CAPÍTULO 2: TRAGEDIA DEL PASADO (II)
LÚMINA: Maldito seas, ¿qué has hecho con Raguel?
VLADYRON: Lo mismo que voy a hacer contigo y con tus preciosos hijos. Huir no te servirá de nada, lo siento mucho por ti.
LÚMINA: ¡Cómo te atrevas a ponerles un dedo encima te juro que te mataré!
Al escuchar a Lúmina Vladyron empieza a reírse de manera burlona.
VLADYRON: ¿Y qué se supone que puedes hacerme tú? No sueles luchar tú personalmente. Normalmente envías a los estúpidos que se dejan manipular por ti a una muerte segura. Veré por mí mismo si eres capaz de estar a la altura de formar parte de la Triple Divinidad de los Estelares, los miembros más poderosos de vuestra raza.
LÚMINA: De acuerdo, pero antes de eso quiero que me prometas una cosa.
VLADYRON: Sabes muy bien que yo cumplo siempre lo que prometo, a diferencia de otros Sentimogu. ¿De qué se trata?
LÚMINA: Quiero que me prometas que durante nuestra lucha no atacarás a mis hijos mientras estemos luchando. Crearé esta barrera para que no resulten heridos durante nuestra batalla.
VLADYRON: Qué bonito, una madre queriendo proteger a sus hijos cueste lo que cueste. Me parece bien y lo cumpliré, pero estoy seguro de que quieres hacerme prometer algo más, ¿me equivoco?
LÚMINA: Estás en lo cierto, en realidad hay dos cosas más que quiero que me prometas: la primera de ellas es que no se puede matar en esta batalla, y la segunda es que si consigo vencerte es que me dejes escapar junto a mis hijos.
VLADYRON: Concedido. ¿Y qué pasa si gano yo?
LÚMINA: Si terminas venciéndome, una vez haya concluido la lucha podrás convertirme en uno de los tuyos sin oponer ninguna clase de resistencia. <<Tengo que ganar algo de tiempo hasta que lleguen refuerzos para ayudarme>>.
VLADYRON: Así que ya conoces mis intenciones. Eres muy audaz, lo reconozco.
LÚMINA: Antes de empezar pondré a cubierto a mis niños.
VLADYRON: Está bien, apresúrate.
Lúmina crea un campo protector alrededor de cada uno de sus dos hijos para protegerlos, elevándolo para que no se asusten por la batalla que está a punto de tener lugar entre su madre y el malvado Vladyron.
LÚMINA: Ahora que ya no queda esto pendiente, empecemos.
VLADYRON: Cuando quieras, estoy listo. A ver qué te parece esto, ¡DARK ALCHEMY BLADE!
De las palmas de las manos de Vladyron empiezan a salir múltiples discos de oscuridad extremadamente afilados. Lúmina logra esquivar gran parte de ellos con gran agilidad, pero algunos de ellos consiguen alcanzarla y hacerle cortes en su vestido blanco, permitiendo que algo de sangre fluya por las heridas.
LÚMINA: << ¡Maldita sea! He sido alcanzado por alguno de sus ataques. Estoy demasiado débil como para aguantar mucho más! >>
Vladyron se acerca despacio a Lúmina preparando el siguiente ataque. Antes de que el Sentimogu pueda percatarse su cuello es atravesado por un fino hilo de luz, siendo su origen un sable creado por la Diosa Estelar. Vladyron se sorprende un poco al haber recibido este ataque sin haberse enterado.
VLADYRON: Parece que tienes algún que otro as bajo la manga, ¿pero crees que incluso con eso serás capaz de hacerme frente?
Vladyron alza levemente el cuello hacia arriba y parte el sable de luz de Lúmina. La componente de la Triple Divinidad responde materializando sus alas y un nuevo sable de luz, lanzándose a por su enemigo a una velocidad vertiginosa.
LÚMINA: ¡MULTI FLASH THRUST!
