CAPÍTULO 59: EL DESTINO QUE NOS UNE


Planeta de Oceanus, llanuras.

En un abrir y cerrar de ojos, todos aparecen en el cielo, descendiendo suavemente hasta posarse en el suelo. Los cubos sanadores creados con la magia de Dragnya comienzan a desvanecerse tras cumplir su cometido. Lúmina puede sentir la suave brisa que sopla en el lugar, dibujando una sonrisa de alegría en su rostro al ser capaz de admirar la belleza del exterior tras un largo presidio.

LÚMINA: ¡Qué sensación más agradable! Después de un largo tiempo encerrada puedo volver a sentir lo apacible y alegre que es el mundo exterior, y todo esto es gracias a vosotros. Nunca voy a poder agradeceros lo suficiente que hayáis puesto vuestras vidas en grave peligro para salvarme, gracias de todo corazón.

Dragnya se sonroja, mientras que Oceanus sonríe brevemente sin perder su talante estoico. Brisa y Vidar recuperan la consciencia segundos después, y ambos se quedan petrificados al ver a Lúmina delante de ellos, corriendo hacia ella para abrazarla mientras surgen lágrimas de felicidad que se deslizan rápidamente por sus mejillas. A la Diosa de la luz le pilla desprevenida este acto y cae sobre la hierba al ser empujada por sus dos aprendices.

BRISA: (llorando) ¡Por fin has vuelto con nosotros, creía que nunca más volveríamos a verte! Al fin hemos podido liberarte de esa cárcel infernal!

VIDAR: (llorando) ¡Perdónanos! Siendo tan débiles éramos incapaces de rescatarte por nuestra cuenta. No pudimos hacer nada hasta que nos encontramos con Oceanus y los demás, por culpa de una disputa absurda acabamos enfrentados y hemos tardado demasiado en rescatarte. ¡Lo sentimos muchísimo!

LÚMINA: Mis chicos, no tenéis nada por lo que disculparos. Sabía que tarde o temprano me salvaríais, me alegra mucho ver cómo habéis madurado y llevado mis ideales por bandera todo este tiempo. Si me dejé atrapar por Ómina y los suyos fue para salvaros la vida, para daros el tiempo suficiente para mejorar vuestras habilidades y progresar como personas. Siempre he creído que a pesar de vuestras diferencias todos vosotros formáis una combinación a la que nadie puede hacerle sombra.

Los tres se levantan lentamente de la suave hierba que recubre las llanuras, mientras Brisa y Vidar terminan de secarse las últimas lágrimas de sus ojos mientras son observados por Oceanus y Dragnya. Poco a poco el resto del grupo va recuperando la consciencia y al ver el cielo azul y a Lúmina corren hacia ella, repitiéndose el proceso con la Diosa de la Luz debajo de todas las personas. Poco después, tras los saludos y las presentaciones por parte de Lya y Tiger hacia Lúmina, todos deciden volver a palacio para llevar a cabo una grandiosa fiesta para celebrar un nuevo comienzo. Lo primero que votan todos por una unanimidad es montar una cena por todo lo alto en la que todo el grupo participará en su elaboración.

VOLTION: Hora de ponerse en plan cocineros profesionales, chavales. Hagamos una cena digna de ser recordada por toda la eternidad. ¡Vamos allá!

TODOS: ¡SÍIIIII!

Tras un par de horas preparando la cena y algún que otro percance culinario, se sirve una impresionante comida fruto del esfuerzo de Dragnya y los demás. Después de escuchar el discurso de la Diosa de la Luz todo el mundo empieza a degustar la suculenta comida, estando tan sabrosa que a más de uno se le saltan las lágrimas. Flamor le añade una salsa bastante picante a su plato para darle más sabor, hecho que llama la atención de Voltion y le pregunta por el extraño condimento.

VOLTION: Oye, Flamor, ¿se puede saber qué es eso que le estás echando a tu plato?

FLAMOR: Es una salsa de lo más picante, te recomiendo que no la pruebes o vas a acabar achicharrado por completo. Y créeme, esta vez te lo estoy diciendo en serio, no se trata de ninguna clase de broma.

VOLTION: ¿Me estás diciendo que no soy capaz de tolerar un poco de salsa picante? ¡Cómo te atreves! ¡Soy un guerrero de primera categoría, un poco de salsa no puede hacerme nada! ¡Dámela inmediatamente!

FLAMOR: Muy bien, tú mismo. De lo que sí estoy seguro es que te vas a arrepentir de tu decisión una vez te estén ardiendo las entrañas, ¿pero qué haces, animal? ¡Ni siquiera yo que aguanto tan bien las ardientes llamas me echo tanta salsa!

VOLTION: ¡Cierra el pico! Esto te enseñará a no menospreciarme, jejeje.

Al momento de que Voltion prueba la comida con la salsa de Flamor empieza a sentir un enorme quemazón que le provoca que se le ponga la cara roja y eche llamaradas por la boca mientras se le saltan las lágrimas por el sabor tan picante, sobresaltando a todos en la mesa.

VOLTION: ¡AH! ¡AAAAH! ¡QUEMAAAA! ¡QUEMAAAAAA!

FLAMOR: Qué conste que yo te lo he advertido, están todos de testigos. Hala, disfruta del ardor que provoca la receta de los Guerreros Dragón del fuego.

VOLTION: ¡Ca-Cabrón!

De repente Oceanus alza su dedo índice y un velo de agua recubre a Voltion para liberarle del tremendo calor que tiene en estos momentos. Después de 2 segundos, Oceanus chasquea los dedos y el agua se desvanece, dejando a Voltion suspirando aliviado y desprendiendo una gran cantidad de vapor.

VOLTION: Muchas gracias, Oceanus. Creía que iba a quedar reducido a cenizas.

OCEANUS: Desde luego, esa arrogancia tuya algún día puede llegar a costarte la vida. Menos mal que esta vez se ha tratado de algo tan simple como una cena, pero si se hubiera tratado de una batalla real no sé que podría haberte pasado.

VOLTION: T-Tienes razón, lo siento...

FLAMOR: Muy bien dicho, tienes que aprender de tus defectos, que el día menos pensado pueden jugarte una mala pasada. Es que no aprendes, hay que ver.

Oceanus le dirige una mirada inquietante a Flamor, que provoca que se le pongan los pelos de punta.

OCEANUS: Tú no eres el más indicado para echarle nada en cara a Voltion. ¿Tengo que recordarte que te he dicho miles de veces de que te tomas las batallas como si se tratara de un juego absurdo? ¡Te pones en peligro incontables ocasiones a causa de esa actitud!

FLAMOR: Para qué habré hablado... Al final yo también he salido escaldado...

Flamor se queda a cuadros y Vidar decide intervenir.

VIDAR: ¡Oye! ¡No hace falta que seas tan duro con ellos! ¡Tienen sus defectos, como tú y como yo!

OCEANUS: Ya estabas tardando demasiado en intervenir, esto no va contigo.

VIDAR: ¡Me niego rotundamente a quedarme callado mientras les criticas!

OCEANUS: ¡Si lo hago es para que lo tengan en cuenta y rectifiquen para que no les ocurra más!

VIDAR: ¡No necesitamos que nos estés diciendo continuamente lo que hacemos mal, señor sabelotodo!

Umbría y Brisa deciden intervenir en la disputa que está teniendo lugar entre Oceanus y Vidar.

UMBRÍA: Vamos, Oceanus, déjalo estar.

BRISA: Siempre igual, no podéis estar más de dos minutos sin pelearos. Aunque por ahora la cena ha durado 20 minutos, esto es un hecho histórico: habéis superado vuestro propio récord.

UMBRÍA: Tendría que daros vergüenza, comportándoos como críos cuando estamos de celebración... Ya os vale...

LÚMINA: Vaya, de modo que sabéis el modo de mediar vuestros hombres. Está claro que en el tiempo que he estado ausente eso nunca ha cambiado.

