Son las 7 de la mañana, Dragnya tras el extraño sueño que tuvo con Lúmina decide levantarse e ir a entrenar. Cuando cruza por el pasillo que lleva a la planta baja del palacio y que conecta también con el balcón superior ve a Lya apoyada en la barandilla mirando como sale el sol para dar paso a un nuevo día, Dragnya decide acercarse para hablar con Lya y tomar el aire.

DRAGNYA: Buenos días, Lya. No es propio de ti madrugar tanto, menuda sorpresa jajajajajaja.

LYA: Snif...

DRAGNYA: ¿Mm?

Dragnya al no recibir respuesta de Lya se gira para verle la cara. Al hacerlo puede ver los ojos de Lya llorosos y como varias lágrimas corren por sus mejillas peludas, al entrar en contacto los ojos de Lya con los ojos de Dragnya se seca las lágrimas a toda prisa y trata de aparentar normalidad.

LYA: Perdona, estaba pensando en mis cosas y no te he escuchado. Se supone que deberías estar durmiendo, es demasiado temprano para que una niña como tú ande por ahí a su aire.

DRAGNYA: No tenía sueño y por eso me he levantado para entrenar un poco. Por cierto, he visto que estabas llorando, ¿te encuentras bien?

LYA: Sí, es solo que he mirado al sol durante demasiado tiempo y por eso se me han irritado los ojos, nada preocupante.

DRAGNYA: Sabes muy bien que eso no es verdad, es de las peores excusas que he escuchado en toda mi vida. Puedo sentir que te invade una tristeza abrumadora, pero desconozco el motivo. Si necesitas hablar del asunto para sentirte mejor cuenta conmigo, no lo dudes ni un instante.

LYA: De acuerdo, te lo contaré. La verdad es que últimamente me veo como un lastre para el resto del equipo, siento que no puedo seguiros el ritmo y eso hace que me sienta bastante mal.

DRAGNYA: Eso es un disparate... Vales muchísimo y todos nosotros valoramos lo que te hace tan especial. ¿Por qué piensas eso?

LYA: Porque no pude hacer mucho cuando nos enfrentamos a las Diosas Dragón, ni pude salvar a mi familia y amigos de la horrible tragedia que sufrió mi planeta natal hace 15 años. Ese sentimiento de culpa ha estado torturándome toda mi vida desde que ocurrió.

DRAGNYA: ¿Hace 15 años? ¿A qué te refieres?

LYA: Hace 15 años, mi planeta de origen Zviera fue arrasado por esa maldita Ómina y los míos se extinguieron... Los únicos supervivientes de aquella masacre fuimos Tiger y yo.

DRAGNYA: ¿Y cómo ocurrió tal cosa? Si no te molesta que te haga esa pregunta.

LYA: No me molesta, primero una luz roja invadió el planeta y todos sus habitantes, a excepción de mi familia y Tiger por razones que desconozco, perdieron la razón y comenzaron a atacarse unos a otros como bestias sin ninguna clase de cerebro. Inmediatamente después Ómina hizo acto de presencia ante nosotros junto a un sinfín de soldados dragón, según ella nos dijo que había recibido órdenes de alguien superior con el objetivo de erradicar a los de mi especie. Siempre fuimos un pueblo pacífico que nunca causó daño a nadie, el destino fue de lo más injusto por condenarnos a una tragedia tan atroz sin merecerla.

DRAGNYA: No tenía ni idea de que habías pasado por tan horrible experiencia. Antes has mencionado que los únicos supervivientes del ataque fuisteis Tiger y tú, ¿qué pasó con tu familia?

LYA: Ómina los mató delante de mí, además se encargó de hacerlo lentamente y con sádico placer para que sufriera hasta límites que ni conocía. Pude ver con mis propios ojos como ese demonio atravesaba a mis padres con su cetro mientras Tiger y yo estábamos retenidos por soldados dragón, nunca podré olvidar la cara de impotencia y de miedo que tenían mis padres antes de morir. Tras aquel acontecimiento tan desafortunado, Tiger y yo fuimos encontrados por la Diosa Leviatán en las ruinas de Zviera. Nos obligó a obedecerla a cambio de perdonar nuestra vida y así he vivido los últimos 15 años de mi vida.

Al terminar de hablar Lya trata de contener las lágrimas, pero se le escapan irremediablemente al recordar la muerte de sus seres queridos de Zviera y rompe en llanto. Dragnya, incapaz de soportar el ver a Lya tan triste la abraza para consolarla.

DRAGNYA: Has tenido que sufrir mucho por haber atravesado esa clase de circunstancias, siento mucho todo lo malo que te ha ocurrido. Cuando me enfrente a Ómina y la venza lo haré en nombre de todos los que han sufrido y perecido por su culpa, tienes mi palabra.

Lya se seca las lágrimas y esboza una sonrisa dirigida hacia Dragnya.

LYA: Gracias... de corazón. No puedes imaginarte lo agradecida que estoy de poder contar con vosotros y haber sido liberada de la tortura a la que he estado sometida durante tanto tiempo, sois todos buenas personas y haré todo lo posible por ayudaros a conseguir la paz que tanto deseamos y necesitamos. Reconozco que haber hablado de esto que me estaba carcomiendo por dentro contigo me ha servido para sentirme mejor.

DRAGNYA: No problem, eres parte de mi familia y quiero que estés bien. Necesitas valorarte más, hay que tener buena autoestima para poder seguir adelante y no hundirse.

LYA: Familia... Tienes razón, no me rendiré y no caeré en la autocompasión. Vengaré a los míos y a todos los que sufren por esa bruja de Ómina, si me pongo límites no podré progresar y eso no puedo tolerarlo.

DRAGNYA: Así se habla, ¿quieres venir a entrenar?

LYA: Por supuesto, vamos allá. Este entrenamiento me ayudará a mejorar y a agudizar mis sentidos para la lucha.

FIN DEL CAPÍTULO 33

CONTINUARÁ...