Lúmina lanza múltiples estocadas a Vladyron a una rapidez inigualable, pero el poderoso Sentimogu no tiene ninguna dificultad en ir esquivando los ataques con relativa facilidad. Al poco tiempo Vladyron efectúa un brutal contraataque moviendo su mano en diagonal para crear un tajo de oscuridad.
VLADYRON: ¡DARK BLADE!
Al estar ambos tan cerca el uno del otro, Lúmina recibe el ataque de Vladyron de lleno sin tener ni la más mínima oportunidad de evitarlo y la Diosa lanza un grito agónico de dolor.
LÚMINA: ¡AAAAAAAARRRRRRRRGGGGGGGHHHHHH!
Lúmina sufre una enorme pérdida de sangre al ser víctima del poderoso ataque de su implacable contendiente, cayendo sobre su espalda y tosiendo sangre, presa del dolor y el agotamiento. Vladyron se acerca poco a poco hacia ella con una sonrisa maligna y macabra.
VLADYRON: Descuida, ninguna de las técnicas que he empleado contra ti han sido lo suficientemente potentes como para provocarte una herida letal. Ahora mismo tus células están sanando tus heridas a pasos agigantados, incluso diría que tu regeneración es equiparable a la mía.
LÚMINA: Uuuuuurrrrrgggghhhh...
Vladyron se coloca sobre Lúmina, con una mano apoyada en el suelo y con la otra acaricia la barbilla de la Estelar suavemente mientras la mira fijamente, cosa que inquieta a la bella mujer.
VLADYRON: ¿Sabes? Hay algo que me gustaría proponerte. Es bastante probable que no aceptes pero te garantizo que es la opción más asequible y segura para ti.
LÚMINA: ...
VLADYRON: Estaría dispuesto a perdonarte la vida a ti y a tus retoños si estuvieras dispuesta a servirme lealmente en mi objetivo de purificar este mundo de seres venenosos y corruptos, quedando únicamente los más aptos para servir en nuestro Imperio. Soy partidario del diálogo antes que del derramamiento de sangre. ¿Qué me dices? No necesitaríais ser transformados para ello, a diferencia del estúpido de tu esposo.
Los ojos de Lúmina desprenden una mezcla de rabia y de terror.
LÚMINA: Yo...
VLADYRON: ¿Sí?
LÚMINA: ¡JAMÁS!
Lúmina le propina una patada a Vladyron en la entrepierna, lo que provoca que el perverso ser se retuerza de dolor. Acto seguido, la Diosa Estelar le patea en la cara, golpeando a su enemigo en la nariz con el tacón de su sandalia plateada, aprovechando el momento para ponerse de pie y terminar de sanar sus heridas.
VLADYRON: ¡GRRRRRRRRR!
Vladyron se pone de pie, siendo visible un pequeño flujo de sangre azulada que abandona su nariz y entra en contacto con sus labios. Al darse cuenta de esto, el malévolo Sentimogu se la quita con el pulgar de su mano izquierda, limpiándose el dedo con el resto de su mano hasta que no queda ni rastro de la sangre. Un segundo después, el despiadado guerrero dibuja una pequeña sonrisa en su rostro.
LÚMINA: Uf, uf...
VLADYRON: Parece que no voy a convencerte por las buenas, es una lástima. Aún no he dicho mi última palabra. Por lo que veo se ha terminado el tiempo de dialogar para lograr una solución pacífica... Es igual, haré que te conviertas en una de mis súbditos por las malas, a mí me trae sin cuidado el modo en el que logre mi objetivo.
LÚMINA: ¡NO TE SERVIRÉ NUNCA! ¿ME OYES? ¡NUNCA!
VLADYRON: Has elegido la respuesta equivocada, que así sea. ¡Sufre mi cólera en todo su esplendor! ¡VENOM CURRENT!
Vladyron levanta la mano izquierda abierta hacia el cielo y de las entrañas de la tierra surge una masa morada acuosa que lanza hacia la Diosa de cabello dorado, la cual responde creando una barrera que la proteja de una técnica tan mortífera. La sustancia venenosa al chocar con el escudo creado por Lúmina empieza a deslizarse rápidamente, impidiéndole ver gran parte de su entorno.