Todos empiezan a reírse por el comentario de Lúmina y Oceanus y Vidar se sonrojan, diciéndose con la mirada el prometerse una tregua y resolver la disputa más adelante. La cena continúa y concluye sin muchos sobresaltos, tras esto Tiger y Lya deciden irse a dormir para afrontar un nuevo día a pleno rendimiento. Flamor y Voltion optan por irse a entrenar con Iron al estadio de batalla para poder pulir y mejorar sus habilidades, principalmente para no tener que depender en exceso de que sus aliados les salven en un futuro. El resto del grupo se queda hablando un rato en el salón principal. 

VIDAR: ¡ERES INCREÍBLE, DRAGNYA! ¡QUE HAYAS SIDO CAPAZ DE MEDIRTE CON ESOS MONSTRUOS Y HABER SIDO CAPAZ DE SALVARNOS ES DIGNO DE ALABANZA! ¡TE HAS GANADO TODO MI RESPETO, JAJAJAJAJAJAJA!

Vidar le da unas palmadas en la espalda a Dragnya mientras sigue bebiendo de su copa de vino.

DRAGNYA: No es para tanto, solamente hice lo que tenía que hacer, jijiji.

BRISA: Y pensar que eres solo una niña... Escondes un poder sin igual en tu interior, se podría decir que nos superas a todos nosotros. Sin ti seguramente no estaríamos aquí a salvo.

FORESTION: Eso de que estamos a salvo no es del todo cierto, jovencita. Recuerda que aún tenemos que ocuparnos de los Dioses Dragón y de los Sentimogu, nos queda mucho trabajo por hacer. Has dejado que te invada la felicidad, es algo habitual en los chicos de estos días, jejejejeje.

UMBRÍA: Desde luego, y me siento bastante mal por no haber sido capaz de ayudar en la última batalla... No tuve ninguna oportunidad contra los Dioses Dragón y estoy segura de que no hubiera podido ser rival para Ómina, y ni siquiera habiendo recuperado todo su poder.

BRISA: Creo que he hablado antes de tiempo... 

EARTHIUS: Tengo una pregunta para ti, anciano. 

FORESTION: ¿De qué se trata, semidios de la tierra? Estaré encantado de responderte.

EARTHIUS: ¿Los Dioses Dragón siempre han querido tiranizar todo lo que existe en la creación?

FORESTION: En absoluto, nosotros siempre hemos velado por las criaturas existentes. Ese es la tarea que nos otorgó Lúmina, el que eso no siga siendo así es por culpa del resurgir de los monstruos que llevan amenazando todo tipo de vida desde los albores del tiempo.

EARTHIUS: ¡Pues no parece haber mucha diferencia entre ellos y vosotros! ¡No importa que el resto de Dioses Dragón estén siendo controlados, ellos están permitiendo que ocurra semejante cosa! ¿Dónde está ese amor propio que ha poseído siempre nuestra raza?

FORESTION: ...

Earthius le da un potente puñetazo a Forestion, tirándolo al suelo y sobresaltando a todos los presentes.

EARTHIUS: ¡Habla de una vez, maldita sea! ¿Te has quedado mudo? ¡Lleváis matando millones de años a gente inocente que no tenía culpa de nada como a vulgares alimañas! ¡No tenéis ningún derecho a llamaros los Dioses Protectores de la Creación! ¡EL PENSAR QUE NOS CREASTEIS ÚNICAMENTE PARA COMETER ATROCIDADES COMO VOSOTROS HACE QUE ME HIERVA LA SANGRE!

Earthius continúa dándole puñetazos al Dios Dragón del bosque, llegando incluso a ocasionarle una brecha en la frente de la que comienza a fluir un pequeño hilo de sangre. Tras ser agarrado por algunos de los presentes, el Semidios de la Tierra termina calmándose y decide marcharse sin mediar palabra.

UMBRÍA: ¡Earthius! ¡Vuelve!

OCEANUS: Deja que se marche, Umbría.

UMBRÍA: Pero...

OCEANUS: Necesita estar a solas, en todo este tiempo aún no ha sido capaz de superar la muerte de su amada. Es normal que tenga un gigantesco rencor hacia los Dioses Dragón, como muchos de los que estamos aquí.

Forestion se queda helado al oír semejantes palabras. Repentinamente Brisa comienza a llorar, cosa de la que todos se percatan y Vidar la abraza para consolarla, derramando al mismo tiempo algunas lágrimas de tristeza recordando a su amiga fallecida.

FORESTION: Me invade nuevamente el arrepentimiento, jamás podré perdonarme todo el daño que hemos ocasionado a tanta gente. Todo cuanto se ha hecho jamás podrá ser deshecho ni enmendado, verdaderamente es una lástima.

Las palabras de Forestion sacan a Oceanus de quicio y le hacen perder los nervios, hecho que causa aún más tensión de la que hay actualmente.

OCEANUS: Por tu manera de expresarlo se te ve a la legua que te estás recreando en el asunto. Si estás tan arrepentido como dices y quieres compensar todo el daño que habéis ocasionado se me ocurre una manera muy apropiada de hacerlo: la muerte.

VIDAR: ¡Basta, Oceanus!

LÚMINA: Ni se te ocurra hacerle daño.

OCEANUS: ¡No quiero escuchar más tiempo las estupideces que salen de la boca de este desgraciado! ¡Haré justicia eliminándolo de una vez por todas! 

FORESTION: Dejadle, es evidente que has malinterpretado mis palabras, joven. Pero si realmente consideras que mi muerte aminorará un poco todo el daño infligido a los seres que han sufrido y muerto por nuestra culpa estoy dispuesto a aceptar cualquier castigo que quieras darme, independientemente del que sea lo aceptaré sin oponer ninguna clase de resistencia.

OCEANUS: Que así sea entonces... Viejo, ¡prepárate para morir!

Oceanus alza su brazo y delante de la palma de su mano brota una llama púrpura. El Dios Dragón Forestion baja su cabeza resignado esperando su final, pero sin previo aviso Lúmina se interpone protegiéndole y Umbría aprovecha para cogerle el brazo a Oceanus con la esperanza de que recapacite.

UMBRÍA: ¡Para! ¡Te lo suplico!

OCEANUS: ¿Se puede saber qué estáis haciendo? ¡Suéltame el brazo ahora mismo!

UMBRÍA: No lo haré.

OCEANUS: ¿Cómo dices?

LÚMINA: ¡Esta no es la manera de hacer las cosas y lo sabes muy bien! ¡No vuelvas a ser el monstruo sin corazón que fuiste hace millones de años!

Las palabras de Lúmina son la gota que colma el vaso y Oceanus entra en cólera, dispuesto a lanzar su ataque sin importarle que la Diosa de la Luz pueda ser herida en el proceso. Todo ha ocurrido de manera muy rápida, sobre todo para la joven Dragnya, que interviene para tratar de resolver la situación.

DRAGNYA: ¡BAAAAAASTAAAAAAAAAA!

Todos miran sorprendidos a la pequeña, incluido Oceanus, el cual parece haber recuperado la razón.

DRAGNYA: ¡Tú no eres el amable Señor Oceanus que yo conozco! ¡Me das miedo!

OCEANUS: ...

LÚMINA: Dragnya...

DRAGNYA: Toda mi vida se me ha dicho que los Dioses Dragón son seres crueles y egoístas que nos les importa nada más que ellos mismos, pero ahora que he podido convivir algo de tiempo con el señor Forestion me he podido dar cuenta de que ellos también están sufriendo. En los encuentros que hemos tenido con ellos he podido percatarme de que no quieren hacer daño a nadie y esperan el ser liberados de la influencia de esa maldita Ómina. Es por eso que quiero ayudarles también a ellos, no les abandonaré... Además estoy convencida de que existe una manera de poder arreglar todo lo ocurrido y revivir a todas las víctimas.

Tras sus palabras, la pequeña Dragnya rompe en llanto y Lúmina abre sus brazos para que vaya hacia ella y ser abrazada, cosa que la niña hace inmediatamente sin decir ni una palabra más.

BRISA: Yo... ¡Pienso igual que Dragnya!

VIDAR: ¡Y yo también!

