardía de rabia, eran los hombres más machistas del universo, para ellos las mujeres eran simplemente un objeto de placer y no servían para otra cosa, ¿Qué clase de malditos enfermos les causaban tanto daño a sus propias hijas? Lo peor de todo es que lo ocultaban tan bien que para el mundo exterior eran vistos como todos unos Señores. Oliver Shevchenko el hijo mayor del enfermo patriarca, era un maldito sadomasoquista por tal razón era toda una película de terror obligarlo a torturar a su propio padre y ver cómo se excitaba y masturbaba con eso, decir que sentía repulsión era poco, no quise seguir contemplando su locura así que pedí que los decapitaran a ambos.
Aún me quedan los Mikhaylova, el hijo de puta de Donovan Mikhaylova se supo esconder muy bien pero tarde o temprano aparecerá y estaré preparada. Esa es una de las razones por las que decidí volver, verá que estoy devuelta y querrá atacarme aquí pero yo que él ni siquiera lo intentaría.
Sólo me queda él en ese grupo y cuando lo elimine con la ayuda de Hilleon le tocará a este último también su hora porque nunca voy a olvidarme de que él fue el causante de la muerte de mi abuelo y eso yo nunca lo olvidaré.
No sé cuánto tiempo estuve aquí metida en mis pensamientos cuando escucho el tocar de la puerta, me paso las manos por la cara quitando cualquier signo de malestar, me pongo de pie y camino hacia la puerta para salir de aquí.
Enarco una ceja cuando veo a una de las sirvientas alterada y nerviosa.-¿Qué?, ¿qué pasa?.
-Señora Negginne ¡Son Paltom y el Señor Pracotszcky!-no hace falta seguir escuchando cuando entorno los ojos y voy a pasos apresurados hacia abajo, la sirvienta me sigue casi pisandome los talones.
-¡¿Dónde carajos están?!
-¡En el área de descanso Señora!-voy hacia allí a gran velocidad, Dios, no me importaría si fuese algo entre los trabajadores pero son Hilleon y Paltom, ambos son extremadamente hombres, es decir, ¡Bestias que no piensan con la cabeza de arriba!. El camino parece eterno esta Mansión es ridículamente enorme.
-¿Sabes porqué pelean?.
-No lo sé Señora, Decan me pidió que le avisara-resoplo y giro un pasillo más cuando voy hacia el área de descanso de los trabajadores, ¿A qué vino Hilleon aquí?.
Parece una jungla, dos animales peleando en el centro y todos los demás formando un círculo a su alrededor gritándoles e incitandoles a seguir.
Hilleon y Paltom están cubiertos de su sangre, puño que viene y puño que va, hay vidrios rotos en el suelo sillas también, pero lo importante es que aún no se han tiroteado, es una pelea a manos limpias, dejo que se revuelquen unos cuantos minutos más donde ni siquiera se percataron de mi presencia pero todos los demás sí por lo que se quedan quietos y callados.
Carraspeo fuerte y Paltom me mira brevemente para levantarse inmediatamente, Hilleon hace lo mismo y ambos se me quedan viendo.
-¿Cuál es el motivo de su duelo?-les pregunto con una sonrisa fingida, Paltom quiere adelantarse cuando levanto mi mano y les hago una seña a los demás.-Pueden retirarse a seguir con sus tareas, tú también Decan-todos asienten y pronto quedamos sólo nosotros tres.-Ahora, explíquenme.
-¿Qué relación tienes con él Negginne?-dice Hilleon con molestia como todo un novio celoso. Está furioso y ahora entiendo a qué va todo, Paltom por otro lado sonríe ante la pregunta como si se sintiera un ganador y yo estoy a punto de golpearlos a los dos.
-Soy su jefa y él mi empleado, punto-a Paltom se le borró la sonrisa y no entiendo qué pretendía, esa es la verdad él sólo es mi empleado.
-Es tu amante-dice con ira saliendo por sus poros. Entorno los ojos con fastidio.
-¿Qué le dijiste Paltom?-desvío mi mirada hacia él y lo reprendo con la mirada.
-La verdad, Negginne, que tú y yo nos deseamos-miren a este estúpido, la única deseada soy yo. Los miro a los dos y me es imposible no reírme a carcajadas.
