CAPÍTULO 51: NUEVA INCORPORACIÓN AL IMPERIO


Los miembros de élite del Imperio Sentimogu han sido convocados a una reunión por Vladyron para tratar los asuntos más importantes, como el encontrar los medios necesarios para llevar a cabo el plan maestro del diabólico Regente, cosa que no ha prosperado en los últimos tiempos. La mayoría de los convocados, como los Dioses Dragón, Abagizal, Void y Girenya ya han llegado y muchos de ellos se encuentran bastante nerviosos ya que no han cumplido con el objetivo de encontrar el lugar donde se esconden Dragnya y los suyos, ni el Cristal restante para invocar a los Draco, al igual que capturar al pequeño dragón albino que posee un poder sin igual.

THUNDERION: La mayoría de nosotros ya estamos aquí. Faltan los 3 Regentes Sentimogu y nuestro Maestro Vladyron, y también esos animales antropomorfos, además de los gerentes de las ciudades del Imperio. Hace tiempo que no somos todos convocados al mismo tiempo, la situación tiene que ser bastante urgente.

ANFÍTERES: Tan solo que el maestro no esté demasiado enojado con todos nosotros. No se puede decir que en estos 3 meses hayamos logrado progresar mucho en las tareas que el Gran Vladyron nos encomendó.

LEVIATÁN: A pesar de estar haciendo todo lo que está a nuestro alcance no hemos podido encontrar el cuartel general de esos malditos revolucionarios. Ojalá dejaran de esconderse y dieran la cara de una maldita vez.

EARTHION: Las dos últimas veces que los hemos encontrado nos hemos batido en duelo con ellos, pero siempre se nos han escapado. Cuando creíamos que los teníamos acorralados logran escabullirse entre nuestros dedos.

BÁLAGOS: La próxima vez que los vea juro que los convertiré en cenizas. Demasiado suave he sido con ellos las dos últimas veces que los he tenido delante de mis narices. También pagarán por las múltiples cicatrices que han dejado por mi cuerpo divino.

ABAGIZAL: ...

VOID: Por lo menos hemos estado masacrando múltiples seres para entregarlos como ofrenda al Cristal Oscuro y hemos solventado muchos ataques y revueltas a nuestro Imperio. De todos modos las misiones de mayor importancia no hemos podido cumplirlas ninguno de los aquí presentes. Mucho me temo que estamos jodidos.

GIRENYA: Si esto sigue así podríamos sufrir la misma suerte que los gerentes y esos 3 animalejos infectos. No me miréis con esa cara de ignorancia, los gerentes fueron masacrados sin piedad por el Gran Vladyron y ese estúpido trío de animales fue derrotado por ser demasiado débiles por el Sentimogu Quimera y esos seguidores de la Diosa Lúmina.

ABAGIZAL: Es posible que nuestro amo decida purgar a algunos de nosotros en esta ocasión. Quien considere que merece ser eliminado de su alto cargo lo hará sin que le tiemble el pulso, como ya ha hecho con anterioridad en múltiples ocasiones.

Los Dioses Dragón y Girenya tragan saliva al unísono extremadamente nerviosos por el temor a lo que pueda sucederles cuando Vladyron haga acto de presencia. De repente la gran puerta de metal de la sala se abre y los 3 Regentes Sentimogu aparecen ante sus subordinados, los cuales se postran ante ellos con temor.

PENUMBRA: Muchas gracias por vuestra paciencia, señoras y señores.

BLACKORBION: Por favor, inclinaos todos ante nuestro Amo Absoluto.

ÓMINA: ¡El Gran Vladyron! ¡Nuestro único amo y señor!

De la oscuridad surge la figura del temible Regente Supremo, el cual viste un kimono rojo y porta su cetro en su mano izquierda. Cuando llega al centro de la sala levanta su mano derecha para indicarles a sus subordinados que pueden dejar de estar postrados, cosa que hacen todos a la vez sin demora.

VLADYRON: Bienvenidos, mis queridos camaradas. Lo primero que quiero hacer es agradeceros a todos el que hayáis venido con tanta prontitud. Os he convocado porque quiero tratar con todos vosotros el desempeño que habéis realizado en vuestras tareas durante estos últimos meses. Debo decir que estoy bastante decepcionado con todos vosotros, ¿qué tenéis que decir en vuestra defensa?

ABAGIZAL: No puedo decir nada para justificar mi incompetencia, maestro. A pesar de todos los esfuerzos que he llevado a cabo para estar a la altura de sus expectativas no he podido encontrar a los revolucionarios que dirigen al resto ni el Cristal que tanto necesita para su plan.

VOID: Le pedimos misericordia, maestro. Lo estamos haciendo lo mejor que podemos, tan solo necesitamos un poco más de tiempo para cumplir sus órdenes sin fallar.

DIOSES DRAGÓN: (muy nerviosos) ...

GIRENYA: (traga saliva) Gulp...

