006

╭══════•>✾<•══════╮
HAN VUELTO
╰══════•>✾<•══════╯

         La llegada de una nueva guerra se dio al comienzo de esa noche.

         Como era común entre Moari y Neteyam, cuando cayó la noche se escaparon de sus cabañas para estar a solas en el bosque.

         Los dos adolescentes se encontraban sobre una de las ramas del gran lago. Ambos en completo silencio mientras observaban las constelaciones. La cabeza de Moari se encontraba descansando sobre el hombro del muchacho, mientras este con suavidad acaricia sus cabellos oscuros.

         —A veces quisiera estar así toda la vida—habló Neteyam rompiendo el silencio.

         Moari cerró sus ojos sin responder. Su silencio era la respuesta perfecta para la ocasión, aunque a veces quería gritarle a todos que su corazón le pertenecía al na'vi que la tenía casi abrazada.

         Pero eso no era posible.

         Neteyam merecía algo mucho mejor que ella; mucho más que una na'vi perturbada, una que no guardara tanta ira en su interior.

         —Deberíamos volver—dijo ella mientras despegaba su cabeza del pecho del chico—. No quiero que tus padres se despierten y no te encuentren en tu cama.

         —Ellos no están en la cabaña—se apresuró a decir Neteyam—. Fueron a tener su cita, así que llegaran tarde a casa.

          Moari soltó un suspiro antes de volver a colocar su cabeza en el lugar donde anteriormente estaba. Y Neteyam no supo si era de cansancio o de alivio por estar con él.

         —Si tuvieras un deseo, ¿Qué pedirías?—preguntó la chica mientras se ponía a jugar con los dedos del chico.

         —¿Ese deseo cumpliría cualquier cosa?—la na'vi afirmó con un sonido de garganta—. Entonces mi deseo sería que la chica que me gusta no le tenga miedo al amor.

         El entrecejo de Moari se arrugó y se alejó del pecho de Neteyam indignada.

         —Yo no le temo al amor.

         —¿Y quién dice que eres la chica que me gusta?

         Moari se paró de su sitio enojada bajo la mirada burlona del chico.

         —Idiota.

         Y estuvo a punto de irse, pero Neteyam fue lo suficientemente rápido como para enrollarla en sus brazos e impedirle que se vaya.

         —Lo siento. Lo siento—se disculpó entre pequeñas risas—. Si eres la persona que me gusta.

         —Lo sé, idiota—Moari se removió entre los brazos de Neteyam incomoda—. Y, por cierto, no le tengo miedo al amor.

         Neteyam sonrió antes de voltearla para que le viera a la cara.

         —Te veo, Moari.

          Los ojos de la chica se movieron nerviosos por el rostro del chico. En ese instante no estaba la chica segura que se mostraba en sus clases de caza ni en sus clases de medicina.

         Tragó saliva gruesamente. No pudiendo apartar sus ojos de la cara de Neteyam, pero tampoco pudiendo sostenerle la mirada cuando sus ojos chocaban.

         —A eso me refiero. Te niegas a ser amada.

         —No es cierto.

         —Te niegas a que te ame.

         —No es cierto.

         —También te niegas a pertenecer a nuestra familia.

         —No es cierto.

         —¿Por qué te niegas tanto a recibir el amor?

         Y entonces... la bomba explosionó.

         —¡No me niego a nada!—estalló mientras empujaba a Neteyam lejos de ella—¡He sentido el amor de la forma más pura!—los ojos de Moari se cristalizaron—¡Y lo he perdido todo en un abrir y cerrar de ojos!

         El abrazo improvisado que le dio Neteyam hizo que sollozara. El Sully pensó que hablaba de la forma repentida y prematura que perdió a sus padres, pero estaba lejos de ser eso.

         Moari había tomado tantos recuerdos para sus 16 años que prácticamente se podría decir que había vivido varios años de vida. Había sentido amor de la forma más pura al tratar de salvar personas que ya estaban con Eywa; había sentido la desesperación por no poder correr más rápido y no poder evitar la tragedia, había amado y la gente del cielo se lo había quitado.

         Si ella amaba a Neteyam, ¿también se lo quitarían?

         Porque sinceramente ella no podría soportarlo.

         —Está bien. Lo siento. Lo siento—murmuraba Neteyam a la vez que la abrazaba con más fuerza.

         —No tengo miedo del amor—susurró contra el hueco del cuello del Sully—. Tengo miedo de perderte a ti también.

         —No me perderás.

         —Me volvería loca si lo hiciera.

         —Estaré siempre contigo.

         —¿Lo prometes?—el rostro entristecido salió de su escondite para mirar al chico.

         —Lo prometo.

         Ambos miraron nuevamente al cielo, abrazos y de pie mientras observaban las constelaciones.

         —Hay una nueva estrella—murmuró Neteyam a la vez que la señalaba—¡Mira, Moari, hay una nueva estrella!

         Pero Moari no podía mirar la estrella que Neteyam señalaba con emoción. Sus ojos estaban puestos en lo único que hacía latir su corazón.

         —Te veo, Neteyam.

         La sonrisa en Moari no abandonó su rostro ese día desde la noche anterior.

         Ecko pudo sentir el buen humor de su jinete mientras la llevaba al árbol de almas. Gimoteó feliz cuando recibió caricias de Moari en su barbilla.

         —Buen chico.

         De salto en salto se dirigió hacia el árbol antes de conectarse con Eywa.

         —Buenos días, Eywa.

         Su sonrisa permaneció en su rostro antes de enlazarse con el árbol de almas. Hasta que un gritó de dolor produjo cuando se acopló completamente.

          Ecko acudió a ella ante los alaridos de dolor que soltaba la adolescente, pero a pesar de rugir, Moari no abría los ojos.

          Moari sentía que todo su cuerpo quemaba. Estaba sufriendo de dolor, un inmenso dolor cuando el viento rozaba su piel.

         Basta. Basta. Suplicaba a Eywa para que dejara de hacerla sufrir.

         —La gente del cielo ha vuelto—la misteriosa voz le habló—. Me está matando de nuevo, Moari—el gritó de la na'vi se escuchó muy alto—. El momento de luchar ha llegado.

          Moari cayó al suelo por completo cuando se le permitió desconectarse con Eywa. Su respiración fue pesada mientras que en su cuerpo todavía podía sentir el sufrimiento de la naturaleza. El sonido de los animales pidiendo ayuda seguía ensordeciendo sus oídos.

         —Pagarán—murmuró como pudo cuando abrió los ojos—. Juro que lo pagarán, Eywa.

┎─────«❀»─────┒
¡Annyeonghaseyo!
❝안녕하세요❞
┖─────«❀»─────┚

Espero que se haya entendido el temor que siente Moari al tener a Neteyam con ella. Sinceramente espero que no pareciera absurdo

Por otro lado, vemos que los humanos ya han vuelto. La Guerrera estallará y tal vez veamos a una Moari comportándose diferente

[•••]

Este capítulo está dedicado a BritanyKK

Gracias por comentar y votar en mi historia, hermosa 💖

SÍGUEME • COMENTA • VOTA

Instagram: Kriss.sama

● Kriss-sama

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top