CAPÍTULO 24: DEMONIO DESENMASCARADO
Palacio de Ómina, sala del trono.
ÓMINA: Esa muchacha me ha impresionado bastante, ¿podrá tener alguna relación con Lúmina? Eso es del todo imposible, me encargué personalmente de erradicar ese linaje cubierto de pecado. Aunque esa mocosa me recordó a Lúmina, me daba la impresión de que era ella reencarnada...pero la había encerrado en el Limbo, en las profundidades del Inframundo para que sufriese el mismo tormento que yo tuve que soportar cuando fue apresada.
VOID: Ama Ómina, ¿quería verme?
Un soldado con aspecto demoníaco aparece ante Ómina.
ÓMINA: Así es, mi leal Void. Tengo una tarea para ti.
VOID: Hable y cumpliré su voluntad cueste lo que cueste. La justicia infernal es la razón de mi existencia y seguiré ciegamente ese ideal.
ÓMINA: Así me gusta, la justicia infernal significa hacer sufrir a los mortales y obtener lo que queremos sin importar lo que cueste, además de matar y mandar a esa plaga a los infiernos y que sientan la angustia eterna. Soy la Diosa de la oscuridad y de la muerte, mi objetivo es borrar toda vida y recrear el universo a mi imagen y semejanza, y devolver todo a sus orígenes: a la oscuridad más absoluta y aciaga desprovista de luz y seres inferiores.
VOID: Así es, me siento muy afortunado de poder serle de ayuda para lograr su sueño. Ese idiota de Oceanus sigue resistiéndose a serviros, es algo que jamás entenderé.
ÓMINA: Es cuestión de tiempo, poco a poco su lado más malvado está dominándolo. Sin saberlo me ha sido útil y me ha ayudado bastante. Hace mucho tiempo, y gracias a la oscuridad de su corazón derramó la sangre de Dragyon, el primer hijo de Abagizal. No fue por voluntad propia, me vi obligada a controlarlo ya que jamás sería capaz de matar a su más preciado amigo. Es algo que me causa naúseas: un demonio que posee venas por las que circula mi sangre desarrollara aprecio por basura que veía a los demás como iguales y no como esclavos a los que torturar. El símbolo que posee en su espalda es una prueba de que me pertenece, y se atrevió a traicionarme jurándole lealtad a Lúmina. Pero no hay mal que por bien no venga, su intervención me dio la oportunidad de escapar del Inframundo y vengarme de Lúmina.
VOID: ¿Me estáis diciendo que Oceanus es una mezcla de Guerrero Dragón y de demonio?
ÓMINA: En efecto, Lúmina fue quien creó a los Guerreros Dragón tal y como los conocemos ahora. Se puede decir que ella es la que dio origen a esa raza, pero cometió un error imperdonable: les concedió corazón, y el corazón puede albergar sentimientos positivos y negativos, pudiendo acabar como meros títeres que puedo manejar a mi antojo.
VOID: Como lleváis haciendo todos estos millones de años, ¿verdad?
ÓMINA: Por supuesto, los Guerreros Dragón cumplen todas y cada una de mis órdenes. No sé cómo Lúmina quería abandonar su grandeza y convivir con ellos, y también dirigir a todos los seres hacia un futuro de esperanza y prosperidad. Pero eso no fue lo peor de todo: quería que me uniera para construir su utopía. El mero hecho de recordar eso hace que mi sangre hierva de rabia y de odio.
VOID: Ama Ómina, siendo usted su contraparte es normal que Lúmina estuviera interesada en que tomara parte en ese proyecto.
ÓMINA: La familia no tiene ningún significado para mí. Prueba de ello es que encerré en el Inframundo a mi contraparte y maté a su hijo sin ninguna clase de remordimientos. Lúmina es un ser celestial y yo un ser infernal, jamás podremos entendernos y nuestra lucha será eterna. Retomemos el tema, que me ido por las ramas.
VOID: Sí, os escucho.
ÓMINA: Quiero que obtengas información acerca de la joven Dragnya. Si mis sospechas son acertadas y posee la sangre divina de Lúmina, podría llevar a cabo el ritual de la lluvia oscura y liberar a los demonios presos.
VOID: ¿En qué consiste ese ritual del que habláis?
ÓMINA: Si consigo una sola lágrima de esa chica podría transformarla en lluvia oscura y crear una nube de tormenta que lo cubra todo. Una vez que entre en contacto con la tierra, los demonios saldrán de las entrañas de la tierra y destruirán todo a su paso y matarán a todos sin dejar nada ni nadie con vida. Seré la ama suprema del Mundo de los Vivos y del Inframundo.
VOID: Pero vos misma podríais eliminarlo todo en un instante sin necesidad de llevar a cabo un plan tan planificado y rebuscado.
ÓMINA: ¿Y qué diversión habría en eso? Quiero presenciar el sufrimiento de todo ser de la manera más lenta, cruel, dolorosa y placentera posible.
VOID: Algunas veces llega a asustarme su maldad tan extrema, mi maléfica ama.
ÓMINA: No me digas, me halagan esas palabras. El tiempo apremia, vete de una vez y cumple tu cometido.
VOID: A la orden.
Void se marcha a toda prisa.
ÓMINA: Qué ironía, mi odiada Lúmina. Tu absurdo ideal de igualdad y paz ha condenado a todo ser viviente en el universo. Espero que esa culpa te persiga para siempre y te torture hasta el fin de tus días... JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA.
FIN DEL CAPÍTULO 24
CONTINUARÁ...
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