018

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SUSURROS Y DOLOR
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         Nadar todos los días le cansaba. Extrañaba las lianas de los árboles y poder trepar por sus ramas. Extrañaba su hogar.

         —Lo hiciste muy bien—la felicitó Tonowari por haber domado a su Swimwing. A lo que ella solo atinó a sonreír.

         Los susurros de los jóvenes Metkayina solo hacían que el dolor de cabeza de Moari aumentase. Y es que, aquellos na'vi ni siquiera eran disimulados en mirarla y señalarla para luego susurrar entre ellos.

         La noticia de que una de los Omaticaya había formado vínculo con uno de su propio clan se había extendido. Por eso todo na'vi se encontraba observándola, especialmente cuando no se hizo un festejo luego del enlazamiento carnal y espiritual, cosa que era sumamente importante en sus rituales.

         —Se dice que la Tsahik quería convertirla en su sucesora, comprometiéndolo con su hijo.

         —Se dice que es una gran guerrera y el Olo'eyktan quería hacerle su heredera.

         Muchas palabrerías. Muchos chismes y rumores. Estaba cansada de escucharlos hablar de ella y de Neteyam.

         —Lo'ak—llamó cuando vio al menor caminar enojado por las orillas de la playa—. ¿Qué sucede?—preguntó cuando se acerca y ve que Lo'ak se encontraba irritable.

         —No me creen—suelta el muchacho con resentimiento—. Me he abierto a ellos después de una semana y ellos no creen que el Tulkun me haya salvado.

         Moari suavizó su rostro para acaricias las hebras de Lo'ak cuando sus orejas de él decayeron.

         —¿Y qué dijo Neteyam?

         —Solo se burla—gruñó—. No entiendo cómo es que te puede gustar él.

         Moari rio ante lo dicho por el menor. Rodeando su brazo alrededor de los hombros del Sully.

         —Él es agradable cuando está conmigo.

         —Pues bendita suerte.

         —No te preocupes. Hablaré con él sobre su comportamiento.

         —¿Harías eso?—cuestionó animoso, imaginando el regaño que le harían a su hermano.

         —¡Claro que sí!—revolvió los cabellos del menor.

         Lo'ak se mostró mucho más ameno y divertido. La jaló hasta una parte solitaria de las islas donde llamó a los Ilu.

         —¿Adónde quieres ir?—cuestionó con extrañeza Moari, pero sin dejar de sonreír.

         —Vamos a visitar a Payakan.

         —¿Quién rayos es Payakan?

         —El Tulkun que me salvó.

         Moari se dedicó a seguirlo, mucho más de cerca cuando salieron del arrecife. Estando atenta a lo que la rodea y preparada en caso de que hubiera algún peligro.

         Pronto llegaron a un arrecife donde todo aparentaba calma. El sonido de las pequeñas ondas del mar era tan susurrante que su sonido a las justas y era perceptible.

         —Te presentaré a Payakan.

        Moari miró con ternura al Sully. No lo admitía en voz alta, pero Lo'ak era su preferido. Spider tenía tanta razón cuando le decía que mimaba mucho al menor.

        Spider.

         Aún podía sentir el vacío que había dejado el humano. Cuanto deseaba ella que Eywa no le hubiera ordenado proteger a Kiri. No la malentiendan. Ella amaba a la Omaticaya, pero su misión por protegerla la había obligado a dejar atrás a Spider.

         —Ella es Moari—la voz de Lo'ak hizo que la Omaticaya dejara sus pensamientos de lado para prestarle atención a lo que hacía.

        Frente a ella, se hallaba una criatura sumamente grande. Simplemente le parecía hermoso todo lo que Eywa había creado.

         —Es la amiga de la familia—relató Lo'ak hacia el Tulkun mientras también hablaba entre señas—. Hace poco se vinculó con mi hermano. A decir verdad, ese idiota no la merece.

         —Lo'ak—riñó con suavidad.

         —Mentiras no dije.

         Moari se presentó al Tulkun así misma y le agradeció por haber salvado al Sully cuando se encontraba en aprietos.

         —Toda mi vida, te estaré agradecida—sus dedos lo expresaron para que el menor no escuchara lo que le decía al animal. Ya suficiente tenía con que Lo'ak se parase burlando de su hermano por el favoritismo que ella tenía por él.

        Payakan la aceptó, ofreciéndose a nadar juntos los tres.

         —Es hora de volver—indicó Moari cuando el eclipse ya se acercaba—. ¡Lo'ak!

         —Ya te escuché—el menor rodó los ojos sin pararse de la espalda del Tulkun, ocasionando que este mismo expulsara agua desde su orificio en su parte superior de la cabeza para que hiciera caso a la mayor—. Ash, ya voy, ya voy.

       Moari rio cuando el Sully se levantó con una mueca de molestia para después seguir su mandato.

        El sol ya se había ocultado cuando ambos montaron sus Ilu y se despidieron de Payakan. Nadaron de regreso al arrecife para no preocupar a los señores Sully con la ausencia de ambos.

       Lo'ak no supo en que momento perdió de vista a la mayor. Solo sabe que regresó a la superficie para llamarla, pero nadie contestaba. Ocasionando que la angustia pegara su cuerpo de golpe.

         —¡Moari!—gritó miedoso, pero nadie respondió.

