CAPÍTULO 47: OCEANUS VS DRAGNYA
Dragnya golpea a Oceanus con una potencia devastadora en el abdomen, provocando que éste vomite una gran cantidad de sangre, siendo disparado hacia el cielo. Dragnya suelta un grito desgarrador y comienza a lanzar un sinfín de bolas de luz hacia el Guerrero Supremo, el cual comienza a hacer girar su tridente para evadir el ataque. Dicho giro origina un poderoso huracán que envuelve a la joven poseída, pero momentos después el tornado explota debido a un potente despliegue de aura.
OCEANUS: Je... Ya sabía yo que un taque tan simple como ese no sería suficiente para dejarte fuera de combate. Por muy peligrosa que sea esta batalla no puedo evitar emocionarme, pero te daré un consejo: por muy fuerte que seas, si no utilizas tu poder con cabeza no te servirá de nada, solamente te conducirá a la destrucción más absoluta.
DRAGNYA: No necesito tus estúpidos consejos. Te mataré aquí y ahora, es el precio que debes pagar por haber traicionado a nuestra ama Ómina.
OCEANUS: Ya... Todos sus perritos falderos decís lo mismo, ya me estoy cansando de escuchar tanta Ómina. Te lo advierto, no me hagas llegar al peor de los extremos, porque si puedes escucharme desde ahí dentro sabes de sobra que lo haré.
La joven tiembla un poco ante las palabras de Oceanus y comienza a envolverse en fuego y a girar como una peonza, con la intención de colisionar contra su oponente y ocasionarle graves quemaduras. Oceanus ríe descontroladamente y antes de que la joven choque con él pronuncia unas palabras.
OCEANUS: Endurecimiento implacable...
El cuerpo de Oceanus se endurece hasta tal punto que el ataque de Dragnya no le inflige el más mínimo daño. La marioneta oscura no se rinde y continúa atacando a su rival, quien despliega una onda de viento que impulsa a Dragnya lejos de él. El Guerrero Definitivo aprovecha la oportunidad de que la muchacha siga girando y le lanza su tridente, el cual logra ensartar el hombro de Dragnya, causando que caiga herida al suelo y aúlle de dolor.
DRAGNYA: Augh... Grargh... M-Maldita sea...
OCEANUS: ¿Te ha quedado claro ya? No importa lo que hagas, jamás serás rival para mí. Acepta la derrota y permíteme que te libere de tu maleficio de una vez.
Dragnya furiosa se levanta como una exhalación y se arranca el tridente clavado en su hombro, regenerando instantáneamente la herida del tridente. Oceanus presencia esto intrigado y atrae hacia él su tridente, utilizando como medio para ello su telequinesis.
DRAGNYA: No doblegarás mi determinación, ¿me has oído? Me seguiré levantando hasta que te derrote.
OCEANUS: Incluso estando dominada por una fuerza oscura, ese aspecto de tu personalidad no ha cambiado en absoluto. Muy bien, que siga la diversión un poco más.
Dragnya hace levitar dos rocas gigantescas y las lanza a una rapidez vertiginosa, Oceanus contraataca con un par de rayos eléctricos que destruyen las rocas en mil pedazos. Cuando el Guerrero Supremo cree que ha acabado con el ataque de su contrincante, es golpeado hacia delante por una clon de Dragnya, y la original aprovecha para lanzar todas las rocas sobre Oceanus, quien acaba enterrado bajo todas ellas. Instantes después, una explosión de energía vaporiza las rocas que mantenían cautivo a Oceanus, quien dispara un rayo de oscuridad que le perfora el estómago a la clon de Dragnya, desintegrándola al instante.
DRAGNYA: Ahora que estoy utilizando mi poder con cabeza, te está resultando más complicado seguirme el ritmo y anticiparte a mis movimientos, ¿no es así?