Tras este suceso, Oceanus hace desaparecer la llama de la palma de su mano y Umbría le suelta el brazo sabiendo que todo está bajo control. El guerrero se mira avergonzado su mano mientras le tiembla sabiendo sin lugar a dudas que habría estado a punto de cometer un grave error y temiendo que esto le habría ocasionado que se produjera lo que más teme: volver a ser el malvado ser que fue antaño.

UMBRÍA: Oceanus... Sabía que lo comprenderías... ¿Estás bien?

OCEANUS: Sí... Gracias... Perdonadme... Perdonadme todos...

Oceanus se teletransporta fuera de la sala para estar a solas y reflexionar, dejando al resto de los presentes algo desorientados tras lo ocurrido.

UMBRÍA: Iré a buscarle, quiero hablar con él.

BRISA: Buena idea. Nosotros iremos a buscar a Earthius para saber cómo se encuentra, tengo la impresión de que sé dónde puede haber ido.

VIDAR: Voy contigo, Brisa. Tengo que admitir que nunca antes había visto a Oceanus perder su endereza de una manera tan drástica. Algo grave tiene que preocuparle muchísimo, pero estoy seguro de que es algo que no nos ha contado nunca... ¿Será acaso algo de su pasado?

UMBRÍA: No tengo la más remota idea. Ni siquiera me lo ha contado a mí, esta noche haré que me lo cuente todo y se libre por fin de todos esos sentimientos negativos que lleva arrastrando todos estos siglos. Con vuestro permiso me marcho, buenas noches a todos.

BRISA: Nosotros también nos marchamos, que durmáis bien.

Antes de irse, Umbría saca un pañuelo de su bolsillo y se acerca a Dragnya para secarle las últimas lágrimas que le quedan en el rostro. Mientras le pasa el pañuelo por la cara le sonríe dulcemente a la niña, la cual corresponde el gesto con una sonrisa jovial y alegre. Después de esto Umbría desaparece en un abrir y cerrar de ojos de la sala.

VIDAR: ¡Niña! ¡No estés triste tú! No quiero ver esos bellos ojos esmeralda derramar ni una sola lágrima más, ni ahora ni nunca.

Brisa al escuchar las palabras de Vidar se enfada y le da un fuerte tirón en la oreja.

BRISA: Así que sus ojos son bellos, ¿y qué hay de mis resplandecientes ojos rosados? ¿No vas a decir nada sobre ellos?

VIDAR: ¡Ouch! ¡Era para animar a la chiquilla, Brisa! ¡No te lo tomes tan a pecho! ¡Sabes que yo solamente tengo ojos para ti! ¡Tus ojos son los más bellos que he visto en toda mi vida!

BRISA: Eso está muchísimo mejor, eso es lo que quería oír.

Cuando Brisa y Vidar ven a Lúmina con cara de quedarse a cuadros y a Dragnya riéndose a carcajadas se dan cuenta del bochornoso espectáculo que han protagonizado y se marchan a toda velocidad avergonzados a más no poder.

FORESTION: Yo...

Dragnya y Lúmina voltean para ver a Forestion menos tenso que hace unos minutos.

LÚMINA: Pensaba que te habías quedado mudo, carcamal. Ya pensaba que te habías quedado en el sitio por el susto de antes jajajajajajaja.

FORESTION: Muy graciosa, pero os doy las gracias de corazón a ambas por haberme defendido... Si no fuera por vosotras ahora mismo sería hombre muerto.

DRAGNYA: No hay de qué, ahora que llevo tiempo conociéndote puedo darme cuenta de que no eres alguien malvado.

FORESTION: Muchas ganas por depositar tu confianza en mí, jovencita. Me siento muy afortunado de poder contar con ella.

Dragnya se separa de Lúmina y camina hacia Forestion, agarrándole la mano con algo de fuerza y lanzándole una mirada amenazante al Dios del Bosque, lo cual le hace ponerse algo nervioso.

DRAGNYA: No hay por qué darlas, pero como me entere de que eres un espía y nos traicionas te mato, ¿entendido?

FORESTION: E-Entendido, no tienes de qué preocuparte. Os prometo que nunca os traicionaré, te soy leal hasta el final y después de la muerte. Me recuerdas mucho a alguien que conozco, tan jovial y firme. He de marcharme a meditar, así que con vuestro permiso me despido.

LÚMINA: Buenas noches, vejestorio.

DRAGNYA: Que disfrute de su meditación, señor Forestion.

Forestion se marcha, dejando a Lúmina y a Dragnya solas.

LÚMINA: Supongo que nosotras también tendríamos que irnos a descansar, ¿no te parece, Dragnya?

DRAGNYA: Estoy de acuerdo, la verdad es que tengo muchísimo sueño, (bosteza).

LÚMINA: ¿Quieres que te cante una nana para dormir?

DRAGNYA: ¡SÍIIIIII!

El haber respondido de una manera tan enérgica hace que Dragnya se sonroje, provocando que Lúmina sonría dulcemente y no pueda evitar soltar una débil carcajada.

LÚMINA: No es necesario que grites tanto. Vas a acabar despertando a todo el mundo en el palacio y en los alrededores, ji, ji.

DRAGNYA: (sonrojada) L-Lo siento, no tengo ni idea de por qué he reaccionado de esta manera. En lo más profundo de mi subconsciente me he emocionado muchísimo, como si te hubiera escuchado cantar anteriormente y me muriera por oírte nuevamente. Qué extraño, ¿verdad?

LÚMINA: Será un dejá vu de esos, princesita. Hora de dormir, Dragnya. Toca soñar con los angelitos.

DRAGNYA: ¡No me trates como a una niña pequeña! ¡Ya soy mayorcita para comentarios tan infantiles!

LÚMINA: Simplemente he dicho eso para ver cómo reaccionarías. Con semejante rabieta ya demuestras cómo eres realmente, y me resulta de lo más divertido comprobarlo por mí misma.

Dragnya al escuchar esas palabras y al darse cuenta de que ha reaccionado como una cría se vuelve a sonrojar, aún más que la vez anterior.

DRAGNYA: Me la has jugado... esta vez. No volverá a pasar.

LÚMINA: Eso ya lo veremos, doña cría. Ahora sí que hay que dejarse de palabrería e irse a dormir de una buena vez.

De repente Lúmina levanta a Dragnya con telequinesis y se dirigen a la habitación de la pequeña detrás de si un melódico tarareo, sin poder ser eclipsado por las protestas de la pequeña.

Planeta de Oceanus, lago lunar

OCEANUS: Tienes que calmarte, ¿cómo has podido reaccionar así? Se supone que Vladyron ya no reside en ti para tratar de controlarte. ¿Acaso una parte de ti estaba dispuesta a acabar con el viejo?, ¿sigue quedando algo de la maldad que una vez residió en tu ser? No quieres volver a ser aquel ser despiadado y maligno, desde luego que no. Ahora eres diferente y posees a una familia por la que te preocupas y que cuida de ti.

Oceanus observa su reflejo en las aguas del lago iluminadas por la luz de la luna durante un rato, hasta que es alertado por una siniestra voz que le susurra unas palabras.

???: Por mucho que te mires jamás dejarás de ser lo que eres. No importa que te estés engañando a ti mismo y a los demás de que has dejado de ser el que eras, yo sé que en tu interior la maldad que posees está esperando el momento oportuno para salir y tomar control de tu ser una vez más. 

OCEANUS: ¿Quién está ahí? ¡Da la cara de una vez!

???: ¡JO, JO, JO, JO! Me tendrás que disculpar, ¿dónde están mis regios modales? Muy bien, cumpliré tu petición y saldré a tu encuentro sin más dilación.

OCEANUS: ¡Esa voz... ! ¡Vladyron!

