Capitulo 13: Mentiras
En la casa de Chris y Jill
La pareja había podido comer y calmar a los niños, ahora los mellizos se encontraban dormidos junto a Sofía mientras que Piers estaba sentado viendo caricaturas y Chris sostenía a su sobrina que iba por el mismo camino que los demás.
- Por fin un poco de paz - dijo Chris.
- No te creas cariño - lo interrumpió su esposa - tenemos suerte de que son tranquilos porque de lo contrario seguirían pelando y corriendo por toda la casa.
- Eso es un buen punto - estuvo de acuerdo - Bueno ¿y ahora qué?
Jill estaba a punto de responderle cuando el teléfono del director de la B.S.A.A comenzó a sonar. Este le entrego a Chloe a Jill para luego responder.
- Aquí Redfield ¿que sucede?
- Chris - le habló Kevin - ya tenemos la dirección de Wong, vamos a salir para allá justo ahora.
- De acuerdo - afirmó - envíenme la ubicación y nos encontramos allá, vayan preparados para cualquier cosa, lleven armamento y equipo de protección - ordenó mientras buscaba las llaves de su auto y su esposa lo miraba - No ingresen hasta que yo llegue ¿entendido?
- Si - respondió firme para luego corta la llamada.
- ¿La encontraron? - preguntó Jill.
- Creemos que si, voy con los chicos a resolver esto - dijo dándole un beso en los labios a su esposa mientras caminaban hacia la puerta - te mantendré al tanto.
- Ten mucho cuidado - pidió mientras este salía de su hogar.
- Lo tendré - le grito mientras ingresaba a su auto.
Una vez Chris Redfield salió y esta se quedó sola con los pequeños nuevamente, decidió tomarse un descanso junto a su hijo y sobrina en el sofá, pero no pasó mucho tiempo cuando el timbre se la puerta de su casa volvió a sonar.
- Vaya día - dijo está ganándose la mirada de su hijo.
Se iba a poner de pie pero se asustó ya que la persona que estaba tocando comenzó a golpear la puerta de una forma que podía llamarse algo desesperada.
- Piers - llamo a su hijo - toma a tu prima y ve arriba con los mellizos y tu hermana - le entregó a la pequeña y este obedeció a su madre - No bajes hasta que te lo ordene.
Una vez que se aseguró los niños estaban arriba, fue hacia su despacho al lado de la cocina para tomar su arma. Una vez con está en mano camino hacia la puerta, pero se llevo una gran sorpresa al ver quien era la persona que estaba tocando con ese desespero. Pero más bien era el estado de esta persona el que la preocupaba.
- Jill... tengo miedo - le confesó una Claire Redfield con un aire de preocupación bastante notable y un golpe en su cara.
- Claire por amor a Dios - le respondió guardando su arma - me ibas a matar del susto ¿Que te pasó? ¿Quien te hizo esto? - le habló mientras la hacía pasar.
- Leon...
Mientras tanto con Jake
El ex-mercenario había llegado a la ubicación que le había indicado su padre. No sabía que esperar en esos momento pero solo quería que su familia estuviera bien. Una vez ingresó al edificio y comenzó a adentrarse, se percató de que alguien lo estaba siguiendo, pero hizo caso omiso a esto y prosiguió pero sin bajar la guardia.
- Se que me estás siguiendo - habló luego de unos minutos - ¿Quien eres? ¿Que haces aquí?
- Eres muy bueno - lo alago esta persona - pero eso no es de tu incumbencia, por lo menos por ahora no.
Jake al escuchar esa voz se volteó para ver a la mujer ya que le resultaba algo familiar, pero cuando lo hizo no se encontró con nadie.
- Continua - le indicó esta pero desde otro lugar.
Muller hizo lo que se le indicó hasta que llegó frente a una puerta la cual se abrió automáticamente. Adentro se encontraba la persona que más odiaba en el mundo, su padre...
- Bienvenido hijo mío - lo recibió con su característica sonrisa - has llegado justo a tiempo.
- Sabes porque he venido - le recordó a su padre.
- Lose - le respondió con indiferencia.
- Vaya sobrino, que rápido has llegado - habló Alex entrando por otra puerta que parecía dirigir a un laboratorio - veamos si con esa misma rapidez cumples con tu misión.
- Solo díganme qué debo hacer para terminar con esto de una vez por todas - les exigió.
Por otra parte
Chris había llegado a la ubicación que le habían enviado. Una vez ahí se encontró con Kevin, Ark y Billy. Estos se encontraban equipándose mientras intercambiaban algunas palabras.
- ¿Dónde está Jake? - preguntó Redfield una vez se unió a estos.