LÚMINA: <<No podré mantener activa esta barrera mucho más tiempo, tengo que pensar en algo para librarme de este tipejo>>.
VLADYRON: ¡JA, JA! ¿Qué te pasa? ¿Ya estás al límite de tus fuerzas? ¡Me decepcionas! ¡Esto decidirá el final del combate y de mi victoria! ¡DARK ALCHEMY WAVE!
D e la mano derecha del Sentimogu surge una onda energética de color negro que impacta contra el escudo de Lúmina, dispuesto a vencer a toda costa.
LÚMINA: Nrgh... ugh...
VLADYRON: Duele, ¿verdad? Alguien como tú jamás podrá contrarrestar mis ataques. ¡JA, JA, JA!
LÚMINA: Oh... Ugh...
VLADYRON: ¡Ya es hora de ponerle fin a esto de una vez!
LÚMINA: ¡TELEPORT!
Vladyron amplía la potencia de sus ataques para destrozar por completo el escudo de la bondadosa Diosa, pero antes de que eso pueda ocurrir se teletransporta, provocando que Vladyron pierda de vista a su enemiga y sea incapaz de rastrearla. Finalmente, la barrera cede ante la presión de las técnicas empleadas del Sentimogu.
VLADYRON: Maldita sea, ¿dónde se ha metido esa condenada? No puede haber ido muy lejos.
Repentinamente Vladyron nota como un gigantesco gólem hecho de luz le agarra con una fuerza grandiosa, siendo incapaz de moverse e intenta liberarse sin conseguirlo.
GOLEM DE LUZ: ...
VLADYRON: ¿¡Qué clase de truco barato es este!? ¡Suéltame de inmediato o sufrirás las consecuencias!
GOLEM DE LUZ: ...
VLADYRON: ¡Tú lo has querido! ¡DARK ALCHEMY BLAZE!
Vladyron y el golem de luz se envuelven en un fino y gigantesco tornado de llamas que alcanza el cielo. Cuando el ciclón ígneo se desvanece, el maligno guerrero se encuentra todavía inmovilizado por el golem de luz, el cual no ha recibido ningún tipo de daño cuando ese poder habría carbonizado cualquier cosa con suma facilidad.
GOLEM DE LUZ: ...
VLADYRON: ¡GRRRRRRRRAAAAAARRRRRGGGGGHHHHH! ¡SUÉLTAME AHORA MISMOOOO!
Vladyron mira furioso hacia el cielo y puede ver a Lúmina rodeada de una gran cantidad de flechas creadas con luz, con un rostro en el que puede verse la ira más absoluta, llegando al extremo de hasta inquietar un poco al perverso monstruo.
LÚMINA: ¡JUDGEMENT ARROWS!
Lúmina dispara las múltiples flechas formadas con luz hacia Vladyron, alcanzando todas el blanco y generando pequeñas explosiones al entrar en contacto con el siniestro guerrero. Los ataques de la componente de la Triple Divinidad provocan múltiples heridas en su enemigo, generándole muchos cortes profundos y rasgando parte de su ropa plateada.
VLADYRON: Argh... Nrgh... Es cierto que estoy algo cansado con todas las batallas que he tenido en tan poco tiempo. Pero esto no va a ser suficiente para derrotarme. Lo sabes, ¿verdad?
En el rostro de Lúmina se forma una sonrisa endiablada.
LÚMINA: Eso ya lo sé. Voy a poner fin a tu miserable existencia. Vengaré a todos los que han muerto por tu culpa. Y usaré el poder de los Draco para deshacer todas vuestras atrocidades.
VLADYRON: Eres una ingenua, quien le pedirá un deseo a los Draco. He de aniquilar a la morralla indigna que no es merecedora de compartir lugar de existencia con los Dioses como yo. Toda vida ha de estar bajo las órdenes de nuestro Imperio, ya que nosotros somos los gobernantes supremos de pleno derecho.
Lúmina comienza a descender al suelo, colocándose a unos escasos metros de Vladyron.
