capítulo 22.

Narra Milo.

Dos días después del incidente en el orfanato habían hecho que las cosas entre Kanon y yo se fueran de bajada, él se había distanciado notablemente, él se había ido a caminar para pensar en algunas cosas que no me quizo decir.
Ese día del orfanato lo vi muy mal, me dijo que no era nada, pero su mirada denotaba tristeza.

Kallen.-Milo, ¿puedo hablar contigo?

Milo.- Sí mamá, ¿qué sucede?

Kallen.- No es por correrte hijo, pero creo que deberás regresar antes al santuario.- mamá dio un suspiro y colocó sus manos en mi rostro.- no creo que las cosas con Kanon se arreglen, lo mejor es que lo dejes ir, que lo alejes de este sufrimiento.

Milo.- Pero mamá, yo lo amo.

Kallen.- No mi niño, es lo que te haces creer, aun amas al joven príncipe del hielo.

Mi príncipe del hielo...

Milo.- Pero... No sé como dejar a Kanon.

Mamá puso su mano derecha en donde debe estar mi corazón, me miró de una manera tan maternal y me dijo.

Kallen.- deja que tu corazón hable, Kanon comprenderá.

Abracé a mi madre, tenía razón hiciera lo que hiciera Camus estaba clavado en mi corazón.
Salí de la casa a buscar a Kanon, conociéndolo estaría en la playa, el problema era en averiguar en que playa podría estar, fui a la más cerca, la que queda cruzando la calle, Kanon no estaba, fui a otras tres más que estaban cerca, Kanon no estaba, fue entonces cuando se me ocurrió tomar mi teléfono y hablarle, no tenia batería, seguí caminando hasta llegar a un bar, me asome por uno de los ventanales del local y entonces lo vi, sentado en la barra bebiendo, debo admitir que se me partió el corazón verlo así, entre, el lugar apestaba humo de cigarrro y a alcohol, había muy poca iluminación, solo los grandes ventanales de la entrada eran los que brindaban un poco de luz al interior del bar, me acerqué y le toque el hombro, Kanon me volteó a ver, tenía los ojos rojos y no precisamente por el alcohol, él había estado llorando, por mí, por mí culpa.

Kanon.- Milo...

Milo.- Kanon necesito hablar contigo.

Kanon.- esta bien, pero aquí no.

Kanon levanto un dedo en señal de que le diera un momento, entonces tomó el vaso en el que estaba bebiendo ron y el líquido restante se lo tomó de un solo golpe.
Pagó la cuenta y salió del bar mientras yo iba detrás de él, caminamos un largo camino, yo solo lo seguía a él, entre los dos había un fúnebre silencio, me estaba poniendo nervioso, comenzaba a sudar más de lo normal y mis manos comenzaban a temblar, entonces Kanon me llevó a la playa que esta frente a la casa de mamá, se sentó en la arena y miro hacia el mar, yo me senté a su lado, mire hacia abajo tratando de buscar las palabras.

Milo.- Kanon yo...

Kanon.- antes de que hables y trates de convencerme de arreglar todo o de que me dejes, dejame hacerlo a mi.

Mire a Kanon confundido pero no dije nada para saber lo que me iba a decir.

Kanon.- no pertenezco a tu mundo Milo, no encajo, haga lo que haga no consigo conquistarte de verdad... Estuve pensando, me hago daño y te haces daño.- Kanon hizo una pausa, él no me miraba, si lo hacia seria más doloroso para él.- Milo... Lo mejor es que lo dejemos hasta aquí, no me amas, a quien quieres a tu lado es a Camus no a mí.

Kanon de verdad lo siento.

Tomé una de sus manos y le di un suave apretón, fue entonces cuando me miró, en sus ojos se hayaban lágrimas que estaban a punto de caer.

Milo.- Perdón por haberte hecho esto Kanon, soy un idiota y lo sabes.

Kanon.- no te disculpes, fue lindo mientras duró, además.- Kanon se levantó y me miro.- realmente eres un idiota.

Kanon sonrió lo que hizo que yo también sonriera.

Milo.- ¿hermanos?

Kanon.- hermanos.- Abrace a Kanon como aquellas veces en las que no sabía sus sentimientos hacia a mi.- eso quiere decir ¿qué se acabaron las vacaciones?

Comencé a reir, realmente esperaba que las cosas entre él y yo siguieran como antes de ser algo más que amigos.

Voy por ti hielera con patas, voy por ti Camus.

~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•

Al día siguiente, nos levantamos temprano, nos despedimos de mamá, compramos algunos recuerdos, regalos para los chicos y a medio día zarpamos hacia el santuario, en el barco Kanon se estaba bronceando en la cubierta, yo estaba a un costado observando el mar y a la isla hacerse más pequeña conforme nos íbamos alejando. Me pareció tonto el hecho de que Kanon tomara un bronceado, pudo haberlo hecho en la playa.
Solo quedaba un inconveniente para estar con Camus, necesitaría ayuda para que me perdonará por lo tonto que he sido y quien mejor para ayudarme que Afrodita, tomé mi teléfono y le mande un mensaje.

Milo. 12:54 p.m.
Hola Afro, necesito que me ayudes.

Afrodita.12:56p.m Hola Milo, ¿para que soy bueno?

Milo. 12:57 p.m.
Bueno, ya no estoy con Kanon , y necesito tus consejos para poder recuperar a Camus.

Afrodita. 1:00 p.m.
¡¿Ya no estas con Kanon?! ¿pero cómo? ¿dónde y cuándo? Y más importante, ¿quién término a quién?

Milo.1:02 p.m.
Kanon a mi, pero eso no importa ahora, después te cuento, ¿me ayudaras con Camus?❄

Afrdita. 1:05 p.m.
Cuenta conmigo, se me ocurre algo, hablamos cuando llegues, buen viaje, por cierto dile a Kanon que Saga y Aioros regresaron, adiós

Guarde mi teléfono en mi pantalón, mire a Kanon quien se había quedado dormido, me resultaba más fácil verlo como amigo que como mi pareja, me senté en la silla que había a su lado, iba a levantarlo pero se me ocurrió algo mejor, me acerque a una chica que estaba mirándome desde hace un rato, le pregunte si tendría un biquini que me prestará para hacerle una broma a mi compañero, la chica se ruborizó pero accedió y con su ayuda le pusimos el buiquini, Kanon realmente dormía pesado, nos alejamos y vimos como los demás pasajeros se reían o tomaban fotos del hombre en biquini, yo igual tomé una, los chicos tendría que verlo, en cuanto a la chica le di las gracias y fuimos al interior del barco a tomar un coctel y platicar un rato, intercambiamos números, me contó que ella iba a Rodorio a visitar a su familia, yo por mi parte le conté sobre Camus y ella me dio uno que otro consejo.

Muy pronto mi querido Camus estaras entre mis brazos.

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