Ante Oceanus aparece repentinamente un hombre alto y musculoso de ropaje plateado oscuro con rombos dorados presentes en varias zonas, de mangas anchas, con un collar usej decorado a lo largo de su cuello, una faja localizada en la cintura de la que brota una cinta que acaba en punta y unas botas doradas a la altura de la tibia. Respecto a la apariencia física de este extraño hay que decir que posee el cabello largo terminado en una coleta y de un color rojo intenso, y a ambos extremos de la cabeza y en su parte superior su pelo acaba en punta. Posee un rostro esbelto, ojos rojos como la sangre, un bigote que le llega hasta la zona pectoral y una cuidada perilla también roja.

VLADYRON: Exactamente, encantado de poder mantener una charla con mi adorado hijo adoptivo. Espero que no fuera demasiado duro contigo cuando nos vimos antes, ya sabes, tenía algo de prisa.

Oceanus intenta coger su espada para atacar, pero una sonrisa endiablada de su adversario le dice que no lo haga para evitar terribles consecuencias, resignándose y apretando duramente su puño izquierdo ardiendo de rabia.

OCEANUS: Grrrr...

VLADYRON: Muy inteligente por tu parte, has actuado por instinto y cesado en un futil intento de atacarme. No habría servido de nada, soy una ilusión creada por el Vladyron original, y esta pequeña conversación no tiene por qué llegar a oídos de tus amiguitos. Si te hubieras puesto hostil conmigo habría lanzado uno de mis terribles maleficios a alguno de esos mentecatos. Me habría decantado por tu amiguita la híbrida o por esa bella jovencita pizpireta de cabello naranja y ojos esmeralda.

Las palabras de Vladron hacen enojar mucho a Oceanus, pero trata de mantener la calma para no empeorar las cosas.

OCEANUS: ... ¿Y qué es lo que quieres?

VLADYRON: Ya te lo he dicho: tener una conversación tranquila y fluida con mi hijo adoptivo.

OCEANUS: ¡No me vengas con esa mierda! ¿Esperas que te dé las gracias?

VLADYRON: Supongo que sí, después de todo te encontré cuando estabas completamente solo y te di una regia educación con la que ser un rey digno para todos. Si hubieras continuado a nuestro lado habríamos sido capaces de eliminar de una vez por todas al Dios Sentimogu y liberarnos del enorme tormento de estar a sus órdenes para siempre. Pero nos traicionaste y te aliaste con nuestros enemigos, ¿tienes idea de lo que supuso para nosotros y el dolor que nos causaste?

OCEANUS: ¡Eso es porque no quería seguir torturando vidas inocentes más tiempo! ¡Me di cuenta de que no podía seguir siendo así y decidí cambiar mi modo de pensar! ¡Hubo gente que me ayudó a comprenderlo!

VLADYRON: Me provoca un tremendo dolor oírte hablar de ese modo. Por culpa de tu pataleta, después de que el Dios Sentimogu se sumiera en su profundo letargo, nosotros acabamos divididos: por una parte Penumbra gestionando la Tierra Universal, por otro Ómina y Blackorbion lidiando contra vosotros junto a los Dioses Dragón y yo atrapado en tu cuerpo sin poder ejercer demasiada influencia tras mi derrota a manos de esa tonta de Lúmina. Así que ahora consideras a los mortales como iguales, ¿eh? ¿Cuánto tiempo llevas sin usarlos como sustento?

OCEANUS: Muchísimo. Yo... ya no hago eso...

VLADYRON: ¡No sabes lo que te pierdes, muchacho! ¿Ya no recuerdas lo gratificante que es para nosotros ver a nuestra presa paralizada por el miedo implorando piedad antes de que hundamos nuestros afilados dientes en su sabrosísima carne? Además, si tanto te importan los mortales como dices, ¿cómo has permitido que llevemos a cabo una matanza en la colonia humana que visitasteis hace poco?

El rostro de Oceanus se queda pálido ante esta revelación.

OCEANUS: No puede ser... ¡No te creo! ¡Me habría percatado de que estabais asesinando a diestro y siniestro!

Al principio Oceanus no quiere creer las palabras de Vladyron, pero al fijarse en las múltiples manchas de sangre presentes en su ropaje plateado debe rendirse a la evidencia y creer las palabras del maligno ser.

VLADYRON: Se nota que has perdido facultades, pero te diré una cosa más: había un chiquillo que confiaba en que unos héroes los ayudarían y les librarían de su aciago destino, ese es el humano al que más disfruté matar y devorar.

OCEANUS: ...

VLADYRON: ¿No tienes nada que decir? Me gustaría añadir otro tema de interés: la penitencia que pagaste por el grave pecado que cometiste al traicionarnos, lo recuerdas, ¿verdad? Te obligué a matar con tus propias manos a tu queridísimo amigo Dragyon mientras presenciaba el espectáculo en la forma de tu sombra. No me he reído más en toda mi vida.

OCEANUS: GRRRRRR...

Oceanus comienza a acumular energía maligna para atacar sin piedad a su adversario.

VLADYRON: Ese fue el desencadenante que causó la liberación de los Sentimogu y que los Dioses Dragón pudieran ser manipulados con tanta facilidad debido al odio que sintieron hacia ti. Pocas personas conocen la verdad, siendo Lúmina una de ellas, ¿pero qué importa? Lo único importante es que el tablero está colocado adecuadamente para poder lograr mi más ansiado sueño: convertirme en el amo supremo y gobernar sobre toda la creación como su Dios Absoluto.

La furia de Oceanus es tal que convierte su espada en un mandoble gigantesco y se abalanza sobre la ilusión de Vladyron, cortándola por la mitad y generando una gigantesca grieta. Desafortunadamente el ataque es completamente ineficaz y la ilusión se regenera, riendo de manera diabólica y macabra.

OCEANUS: Maldita sea... He perdido el control y he entrado en su provocación... ¿Cómo he podido ser tan estúpido?

VLADYRON: Desde que estás rodeado de estos estúpidos te has descuidado mucho. Iba a cumplir mi amenaza de maldecir a alguien querido para ti, pero te perdonaré la grosería porque aún tienes la espinita clavada con este tema.

OCEANUS: Hijo de puta...

VLADYRON: ¿Oh? Parece que viene alguien hacia aquí, según su aura diría que es la híbrida Estelar-Sentimogu. En fin, ya va siendo hora de que me marche. Puedes haber engañado a estos tontos, pero yo sé lo que eres y jamás podrás remediar todo el daño que hiciste en el pasado. Os invito a que intentéis detenerme, quiero un poco de diversión y entretenimiento ahora que he regresado tras mi descanso del guerrero. Hasta más ver, y espero que volvamos a vernos dentro de muy poco, ¡JO, JO, JO, JO!

OCEANUS: ¡NO, ESPERA...!

Antes de que Oceanus pueda terminar su frase la ilusión de Vladyron se desvanece sin dejar ningún tipo de rastro, dejándole solo en la oscuridad de la noche. Unos instantes después Umbría llega al lugar donde se encuentra Oceanus golpeando el suelo con sus puños. Esto alarma a la chica y se acerca corriendo a su amado para comprobar si se encuentra bien.

UMBRÍA: ¡Oceanus! ¿Te encuentras bien? ¿Qué ha pasado?

La suave voz de Umbría alcanza los oídos de Oceanus, haciendo que se tranquilice y le dirija la mirada a su amada.

OCEANUS: Umbría... ¿Qué estás haciendo aquí?

UMBRÍA: He venido a buscarte... Ya sabes... Estaba preocupada por ti...

OCEANUS: No necesito que te preocupes por mí. ¡Sé cuidarme yo solo!

La elevación de tono en las palabras de Oceanus cogen por sorpresa a Umbría, quien retrocede unos pasos.

UMBRÍA: Ese es precisamente el problema que siempre has tenido...

OCEANUS: ¿Eh?

Oceanus mira extrañado a Umbría.

UMBRÍA: ¡Ya me tienes harta! ¡Deja de actuar como siempre estuvieras solo!

OCEANUS: ...

UMBRÍA: ¡Todos somos un equipo, una familia! ¡Nos ayudamos los unos a los otros sin importar la situación a la que nos enfrentemos! ¡Tú siempre has estado ahí para ayudarnos a todos nosotros cuando lo hemos necesitado! Si necesitas a alguien me tienes a mí, nos tienes a todos... No estás solo... así que por favor, no cargues con todo tú solo. Déjanos ayudarte. 