LÚMINA: Hay muchísimo pecado en tus palabras. No puedo permitir que alguien que desprecia la vida de otros seres siga con vida. Tienes tus ideales tan arraigados en tu ser que nada sería capaz de hacerte cambiar de parecer. Creía que todo el mundo podía redimirse de sus errores y enmendarlos, pero tú eres una excepción.
VLADYRON: Me estoy durmiendo sólo de escucharte. ¿Has terminado? Porque si vas a aniquilarme hazlo cuanto antes, porque prefiero eso a seguir escuchando tus delirios de igualdad entre especies.
LÚMINA: Está bien. Espero que estés listo para ser purificado de toda tu maldad y que tu odio se apague para siempre.
Lúmina empieza a envolverse en una cálida y poderosa luz que acumula a una vertiginosa rapidez, apareciendo runas doradas en el cuerpo de la Diosa del bien y una aureola a su espalda. La concentración de energía llega a tal extremo que la angustia de Vladyron va en aumento mientras sigue intentando zafarse del golem que lo mantiene preso, siendo incapaz de emplear sus poderes al haber sido desactivados por su opresor.
VLADYRON: Así que tenías esto escondido bajo la manga, ¿eh? Estoy impresionado, no me extraña que seas considerada una miembro de la Triple Divinidad, los miembros más poderosos que se encuentran en la más alta jerarquía de los Estelares.
Lúmina no responde al comentario de Vladyron y abre los ojos, estando cubiertos por una energía blanca que no hace posible ver sus pupilas.
LÚMINA: Este es el adiós. Espero que dediques la eternidad que vas a pasar en el infierno a reflexionar sobre todas las atrocidades que has cometido y las que tenías planeado llevar a cabo en el futuro.
VLADYRON: ¡JA, JA, JA, JA, JA! ¡VAMOS! ¡DISPARA! ¡HAZ JUSTICIA! ¡ADELANTE!
LÚMINA: ¡DEADLY LIGHT!
Lúmina lanza toda la energía que ha acumulado en forma de un devastador rayo de luz que dirige hacia Vladyron, el cual recibe de lleno la técnica más poderosa de la Diosa Estelar sin poder evitarla al estar apresado por el golem de luz.
VLADYRON: ¡AAAAAAAAAAAARRRRRRRRRRRGGGGGGGGGGHHHHHHHHHH!
La parte posterior de la ropa de Vladyron se desintegra por completo como consecuencia del ataque de Lúmina, ocasionándole al mismo tiempo muchísimas quemaduras que se extienden por todo su cuerpo.
El Sentimogu pierde el conocimiento tras ser víctima de la devastadora potencia del poderoso rayo de luz. Tras terminar la técnica, el golem de luz se desvanece y Vladyron cae al suelo derrotado. Lúmina se marea brevemente y se sienta en el suelo, observando el cuerpo de Vladyron y con sus reservas de poder totalmente agotadas.
LÚMINA: Uf, uf... Lo he conseguido... Ja, ja... Ahora lo que queda es devolverle la vida a todos los que han perdido la vida y devolverle a este mundo la luz que le fue arrebatada en el pasado. La dictadura de los Sentimogu será deshecha finalmente tras tanto tiempo de sufrimiento.
Lúmina siente un pequeño escalofrío que le recorre todo el cuerpo sin saber el motivo. De repente la mujer de cabello dorado es atrapada y rodeada por una maligna oscuridad, impidiéndole mover un dedo por mucho que lo intente.
VLADYRON: Jie, jie, jie...
El cuerpo de Vladyron se levanta de manera como si estuviera poseído. Sus ojos son rojos con finas venas oscuras y su cuerpo está recubierto en su mayoría por energía oscura para curar sus heridas mortales y aumentar sus poderes hasta su límite.
LÚMINA: ¡No puedo creerlo! ¿Cómo puedes seguir con vida tras haber sido víctima de mi ataque más poderoso?
VLADYRON: Gyo, jo, jo. Admito que ha sido un poder increíble que podría haberme mandado al infierno sin lugar a dudas. ¿Quieres saber cómo he sobrevivido tras ser alcanzado por tu Deadly Light? Te lo contaré: en mi organismo hay un complejo sistema que se adapta a cualquier situación y toma la mejor decisión para garantizar la supervivencia al ser atacado, procediendo inmediatamente después a la cura con energía oscura.