       Se hundió en el océano a oscuras, siendo que algunos peces y flora que iluminaba el lugar. Para horror suyo la encontró inconsciente sin su Ilu, hundiéndose con cada segundo que pasaba. Y no la hubiera visto si aquellos pequeños peces dorados no la hubieran guiado hacia ella.

         La subió a su Ilu lo más rápido posible par llevarla a la superficie y ver si aún respiraba. Lo'ak se aterrorizó cuando no percibió ninguna corriente de aire cuando la palma de su mano había pasado por su nariz.

         —No. No. Joder, no.

       Tuvo que obligarse a hacer respiración boca a boca para que la chica volviera a respirar. Fue a la tercera donde Moari despertó sobresaltada, votando el agua salada de sus pulmones.

       Lo'ak pudo apreciar como la mirada de la mayor carecía de total brillo y era abrazada con sobresalto y perturbación.

         —Moari—murmuró con suavidad.

         —Spider—soltó a las justas aquel nombre mientras su pecho subía y bajaba de forma acelerada—. Él está con ellos. Ellos se vincularon con los Ikranes. Ellos vendrán por nosotros.

       Para cuando llegaron a las islas, las desgracias solo aumentaron.

       Kiri había convulsionado bajo el mar mientras se vinculaba con Eywa.

       Lo'ak vio como el rostro perturbado de Moari cambiaba por uno totalmente neutro. Él supuso que era para no preocupar a los demás cuando la situación ya estaba delicada con Kiri. Y sus sospechas se confirmaron cuando ella le pidió que no le dijera a nadie sobre lo ocurrido momentos antes.

         —Moari—Neteyam se acercó hacia ellos—. ¿Dónde estaban?—en su voz no había ningún atisbo de regaño, solo pura preocupación.

         Moari no dijo nada y solo se acercó a él para ser rodeada con sus brazos. Lo único que necesitaba era sentirse protegida, y donde más se sentía protegida era en aquel lugar.

           Neteyam la miró extrañado, pero no dijo nada. Ya sabia de aquel comportamiento suyo. Pasaba en el bosque después de que ella visitaba el árbol de las almas. Pero esta vez ella no fue allí, así que miró a su hermano en busca de respuestas.

         —Ella está mal—Lo'ak no habló, pero le informó mediante señas—. Parece que también colapsó.

        Moari pudo haberle dicho que no dijera nada, pero no podía quedarse callado cuando la mayor se mostraba tan miedosa y aterrada.

         —Se ahogó en el mar.

       Neteyam solo se limitó a abrazarla más fuerte mientras leía lo que su hermano le contaba.

        Aquella noche Moari no pudo dormir ni un poco. Se la pasó vigilando el cuerpo inconsciente de Kiri toda la noche junto a los dos patriarcas de la familia. Y a pesar de que su cuerpo pedía descanso, ella no cedió.

         —Vamos a dormir—le dijo Neteyam tras verla bostezar—. Estás muy cansada.

         Pero Moari se negó. Se negaba a dormir cuando las pesadillas y recuerdos dolorosos volvían a ella cuando cerraba los ojos.

         Neteyam se quedó a su lado toda la noche acompañándola, mirando también el cuerpo inconsciente de su hermana y de vez en cuando observando a su pareja con preocupación.

         ¿Debería de contarle a sus progenitores lo que estaba pasando?

         —Hey—susurró demasiado bajo para no despertar a sus padres que se habían quedado dormidos—, ¿Qué sucede?—preguntó con dulzura cuando vio como los ojos de Moari se cristalizaban.

         —Duele—sollozó.

         Ambos tuvieron que salir del marui para no despertar a los que ya se encontraban descansando.

         —Kiri estará bien.

         Moari negó. No se refería a Kiri, sino a lo que ella misma estaba experimentando. No estaba unida a Eywa para experimentar el dolor. ¿Qué le había pasado?

         —Los recuerdos son dolorosos, Neteyam—las lágrimas descendieron por sus mejillas—. Los sentimientos son tan intensos. Y todo empeora más cuando cierro los ojos.

         Neteyam la atrajo hacia él cuando el cuerpo de su pareja empezó a temblar. El no saber que hacer en esos momentos lo tenía confundido y enojado consigo mismo. ¿Cómo se supone que debía de proteger a su pareja de aquello?

         —Tranquila, mi amor—le susurró en el oído mientras acariciaba con suavidad los cabellos de Moari—. Dime que es lo que tengo que hacer y lo haré. Dime qué es lo que tengo que hacer para que ya no sufras más.

         —No lo sé, Ma'teyam—sollozó con dolor mientras intentaba no cerrar los ojos—. Pero duele, duele mucho.

         Para cuando el helicóptero aterrizó en las islas, Moari y Neteyam estabancayéndose dormidos, tratando de perseverar en estar despiertos, una para nosufrir más dolor y el otro para acompañar a su pareja.

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¡Annyeonghaseyo!
❝안녕하세요❞
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Moari y admitió que tiene cierta preferencia con Lo'ak xd

Y ya vieron como Neteyam se preocupa tanto por Moari? Yo no necesito a un príncipe azul, lo que yo necesito es a mi alienige azul

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Este capítulo está dedicado a SofyRivas

Gracias por comentar y votar en mi historia, linda ♡

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