Tras estas palabras de los ojos de Umbría comienzan a brotar lágrimas que se deslizan lentamente por sus mejillas. Al ver esto Oceanus se acerca a ella y la abraza fuertemente para consolarla, secándole las lágrimas con sus pulgares y dándole una sonrisa pequeña pero al mismo tiempo afectuosa.

OCEANUS: Perdóname por haber actuado así tanto tiempo. Me he sentido siempre tan afortunado de formar parte de una verdadera familia que el afán por protegeros me ha llevado a ser individualista y distante. El perderos a alguno de vosotros sería para mí la mayor de las torturas, pero desgraciadamente esto ocurre muy a menudo... ya hemos perdido a seres queridos y a muchos compañeros inocentes que quieren el final de la tiranía divina. Todos ellos han muerto siendo buenas personas...

UMBRÍA: Snif... ¿Mmm?

Oceanus se separa de Umbría y se sienta en el suelo enfrente del lago. La joven termina de secarse las lágrimas restantes y toma asiento a su lado.

OCEANUS: Aunque quiera dar un futuro de esperanza a todos los seres de la creación no puedo evitar que sufran por mi culpa. Es lo que tiene ser una maldición que por mucho que intente ayudar no deja de perjudicar con su miserable presencia.

UMBRÍA: ¿Maldición? No te entiendo... Con tu heroísmo has salvado a muchísima gente de seguir sufriendo un destino terrible. Yo soy una de ellas, nunca podré agradeceros lo suficiente de que me liberarais de mis días de esclavitud

OCEANUS: También he hecho cosas terribles. Cosas que no podrán ser remediadas y que me llevan atormentando toda mi vida.

UMBRÍA: Todos cometemos errores, lo importante es aprender de ellos y no volver a cometerlos.

OCEANUS: Supongo que sí...

Oceanus mantiene la mirada perdida hacia el agua del lago. Umbría le pone su mano derecha en el hombro para intentar animarlo.

UMBRÍA: Ignoro cómo habrás sido en el pasado o lo que habrás hecho durante ese periodo, pero desde que te conozco me has demostrado que eres una buena persona. Todos nosotros lo pensamos, incluso ese alcornoque de Vidar, a pesar de que estéis siempre peleando te considera un buen amigo.

OCEANUS: Tengo miedo de volver a ser el que era en aquel entonces, quiero arreglar todos los errores que he cometido y no provocar más dolor a mis seres queridos. No es otro mi sueño que el que poder otorgar un futuro de paz para todos y terminar de una vez por todas con la amenaza que lleva atormentándonos tantísimos eones.

Sin previo aviso múltiples lágrimas comienzan a surgir de los ojos de Oceanus. Umbría se percata de esto y lo abraza, abrazando el cuello de su amado y dejándole apoyar su cabeza en su pecho.

UMBRÍA: No importa qué es lo que pase de ahora en adelante. Recuerda que estaré a tu lado siempre y que jamás dejaré de serte leal.

OCEANUS: ...

UMBRÍA: ¿Sabes? Se me hace bastante raro verte así y que sea yo quien te está consolando a ti. Podría acostumbrarme a esto ji,ji.

Tras el comentario de Umbría Oceanus no puede evitar soltar una pequeña carcajada.

OCEANUS: Vamos, no me jodas. No estoy pensando en convertir esto en un hábito regular en mi conducta.

UMBRÍA: Puede... pero no está de más sincerarse y hablar de las cosas que nos preocupan, ¿verdad?

Unos segundos de silencio transcurren.

OCEANUS: Umbría...

UMBRÍA: ¿Sí?

OCEANUS: Gracias...

UMBRÍA: ¿Estoy soñando o acabo de oírte decir "gracias"? No estás muy familiarizado con esa palabra. ¿Tienes fiebre?

OCEANUS: No, estoy en mis cabales. Muchísimas gracias por animarme y por tu lealtad. Sé que no te lo digo casi nunca, pero te amo profundamente y mis 5 corazones laten por ti al unísono.

Umbría se pone colorada al oír las bellas palabras de Oceanus. 

UMBRÍA: ¡Vas a hacer que me sonroje con unas palabras tan bonitas! ¡Me haces la mujer más feliz al oírte decirme eso!

Tras unos minutos observando el bello largo a la luz de la noche, la pareja sigue hablando de otros temas.

UMBRÍA: Muchas veces me acuerdo de la primera vez que nos vimos. Estaba de esclava en una región que era propiedad del clan Darkbladion en aquel entonces. Recuerdo perfectamente cómo le hiciste frente a ese tirano y lo mataste delante de todos los presentes, dándonos una posibilidad de huir de esa vida horrible.

OCEANUS: El grupo que luchaba contra los Nobles Sentimogu en aquella época y al que pertenecíamos Lúmina y yo consiguió liberar una gran cantidad de territorios y de mortales de las garras de esos monstruos. Originalmente existían 13 Nobles Sentimogu y pudimos acabar con 8 de ellos, mientras que uno de ellos desapareció en extrañas circunstancias, sin saber jamás qué fue lo que le ocurrió.

UMBRÍA: Es decir, que una gran parte de esos poderosos enemigos están ardiendo en el infierno, ¿no es así?

OCEANUS: Exacto, pero eso no parece haber cambiado mucho la situación... Desgraciadamente, las propiedades y los poderes que poseían los nobles derrotados fueron transmitidos a los restantes: a Vladyron, Ómina, Penumbra y Blackorbion. Y tampoco hay que olvidar que los puestos vacantes de su orden han sido ocupados por los Dioses Dragón y por ese tal Void.

UMBRÍA: Nos enfrentamos a muchos enemigos terribles, pero ahora que tenemos a Lúmina de vuelta y con todos los progresos que ha hecho Dragnya estoy segura de que lograremos vencerlos a todos y alcanzar la paz que tantos años llevamos buscando. Por fin podremos ser libres de esta maldita guerra milenaria que nos ha tenido atados toda la vida.

OCEANUS: Espero que tengas razón. Quiero pensar que sí, yo también estoy deseando de terminar esta guerra que tanto sufrimiento nos ha traído a todos. Vengaremos a todos los caídos y haremos justicia de una vez por todas.

Oceanus se mira el puño, apretándolo con gran determinación y dejando escapar una breve chispa de poderosa energía.

UMBRÍA: ¡Así es como me gusta verte! ¡Ya vuelves a ser el de siempre!

Oceanus le dirige una sonrisa a Umbría.

OCEANUS: Je... Ya es muy tarde para andar por aquí. Hay que irse a dormir para levantarse mañana con las pilas cargadas. Hay que empezar a trazar la ruta a seguir para triunfar definitivamente.

UMBRÍA: Estoy de acuerdo contigo, pero antes de eso quiero que hagamos una cosa.

Oceanus mira extrañado a Umbría.

OCEANUS: ¿De qué se trata? Soy todo oídos.

UMBRÍA: Acércate.

Oceanus hace lo que Umbría le ha dicho y cuando está muy cerca de ella la chica le pone suavemente las manos en las mejillas y le da un tierno beso en los labios, cerrando ambos los ojos al unísono y dejándose llevar por un sentimiento de amor. El beso dura unos segundos antes de que los dos lo den por concluido y partan andando al palacio con un paso lento y ruborizados.

Cementerio, Tumba de Aqua.

Earthius se encuentra sentado delante de la tumba de Aqua, un ataúd con la parte superior transparente y en el que el cuerpo inerte de Aqua descansa sobre una gran cantidad de flores, bebiendo una botella de vino algo ebrio tras la discusión anterior en el palacio.

EARTHIUS: Hola, Aqua. Quería venir a saludarte como cada noche para que no te sientas sola.

Como es de esperar, Earthius no recibe respuesta.

EARTHIUS: ¿Sabes? Cada vez que me siento mal si vengo aquí para verte me relajo mucho y me olvido de todas mis preocupaciones.