-Ya veo que no es sólo una leyenda urbana, los hombres siempre peleando por una mujer que creen que es de su propiedad así que es hora de que vuelvan a la realidad, ¡Yo no soy de nadie!-me acerco a Paltom hasta quedar frente a él.-Retírate ya veré qué hago contigo, no voy a tolerar esta falta de respeto, ¡¿Quién te crees que eres?!-sabía que no debía darle tanta atención, siempre es así, empiezan a tener sentimientos por tí y después eso los lleva a la locura, con Paltom tuve mi primera experiencia sexual pero eso no significa que yo sea suya o que lo quiera, a mí lo único que me importa es tener buen sexo porque el amor no existe pero en cambio el placer sí puede sentirse.-Vete, luego hablaré contigo-aprieta la mandíbula y se aleja irradiando enojo.-Ven, hablemos en otra parte-le hago una seña al muy enojado Hilleon.
Camino junto a él hasta que subimos a mi habitación y al ver toda la sangre chorreando por su ropa no puedo evitar hacer una mueca de molestia.
Entro al baño y empiezo a llenar la bañera, vuelvo a la habitación y le quito el saco que trae puesto, él frunce el ceño y entorno los ojos.
-Te ayudaré a quitarte la ropa no quiero verte así y además vas a ensuciar mis cosas, te mataré si eso pasa-se deja desvestir y tiro sus prendas al sesto de ropa sucia.-Ven, te preparé la bañera-Sé que está disfrutando recibir este tipo de atención de mí pero es lo que tengo que hacer para que empiece a enamorarse de mí. Me siento en el borde y sacudo mi mano en el agua haciendo un poco de espuma.-Métete está tibia-Sigo moviendo el agua cuando noto sus movimientos metiéndose a la bañera y cuando levanto la vista me encuentro de lleno con su verga erecta apuntando hacia mi cara, es enorme y hermosa pero obviamente no se lo diré para inflar su ego, así que hago de cuenta como si no pasara nada.-Ya siéntate Hilleon que el agua se enfría-Suelta una risa ronca y se acomoda en la bañera.
Empiezo a mojarle la cara y con delicadeza le limpio el rostro eliminando todo rastro de sangre, él me mira como si esto fuera increíble y yo sonrío.
-¿A cuántos hombres has bañado?-entorno los ojos eliminando toda sonrisa de mi rostro.
-A ninguno hasta hoy sólo me gusta bañar a Winter-eso parece agradarle y sonríe cerrando los ojos.-¿Qué hacías en esa área Hilleon?.
-Fui a mi Mansión y cuando volví quería hablar con tu jefe de seguridad así que como no me gusta esperar fui personalmente a buscarlo.
-¿Y porqué peleaste con Paltom?.
-Él se lo buscó, no me gustan las indirectas siempre prefiero las directas y si vuelve a insinuar que él puede tenerte y yo no voy a matarlo.
-No harás nada porque no permitiré que mates a uno de mis mejores hombres Hilleon-detengo mis movimientos y lo miro fijamente a los ojos.-No te lo negaré, tuve mis enredos con Paltom pero fue mucho antes de conocerte, a parte nunca fue más allá yo se lo dejé claro desde un principio, no es mi culpa que ustedes los hombres tengan esa manía de obsesionarse con alguien sólo por haber follado un par de veces-noto su molestia.-Es por eso que desde que volví no tuve nada con él, él es solo mi empleado y uno de los mejores en lo que hace, por eso te pido que no pierdas el tiempo enfadandote por esas cosas porque no me gustan y me estresan esos celos y reclamos-vuelvo a masajear su cuero cabelludo con el shampoo.-Y esta es la primera y última vez que te daré explicaciones y te dejo en claro cómo son las cosas porque no le debo nada a nadie y si quieres enojarte hazlo yo sé lo que hago y lo que no-le digo con seriedad.
-Bien, me quedó claro-dice con resignación.
-Y me olvidaba, si tú vuelves a estar con otra ahora que sabes que estoy aquí ten por seguro que a esa también le pondré una bala en la frente, a mí me gusta la exclusividad y tú eres mío y a mí no me gusta compartir.
-Lo mismo va para ti Negginne.
-¿Porqué estaría con otros? Tu verga no está mal, tal vez algún día me aburra y por fin te deje cogerme-sonrío y me jala del brazo metiéndome en la bañera, caigo sentada en sus piernas y por un momento me enfado e intento meterle un golpe cuando me encuentro con su mirada rebosante de anhelo.-¿Quieres besarme?-le provoco.
-Sí-su mirada cargada de deseo.
