Capítulo 2

Me desperté con los cantos de los pájaros demostrando que ya había amanecido. Recostada en la cama mirando el techo me fui despejando del sueño. En mi mente llegó el recuerdo de Damian, hoy vendría a recogerme. Literalmente salté de la cama y corrí al baño.

Eran las 11:15 de la mañana y estaba de los nervios. Ya había contado que no me gustaba la moda ni ese tipo de cosas...pero esta era una EMERGENCIA. Sería mi primera cita. Si ya se patético pero que queréis que os diga, siempre me había gustado Jason. Y como nunca me atreví a decirle nada pues...

Histérica llamé a las chicas y en media hora estaban en mi cuarto desordenando mi armario. Bueno más de lo que ya estaba. 

-Esto no, no, no, tampoco,_ decían mientras sacaban las prendas de mi armario y las tiraban al suelo.

-Chica no tienes nada_ me dijo Eli.

-Necesitas renovar tu vestuario._ me aconsejó Cris.

 -No veo nada, Sacha_ dijo Nuria mientras buscamos entre la montaña de ropa_ no tienes nada que ponerte para salir con ese chico.

-Gracias por vuestra ayuda A-M-I-G-A-S_ dije sarcástica.

Todas me miraron, Cris y Eli sonriendo malévolamente y Nuria con miedo. Esto no me iba a gustar.

-¡Cambio de look!_ gritaron las otras dos.

-Mierda_ murmuré solo me escuchó Nuria que soltó una risita.

-Sacha nos vamos ahora mismo de compras_ tiraron de mí sacandome de la casa. Recorrimos todas las tiendas, yo ojeaba un poco junta a Nuria mientras las dos locas corrían de un lado a otro enseñándome vestidos y tacones a lo que yo negaba rotundamente.

-Ni loca me pongo esas trampas mortales._ dije ya harta.

-Solo son unos zapatos no son ninguna trampa mortal, mira que eres dramática._ Cris puso los ojos en blanco.

-Lola son tacones de aguja de 15 centímetros...si eso nos son trampas mortales yo soy Maria Teresa de Calcuta, Esas cosas atraen a las caídas y esguinces._ los miré como si fuera una cucaracha.

Nuria se reía a mi lado.

-Por favor Sacha madura_ dijo Eli.

-Cuando lo hagas tu_ le saqué la lengua como persona madura que era.

Ella rodó los ojos exasperada mientras Nuria se desternillaba de risa.

Miré la tienda y una camiseta llamó mi atención, me dirigí a donde se encontraba y la cogí. Una camiseta de media manga azúl claro y encaje negro en la zona del escote. Era perfecta. Fui a probarmela y se me ajustaba en el pecho resaltándolo. Salí del probador para mostrárselo a las chicas. 

-Me encanta_ dijo Nuria.

-No esta mal_ coincidieron las demás.

-Pero le falta algo..._pasee por la tienda y encontré unos pantalones negros de pitillo._ Premio_ me reí.

-Te sigue faltando unos buenos zapatos_ nos fuimos a la zona de calzado y encontramos unos botines con un poco de tacón, solo lo justo para contentarlas a ellas y no poner mi vida en peligro.

-Sacha  pruebate esto._ me enseñó una chaqueta de cuero negra.

-Wow_ dijimos todas cuando me lo probé todo.

-Ese chico ya esta en el bote_ dijo Cris.

-En cuanto te vea no te suelta_ dijo Eli.

-Si después de verte no le interesas esta loco. Si el no sale contigo lo haré yo_ dijo Nuria a lo que todas nos reímos.

Lo compré todo y me despedí de ellas. Ya en casa comí y charle un poco con mi madre y me dispuse a arreglarme. Quedaban dos horas para que Damian viniera a recogerme.

1_ Me bañé rápidamente y me hice las planchas ya que tenía el cabello ondulado y lo quería liso, me lo dejaría suelto. 

2_ Conseguido el pelo, me vestí con la ropa elegida. 

3_ Fui al tocador y me maquillé un poco. Delineador en los parpados y mascara para las pestañas. Corrector debajo de los ojos para ocultar un poco las ojeras ya que me acosté tarde. y por último labial rosado en mis labios, y el toque final ,la colonia.

Miré el resultado el el espejo de cuerpo entero y debía decir que no estaba nada mal. Satisfecha salí de mi habitación con mi bolso en mano. Entré a el salón dispuesta a esperar los 15 minutos que quedaban para que llegara. 

Así es había tardado 1 hora y 45 minutos en arreglarme.

Mi madre me miró asombrada cuando me vió.

-¿A donde vas así?

-Voy a salir con un amigo en un rato pasará a por mi_ dije mientras me sentaba en el sofá.

-Ese amigo no será cierto castaño de ojos miel, ¿verdad? _ dijo un una sonrisita socarrona.