Earthius vuelve a dar otro enorme trago a su botella de vino.

EARTHIUS: No consigo acostumbrarme a que no estés aquí con nosotros. Se me hace cada vez más duro lidiar con tu ausencia, al igual que a todos.

En los ojos de Earthius empiezan a acumularse lágrimas que amenazan con descender por su rostro. Antes de que eso pudiera pasar el Semidios de la Tierra se las retira rápidamente con los dedos de la mano derecha.

EARTHIUS: Oh... ¿Por qué tuviste que perder la vida en aquella batalla defendiéndome? Si hubiera sido más fuerte habría podido protegerte yo y nunca hubieras muerto. No dejo de mortificarme por aquel suceso. Verte morir en mis brazos fue algo horrible, no pude hacer nada.

Sin previo aviso Earthius escucha una siniestra y débil risa, haciéndole ponerse en posición de alerta ante el posible ataque furtivo de algún enemigo inesperado.

VLADYRON: Je, je, je... Relájate, amigo mío. No estoy aquí para hacerte daño.

Earthius adquiere un tono algo rudo para tratar de intimidar a la presencia que le está hablando en algún lugar desconocido.

EARTHIUS: ¿Quién eres y qué quieres? ¡Muéstrate!

VLADYRON: Mi identidad es total y absolutamente irrelevante. He venido para devolverle la vida a tu amada para que podáis estar juntos para siempre y vivir felices.

Los ojos de Earthius se llenan de esperanza y al mismo tiempo de desconfianza al escuchar las palabras de la misteriosa voz.

EARTHIUS: ¿Y cómo puedo saber que estás diciendo la verdad y que eres capaz de llevar a cabo tal acto?

VLADYRON: Veo que para creer las cosas tienes que verlas con tus propios ojos. Que así sea. Considera esto un regalo divino de mi parte.

En la oscuridad del cielo de la noche aparece repentinamente una diminuta llama morada, la cual empieza a descender hasta atravesar el ataúd de Aqua e introducirse lentamente en su cuerpo. Unos segundos después el cadáver perfectamente conservado abre los ojos y aparta el cristal de su atáud lentamente, empezando a levitar. La joven desciende suavemente mientras su pelo celeste como un zafiro y su vestido blanco como la nieve se agitan lentamente con la fría brisa de la noche, posándose en el suelo finalmente con ambos zapatos. Todo esto tiene lugar ante la mirada incrédula y estupefacta de Earthius, que corre hacia ella para abrazarla.

EARTHIUS: ¡Aqua! ¡Es un milagro! ¡No puedo creer que hayas vuelto a la vida! ¿Pero cómo...?

Aqua le pone el dedo índice de su mano izquierda a Earthius en los labios para hacerle dejar de hablar, dándole una sonrisa tierna e inocente.

AQUA: Eso carece de importancia, mi amor. Lo único que importa ahora es que estoy de vuelta para no volver a separarme de ti nunca más. He sido muy afortunada de haber podido haber regresar al mundo de los vivos, gracias a ese hombre.

EARTHIUS: ¿A quién te refieres, Aqua? <<¿Se referirá a quien pertenecía aquella voz tan misteriosa?>>

AQUA: Eso da lo mismo, lo único que necesito es pasar toda mi existencia junto a tu lado sin que nada pueda volver a separarnos.

Earthius abraza a Aqua entre sollozos de felicidad.

EARTHIUS: ¡Tienes razón! ¡Todos van a alegrarse muchísimo de verte! ¡Estoy convencido de que van a flipar en colores!

AQUA: Me encantará volver a verlos a todos... Pero antes de eso quiero resolver un tema pendiente que necesito arreglar de una vez por todas para quedarme tranquila.

EARTHIUS: Por supuesto, dime qué es y haré lo que haga falta para que puedas solucionar ese problema tuyo.

Aqua empieza a mirar hacia el suelo, dejando que su largo pelo celeste le cubra los ojos y esbozando una sonrisa algo tétrica en su rostro y susurrando algo que Earthius no puede oír debido a la baja entonación, quien se acerca lentamente a ella para escucharla adecuadamente.

AQUA: Quiero... Quiero...

EARTHIUS: ¿Sí? Te escucho, Aqua.

Earthius apoya su mano izquierda en el hombro derecho de Aqua, la cual aparta de un fuerte manotazo. Aunque esta reacción el Semidios de la Tierra queda algo extrañado y espera la respuesta de la chica impaciente, quien empieza a soltar una demoníaca risita.

AQUA: Ji, ji, ji... Quiero... Quiero...

Earthius pone sus dedos en la barbilla de Aqua para que alce la vista y le pueda ver el rostro.

EARTHIUS: ¿Aqua...?

AQUA: Quiero... ¡MATARTE!

El rostro de Aqua resulta irreconocible: posee unos ojos demoníacos con unos iris tan rojos que da la impresión de que pueden verse a través de ellos las llamas más ardientes del mismo infierno; sus dientes son largos y afilados como cuchillas, dibujando una mueca.

EARTHIUS: ¡AH!

Earthius del susto se aparta de la que creía ser su amada y tropieza cayendo sobre su espalda en el césped del cementerio, retrocediendo aterrado con el uso de sus manos sin llegar a ponerse de pie.

AQUA: ¡CADENAS DE AGUA!

Del suelo surgen unas cadenas de agua que aprisionan y dejan completamente inmóvil a Earthius. El monstruo se acerca lentamente hacia él materializando una larga espada con la que pretende atravesar al Semidios de la Tierra y acabar con su vida, dibujando una mueca psicótica y macabra mientras se va acortando la distancia que separa a ambos.

EARTHIUS: ¡Maldita sea! ¡Estoy completamente atrapado! ¡No puedo mover ni un solo músculo!

Earthius trata de reventar las cadenas acuosas con su fuerza, siendo incapaz de lograrlo y provocando que éstas apliquen aún más presión sobre él. La Aqua demoníaca suelta una risa diabólica al ver como el Semidios intenta liberarse de las cadenas como un pez tratando de zafarse del anzuelo que ha mordido.

AQUA: ¡JA, JA, JA! Por mucho que trates de liberarte será completamente inútil.

EARTHIUS: ¡TÚ NO ERES LA VERDADERA AQUA! ¡De eso estoy seguro!  

AQUA: Puede que sí... Puede que no... Aunque eso ahora carece de sentido... Lo único importante en estos momentos es que vas a morir aquí y ahora. ¿Unas últimas palabras antes de que te perfore el corazón con mi espada?

La Aqua maligna alza su espada con ambas manos, en la cual puede reflejarse la luz de la luna, dispuesta a matar a Earthius de manera definitiva.

EARTHIUS: ¡NO! ¡NO! ¡SOCORROOOO! ¡QUE ALGUIEN ME AYUDE!

AQUA: Grita todo lo que quieras, amor. Nada ni nadie podrá salvarte de la muerte. Me moría de ganas por hacer esto. Podré llevarte al más allá, conmigo... y podrás sufrir tan aciago destino por toda la eternidad.

Brisa y Vidar se encontraban cerca dando un paseo en busca de Earthius, y sin previo aviso escuchan sus gritos agónicos más allá del bosquecillo que les separaba del cementerio, alertándolos.

BRISA: ¿Has oído eso, Vidar?

VIDAR: Sí, parece la voz de Earthius. Y parece que también está en apuros.

BRISA: ¡Apresurémonos! ¡No debe andar muy lejos!

VIDAR: ¡Voy justo detrás de ti!

Brisa y Vidar aceleran el paso para encontrar cuanto antes a Earthius. Mientras tanto, el Semidios de la Tierra tembloroso cierra los ojos esperando el final, deseando que lo que está ocurriendo no sea real y sea todo una pesadilla. Al abrir los ojos se da cuenta de que el cadáver de Aqua descansa imperturbable en su tumba de cristal y que tiene completa libertad de movimiento, quedándose bastante aturdido.

