24:31 y yo sin poder dormir. Como es de costumbre, todos los pensamientos acumulados en el subconsciente se presentan cual nítida luz de primavera.

En mi mente, el recuerdo de una conversación sigue haciendo eco.

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— Sí, para cuando yo me haya graduado de la Universidad, ya habré construido mi casa — comentó mi amiga muy sonriente. — Tendrá al menos 5 recamaras, todos con su respectivo baño y una enorme sala, y un jardín más grande aún... Y piscina, sí, aunque sea una pequeña, pero tiene que tener piscina.

— ¿Y tú Abril?

— No sé si quiera la enorme casa del jardín y la piscina, ni los hijos... ni mencionar al marido. No me imagino así mi futuro, yo no deseo un mansión tremenda, porque no quiero estar en ella, yo quiero viajar, conocer nuevos lugares, hablar diferentes idiomas, no me quiero conformar con ser como el resto de ustedes, lo siento, pero las cosas comunes son las más fáciles y las más aburridas,y tal vez muero mañana, pero lo haré con la mente de una persona ambiciosa que no se conformaba con lo que tenía, porque se sentía mercedora de eso y más, pero quiero dejar en claro que no por ello, no agradezco lo que ya tengo, porque lo hago, lo agradezco y mucho. Pero prefiero tener sólo una pequeña casa, en la cual dormir cuando llegue del trabajo, de los viajes... una a la cual llamar hogar.

Sueños, anhelos, esperanza... ¿Qué más se puede pedir?
«Vida quizá».