LÚMINA: ...
VLADYRON: Soy un prodigio único en mi especie. Incluso puedo crear escudos alrededor de mis núcleos y recuperarlos sin problema si llegase a perder alguno de ellos en combate. Se puede considerar que soy inmortal y prácticamente indestructible. Lo siento mucho por ti, querida.
LÚMINA: Oh, no... No puede ser...
VLADYRON: Sí puede ser, y ahora que el combate ha terminado y eres incapaz de mover un solo músculo me declaro como vencedor de esta contienda. Sabes lo que pasaría si eras derrotada, ¿verdad?
LÚMINA: ...
Lúmina se retuerce y logra liberar una mano, lanzando partículas de luz sobre los ojos de Vladyron, causando que éste se queje de dolor y la oscuridad que mantenía cautiva a la Diosa se debilite, permitiéndole escapar.
VLADYRON: ¡AAAGGGGRRR! ¡NO VEO! ¡ME HAS DEJADO CIEGO! ¡MALDITA PERRA TRAMPOSA!
Antes de que Lúmina pueda emprender el vuelo es inesperadamente agarrada por el cuello por Vladyron, quien empieza a apretar con fuerza. Sus ojos adquieren una tonalidad más roja y las venas oscuras son aún más gruesas.
VLADYRON: No escaparás tan fácilmente, querida. Recuerda nuestro trato. Por mucho que combatas contra mí jamás lograrás la victoria. Tu querido esposo ya se ha convertido en uno de los míos, y tú vas a ser la siguiente.
LÚMINA: ¡NO! ¡NO QUIERO! ¡SUÉLTAME!
VLADYRON: Hay veces que nos arrepentimos de lo que prometemos. Te doy mi palabra de que será rápido e indoloro. Contigo a mis órdenes habré terminado con la Triple Divinidad, una de las mayores amenazas para llevar a cabo mi Operación Purificación. Ahora, quédate quietecita, por favor.
LÚMINA: <<No quiero morir. No puedo terminar así. ¡Qué alguien me ayude!>>.
Vladyron crea una esfera oscura en su mano izquierda y la acerca lentamente a su prisionera con una sonrisa burlona y maligna dibujada en su rostro. Las lágrimas de terror y de impotencia comienzan a formarse en los ojos de Lúmina, cerrándolos esperando un milagro que la salve.
VLADYRON: Bien... ¡SE ACABÓ!
Antes de que Vladyron pueda rematar a Lúmina ocurre algo totalmente insólito e inesperado: la hija de Lúmina destroza el escudo que la mantenía protegida y se lanza sin titubear a por el despreciable monstruo, atravesando su abdomen de una poderosa embestida rodeada de luz y generándole un pronunciado agujero.
LÚMINA: ¡DRAGNYA!
Este hecho coge por sorpresa tanto a Lúmina como a Vladyron, el cual se da cuenta de que uno de sus núcleos ha sido arrancado y aplastado por la mano de la pequeña bebé. El Sentimogu escupe sangre por la boca y suelta a Lúmina, quien aprovecha para alejarse de su enemigo.
VLADYRON: ¿Pero qué es esto? ¿Cómo es posible que una criaturita sin raciocinio haya podido generarme una herida tan grave?
Antes de que Vladyron pueda reaccionar la pequeña le lanza un poderosísimo rayo de luz que abre un gigantesco agujero en el suelo que manda al malvado cientos de metros bajo tierra, siendo absolutamente incapaz de no ser arrastrado por la onda expansiva.
LÚMINA: I-increíble... Nunca hubiera imaginado que mi pequeña pudiera llegar a tener tanto poder con tan poca edad. Es una auténtica maravilla.
El aura que envuelve a la pequeña Dragnya se esfuma y pierde la consciencia, comenzando a caer del cielo. Lúmina se apresura para coger a su hija antes de que alcance el suelo, llegando a tiempo y rodeándola con sus brazos mientras le sonríe dulcemente.