EARTHIUS: ¿Estoy vivo? Creía que no lo contaría. ¿Ha sido todo un sueño? Todo parecía tan real... Y esa aura tan maligna y demoníaca que desprendía esa Aqua falsa... Me dan escalofríos con solo recordarlo. ¿Habré bebido demasiado?

Unos instantes después Brisa y Vidar salen de los matorrales y acuden al encuentro de Earthius, quien todavía se encuentra algo confuso por la experiencia que acaba de vivir sin tener para nada claro si ha sido real o falso.

BRISA: ¡Earthius! ¿Te encuentras bien? Te oímos gritar y hemos venido tan rápido como hemos podido.

EARTHIUS: ¿Eh? ¿Qué? ¿Cómo sabíais que estaba aquí?

VIDAR: Siempre vienes aquí cuando estás rayado por algo. ¿Por qué estabas gritando? Si nos has preocupado a lo tonto te llevas un garrotazo.

Vidar materializa su garrote de madera y se dispone a golpear con él a Earthius en la cabeza, pero es detenido por Brisa al alargar su brazo derecho y lanzarle una mirada severa.

BRISA: Antes de hacer nada vamos a dejar que se explique. ¿Acaso no ves que se encuentra desorientado? Dinos qué ha pasado, Earthius.

Earthius le dirige una sonrisa a Brisa que rápidamente se desvanece al recordar lo que le ha ocurrido hace unos minutos.

EARTHIUS: No me creeréis cuando os diga lo que me ha pasado, así que creo que no es necesario que os lo cuente.

Las palabras de Earthius irritan mucho a Vidar, quien aprieta su garrote con fuerza.

VIDAR: ¡Si no quieres hablar te sacaré las palabras a garrotazos! ¡Vete preparando!

BRISA: ¡Ya basta! Estoy segura de que tiene que tener sus motivos.

Earthius mira nuevamente a Brisa y decide contarles la horrible experiencia que ha sufrido.

EARTHIUS: Pensaréis que estoy loco por lo que voy a deciros, porque yo tampoco puedo creerlo, pero... he sido atacado por una Aqua falsa que ha intentado matarme, estaba como poseída.

Brisa y Vidar al escuchar esto se miran extrañados y vuelven a mirar nuevamente a Earthius.

VIDAR: ¡Eso es IMPOSIBLE! ¡Todos sabemos que Aqua falleció hace mucho tiempo! ¡Estoy seguro de que has bebido más de la cuenta tras marcharte del palacio!

BRISA: Aqua está en su lugar, donde lleva miles de años impasible e inmóvil. Estoy convencida de que habrás tenido una alucinación fruto del estrés acumulado. Todos tenemos miedo, porque no sabemos cómo va a terminar todo esto.

EARTHIUS: Eso es lo que yo pienso también. Pero ha sido todo tan real que me hace hasta dudar, era como mi peor pesadilla hecha realidad: que el espíritu de Aqua volviera del más allá para hacerme pagar el no haber podido salvarla de las garras de la muerte.

Vidar tras respirar hondo y calmarse le pone su mano derecha en el hombro de Earthius para intentar animarlo.

VIDAR: Escúchame, todos sabemos que hiciste todo lo posible por salvarla. Ninguno de nosotros lo conseguimos, no hay un día en que no paremos de pensar en ella. De lo que sí estoy convencido es que ella no querría que siguiéramos torturándonos por lo que le sucedió.

Brisa pone su mano en el otro hombro de Earthius.

BRISA: Ella siempre va a estar con nosotros cuidándonos pase lo que pase, como siempre ha hecho. Eso no cambiará nunca.

EARTHIUS: ... Eso ya lo sé, pero sigo sin poder acostumbrarme a su muerte...

Brisa y Vidar abrazan a Earthius, quien no puede contener por más tiempo las lágrimas. Tras unos minutos contemplando el cielo estrellado los tres Semidioses coinciden en que es hora de irse a descansar tras el día que han tenido. Cuando se disponen a marcharse Brisa se acerca a la tumba de Aqua, a la que mira con una expresión de tristeza mientras coloca su mano en el cristal de su ataúd, acariciándolo.

VIDAR: Brisa, ¿vienes?

BRISA: No... Adelantaos vosotros... Os alcanzaré enseguida...

EARTHIUS: ¿Estás segura?

BRISA: Sí... No os preocupéis, no tardaré mucho...

VIDAR: De acuerdo, entonces nosotros nos dirigimos ya a palacio. Buenas noches.

Al no obtener respuesta de Brisa, Vidar y Earthius la miran preocupados antes de poner rumbo al palacio. Ambos se pierden rápidamente en la espesura del bosque que rodea el cementerio, dejando sola a Brisa junto a la tumba de Aqua. Repentinamente múltiples lágrimas comienzan a bañar la superficie transparente y a deslizarse rápidamente hasta llegar al extremo inferior derecho, cayendo al suelo.

Palacio de Oceanus, habitación de Dragnya.

Dragnya se encuentra tapada con las suaves mantas de su cama mientras Lúmina se encuentra sentada a su lado.

LÚMINA: Sí que has de estar cómoda, jovencita. Esta es de las mejores habitaciones del palacio. Vives como una reina.

DRAGNYA: Puede que sí. Pero me he perdido muchas cosas...

LÚMINA: ¿Qué quieres decir?

DRAGNYA: Este lugar ha sido todo el mundo que he conocido. Con todo el caos que ha estado habiendo todo este tiempo no he podido explorar el universo tanto como me hubiera gustado. Por mi seguridad se me ha prohibido siempre salir de este planeta sin ninguna clase de custodia.

LÚMINA: Es bastante normal, no hay nada seguro desde que los Dioses Dragón manipulados por los Sentimogu gobiernan con puño de hierro.

DRAGNYA: Supongo que tienes razón, pero hay una cosa por la que siempre he querido explorar el universo.

LÚMINA: ¿Y puedo saber qué es? No tienes por qué decírmelo si no quieres.

DRAGNYA: No te preocupes. De hecho, quiero hablar con alguien de este asunto, y por algún motivo que desconozco sé que eres la persona más indicada para hacerlo.

LÚMINA: ...

DRAGNYA: La verdadera razón de mi espíritu aventurero procede del deseo de querer encontrar a mis verdaderos padres.

Lúmina se sorprende al escuchar las palabras de Dragnya, acercándose una mano a los labios.

LÚMINA: ¿T-tus verdaderos padres? Según tengo entendido son Oceanus y Umbría.

DRAGNYA: El Señor Oceanus y la Señora Umbría son mis padres adoptivos. Siempre lo he sabido. Nunca he hablado de eso con ellos, pero tengo la sospecha de que ellos saben más de lo que parece. Les quiero muchísimo, porque siempre me han cuidado y protegido, pero sigo queriendo saber quién soy realmente y de dónde provengo.

LÚMINA: ¿Cómo puedes estar tan segura de lo que dices?

DRAGNYA: En muchas ocasiones, tengo visiones en las que me veo en brazos de mi madre junto a mi hermano huyendo por un bosque cubierto de niebla, mientras mi padre pelea contra un misterioso enemigo que trataba de acabar con nosotros sin ninguna piedad.

La sorpresa de Lúmina es cada vez mayor, conforme Dragnya va contándole sus visiones.

LÚMINA: ...

DRAGNYA: Desde que tengo memoria me veo en este planeta junto al Señor Oceanus y a los demás, pero lo anterior a eso por mucho que intente recordar soy total y absolutamente incapaz de lograrlo. No tengo ni idea de lo que pudo pasarles, solo tengo recuerdos de ese suceso.

LÚMINA: Vaya...

DRAGNYA: No sé si me abandonaron a mi suerte porque no querían ocuparse de mí, o peor, porque han muerto. ¿Por qué no lo consigo? ¿Por qué no puedo recordar?

En los ojos de Dragnya empiezan a formarse lágrimas sin que lleguen a deslizarse por sus mejillas, ante lo que Lúmina le acaricia las pestañas de su ojo derecho para secarle el llanto.

LÚMINA: Eh, querida. No pasa nada, estoy segura de que ninguna de esas dos cosas es lo que pasó realmente.