Hacía tiempo que mi madre sabia que Jason me gustaba.

-No mamá, no es el_ sonreí falsamente.

-Oh, ¿entonces?

-Es un chico del instituto, dijimos de conocernos y me pidió que saliera hoy con él.

-Vaya, bueno solo tomad las cosas con calma y usad protección _dijo saliendo del salón.

-¡Mamá!_ dije alarmada, nunca cambiaría.

Al poco tiempo el timbre sonó. Damian había llegado. Corrí hasta la puerta y allí lo ví, parado en el portal con unos pantalones rasgados, una camiseta blanca y una chaqueta negra. Sencillo pero guapísimo.

-Wala_ dijo asombrado con los ojos como platos mirándome  de arriba a bajo.

-Dijo lo mismo de ti_ sonreí.

-¿Lista?_ me dedicó una sonrisa deslumbrante.

-Por supuesto_ cogí mi bolso y me despedí de mi madre desde la puerta_ ¡Mamá, ya me voy!

-¡¿Ya vino a por ti?!_ dijo desde la cocina.

-¡Si!_ contesté muy nerviosa.

-¡Vale hija, pero no vengas con regalito!_ gritó.

Avergonzada cerré de un portazo y me tapé el rostro con las manos. Escuché a Damian reírse.

-Lo siento_ dije sonrojada.

-No te preocupes, tienes una madre muy divertica_ dijo riéndose.

-A veces demasiado_ dije rodeando los ojos a lo que el soltó una carcajada.

-Venga vamos_ y miré sorprendida como me llevaba hasta un porche blanco.

-¿Este coche es tuyo?

-A si es_ me abrió la puerta del copiloto para que entrara. Todo un caballero._ Pase usted señorita.

-Muchas gracias es usted muy amable_ le seguí el juego.

Damian era un chico muy gracioso, esperaba que el trayecto en el coche fuese silencioso y un poco incomodo, pero no, nos la pasamos con bromas y risas.

Me llevó al centro y recorrimos las calles mirando escaparates y hablando de nosotros. El era muy reservado en algunos temas como en su infancia, su familia y esas cosas. No me explicaba mucho pero bueno supongo que era delicado y no nos conocíamos lo suficiente. Sin darnos cuenta ya era de noche.

Damian me llevó hasta una linda cafetería. Las paredes estaban pintadas de celeste claro, como el cielo de verano. Unos asientos como los de los años 50 para sentarse en grupo de color blanco y negro y mesas de hierro y cristal. Parejas y amigos hablaban contentos mientras tomaban sus copas y tapas. En la barra atendía una chica bellísima de unos veinte años. Pelirroja tez pálida y de ojos claros, vestía de negro pero con unos taconazos rojos. Que afán todas por los tacones por dios!!!!

Me llevó hasta ella.

- Katti, ¿cómo vas?_ le preguntó a la chica.

-Hola Damian, voy bien pero por culpa de Ronie casi no tenemos cristalería. Es un patoso cada vaso o plato que toca lo rompe_ dijo desesperada.

El bufó.

-Eso no es nada nuevo_ y ambos rieron.

Yo los miraba en segundo plano no quería interrumpir, pero parece que Damian se dió cuenta de mi incomodidad.

-O perdón no os he presentado. Sacha ella es Katti mi hermana. Katti ella es Sacha mi n...amiga._ dijo cortado.

Yo la saludé amistosamente. 

-Encantada de conocerte Katti.

-Lo mismo digo Sacha es la primera vez que mi hermanito nos presenta a su...amiga_ movió las cejas divertida.

Yo me reí.

-Si bueno dejalo ya. ¿Dónde están los demás?

-En casa, dentro de poco iba a cerrar. Oye, ¿porqué no la llevas a casa? Yo no tardaré mucho.

-Llevarla a casa_ dijo dudoso_ no se yo...

-Yo no quiero molestar._ dije pensando en lo que pensaría su familia si Damian me llevara.

-Claro que no molestas. Venga esta decidido te veo luego allí._ y dicho todo siguió recogiendo las cosas.

Damian y yo nos miramos sin saber que hacer.

-¿Te...gustaría ir? Podemos irnos y decir que te surgió algo y no podías asistir.

-...bueno, ¿porque no?_ sonreí timidamente_ ya dijo Katti que nos veríamos allí.

Salímos de la cafetería y nos montamos en el coche desde allí giramos a la derecha y seguimos recto, al llegar a la rotonda, luego hacia la izquierda. Después de unos diez minutos en coche encontramos un desvío y allí había un caminó entre unos árboles. Al final de él había una mansión.

Miré a Damian alucinada, era grandisima.

Aparcó y me abrió la puerta del copiloto, era todo un caballero. Seguí mirando la mansión, blanca y llena de cristaleras que dejaban ver un salón moderno y elegante. 