- Le escribimos pero dijo que se quedaría con Sherry - respondió Ark terminando de equiparse.
- De acuerdo - entendió mientras se comenzaba a equipar - esto es lo que haremos, dijeron qué hay dos formas de ingresar, nos vamos a dividir - tomo sus armas - Ark y Kevin van a ingresar desde aquí abajo, mientras que Billy y yo ingresaremos desde arriba.
- De acuerdo - respondieron los tres.
- Tengan cuidado y mantengan sus micrófonos encendidos - finalizó para luego ponerse en marcha.
Una vez ingresaron ambos equipos siguieron las indicaciones de Chris, se percataron que el lugar lucia bastante abandonado, eso sin mencionar el desorden que había. Aún así, procedieron con la mayor precaución posible hasta que Chris y Billy llegaron a una pequeña habitación en el segundo nivel.
- Chicos - los llamo Billy - deben subir, hay algo que deben ver.
- Vamos en camino - respondió Kevin.
Una ves estuvieron los cuatro juntos comenzaron a investigar todo lo que se encontraba en esa habitación. Pues lo más que los sorprendió fue la cantidad de información y fotos que habían de todos y cada uno de ellos, incluyendo a los niños.
- Chris - lo llamo Ark - Mira esto - le indicó mientras le entregaba una carpeta con los nombres de sus hijos.
- ¿Entonces nos ha estado observando? - habló Kevin mientras examinaba unas fotos en las que salían ellos en diferentes lugares.
- Estoy no tiene sentido - dijo Chris luego de leer la carpeta.
- También hay una con los nombre de los mellizos y tu sobrina - dijo Ark pero antes de que este pudiera leer algo Chris se las arrebato.
- Es información que no nos corresponde - mintió el director de la B.S.A.A. para proteger el secreto de su familia - se los entregaré personalmente a mi hermana y a Jake.
- De acuerdo - respondió sin prestarle mucha atención.
- Creo que ya sabemos con quien trabaja Ada Wong - los interrumpió Billy - O mejor dicho, quienes.
- ¿A que te refieres? - cuestionó Chris acercándose junto con los demás.
- Vélo por ti mismo - le dijo este para que luego Redfield se percatara de la verdad.
En un rincón de la habitación estaban los nombres de Albert y Alex Wesker como punto de inicio en una pizarra seguido de la palabra trabajo e indicaciones. Prosiguieron observando y se percataron de que ellos habían ordenado que Ada la inyectara a Sherry un tipo de droga en su sistema para mantenerla en coma.
- ¿Que carajos? - dijo Kevin para romper el hielo.
- Debemos informa sobre esto a Rebecca para que tenga una mejor oportunidad de ayudar a Sherry - sugirió Billy.
- Si - respondió - Ark, Kevin, tomen todos los archivos y las fotos - les indicó y esto acataron la orden de inmediato - usaremos esta información a nuestro beneficio, así tal vez sepamos que es lo que quieren.
- Entendido- les respondieron estos.
- Billy - lo llamo ahora Chris en un tono más discreto - estos archivos son de suma importancia y es totalmente clasificado lo que dice adentro ante los ojos y el conocimiento de terceras personas.
- De acuerdo - comprendió pues sabía el tipo de información que se encontraba allá dentro - ¿Que necesitas que haga?
- Debes llevárselo a mi esposa - le pidió - llévaselo a Jill, ella sabrá que hacer.
- Entendido - respondió mientras tomaba todo para luego salir.
- Todo listo - le dijo Kevin a Chris sin cuestionar el porqué Billy se había ido antes que ellos.
- Vámonos de aquí - les dijo Chris para luego salir con ellos hacia la D.S.O.
En casa de Chris y Jill
- A ver si ya entendí - le habló Jill a su cuñada la cual se encontraba un poco más calmada - ¿Leon te ha estado maltratando física y emocionalmente y tú no habías dicho nada hasta ahora?
- Así es - respondió la pelirroja aún con lágrimas en sus ojos mientras que sostenía hielo sobre su mejilla para aliviar el golpe.
- Demonios Claire - habló en un tono más alto sin poder creerlo - quiero creerte porque se que jamás mentirías sobre algo así, pero es que me parece algo imposible de creer.
- Lo entiendo - habló con un tono desganado - por esa razón no le había comentado a nadie...
- No - la interrumpió su cuñada - No debiste haber hecho eso, sin embargo hay algo que no entiendo.
- ¿El que? - preguntó intrigada la pelirroja.