-Entonces bésame Hilleon-se apodera de mi boca al instante y me acomodo a horcajadas sobre su pelvis dejándome hacer, su lengua recorre cada espacio saboreando en el proceso mis labios dándole leves mordidas, no puedo evitar arquear la espalda hacia atrás colocando mis manos en sus hombros logrando que nuestras bocas se separen, con su lengua lame mi cuello y sin esperarlo desgarra mi blusa dejando mis tetas a su merced, se lleva una a la boca y con su mano aprieta la otra, lame, chupa y muerde mis pezones haciendo que jadee en el proceso.
-Tienes unos senos preciosos Negginne, ideales para mí-no me quedo atrás, meto mi mano al agua y tomo su erección, empiezo a frotarla de arriba abajo, él vuelve a besarme y esta escena erótica me provoca tanto calor que mi intimidad empieza a sufrir espasmos y está mal hacer esto porque aún no debo estar con él, debo hacerle rogar por mí no entregarme así sin más por más que desee esto. Detengo mis movimientos y me alejo abruptamente de él.-¿Qué pasó?-pregunta con desconcierto.
-Termina de bañarte, recordé que tengo que alimentar a Winter-digo con indiferencia. Intenta detenerme y logro esquivarlo.-Nos vemos más tarde-salgo casi disparada del baño con las tetas al aire, me pongo otra blusa y salgo de mi habitación. Recordé que aún tengo que hablar con Paltom y mientras bajo las escaleras encuentro a una de las sirvientas.
-Dile a Paltom que lo espero en el patio de Winter-voy hacia el espacio exclusivo para Winter y lo encuentro allí como un perezoso echado de espaldas con las patas arriba.
-A veces quisiera ser tú para ser un holgazán todo el día-ruge como si me contestara y me siento en el césped para acariciarlo.-Tú eres el único que me entiende y siempre está para mí.
Dios, si las personas me vieran dirían que estoy loca y Winter no colabora rugiendo como si me respondiera, se sienta en frente de mí y apoyo mi frente sobre la suya.-Estás cada vez más grande y hermoso, ¡Eres el más magnífico de todos!-beso su cabeza y sigo acariciándolo cuando oigo pasos acercándose.
-¿Querías hablar conmigo?.
-Sí, Paltom.
-¿Porqué aún no lo matas Negginne?-dice en un tono hosco. Me pongo de pie para quedar frente a él encarando su prepotencia.
-La que hace las preguntas aquí soy yo ¿Acaso olvidaste tu lugar? En estos cinco años te has vuelto demasiado imbécil ¿Qué es lo que te sucede Paltom? Eres uno de los mejores aquí ¡Pero empiezas a causarme problemas!-aprieta su mandíbula y suelta un resoplido molesto.
-En serio te creía muerta mujer, ¡No dejé de pensar en tí en ningún puto momento!-le advierto con la mirada intuyendo sus intenciones de tomarme. Blanqueo los ojos y niego apretándome el puente de la nariz.
-El peor error que pudiste haber cometido fue enamorarte de mí, sabes bien que no creo en el amor y odio la cursilería lo mío es el sexo duro y nada más tú eso lo sabes bien, te lo dejé bien claro en el pasado.
-¿Cómo podría evitarlo Negginne? Eres perfecta y me fascinas.
-¡Es un error Paltom! Llegaste al punto hasta de meterte en mis asuntos y generar problemas.
-No cambiaré de idea-terco como una mula.
-¡Lo harás porque soy tu Jefa y te lo ordeno y si quieres mantener tu puesto aquí vas a desistir con tu ridículo enamoramiento o te mandaré a Grydscontz!-le digo entre dientes. Se acerca más a mí y me preparo para cualquier cosa.-Hilleon es mi esposo Paltom así que deja de provocarlo, lo que una vez pasó entre nosotros se acabó hace cinco años, prometiste ser leal y servir a mi familia y a mí, no hagas que tome una decisión que te dolerá aún más y estoy siendo misericordiosa al no ponerte una bala en la sien después de tus faltas de respeto.
-Y nunca romperé mi promesa, te seré fiel y devoto hasta el final Negginne, sólo no me alejes de tí.
-No lo haré siempre y cuando dejes de comportarte como un estúpido y te comportes como un hombre serio y cuidado con hacer algo estúpido como traicionarme por despecho porque te juro Paltom que no me temblará la mano para matarte-le advierto apuntando su cara.
-Primero me mataría antes de traicionarte-dice con total seguridad.
No le contesto y me voy de allí todavía nerviosa, tengo problemas más importantes que atender y ahora también debo cuidar de que estos dos no se maten por quién puede cogerme y quién no qué absurdo, ¡Bastardos!.
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