Ya en la puerta nos encontramos a un chico sentado en las escaleras era de complexión fuerte, musculoso. Cabellera morena y  ojos oscuros, y tez pálida aunque no tanto como Katti.

-Hey hermano. ¿que haces ahí?_ le preguntó Damian al chico.

-No me atrevo a entrar.

-¿Y eso?

-Me cargué la vajilla de mamá._ tembló.

-Uhhhh estas muerto_ se rió.

-Gracias por tu apoyo_ dijo sarcástico. pareció percatarse de mi presencia. y me sonrió seductor _ Hola preciosa, creo que no tengo el placer de conocerte.

-Hola me llamo Sacha, soy amiga de Damian.

-Encantado de conocerte yo soy Ronie_ me besó la mano como todo un galán.

Alcé un ceja.

-Conmigo eso no funciona_ y le guiñé un ojo.

-Bueno será mejor entrar_ dijo fulminando a su hermano con la mirada.

 Por dentro era incluso mejor que por fuera y eso ya era decir mucho. El recibidor era cálido y hogareño, la sala de estar estaba decorada con cuadros del renacimiento y con estanterías con libros.

En la sala se encontraban un grupo de personas, una pareja de unos cuarenta años se encontraban sentados en el sofá viendo la televisión. Un chico sentado a la mesa comiendo mientras miraba su teléfono móvil.

-Mamá, papá._llamó Damian a la pareja del sofá.

-Oh hola hijo_ dijo el hombre.

Cuando se levantó del sofá pude apreciar su tamaño, era realmente grande. Mediría como 1´90 m. Su cabello era pelirrojo como el de Katti y sus ojos eran oscuros casi negros. Ya sabia de quien había sacado los ojos Damian. No tenía bigote pero si tenía barba Era un hombre imponente, su presencia daba seguridad.

Se me vino a la cabeza la imagen de un guerrero escocés. Ya sé seguramente será porque leo mucho y me encantan los libros de guerreros escoceses pero parecía estar viendo uno en ese mismo momento.

-Vaya parece que tenemos visita_ me miraba fijamente.

-Es Sacha una amiga, nos conocemos del instituto._ Damian me animó a que hablara.

-H-Hola, mucho gusto_ dije como pude.

-Soy el padre de Damian mi nombre es Ewan Maclye _dijo dándome la mano.

Wow ese era un nombre escocés, ¿habría acertado? A lo mejor era un descendiente de algún guerrero y todo, pensé.

-¿Damian a traído a una chica? Eso es nuevo_ dijo el chico de la mesa.

El chico parecía de mi edad, era moreno como Damian y Ronie y tenía ojos claros. Como el hombre tenía un poco de barba que le seguía desde las patillas al mentón. Parecía alto y desgarbado. Me miraba divertido y curioso. 

- ¡Álvaro, no seas descortés!_ se quejó la mujer.

Me fijé en ella y noté su lustroso cabello azabache de ella provenían el color de cabellos de los chicos. Sus ojos eran claros como los de Katti y Álvaro. Ella era pálida y de labios carnosos.

Los que habían salido con los rasgos de la madre habían sido Katti y Ronie. En cambio Damian y Álvaro se parecían al padre.

-Hola querida yo soy la madre de estos_ los señaló y frunció el ceño disgustada, a lo que yo sonreí_ me llamo Gisele.

-Es un placer_ saludé.

-Yo soy Álvaro pero dime Al_ dijo dándome la mano._ así que amiga de mi hermano...¿no te estará obligando verdad? Pestañea dos veces y te saco de aquí.

-¡Álvaro!_ gritaron todos.

Yo me carcajee divertida.

-Tranquilo nadie me obliga_ me volví a reír.

El frunció el ceño.

-Pues entonces no entiendo que haces con él._ dijo pensativo.

-¿Por que me cae bien?_ dije siguiéndole el juego.

-No, eso no es.

-¿Es divertido?

-Tampoco.

¿Por que sabe escuchar?

-Lo dudo.

Yo seguía intentando encontrar una razón lógica para Al de porqué era amiga de Damian mientras los demás nos observaban divertidos.

-Al dejala ya _se quejó Damian.

-Pero es que no lo entiendo.

-Con lo guapo que soy es inevitable que sea mi amiga._ se mofó el muy....

-Ególatra, narcisista, creído, presumido.... Puedo seguir_ me acerqué a el mirándolo fijamente.

-Esta chica me cae bien_ se rió Al.

-Y tu a mi_ le guiñé un ojo.

-Venga basta ya de coqueteo_ irrumpió Katti en la sala.

-Katerina, ¿ya terninaste y cerraste la cafetería?_ le preguntó su padre.

-Si papá t te he dicho mil veces que no me llames así_ refunfuñó.

