No dejo de ver en las redes

a todos manifestando amor propio,

mentirosos.

No hay nada más dulce que un beso o una caricia,

miradas cómplices y susurros ahogados,

sonrisas disimuladas

Y aire en los pulmones del otro.

Amor de otro,

de otro ser,

de otra alma,

amor de verdad,

o simplemente tacto ardiente.

Quiero sus labios de nuevo, su piel, sus caricias;

o los labios de otro.

Porque vale el contacto

y la satisfacción de la cercanía, el rozar intenso de piel con piel.

Sí, vale el amor propio

pero prefiero robar unos segundos del de otro.

De su tiempo,

y el calor de su aliento,

el tacto de sus manos, siendo suaves o agresivas.

No tiene que ser él, 

puede ser otro.

Pero quiero robar segundos de amor, de satisfacción,

porque me deleita, suple mi adicción.

Y me da más,

más amor, 

más ardor,

más intensidad.

Más sentir,

sentir la vida,

no dejar el tiempo volar,

sino volar con él.