CAPÍTULO 30: OPINIONES OPUESTAS


Lúmina se encuentra encadenada a un gigantesco pilar volcánico en una amplia sala del Inframundo, la temperatura es extrema debido a los continuos ríos de lava que fluyen por la parte inferior. La gran puerta se abre para dejar paso a Ómina, a la que Lúmina mira con desprecio y repugnancia.

ÓMINA: Te comprendo, hermana. El sentimiento es mutuo, ni lo dudes un segundo.

LÚMINA: Tengo motivos más que suficientes y justificados para odiarte, fui una estúpida al creer que podrías cambiar de idea. 

ÓMINA: Por una vez estoy de acuerdo contigo, el propósito de mi existencia es traer conmigo el caos, la oscuridad y la muerte. El Universal me dio esa tarea que he estado cumpliendo durante todos estos millones de años.

LÚMINA: ¿Y acaso no querrías dirigir tu vida como tú quieres sin necesidad de acatar órdenes del Universal?

ÓMINA: Por supuesto, una vez adquiera el poder necesario usurparé el puesto del Universal y yo seré la entidad suprema. Tan sólo de pensar en ello me relamo de gusto jajajajajajaja.

LÚMINA: Eso significa que serás mucho peor que él. Al menos el Universal es alguien neutral y no se decanta hacia un extremo de la balanza, como harías tú. Mientras me quede un aliento de vida, no te permitiré hacer lo que te plazca siempre que sea causar daño a los demás por sádico placer o por tu ambición tan extremista.

ÓMINA: Y me lo dice Doña Rebelde... Te recuerdo que has desobedecido al Universal  en incontables ocasiones y has causado su ira a menudo. Muchos de los actos que cometía contra tus queridos mortales son debido a tu inapropiada conducta. Y te contaré un pequeño secretito: el Universal me contó la manera de poder escapar del presidio al que me sometiste y castigarte en su lugar, según él la paz es aburrida y tiene que haber acción extrema para su disfrute.

LÚMINA: ...

ÓMINA: No dices nada, ¿eh? Bueno, cambiemos de tema: cuéntame lo que sepas de la joven Dragnya, esa chiquilla me ha interesado desde el primer momento que la vi.

LÚMINA: Aunque lo supiera jamás te diría nada.

ÓMINA: Tampoco es que me importe, tengo métodos para conseguir mis propias respuestas. A propósito, sé que tu meta es también acabar con el Universal, ¿qué dirías si cooperásemos para hacerle frente y librarnos de él de una vez por todas?

LÚMINA: Yo no soy alguien a quien puedas manipular, estoy segura de que si trabajáramos juntas podríamos lograrlo tras mucho esfuerzo, pero una vez dejase de serte útil te librarías de mí también. Mi respuesta es un no tajante y no cambiaré de idea.

ÓMINA: Qué nostalgia trae consigo esta situación. Hace varios millones de años tú me propusiste crear una utopía donde reinara la paz y la esperanza y yo rechacé esa oferta inmediatamente. Supongo que ahora estamos en paz, ¿no crees?

LÚMINA: Sí.

ÓMINA: Y deja que te dé mi más sentido pésame por la muerte de tu querido hijo Dragyon, como madre ha debido de ser algo horrible tener que lidiar con un dolor de tan tamaña magnitud. Hice creer a Oceanus que él fue el responsable de su muerte, pero no fue de ese modo en absoluto. Un demonio arcano presente en la esencia de Oceanus hizo que lo asesinara, y una vez que lo matara pude hacerlo renacer como un demonio. Actualmente Dragyon vive como un demonio, me pregunto si podrá volver alguna vez a su antiguo yo, o por el contrario ser un esclavo al que pisotear por toda la eternidad.

LÚMINA: ¡Eres una maldita maldición en todos los sentidos! ¡No mereces existir y juro que cuando salga de aquí me las pagarás!

ÓMINA: Tú sigue ladrando como hasta ahora, si yo estuviera en tu situación trataría de controlarme un poco. Pero reconozco que el poder presenciar tu sufrimiento en primera fila es un espectáculo que nunca en mi sano juicio me atrevería a perderme. Por quien siento lástima es por el pobre Oceanus, mi creación suprema ha sido envenenada por tus delirios.

LÚMINA: Puede que Oceanus tenga orígenes de demonio, pero se ha ganado mi aprecio y el de todos por su nobleza y sus actos. Envié a Dragnya junto a él para que cambiara su creencia y dejase atrás sus orígenes y la convicción que tú le inculcaste.

ÓMINA: Muy interesante, qué arrebato de pasión y de determinación. Me has dicho lo que quería saber, ahora tengo que poner a esa Dragnya en el punto de mira para lograr mi objetivo.

LÚMINA: ¡Cómo se te ocurra hacerle algo malo a Dragnya o a los demás te aseguro que te mataré!

ÓMINA: No te preocupes, no les haré nada malo... de momento. Tengo mucho que hacer, tú quédate aquí como una buena chica y laméntate el haberme revelado tan valiosa información. Ni que tuvieras otro remedio jajajajajajajaja, adiós amiguita.

Ómina cruza la enorme puerta de piedra y la cierra con su magia.

LÚMINA: ¿Qué he hecho? Le he dicho algo extremadamente importante a esa arpía. Tan sólo espero que Dragnya y los demás puedan solventar este asunto de la mejor manera posible, y que me rescaten para poder ayudarles a combatir a Ómina y liberar al universo de tan terrible amenaza.


FIN DEL CAPÍTULO 30

CONTINUARÁ...



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