Es medianoche y Dragnya se encuentra durmiendo en su habitación. Durmiendo profundamente comienza a soñar, el suelo está cubierto por agua cuyo nivel le llega por los tobillos y el cielo es de un intenso color amarillo. Sin previo aviso, una figura comienza a vislumbrarse en el horizonte que se acerca lentamente hacia Dragnya.

DRAGNYA: ¿Quién está ahí? ¡Si no te identificas t-te atacaré!

La figura se hace más nítida conforme se va acercando a Dragnya. Cuando tan solo hay unos metros de distancia la figura toma forma de una mujer alta, con el cabello largo y tan castaño como las dunas del desierto, con un largo vestido blanco sin mangas que le llega por los tobillos, dos brazales plateados en las muñecas y una tiara plateada adornando su cabeza.

DRAGNYA: No puede ser verdad lo que estoy viendo... ¡Lúmina, eres tú!

LÚMINA: Efectivamente, preciosidad. Me alegro mucho de poder verte otra vez, no puedes llegar a imaginar lo orgullosa que estoy al verte progresar tanto día a día.

DRAGNYA: No lo entiendo, ¿de qué me conoces? Yo tengo la sensación de conocerte a ti, pero hasta ahora no he logrado averiguar el motivo de tal pensamiento.

LÚMINA: Lo conocerás a su debido tiempo. No tenemos mucho tiempo, te pido que escuches atentamente lo que tengo que decirte.

DRAGNYA: Por supuesto, pero quiero saber por qué no podemos hablar mucho tiempo, tengo tantas preguntas que hacerte.

LÚMINA: Como bien sabrás me hallo presa en las profundidades del Inframundo y no puedo permitir que Ómina se entere de que estoy comunicándome contigo. Vayamos al grano, en el planeta Demon se hallan las ruinas de un palacio en el que se halla una entrada al Inframundo, cruzadla y venid a salvarme.

DRAGNYA: Estoy segura de que todos accederán a cumplir esa tarea, todos te echan muchísimo de menos y siguen defendiendo tu ideal con uñas y dientes.

LÚMINA: Y yo también os extraño a todos, como desearía el poder estar ahí y abrazaros a todos, es lo que más quiero en estos momentos: volver a estar con mi familia.

DRAGNYA: Sí, cada vez que les escucho hablar de ti te describen como alguien buena, noble, tolerante y respetuosa. Y todos los demás que habitan este universo seguro que quieren volver a tenerte a su lado, para que puedas defenderlos de todas las amenazas que se ciernen sobre ellos.

LÚMINA: Los Dioses Dragón están causando mucho sufrimiento a todos, esa maldita Ómina los está controlando para que cumplan su ambición: reunir a todos los mortales en el Inframundo y bañar en tinieblas el mundo de los vivos. Si pudiera hacer algo en estos momentos le haría pagar por todo lo que está haciendo. El pueblo de los Guerreros Dragón lo creé para que sirviera como guía hacia un futuro esperanzador para todos, pero esa Ómina está haciendo mal uso de esa buena gente.

DRAGNYA: Desde luego, es alguien despreciable que debe desaparecer sin dejar rastro.

LÚMINA: Tal vez pienses eso y no te culpo por ello, pero el equilibrio que debe haber entre ella y yo está regido por los designios del Universal, y ese equilibrio se encuentra en estos momentos a favor del mal y la muerte.

DRAGNYA: Espera un momento, ¿equilibrio? ¿Universal? ¿De qué va todo esto?

LÚMINA: El Universal es la entidad suprema que nos dio origen a Ómina y a mí, además de a los Draco, a los que le objetivo de dar forma al universo, y a Ómina y a mí mantener el equilibrio entre la vida y la muerte y el bien y el mal.

DRAGNYA: ¿Y se puede saber por qué el Universal no ha tomado cartas en el asunto y se encarga del caos que está ocasionando Ómina? Si tan omnipotente es debería tener el deber de arreglar todo esto.

LÚMINA: Al Universal no le importa para nada el rumbo que tomen las cosas, seguramente considera que su intervención no es necesaria y que el problema puede resolverse de algún modo. Sólo cuando considere que es preciso aparecerá y cambiará las cosas.

DRAGNYA: Es algo que jamás podré comprender, ese Universal siendo la entidad suprema no se preocupa de nada, todos deberíamos de ser libres sin necesidad de que haya gente que nos diga como alcanzar la felicidad y la paz.

LÚMINA: En eso te doy la razón, ni yo ni los Guerreros Dragón tenemos la intención de decirle a los demás como tienen que vivir su vida. Les ayudaremos en todo lo que podamos para que hallen esa paz y felicidad por ellos mismos.

DRAGNYA: Entiendo, la manera de ser que posees es noble y bondadosa. Ahora no me cabe duda de por qué todos sienten tanto cariño y admiración por ti.

LÚMINA: Ahora debo irme, la próxima vez que hablemos será cara a cara, sin necesidad de tener que hablar a través de un sueño.

DRAGNYA: ¡No te vayas! ¡Quiero saber más!

LÚMINA: Cuando nos reunamos otra vez responderé a todas tus dudas, te lo prometo.

DRAGNYA: Vale...

LÚMINA: Sigue progresando como hasta ahora, tesoro mío.

Lúmina abraza a Dragnya, y tras unos momentos la figura de Lúmina se desvanece.

DRAGNYA: Esta sensación, siento como si me hubiera abrazado en más ocasiones...

FIN DEL CAPÍTULO 29

CONTINUARÁ...