ANFÍTERES: Será mejor que me transforme en mi forma definitiva. De esa manera podré desplegar todo mi poder sobre vosotros, pero es demasiado pronto para utilizar el cristal demoníaco... Quiero divertirme con vosotros todo el tiempo que pueda.

BÁLAGOS: ¿Vas a transformarte tan pronto? Mi orgullo de guerrera me impide acabar demasiado pronto con mis rivales, así que permaneceré en mi forma humana de momento.

ANFÍTERES: Haz lo que quieras, cuando estos gusanos te den una paliza y te dejen para el arrastre no te quejes ni digas que no te lo advertí.

BÁLAGOS: ¿Vencerme a mí? ¿A la gran Bálagos? No me hagas reír. 

Anfíteres comienza su cambio de forma y se envuelve en una luz de color púrpura. Al desaparecer la luz se puede ver la transformación de la temible Diosa Dragón del aire: un drágon de color rosado serpenteante con dos gigantescas alas, sin patas. Al finalizar a transformación, Anfíteres lanza un potente rugido que puede escucharse hasta los confines del Inframundo.

BRISA: ¡Menudo poder desprende esa criatura!

VIDAR: ¡Maldita sea!

Dragnya observa la batalla un tanto preocupada por el incremento de fuerza de Anfíteres. El monstruo dispara una bola de aura bañada en el poder del aire para acabar con ellos, pero el grupo contraataca disparando sus energías en un rayo combinado, colisionando con el ataque de la Diosa Dragón. Poco a poco, el poder de Anfíteres va ganando terreno y hace retroceder a Brisa y a los demás, que van retrocediendo por momentos y se encuentran a punto de recibir la bola de aire de Anfíteres. Miagrosamente, el Escuadrón Nova logra sacar fuerzas de flaqueza y consigue que la colisión termine en una gigantesca explosión, que les hace salir disparados a múltiples direcciones por la onda expansiva ocasionada.

BÁLAGOS: Has llevado al límite a esos miserables. Si no me doy prisa me quedaré sin juguetes con los que jugar, jajajajajajaja.

ANFÍTERES: Mis disculpas, esperaba que no fueran tan frágiles. Te cedo el turno, espero que les tortures muchísimo.

BÁLAGOS: Al fin, tienes mi palabra de que les haré gritar con tal magnitud que sangrarán sus orejas. Es hora de un poco de diversión, preparaos para sufrir la cólera de la Diosa Dragón Bálagos.

VIDAR: ¡Deja de subestimarnos de una puta vez! 

FORESTION: ¡No dejes que te provoque! ¡Eso es justo lo que pretende!

VIDAR: ¡GRAAAAAAAAAAAAAH!

BÁLAGOS: A diferencia de tu creador eres de lo más impulsivo y estúpido... Que ese defecto tuyo te muestre el camino a la tumba tras una muerte agónica, lenta y cruel.

Vidar se lanza a por Bálagos con una furia ciega, intentando alcanzarla con ráfagas de puñetazos y patadas, pero la Diosa Dragón se limita a esquivar o bloquear los golpes del Semidios del bosque. Finalmente, Bálagos se cansa del combate tan aburrido que le está dando Vidar y le propina un poderoso gancho, seguido de una potente patada que provoca que el Semidios choque brutalmente con el escarpado suelo del Inframundo, dejándolo al borde de quedar inconsciente. La Diosa Dragón del Fuego se acerca lentamente a él y lo agarra por el cuello, ante la mirada de angustia del resto del Escuadrón Nova.

BÁLAGOS: ¿Ese es todo tu poder? Deberías avergonzarte de tu debilidad... La debilidad es un pecado que se castiga con la muerte... Despídete de la vida, jajajajajajaja.

BRISA: ¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOO!

Brisa se encuentra peleando con Anfíteres en una batalla aérea, pero trata de alcanzar a su amigo antes de que sea asesinado por la sanguinaria Bálagos. Desafortunadamente para Brisa, la Diosa Dragón del aire se interpone en su camino, impidiéndole seguir adelante.

ANFÍTERES: No olvides que estás combatiendo contra mí, mocosa insolente e irrespetuosa.

BRISA: Grrrr...

BÁLAGOS: Qué demostración de amistad tan bella, casi se me saltan las lágrimas... ¡PERO DE RISA, JAJAJAJAJAJAJAJA!