- ¿Que fue exactamente lo qué pasó allá? - interrogó - ¿No se supone que ibas a dialogar y arreglar las cosas? ¿Cómo pasó esto? - le señaló el golpe en la cara y los moretones en su brazo.
- Llegue a la casa - comenzó - cuando fui a nuestra habitación el se estaba dando una ducha, asique desidi esperarlo afuera - comenzó a hablar mientras elegía cuidadosamente sus palabras - una vez el salió tenía ese semblante frío que siempre tiene cuando está a punto de hacerme algo, por lo que me puse de pie para estar cerca de la puerta por si debía correr pero el me detuvo.
- ¿Y que te dijo? - quiso saber.
- Comenzó a gritarme por haberme ido con Chloe sin su permiso - le respondió mientras comenzaba a llorar de nuevo pero estas lágrimas eran de tristeza por tener que hablar de esta forma de su esposo - me tomó por el brazo y me reclamó el haber intentado dispararle a Ada, que no soy una buena madre y que me falta mucho por mejorar como esposa - sollozó - jamas pensé que el hombre con el que me casé fuese a ser así.
- Tranquila - le pidió Jill y esta se tomó un momento para calmar su respiración.
- Luego le dije que si seguía siendo así no iba a volver a ver a su hija porque podría hacerle daño... - habló y colocó su mirada en el suelo - luego de eso me jaló hacia afuera de la habitación y cuando estábamos en el pasillo me tomó por el cabello y me dijo "si no me traes a mi hija pronto te haré algo peor que esto".
- ¿Qué te hizo? - preguntó dudosa la esposa de Chris Redfield.
- Él... Leon me arrojo por las escaleras y fue cuando me golpeé en la cara - finalizó llorando aún más que antes - me pare como pude y me marché hacia acá.
Jill abrazó a la pelirroja y trató de consolarla pero esta seguía llorando sin parar, no había nada que ella pudiera hacer pero estaba segura de que algo más le sucedía a su cuñada.
- Oye - le habló luego de unos minutos - ¿Que te parece si vas a ver a Sherry?
- No puedo permitir que Chris me vea así - respondió rápido - Mataría a Leon a sangre fría sin pensarlo.
- Yo me encargo de él - le respondió - creo que lo mejor es que descanses allá por si a Leon se le ocurre aparecer. Allá no podrá hacerte nada y estarás más segura en un lugar público que aquí.
- Tienes razón - acepto - ¿segura puedes quedarte sola con los niños? - preguntó y su cuñada asintió - De acuerdo - se puso de pie y camino hacia la puerta aún con el hielo en su mejilla.
- Llamaré a Rebecca para que te reciba por la parte de atrás, te revise y no te deje sola ¿de acuerdo? - le indicó mientras la pelirroja salía de la casa.
- Gracias Jill - le habló con más calmada.
Una vez la pelirroja se marchó, Jill Valentine no perdió ni un segundo más y marcó el número de su esposo.
- Jill ¿Que ocurre? - le respondió este a la llamada - ¿Billy te llevo los archivos?
- ¿Qué? - preguntó confundida - Billy no ha pasado por aquí.
- Debe estar por llegar entonces - dedujo - ¿Que pasó entonces? ¿Todo en orden con los niños?
- Si - respondió - los niños están bien y estaré al pendiente de Billy pero tenemos un problema.
- ¿A que te refieres? - habló ahora preocupado.
- Es Claire... - confesó - creo que algo le sucede, me ha mentido en mi propia cara... y eso no es normal.
De regreso con la familia Wesker
- ¿Entendiste bien lo que debes hacer? - le preguntó Albert a su hijo mientras este todavía procesaba la información - ¿o ya no quieres salvar la vida de Birkin?
Jake sabía que si cumplía con esa misión todo se iría por la borda, todo el bien que había hecho durante esos años y la familia que había creado no volvería a ser la misma. Pero debía asegurar que Sherry estaría bien, de esa forma al menos sus hijos tendrían a su madre con ellos. Le dolía el saber que la probabilidad de cumplir el resto de sus metas con su familia eran muy pocas, pero en estos momentos sólo quería asegurarse de que su súper chica estuviera sana y salva con sus hijos intactos.
- Tienes una hora - le habló Alex - en una hora debes reportarte en la ubicación que te enviaremos - le indicó su tía - y ya sabes las reglas, que nadie se entere, que nadie sospeche y Jamila - señaló a su hija - te estará vigilando muy de cerca por lo que no intentes nada o terminará con la vida de tu amada.
- Entendido - acepto Jake resignado y con la esperanza de que las cosas salieran mejor de lo
que esperaba.
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
*
Cada vez falta menos ¿Que esperan que pase ahora?
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top