DRAGNYA: (Duerme plácidamente)
LÚMINA: Muchísimas gracias por salvarme hija mía. Quién sabe lo que podría haber llegado a ocurrir si no hubieras intervenido. Cojamos a tu hermano y marchémonos de aquí mientras podamos. Dentro de poco salvaremos a vuestro padre, que no os quepa duda.
Lúmina acerca el escudo que recubre a su otro hijo y lo desvanece cuando se encuentra cerca de ella, agarrando al pequeño y disponiéndose a emprender el vuelo para volver a su escondite. De repente un devastador despliegue de energía maligna sale del agujero y Vladyron aparece nuevamente, con notables heridas y extremadamente furioso.
VLADYRON: ¡GGGGGGGGRRRRRRRRRRAAAAAAAAARRRRRRRRGGGGGGGGGHHHHHHHHH!
LÚMINA: Qué rápido se ha recuperado. No va a ser fácil de matar.
VLADYRON: ¡LÚMINA! ¡SI TÚ NO VAS A RESPETAR EL TRATO QUE HICIMOS YO TAMPOCO LO HARÉ! ¡VOY A MATARTE A TI Y A TUS QUERIDOS RETOÑOS DE LA MANERA MÁS CRUEL, LENTA Y DOLOROSA POSIBLE! ¡OS TRANSFORMARÉ EN MIS SÚBDITOS OS GUSTE O NO! ¡PREPARAOS PARA MORIIIIIIIIIIIIR!
Vladyron se dirige a por Lúmina como una exhalación para atacarla y acabar con ella de una vez por todas. Lúmina, sin energía para defenderse de su enemigo se da la vuelta y agarra con fuerza a sus pequeños, esperando protegerlos de su malvado rival.
LÚMINA: << ¡Os protegeré aunque me cueste la vida! ¡No permitiré que ese monstruo os haga ningún daño! >>.
Cuando todo parece perdido, Oceanus hace acto de presencia y le propina una patada a Vladyron, siendo detenido antes de poder alcanzar a Lúmina y enviado a chocarse con un árbol. Oceanus se coloca delante de Lúmina para protegerla de Vladyron.
OCEANUS: Uf, menos mal que he llegado a tiempo. ¿Te encuentras bien, Lúmina?
LÚMINA: Sí, gracias a ti. Muchas gracias por haberme salvado de ese psicópata.
OCEANUS: No hay de qué. Yo me ocuparé de ese cretino. Así que aprovechad para escapar, haz uso de esto.
Oceanus le da un orbe celeste a Lúmina, que tiene el poder de transportar al usuario al lugar al que desee siempre y cuando piense en dicho lugar y conozca su ubicación.
LÚMINA: Entiendo, con esto podré volver al refugio. Pero Raguel...
OCEANUS: No te preocupes, una vez haya vencido a Vladyron lo buscaré, y si lo que tememos ha ocurrido realmente haremos todo lo que esté a nuestro alcance para salvarlo. Tu prioridad ahora es poner a tus hijos a salvo. ¡Márchate!
LÚMINA: ¡De acuerdo! ¡Nos veremos después!
Vladyron se recompone y se prepara para atacar a Lúmina antes de que escape.
VLADYRON: ¡NO SI YO PUEDO IMPEDIRLO! ¡DEATH CUT!
Oceanus bloquea el ataque de Vladyron creando una barrera y Lúmina usa el orbe, teletransportándose a su escondite sin dejar ningún tipo de rastro. La irritación de Vladyron es bastante visible en su rostro, que lanza un grito de rabia al cielo.
VLADYRON: ¡OOOOOOOOOOOOOOOOAAAAAAAAAAAAAAARRRRRRRRRRGGGGGGG! ¡MALDITA SEA! ¡ESTABA TAN CERCA DE CONVERTIR A ESA ZORRA EN MI SÚBDITA Y SE HA IDO AL GARETE!
OCEANUS: Je. No grites tan alto o vas a quedarte afónico.
