capítulo 9.

Narra Camus.

Era una mañana tranquila, me desperté temprano para ir por Surt al aeropuerto, me bañe, me puse unos pantalones ajustados, una playera roja y unos converse, un atuendo raro para un caballero de Athena, pero gracias a Milo me acostumbré a vestirme así. Cepille mi cabello, me senté en el sofá para pensar en lo que podría pasar con Surt aquí, di un suspiro y salí del onceavo templo, el día estaba nublado y habia un poco de viento pero eso no era inconveniente para mí.
Bajando las escaleras iba pensando en lo de este día, ni Athena ni el patriarca comentaron a que hora sería el intercambio de regalos, espero y a Milo le guste mi regalo, me pregunto quien le habrá tocado para dar un obsequio. Llegué hasta Escorpio y todo estaba en silencio, era obvio que Milo seguía dormido, eran las 7:21 a.m. él jamás se levanta temprano, salí de Escorpio y llegué hasta la salida del santuario.

Ya en el aeropuerto me senté en la sala de espera para hacer justo eso, esperar a Surt. El aeropuerto era grande y de tonalidades grises, con unos cristales como puertas y paredes. En cada esquina de la sala había colocada una maseta con una planta de tallo largo y hojas grandes, a dos lugares de mí se encontraba una chica rubia que no dejaba de mirarme y me incomodaba, por otra parte una señora gorda con cara de pocos amigos estaba barriendo. Detrás de mi una señora de unos 32 años tal vez estaba pegada en su teléfono celular mientras su hijo no dejaba de jalarme el cabello, tranquilo Camus, Surt no tardará en llegar y esto terminará.
Entonces se abrieron las puertas y varios pasajeros iban saliendo, me puse de pie para que Surt me pudiera ver, cuando lo vi, venía sonriente y me abrazo en forma de saludo.

Surt.- Camus amigo, extrañaba verte.

Camus.- lo mismo digo Surt.

Narra Milo.

Kanon y yo ya habíamos despertado y yo estaba haciendo el desayuno para ambos cuando llegaron Saga y Aioros.

Milo.- Saga que sorpresa puedes caminar.- Kanon comenzó a reír.

Saga.- ni al caso tu comentario Milo.

Kanon.- disculpe usted señor bipolar.

Milo.- Aioros, ¿ya le contaste a saga sobre Verónica?

Saga y Aioros.- ¿Verónica?

Saga se alejó de Aioros y lo miró como exigiendo una explicación, la verdad esto me estaba divirtiendo.

Milo.- Sí, cuentale Aioros, la conociste esa noche en el bar.

Aioros.- ¿Yo?- Aioros se ponía nervioso, era obvio que no recordaba nada.

Death Mask.- oh si, tú, ¿no recuerdas como la acariciabas?

Death mask había llegado y al parecer había escuchado lo suficiente para seguirme el juego, Saga se estaba molestando y Aioros no sabía que decir.

Milo.- recuerda cuando recorrias su curvas con las manos mientras bailabas con ella.

Death Mask.- recuerda cuando pegabas tú boca a la de ella.

Saga.- ¡Aioros quiero una explicación!

Aioria.- ¿Por qué tanto alboroto?- ahora Aioria había llegado.

Milo.- Aioros no recuerda a Verónica.

Aioria.- Ah ¿la botella de tequila?

Saga.- ¿botella de tequila?

Death Mask.- si, Aioros estaba tan ebrio que así nombró a una botella.

Kanon.- Saga debiste haber visto tú cara junto a la de Aioros.

Entre risas le contamos todo a Saga par que no se molestará con el pobre de Aioros. Tuve que preparar más hot cakes porque ahora desayunariamos Kanon, Saga, Aioros, Death Mask, Aioria y yo, terminado el desayuno nos sentamos en la sala para seguir contando lo ocurrido en el bar.
Nuestras risas eran las únicas en el templo hasta que escuchamos unas carcajadas provenientes de la entrada, era Camus con... Surt ¿pero que hace ese imbécil aquí? Todos miramos como pasaban un muy sonriente Camus y un estúpido Surt. Estaba molesto, más que molesto celoso, me levanté de donde estaba y fui a la cocina por un vaso con agua, ¿como se atreve a venir aquí?, la puerta de la cocina se abrió y entraron todos menos Kanon.

Aioria.- Amigo ¿estas bien?

Milo.- sí.- no.

Saga.- Oye Milo, sé que lo de Camus no es fácil, pero hay otras personas a las que encantaria estar contigo.

Milo.- ¿a que te refieres?

Aioros.- lo qué Saga quiere decir es que hay una persona muy cercana a ti que te aprecia demasiado.

Estaba confundido, no entendia nada, me encoji de hombros en respuesta a que no tenía ni la menor idea de lo que hablaban.

Death Mask.- por Athena, le gustas a Kanon.

¡¿a Kanon?! ¡¿le gusto a Kanon?!

Saga.- ¿como lo supiste?

Death Mask.- era muy obvio.

Aioria.- en ese caso, tal vez el amor de Kanon te ayude a cerrar esa herida que te dejó Camus.

Milo.- tal vez, pero no sé.

Estaba anonadado, no sabia que hacer o que decir, mi corazón le pertenece a Camus y no quiero herir a Kanon, aunque tal vez los chicos tengan razón y él me ayude a olvidar al príncipe del hielo de una vez por todas.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top