DRAGNYA: Snif... ¿Cómo puedes estar tan segura?

LÚMINA: Créeme, lo sé. Nadie abandonaría a una criaturita tan dulce y noble como tú. Además, seguramente volverán a por ti y te dejaron temporalmente a cargo de Oceanus y de Umbría para protegerte de posibles peligros.

Dragnya dibuja una tenue sonrisa en su rostro y Lúmina le da un beso a la pequeña en la frente.

DRAGNYA: ...

LÚMINA: ¿Quieres que te cante una canción? Vas a ser la primera en tener el privilegio de escucharme tras mi regreso. Ten por seguro que el resto de los habitantes de este palacio se morirían por estar en tu lugar en estos momentos ji, ji.

Dragnya, aún con los ojos acuosos y algo irritados por las lágrimas, asiente lentamente con la cabeza.

DRAGNYA: Sí... Por favor...

LÚMINA: ¡Muy bien! Escucha atentamente para no perder detalle.

Lúmina comienza a cantar una bella canción cuya letra es la siguiente:

La oscuridad nos envuelve,

no hay luz ni esperanza,

pero estamos juntos

y eso me consuela.


Tendré tu amor si

con tus brazos me rodeas,

conocerte es mi bendición,

quererte un gran honor.


La oscura tormenta amainará

y nuestro cielo azul se alzará,

nuestra vida es dorada

pues a mi lado estás tú (x4)

Cuando Lúmina termina de cantar puede ver a Dragnya mirándola fijamente y que por sus mejillas fluyen las lágrimas acumuladas en sus ojos, sin que ella se percate de ello.

LÚMINA: (algo inquieta) ¿Qué te ha parecido? ¿Te ha gustado?

Dragnya le responde lanzándose a sus brazos abrazándola fuertemente, cogiendo por sorpresa a Lúmina. Tras unos instantes, la bondadosa diosa rodea con sus brazos a la pequeña y acaricia dulcemente su cuello y su cabello mientras no para de llorar.

DRAGNYA: Snif... Snif...

LÚMINA: No pasa nada. Desahógate. Estoy aquí, contigo. Pobrecita, has tenido que sufrir tanto manteniendo esto en silencio que ni siquiera lo has hablado con tus seres queridos. No tienes que seguir ocultándolo, estamos aquí para apoyarte y quererte.

Dragnya sigue llorando unos segundos más hasta que finalmente se recompone, aún con los ojos acuosos y con la voz hundida en llanto.

DRAGNYA: P-pérdoname, n-no sé lo que me ha pasado.

Lúmina pone su dedo índice en los labios de Dragnya para silenciarla.

LÚMINA: No tienes por qué disculparte, querida. En ocasiones a todos nos dan bajones y es muy posible que no reaccionemos de la mejor manera.

DRAGNYA: Entendido, Doña Lúmina.

Lúmina suelta una leve carcajada.

LÚMINA: Deja las formalidades para el estirado de Oceanus. Tampoco me llames Doña, eso es para mujeres muy viejas y alguien tan joven y bella como yo no merece ese título. Eso le pega más a la bruja amargada y psicótica de Ómina.

A Dragnya se le escapa la risa ante el comentario de Lúmina.

DRAGNYA: Tienes razón, no sé si lo que tiene por debajo de los ojos es maquillaje o unas ojeras por no pegar ojo por las noches.

Ambas ríen aún más durante unos momentos.

LÚMINA: Ya va siendo hora de irse a dormir. Hoy ha sido un día extremadamente duro, tienes que estar agotada.

DRAGNYA: Reconozco que sí, hoy ha sido un día muy loco. Mañana por la mañana le pediré perdón al Señor Oceanus, no me he portado bien con él durante esa la discusión que ha habido en el salón de palacio.

LÚMINA: Lo haremos juntas. Si necesitas alguien con quien hablar ya sabes a quien acudir, todos los de este palacio me consideran como a una figura materna. Te prometo que te ayudaré siempre y que podrás contar conmigo en todo momento.

DRAGNYA: (sonrojada) M-muchas gracias.

Lúmina se levanta de la cama de Dragnya y se acerca a ella para darle un beso en la frente, cosa que reconforta a la pequeña.

LÚMINA: Buenas noches, Dragnya. Que duermas bien y que tengas dulces sueños.

DRAGNYA: Gracias, igualmente.

Lúmina se marcha en dirección a la puerta y se dispone a soplar las velas del candelabro para apagarlas.

DRAGNYA: ¡Espera!

Lúmina se voltea confusa.

LÚMINA: ¿Sí? Dime.

DRAGNYA: ¿P-podrías dormir conmigo esta noche? M-me transmites mucha paz y mucha seguridad.

Lúmina le sonríe a Dragnya dulcemente.

LÚMINA: Por supuesto, tesoro. Hazme sitio, aunque con una cama tan grande no vamos a quejarnos de espacio ji,ji.

DRAGNYA: ¡GUAY!

Lúmina se acuesta y se tapa con las lujosas sábanas de la cama, colocándose al lado de Dragnya.

LÚMINA: Qué cómoda. Duermes como una reina, voy a dormir divinamente.

DRAGNYA: Está bastante bien.

LÚMINA: Qué sueño tengo, buenas noches Drag...

Al girarse para ver a Dragnya, Lúmina se percata de que ya está durmiendo plácidamente, pareciéndole una monada mientras le acaricia la mejilla y el pelo.

LÚMINA: <<Por fin puedo estar a tu lado una vez más. Durante mi cautiverio lo único que me ha dado fuerzas para no perder la esperanza es pensar en ti y en todos mis seres queridos. El sello mágico que te implanté hace tanto tiempo para impedir que mantuvieras tus recuerdos sobre mí parece haberse debilitado con el paso del tiempo. Fue solamente para protegerte, no quería que perdieras la vida como tu padre y tu hermano. Me fascina ver lo mucho que has madurado y crecido. Te prometo que te revelaré todo cuando llegue el momento oportuno. Espero que algún día puedas entender que como tu madre hice esto para mantenerte lejos del peligro y por eso tomé esta decisión. Me arrepiento muchísimo de no haber estado a tu lado todos estos millones de años>>

De los ojos de Lúmina brotan lágrimas de felicidad y de arrepentimiento hasta que cierra los ojos para dormir junto a su hija. En el tejado del palacio una siniestra presencia se encuentra tumbada, con las manos detrás del cuello y admirando la luna y las múltiples estrellas que adornan el cielo nocturno.

VLADYRON: Vaya, vaya. Así que esa mocosa tiene presente en su memoria el acontecimiento en el que ella y su familia original huían de mí para evitar ser masacrados. Ya me ocupé de dos de ellos, pero la amenaza de ese linaje maldito sigue muy presente y puede resultar un estorbo para mis planes. Poco importa, jugaré con ellos hasta que me canse y después los aniquilaré de una vez por todas, o tal vez los incluya en mis filas para destronar al Dios Sentimogu tras tantos años de vida bajo su sombra. Fracasé una vez, pero eso no volverá a pasar, simplemente me confié y acabé derrotado porque les subestimé.

Un pájaro se apoya al lado de Vladyron, el cual es rápidamente agarrado por el despiadado Sentimogu y le arranca la mitad del cuerpo de un voraz bocado, engullendo inmediatamente después la otra mitad del cadáver desgarrado del desafortunado animal. Tras esto, Vladyron revela una sonrisa de afilados colmillos decorados con la sangre del pájaro y de sus anteriores víctimas.

VLADYRON: Manipular las mentes de los tontos es tan divertido. La tortura física y psicológica es la mayor diversión y el mayor placer que adoro imbuir en mis víctimas antes de acabar con ellas. Espero grandes cosas de vosotros, estoy convencido de que vais a entretenerme muchísimo. No puedo esperar a que os pongáis en marcha para oponeros a mí y al reinado de los Sentimogu.

En un abrir y cerrar de ojos Vladyron desaparece sin dejar ningún tipo de rastro.


FIN DEL CAPÍTULO 59

CONTINUARÁ... EN LA SEGUNDA PARTE

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