Vladyron se tranquiliza rápidamente y le sonríe a Oceanus.
VLADYRON: No podía ser otro entrometido. Qué amable por tu parte venir a ver a tu querido padre. ¿Has venido a unirte nuevamente a mí tras darte cuenta del grave error que cometiste al traicionarnos? Si te disculpas adecuadamente, perdonaré tu insolencia.
OCEANUS: Sí, he venido a unirme nuevamente a ti. Espero que puedas perdonarme.
Vladyron empieza a reírse.
VLADYRON: ¡JA, JA, JA! Obviamente te estás burlando de mí, al menos tienes sentido del humor.
OCEANUS: ¡Dime lo que has hecho con Raguel! ¡Desembucha o no respondo!
VLADYRON: No hace falta que te enfades tanto, mi adorado expupilo. El bueno de Raguel ha sido transformado en uno de los nuestros y me servirá hasta que alguien rompa el maleficio que le he lanzado, cosa que resulta imposible. Le puedes decir a Lúmina que al menos no está muerto, le agradará saberlo.
OCEANUS: ¡Eres un miserable! ¡No te lo perdonaré!
VLADYRON: ¿A qué viene esa cara? ¿Ahora te preocupas por los demás? ¿Qué ha pasado con aquel Oceanus al que entrené durante tanto tiempo para ser un gobernante tirano y absoluto? Sí que te ha cambiado el estar en el bando contrario.
OCEANUS: ¡Eso no es asunto tuyo! ¡Voy a darte tu merecido aquí y ahora!
VLADYRON: Lamento no complacerte, pero me temo que eso no va a ser posible. Ahora que Lúmina ha escapado gracias a tu molesta intervención ya no hay nada de mi interés en este bosque miserable. Con haber obtenido a Raguel me conformo por ahora, así que centraré mis esfuerzos en reunir los cristales necesarios para doblegar la voluntad de los Draco y ejecutar la Operación Purificación.
OCEANUS: ¡No te dejaré que escapes!
VLADYRON: Sabes muy bien que intentas parecer duro, pero no puedes dejar de temblar en tu interior. Además, hoy he combatido mucho y necesito descansar un poco. Ya te daré tu merecido más adelante, aunque te lanzaré una última advertencia: si vuelves a inmiscuirte en mis planes el castigo que te daré próximamente será mucho peor.
Vladyron empieza a elevarse al cielo y se rodea de energía oscura, y al hacerla desaparecer un segundo después el Sentimogu se encuentra totalmente recuperado.
OCEANUS: ¡No te permitiré llevar a cabo tu plan! ¡Desharé todo el mal que has causado todos estos eones!
VLADYRON: Mal del que tú también has sido responsable por si no lo recuerdas. Por mucho que lo intentes nunca podrás enmendar todo el daño que has ocasionado a los demás mientras estabas a nuestro lado.
Las palabras de Vladyron se hunden en Oceanus como afilados cuchillos que se clavan por todo su cuerpo.
OCEANUS: ...
VLADYRON: Bien, es hora de que me marche. Tengo mucho por hacer para lograr que mi sueño llegue a buen puerto. Espero que la próxima vez que nos veamos sea en circunstancias más propicias. Adiós, gyo, jo, jo.
Vladyron se envuelve en un tornado de oscuridad y desaparece sin dejar ningún tipo de rastro. Oceanus se queda pensando un momento en lo que le ha dicho Vladyron.
OCEANUS: Por mucho que diga eso, cualquiera puede redimirse si pone de su parte y compensar el daño que le ha hecho a otros. Llevo luchando toda mi vida por unos ideales que a lo largo del tiempo han ido cambiando, pero ahora estoy convencido de que por lo que estoy luchando ahora es lo que quiero realmente. Haré todo lo que pueda para agradecerles a todos los que me han dado una segunda oportunidad y cambiar el mundo para acabar con esta tiranía para que todos podamos vivir en paz. Tampoco dejaremos atrás a los que han muerto, porque les devolveremos la vida con la ayuda de los Draco.
Oceanus se pone en marcha para volver al refugio y reunirse con Lúmina.
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