CAPÍTULO 25: EL ORIGEN DE OCEANUS
Oceanus se encuentra explorando la ciudadela de los Estelares, mientras que Earthius, Voltion y Flamor han puesto rumbo a la reliquia real, donde la profesora Marta les había dicho que estaban Dragnya y los demás luchando contra las Diosas Dragón. Ante Oceanus aparece una ilusión de Ómina.
ÓMINA: Oceanus...
OCEANUS: Tú otra vez, ¿qué es lo que quieres?
ÓMINA: Qué arisco eres, aunque eso no me sorprende, has tenido siempre ese carácter. Pues ya sabes mis intenciones, que mi creación suprema vuelva a mi lado y me jure lealtad por siempre jamás.
OCEANUS: Qué estúpida eres, jamás volveré a servirte. Ahora vivo mi vida junto a mis amigos y decido por mí mismo lo que debo hacer, en lugar de ser una marioneta sin mente ni corazón a la que puedes manipular.
ÓMINA: Qué discurso más noble viniendo de ti. Yo te he dado la vida y es así como me devuelves el favor: traicionándome y uniéndote a mi peor enemiga. Aunque no lo creas la confusión que posees me ha permitido obligarte a hacer muchas maldades, ¿qué me dices del genocidio en el planeta Gyorak?
OCEANUS: ¿Yo provoqué esa tragedia?
ÓMINA: Tal vez no lo recuerdes, ya que te encontrabas bajo mi control mental. Tus orígenes no engañan, eres una maldición que acabará causando la ruina a todos los que te rodean.
OCEANUS: No, no puede ser verdad...
ÓMINA: Por no hablar de las muchas vidas que has sacrificado para lograr tus metas. Muchos reclutas del Team Índigo a los que usas para acabar con los de tu especie, y la pérdida que más te afectó: la de tu mejor amigo Dragyon. Fuiste incapaz de salvarle y lo viste morir en tus brazos, se me saltan las lágrimas, pero de risa JAJAJAJAJAJAJAJAJA.
Oceanus aprieta el puño de rabia e indignación y furioso trata de golpear al holograma de Ómina, pero lo atraviesa sin causarle ningún tipo de daño.
ÓMINA: No te esfuerces, no lograrás nada enfureciéndote tanto. Eso es lo que me encanta ver: el odio, la rabia, la desesperación, la agonía, el sufrimiento. Cuando alguien se encuentra en tal estado, adoro regodearme en ese jugoso momento.
OCEANUS: Maldita hija de puta... juro que acabaré contigo y de ti no quedará nada.
ÓMINA: Esas son palabras mayores, y encima proceden de una vulgar lombriz insignificante como tú. Créeme, si recapacitaras y cumplieras el papel por el que fuiste creado perdonaría tu traición y tendrías en mi universo ideal un puesto destacado: el de príncipe demoníaco de las tinieblas, gobernando sobre todos y sobre todo.
OCEANUS: ¡Jamás aceptaré ese puesto! ¡Soy yo quien debo decidir sobre mi futuro y sobre lo que quiero hacer! ¡Y mi deseo es permanecer junto a las personas que aprecio y hacer de nuestro universo un lugar de paz e igualdad!
ÓMINA: ... ¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!
OCEANUS: ¿Qué te parece tan gracioso?
ÓMINA: El montón de estupideces que acabas de soltar. Es la primera vez que veo a un demonio hablar de un modo tan cómico y patético, me dan ganas de vomitar. Fuiste creado a través de la mezcla de poderes entre Guerrero Dragón y demonio, no como el resto de esos miserables semidioses a los que llamas amigos. Ellos carecen del potencial que yo misma te he otorgado.
OCEANUS: ...
ÓMINA: Acéptalo de una vez, mi querido Oceanus. Tu vida me pertenece y estás obligado a obedecerme ciegamente, ese el destino que vas a vivir.
OCEANUS: Yo... ¡me niego!
ÓMINA: ¿Qué has dicho?
OCEANUS: ¡Ya me has oído! ¡Mi destino es defender a los mortales de tus ambiciones!
ÓMINA: Los mortales... ¿Hablas de esa plaga que debido a su estupidez han causado desastres irreparables? ¿Los responsables de la muerte de Dragyon?
OCEANUS: ¿Pretendes que me crea eso? ¡Tú fuiste la responsable de que él muriera!
ÓMINA: Me has dejado de piedra... así que has sabido la verdad todo este tiempo. Exactamente, fui yo quien acabó con su vida, pero lo hice a través de otra persona.
OCEANUS: ¿De quién? Dime quién fue su asesino y lo mataré sin piedad.
ÓMINA: Fuiste tú.
OCEANUS: ¿QUÉ?
ÓMINA: Es la verdad, gracias a la sangre de demonio que corre por tus venas he podido utilizarte en más de una ocasión. La sangre de Dragyon fue la llave que me permitió salir del Inframundo, donde había estado atrapada durante eones.
OCEANUS: ...
ÓMINA: Te has quedado mudo, eso es lo que pasa con los demonios. Todo aquello con lo que entramos en contacto es perjudicado gravemente, y mucho me temo que esos amigos a los que tanto aprecio tienes no podrán evitar el correr la misma suerte que el pobre Dragyon, y tú y solamente tú tendrás la culpa de su desgracia.
OCEANUS: No te lo perdonaré nunca, ¿me has oído? No tienes ningún derecho a hacer sufrir a los demás como llevas haciendo hasta ahora. Eres una maldita desgracia a la que eliminaré de una vez por todas.
ÓMINA: Bueno, bueno, bueno. Lo mismo puede decirse de ti, poco a poco tu lado malvado está floreciendo. Cuando llegue el momento sembrarás la destrucción, la muerte y el sufrimiento a tu paso. Disfruta de tu libertad mientras puedas, porque nunca podrás escapar de tus orígenes ni de tu naturaleza. Aún tengo planes para ti, así que espera pacientemente.
OCEANUS: ¿De qué estás hablando?
ÓMINA: Lo sabrás a su debido tiempo, jejejejeje. Hasta más ver...
El holograma de Ómina se desvanece ante Oceanus. Repentinamente, Oceanus comienza a sentir un fuerte dolor en la cabeza, tiene la sensación de como si su mente se nublara y estuviera siendo invadida por sombras que quieren controlarlo y lucha por resistirse.
OCEANUS: No... No me someteré... ¡Prefiero la muerte! ¡AAAAAAARGHH!
Oceanus se desmaya y cae al suelo inconsciente.
FIN DEL CAPÍTULO 25
CONTINUARÁ...
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