He aprendido del amor que no es tan fantasioso como pensaba, es dolor, resignación, construcción y decisión. Aquí he descrito mil amores y un corazón roto, siempre el mío, para mi desgracia. Quisiera conocer cómo se rompieron sus corazones; cuando me dejaste ¿Tuviste que juntar las piezas? Parece ser que no, ahora lo sé, gracias a que nuestros caminos se cruzaron de nuevo, la vida da muchas vueltas ¿verdad? 

Porque un par de meses después le dabas la oportunidad a otra, la sensación de tu cuerpo, de tus palabras, de tus besos, caricias y cuentos, de tu día a día... A otra. Me lo negaste, cuando estaba dispuesta a dar todo y para mi desgracia y mi corazón que todo lo perdona, para ser que ocurrirá de nuevo. 

Sabes, yo sí, tuve que buscar las piezas de mi corazón, enmendarlas, pegarlas y ningún pegamento era lo suficientemente fuerte en su momento, para que mi corazón estuviese junto de nuevo. Quisiera ver el mundo de la forma pragmática y cuadriculada que lo vez, pero mi alma es sensible, ahora lo entiendo, siempre creí que mi alma era frívola, dura, insensible... Por el contrario, yo amo y siento tanto que me destroza por dentro.

Me hace cuestionarme ¿Esta segunda oportunidad será la decisión correcta? ¿Por qué estás aquí de nuevo? Me miras a los ojos y quiero creer cada palabra de lo que me dices pero una pequeña corazonada me pide huir en la decisión opuesta, ya me heriste una vez ¿qué te impide hacerlo de nuevo? ¿Qué te impide volver a tomar una decisión para protegerte sin importar mis sentimientos? ¿Qué te impide enviar un mensaje y terminar con todo? Yo te diré la respuesta: nada, puede ocurrir en cualquier momento. 

Seré tonta, lo admito, al seguir aquí, porque te quiero y te lo dije. He dudado, porque todavía duele, en mi corazón duele, en mi alma duele, en mi mente duele. Ya veremos en un futuro, cuando vuelva a leer estas palabras, como he vuelto a leer los otros capítulos de este cuento, con cada palabra y desahogo que he plasmado en estás páginas, si de verdad valió la pena darte una segunda oportunidad. 

Si de verdad me diste algo de vida, de amor y construimos algo, o solo desperdiciaste el tiempo con mentiras, con tus miedos, con tu forma de ver el mundo y yo te creí, y volví a caer en el proceso.

Y si vuelvo a perder, me quedará un recuerdo, de sentirme viva en el momento, de besos que por lo menos para mí, son reales, caricias que son reales, sentimientos que son reales. No solo palabras, sino hechos. O eso espero. 

Y veremos, si de verdad las segundas oportunidades valen la pena, aunque traigan dolor y recuerdos inesperados. O si de verdad me arrepentiré de haberte contestado un mensaje de nuevo.

Sí, he madurado, con el paso del tiempo ya era hora de ver el mundo más real, no fantasioso, no color de rosa, sino duro y cruel. Incluyendo el amor en él.