-Es tu nombre_ le dijo su madre.

-Pero no me gusta_ se quejó

-A mi me parece que Katerina es un nombre muy bonito y te queda bien_ dije.

-Muchas gracias_ me sonrió_ pero me sigue sin gustar.

Nos reímos.

Me caían todos muy bien, prácticamente me ataron y amenazaron para que me quedara a cenar con ellos. Al final tuve que aceptar. La noche transcurrió entre bromas y risas. Gisele cocinaba increíble, y más el pastel de frambuesas que nos dió de postre.

 Nota mental: Pedir receta

Después de la cena y de hablar un poco salimos al patio a tomar el aire fresco. En el patio había un columpio, me senté en uno de los dos asientos. El viento me acariciaba la piel y se llevaba el calor que tenía al estar dentro de la casa. Damian se acercó y se sentó en el asiento de al lado.

-Parece que le has caído bien a todos_ estaba columpiandome mientras miraba a su familia, sentados en la terraza domando un café.

-A mi también me caen muy bien.¿y a ti?,¿te caigo bien? o este día conmigo te ha hecho recapacitar y no me quieres ni hablar más._ le dije divertida.

-No seas tonta claro que me caes bien, y este día contigo no ha hecho más que asegurarmelo_ estaba muy serio.

-Vaya...no se que decir. Gracias, supongo_ sonreí tímida.

-No hay de qué.

-¿Sabes?_ dije mirando al cielo lleno de estrellas_ me alegra estar aquí contigo en vez de estar en mi casa dándole vueltas al asunto.

-¿Te refieres al asunto que te puso tan mal cuando nos conocimos?

-Así es_ suspiré_ es complicado. Aunque creo que la culpa es mía, soy una cobarde y no tuve el valor en su momento. 

-No eres ninguna cobarde. No sé lo que ha pasado pero no te puedes rendir. Sea lo que sea que te pasó y no tuviste el valor no importa, "una retirada en la batalla no implica la perdida de la guerra". Es lo que siempre me ha dicho mi padre. Esperaré a que te sientas cómoda y me lo quieras contar y entonces te apoyaré y aconsejaré como crea conveniente. Me tienes para lo que necesites._ me sonrió dulcemente.

Me levanté del asiento y fui hasta él, lo abracé con todas mis fuerzas. Las lágrimas no paraban de caer de mis mejillas. Pero no me importaba necesitaba sentirme protegida y que tenía alguien en quien apoyarme.

Sabía que mis amigas también me apoyarían pero no era lo mismo ya que Jason también era su amigo. Quería mucho a Diego y sabía que podía contar con él pero Jason era su mejor amigo y no quería que se enfadaran ni nada por mi culpa. Las chicas armarían un alboroto y Jason se enteraría así que quedaban absolutamente descartadas. y Carlos y Manu...no podía hacer que se enfadaran con él. No quería causar problemas por tonterías. Si tonterías. Esto era solo cosa mía Jason me había hecho daño pero el no sabía que me gustaba, aunque sí sabía que me caía mal esa zorra. 

Me separé de el y le besé la mejilla.

-Gracias lo necesitaba.

-No te preocupes_ también se levantó y me envolvió entre sus brazos_ será mejor que te lleve a tu casa, ya es tarde y no queremos que tu madre piense mal.

Nos reímos recordando lo que había dicho mi madre cuando nos fuimos. 

Me despedí de todos y después de prometerles que volvería conseguimos salir. El trayecto a casa de mi amiga Nuria lo hicimos cantando las canciones que salían de la radio de su flamante Porche. Me quedaría a dormir a su casa, lo hacía muy seguido así que en su casa era como una hija más..

 Llegamos a casa de Nuria y paró el coche. Nos miramos a la cara.

-Gracias por traerme aunque no hacía falta._ estaba sonrojada.

-No seas tonta no iba a dejarte caminar sola en la noche. Ha sido un placer, ,e ha encantado pasar el día contigo y parece que a mi familia también. Me gustaría que lo repitiéramos._me regaló una dulce sonrisa que me enterneció.

-Eso esta claro. Tu familia en muy divertida y agradable y me encantaría repetir este día.

Le dí un fuerte abrazo.

-Buena es tarde y seguro que te estarán esperando.

-Cierto, Nuria estará preocupada_ reí_ es peor que mi madre-

Damian se rió recordando cuando  me vino a buscar. Le dí un beso en la mejilla y bajé del coche y mientras caminaba hasta la puerta veía como Damian se iba.

ESPERO QUE OS HAYA GUSTADO EL CAPÍTULO. ME HA COSTADO MUCHÍSIMO ESCRIBIRLO PERO ME HA VALIDO LA PENA. COMENTAD Y VOTAD. BESOS OS QUIERO.

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