VIDAR: Urghhh... Perdonadme... No soy lo bastante fuerte... Os he fallado a todos...

BÁLAGOS: Bueno, consideraré ese montón de sandeces como tus últimas palabras, pero siendo un pecador como eres debes recibir un castigo implacable por mi parte.

Bálagos alza el brazo y lo cubre de un ardiente fuego para darle el golpe de gracia a Vidar.

BÁLAGOS: Muere...

UMBRÍA: ¡Ataque de tinieblas!

FORESTION: ¡Bombas boscosas!

BRISA: ¡Bola de aire!

Antes de que Bálagos pueda alcanzar a Vidar recibe de lleno los 3 poderosos ataques, generando una montruosa explosión y una gran cortina de humo. Este hecho provoca que la Diosa Dragón suelte a Vidar y se desplace unos cuantos metros por la explosión, rodando por el suelo y quedando totalmente inconsciente.

ANFÍTERES: Has conseguido colarme ese ataque, has mejorado estando al lado de esa Lúmina como su vulgar perrito faldero. Después de todo has sido creada a partir de mi poder, pero si no me sigues ciegamente no me vales para nada.

BRISA: Te perdono esas palabras porque estás fuera de ti, os salvaremos de la oscuridad que habéis padecido por millones de años por culpa de esa maldita Ómina.

ANFÍTERES: En lugar de decir tantas tonterías te recomendaría que mirases abajo, a Bálagos no le gusta nada que se le ataque por la espalda y con tal hecho habéis desatado su furia.

BRISA: ?

BÁLAGOS: Atacarme por la espalda a quemarropa... ¡TAL OFENSA HACIA MÍ NO TIENE PERDÓN! ¡GRAAAAAAAAAAAAAAAH!

FORESTION: ¡Umbría! ¡Ejecuta tus cadenas de oscuridad para inmovilizar a esa bestia, y sigue atacándola mientras reúno suficiente energía para transformarme!

UMBRÍA: ¡Entendido! ¡Hagámoslo!

Umbría desata múltiples cadenas de oscuridad que logran inmovilizar a la furiosa Bálagos, mientras que sigue presionando con bolas de energía oscura. Aprovechando esta situación, Forestion comienza a reunir energía para hacer desaparecer el cansancio y comenzar el cambio a su forma dragón.

BÁLAGOS: Una estrategia sublime, pero lamentablemente no os servirá de nada contra mí...

Bálagos destroza completamente las cadenas de oscuridad conjuradas por Umbría y se lanza a la velocidad del rayo a por Forestion, el cual no tiene tiempo de reaccionar adecuadamente y es golpeado con tal fuerza en el abdomen por un puño bañado en fuego, cuya llamarada atraviesa su cuerpo y le hace retroceder varios metros, vomitando una gran cantidad de sangre y cayendo al suelo tras perder totalmente el conocimiento.

UMBRÍA: Había puesto todo lo que me quedaba de poder en esta estrategia... No... puedo... mantenerme en pie... M-Maldita sea...

Umbría se desmaya del agotamiento y cae al suelo completamente agotada, mientras Brisa observa impotente y aterrada la escena. De repente, un escudo mágico en forma de cubo rodea a Brisa, Umbría, Vidar y Forestion, alejándolos de la batalla y colocándoles en un lugar seguro. Dichos escudos comienzan a transmitirles una energía blanca que restaura sus fuerzas a cada segundo que pasa. Cuando Brisa gira la cabeza para conocer el origen de dicho milagro, puede observar a Dragnya saltar de la roca en la que se encontraba y prepararse para hacer frente a ambas Diosas Dragón.

DRAGNYA: Me he estado preparando a conciencia para cuando llegara este momento: ahora sed testigos del poder que he adquirido tras innumerables y duros entrenamientos. Vais a pagar muy caro el haber herido de esa manera a mis seres queridos. Grabad este día en vuestra memoria, porque será en el que sufriréis la peor de las derrotas. 

Dragnya grita de rabia y desata un poder extraordinario, consiguiendo empujar tanto a Anfíteres como a Bálagos con el poderoso aura que desprende.

BRISA: Contamos contigo, dales una lección. Estoy convencida de que lo lograrás, Dragnya...

FIN DEL CAPÍTULO 44

CONTINUARÁ...