OCEANUS: Reconozco que me has pillado desprevenido con esa última jugarreta tuya. Ahora estoy del todo seguro que tú vas a darme mucho más juego que esos perdedores de los Dioses Dragón. En cuanto a términos de poder, podría decirse que en estos momentos posees un jaodyoru de 200.000.000.000.000.000, pero no te confundas, porque yo a través del consumo de almas y de mi inigualable potencial para volverme más fuerte poseo una cifra aún mayor. Ni siquiera necesito transformarme para desplegar un poder con el que pueda medirme contigo.
DRAGNYA: Eso es lo que tú te crees, como te he dicho antes voy a superarte y a vencerte.
OCEANUS: Si quieres que me lo crea tendrás que demostrármelo. Aquí hay demasiada gente, y si quiero terminar la lucha de este modo tengo que alejarla de esta zona. No quiero que haya heridos por culpa de nuestra batalla.
Oceanus desata una poderosa onda psíquica que empuja a Dragnya bastante lejos. Inmediatamente después la sigue hasta la zona en la que concluirá el combate.
OCEANUS: Pareces tener sed, voy a enseñarte algo que tal vez te interese: esta es una bola de agua, he concentrado una parte de la ínfima cantidad de agua que se halla en esta parte del Inframundo. ¿Imaginas lo que tengo pensado hacer con esta joyita? Ahogarte con ella.
DRAGNYA: ?
Oceanus lanza la bola de agua hacia Dragnya, la cual evita el impacto al impulsarse hacia arriba. Oceanus esperaba eso y hace chocar el agua concentrada contra el suelo volcánico del campo de batalla, originando una densa cortina de vapor que limita considerablemente la visión de Dragnya. Unos segundos después el Guerrero Supremo se teletransporta a su espalda con la intención de clavarle su tridente, pero la joven responde rápidamente creando una espada de luz que usa para cortarle el brazo izquierdo a Oceanus. Acto seguido recibe dos profundos cortes en el abdomen, venciéndolo y cayendo al suelo derrotado e inconsciente.
DRAGNYA: Me has dado una buena pelea, pero he demostrado ser mejor que tú en el arte del combate en todos los sentidos. ¡JAJAJA-
Mientras Dragnya se reía el brazo amputado de Oceanus le clava el tridente en su estómago, dejando fluir una inmensa cantidad de sangre por el acero con el que está fabricado la magnífica arma. Segundos después unas cuchillas creadas a partir de oscuridad alcanzan a la joven, atravesando sus órganos vitales como el corazón o los pulmones. Dragnya se desploma agonizando con la boca inundada en sangre, perdiendo completamente la vida unos momentos después. Oceanus se levanta y cura sus heridas, y su brazo vuelve a ocupar su lugar.
OCEANUS: Perdóname, Dragnya. He tenido que llegar hasta este extremo para poder liberarte de esa oscuridad. Todo lo que tengo que hacer es esperar a que tu alma abandone tu cuerpo para poder realizar el hechizo reversión para poder limpiarla completamente y eliminar cualquier atisbo de oscuridad. Una vez hecho eso podrás volver a la normalidad, y te aseguro que esa Ómina va a pagar muy caro lo que te ha hecho.
Un pequeño ente de color violeta con forma circular, el cual representa el alma de Dragnya comienza a salir de su cuerpo. Oceanus coloca sus manos alrededor del diminuto ente y despliega un aura sanadora que también alcanza al cuerpo inerte de la niña, curando toda herida visible y eliminando cualquier rastro de oscuridad aún presente. Una vez que el alma de Dragnya ha recuperado el color celeste habitual se sumerge en el cuerpo, y unos instantes después Dragnya abre los ojos, sin recordar absolutamente nada de lo ocurrido mientras estaba poseída.
DRAGNYA: ¿D-Dónde estoy? ¿Qué ha sucedido? ¡Señor Oceanus, como me alegro de verle!
Oceanus mantiene su talante impasible y una mirada asesina, lo que aterroriza un poco a Dragnya.
FIN DEL CAPÍTULO 47
CONTINUARÁ...
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