CAPÍTULO 46: PODER ILIMITADO


ANFÍTERES: Eres muy poderosa, lo admito. Mi misión es obvia: derrotarte y llevarte ante mi suprema maestra, haré todo lo que esté a mi alcance para llevar a cabo mi cometido sin fracasar.

DRAGNYA: Pues en lugar de tanto hablar me gustaría ver cómo me lo demuestras. Estás siguiendo el ejemplo de pedro ladrador, poco mordedor.

ANFÍTERES: Tú misma, debo ser implacable y cumplir los deseos de Ómina. Serás más fuerte que yo, no me cabe la más mínima duda de ello... Pero te venceré, ¡ARPONES DE AIRE!

Anfíteres comienza a crear arpones de aire que a una velocidad inimaginable son lanzados hacia Dragnya. La joven comienza a levitar y trata de esquivar el ataque de la deidad, pero al girar la cabeza puede ver como los arpones la persiguen incansablemente allá donde quiera que vaya.

DRAGNYA: Maldita sea, a este paso acabaré siendo alcanzada por esas cosas y recibiré una gran cantidad de daño, lo cual me perjudicará bastante. Ya lo tengo, ¡BOMBA DE LUZ!

Dragnya dispara una gigantesca bola de luz a los arpones de aire creados por Anfíteres. Ambas técnicas colisionan y causan una pequeña explosión, cuyo humo provoca que Dragnya no pueda ver a su alrededor y baje la guardia momentáneamente. La Diosa Dragón dibuja una mueca burlona en su rostro y aprovecha la ocasión para atacar a Dragnya por la espalda, colocándose detrás de ella y propinándole un fuerte latigazo con su cola, mandando a la joven guerrera a chocar brutalmente contra el campo de batalla. Antes del impacto, Dragnya consigue desatar su levitación para evitar el choque, posándose lentamente en el suelo.

ANFÍTERES: Has bajado la guardia un segundo y observa lo que te ha sucedido. Aunque tengas un poder altísimo, no te servirá de nada si no eres capaz de dominarlo y alcanzar a tus oponentes con él. Eres una simple niñita inexperta, el resultado de este combate está más que decidido. Yo que tú me rendiría ipso facto...

DRAGNYA: Me niego, pelearé...

Sin previo aviso, el poder latente de Dragnya explota y se libera completamente. La joven guerrera da un estruendoso grito de ira y su energía blanca cubre totalmente su cuerpo, dándole una apariencia extremadamente intimidante. Anfíteres no puede creer el abrumador poder que posee ahora su rival, el terror puede verse en su cara y algunas gotas de sudor comienzan a correr por su frente.

ANFÍTERES: Estoy aterrorizada... Esta cría ha alcanzado una cifra de 100.000.000.000.000.000... Está claro que si quiero tener alguna posibilidad de victoria, por remota que sea, debo emplearme a fondo. Voy a desatar el ataque más poderoso que poseo en mi arsenal: el tornado de aura divina.

Anfíteres comienza a girar como una peonza y a su alrededor comienza a originarse un gigantesco tornado de tal intensidad que podría destruir un planeta entero. El tornado suelta hasta rayos de energía, capturando a Dragnya en el centro del tornado. Algo más lejos se encuentra Oceanus, quien presencia cómo se origina el ataque de la Diosa Dragón y se sorprende al percatarse de la poderosa energía que pertenece a Dragnya.

OCEANUS: Magnífico, Dragnya ha alcanzado un jaodyoru altísimo... Pero algo no va bien, parece que se está descontrolando y podría terminar muy mal la cosa. Será mejor que me dirija allí cuanto antes para evitar una desgracia, esa desgraciada de Ómina se está aprovechando de que Dragnya no está acostumbrada a soportar tan sorprendente jaodyoru. Voy a ejercitarme un poco y podré comprobar personalmente el poder que he adquirido devorando esas almas y cuánto ha mejorado la hija de Lúmina.

Oceanus emprende ipso facto el vuelo hasta el lugar donde está teniendo lugar la pelea entre Dragnya y Anfíteres. Mientras tanto en el duelo que está teniendo lugar entre ambas contendientes, Dragnya comienza a saltar de un lado a otro en el tornado con suma facilidad ascendiendo rápidamente. Anfíteres presencia horrorizada tal hecho, ya que nunca antes había visto a alguien repeler su técnica más poderosa, nerviosa dispara múltiples bolas de energía de aire, sin acertar en el blanco. Dragnya da un gran salto colocándose detrás de la Diosa Dragón, disparándole una gigantesca bola de luz que le ocasiona un serio daño a Anfíteres, noqueándola al instante y colisionando brutalmente con el suelo, retornando a su forma humanoide.

DRAGNYA: Al fin, una menos... Me siento extraña, ¿qué me está pasando? ¡YAAAAAARGH!

Dragnya comienza a sentir un profundo dolor por todo su cuerpo. Irremediablemente suelta chispas como consecuencia de usar su propio poder mental para combatir la oscuridad que trata de envolverla y manipularla completamente. Desgraciadamente, la oscuridad es demasiado poderosa y consigue poseer a Dragnya, rodeándose de un aura de un color violeta pálido y surgiendo una estrella oscura en su frente. Furiosa al mayor de los extremos lanza una bomba de energía hacia las dos Diosas Dragón inconscientes, pero en el último instante Oceanus hace acto de presencia y al rodearse de una barrera eléctrica detiene el ataque de la joven poseída.

DRAGNYA: Grrrr...

OCEANUS: Si quieres hacer lo que te plazca primero tendrás que vértelas conmigo. Sé muy bien por lo que estás pasando, Dragnya. Esa oscuridad ha tratado de adueñarse de mí en incontables ocasiones, intentando despertar en mí deseos de maldad y de destrucción, pero no volveré a eso. Me tomaré esto como un entrenamiento, es hora de jugar un poquito...

Oceanus crea un agujero negro delante de él y extrae de su interior un gigantesco tridente de color oscuro. Dragnya al ver esto grita de rabia y se dispone a atacar a Oceanus.


FIN DEL CAPÍTULO 46

CONTINUARÁ...

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