VLADYRON: (ligeramente enojado) Je, precisamente tiempo es lo que más falta nos hace y de lo que menos poseemos por desgracia. Falta muy poco para que el Dios Sentimogu despierte de su letargo, y antes de ello debo conseguir el poder necesario para acabar con él de una vez por todas y liberar a nuestro gran Imperio de su tiranía.

GIRENYA: Si me permite la palabra, maestro.

VLADYRON: (asiente) Adelante, querida Girenya.

GIRENYA: Gracias, mi señor. Según los archivos, en la parte sur de la Tierra Universal no hemos llevado a cabo demasiados ataques. Sospecho que ahí es donde podrían esconderse esos despreciables revolucionarios que tantos problemas le ocasionan. Quizá si desplegáramos un ataque a gran escala en esa zona hay una alta probabilidad de que los principales jefes enemigos se muestren con más frecuencia, y les estaremos esperando para capturarlos de una vez por todas.

VLADYRON: Tan analítica como siempre, Girenya. Te felicito por ello: estas son mis órdenes para ti, Void, Abagizal y los Dioses Dragón: iréis allí y buscaréis y masacraréis sin ninguna piedad a todos los Estelares y revolucionarios que encontréis en la zona. Imagino que si hacéis un poco más de ruido de lo normal terminarán apareciendo y saldrán de su escondrijo.

DIOSES DRAGÓN: Partiremos inmediatamente, maestro Vladyron.

ABAGIZAL: Sus deseos son órdenes para nosotros.

VOID: No le decepcionaremos.

VLADYRON: Eso espero, por vuestro bien. Soy un jefe paciente y tolerante pero al mismo tiempo no tengo problemas en deshacerme de quien no demuestra ser útil y ocupar un cargo en nuestro Imperio perfecto. Igual lo sabréis ya, pero me vi obligado a purgar a los gerentes de las ciudades de nuestro Imperio por ser tan incompetentes. Y esos tres animales antropomorfos fueron derrotados y asesinados, tenía esperanzas puestas en ellos pero no estuvieron a la altura.

SUBORDINADOS: ...

Todos en la sala guardan silencio muy asustados, siendo interrumpido por una breve carcajada del malvado Regente.

VLADYRON: Descuidad, no tengo intención de librarme de ninguno de vosotros porque habéis sido de gran ayuda a mi causa, pero no por ello debéis relajaros. Una cosa más que quiero deciros a todos: la terrible bestia que ha estado asolando nuestras bellas ciudades y masacrando a nuestros compatriotas se ha convertido en un nuevo miembro de la élite del Imperio Sentimogu. Pronto lo conoceréis, espero que le deis la bienvenida a nuestro distinguido grupo.

BLACKORBION: ¡¿QUÉ?!

PENUMBRA: No esperaba menos de vos, Gran Vladyron. Sabía que os ocuparíais sin ninguna dificultad del problema.

ÓMINA: Una cosa menos de la que preocuparnos, una buena noticia. Estoy segura de que esa cosa será increíblemente fuerte al haber devorado a tantas víctimas.

VLADYRON: No te equivocas, Ómina. De hecho tuve que restringir su poder y doblegar su voluntad con objetos mágicos creados con mi poder. No hay de qué preocuparse, no podrá descontrolarse y usar su poder al máximo sin mi consentimiento, eso será solo para emergencias.

BLACKORBION: Ya veo...

VLADYRON: Una última cosa que os quiero dar a todos. 

Vladyron chasquea los dedos y un fragmento del Cristal Oscuro aparece ante cada uno de los subordinados del Hechicero Supremo, los cuales desprenden una potente y siniestra energía oscura.

VOID: ¿Y esto?

VLADYRON: Es un presente de vuestro amigo Vladyron. Este fragmento de Cristal Oscuro que os he entregado a cada uno de vosotros incrementará muchísimo todas vuestras habilidades. Espero que hagáis buen uso de él y me devolváis el favor con una devoción suicida para cumplir vuestro deber. Y ahora partid a vuestra próxima misión.

SUBORDINADOS: ¡Como usted diga, maestro! ¡Haremos buen uso de tan preciado regalo!

Abagizal, Void, Girenya y los Dioses Dragón abandonan rápidamente la sala, decididos más que nunca a cumplir las órdenes de su amo. Los 4 Regentes se quedan solos en la sala y el silencio se apodera de la sala durante unos segundos, hasta que Blackorbion decide hablar.

BLACKORBION: ¿Qué quieres que hagamos nosotros, Maestro?

VLADYRON: Venid conmigo, quiero que entrenéis con vuestro nuevo compañero.

ÓMINA: Como tú digas.

PENUMBRA: Me apetece luchar un poco, la verdad.

BLACKORBION: Le enseñaré a ese indeseable a no destruir las obras maestras que eran nuestras preciadas ciudades. Va a saber lo que es bueno.

VLADYRON: (sonríe) Ahora es uno de los nuestros, así que pelillos a la mar. Pero esa actitud para el combate es la correcta, aunque no lo subestiméis porque es increíblemente fuerte, incluso con su poder restringido.

Los 4 Regentes abandonan la sala de reuniones y se dirigen al estadio de combate, donde Azucrown espera.

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