[ 3 ]

ZEAH

-Supongo que ahora has de perder los estribos, ¿Verdad señorita Hadewig?-el castaño ahora mantiene su atenta mirada, acto que provoca un ineludible escalofrío por toda mi anatomía logrando que mi vello se vuelva en dirección hacia el techo.

Esta vez es él quien parece sujetar las firmes cuerdas de esta conversación.

- ¿No piensas decir nada ahora doctora? -cuestiona por segunda vez consecutiva más no localizo la fuente responsable de mi silencio, y necesito defenderme como sea necesario.

Louis podría no carecer de ningún tipo de afabilidad o dulzura, es un chico con rasgos singularmente agradables, pero sus ojos alternan casi por completo su semblante. El desmelenado a la vez que homogéneo cabello resulta evidenciar la propia inocencia de un niño, incluso las pestañas dan un toque peculiar al rostro del joven.

Pero esos gélidos ojos... imitando a la perfección el más invernal páramo.

- ¿Te sientes bien o a gusto tratando de retraerme? -digo con parsimonia-Louis quiero recordarte quien está verdaderamente perdiendo con todo esto, no soy la persona encerrada en éste nauseabundo lugar. Deberías replantearte mejor tu situación si no quieres pudrirte aquí, porque al fin y al cabo soy yo quien puede tener la llave para otorgarte la libertad, querido Tomlinson-hablo pausadamente declarando esta vez mi propia victoria en este asalto contra el muchacho.

LOUIS

Libertad.

Si es que esta cargante tía lo que más busca es sacar algo de mí. No sé lo que quiere pero es imposible que incordie tanto e insista para recibir una simple respuesta por mi parte, cosa que ya le he dado y no de la mejor de las maneras.

Pero la tiene merecida y quien la sigue la consigue, hasta ahora he aguantado sus miraditas y el fastidioso tanteo que me plantea en cada oportunidad que ella encuentra. Espero por su estúpido bien que se detenga de inmediato porque de no ser así sufrirá las consecuencias y me dará igual el equipo que se ubica a mis espaldas actualmente para detenerme ante cualquier respuesta que arriesgue el bienestar de la doctora.

Libertad. Tan jodidamente difícil de conseguir y tan fácil de perder.

Como la confianza, al parecer ambas metas van ligadas o de la propia mano. Sin embargo, lograrla con Hadewig no me dificultaría tanto y más aún si había evocado en ella una embebecedora curiosidad hacia mí mismo y sobre mi comprometida realidad lo que la gran mayoría de incompetentes denominan como "el caso del chico desquiciado y enfermo que cometió una alevosía con su pequeña e indefensa hermana."

Oprimo un insignificante sollozo, porque estoy compungido de forma exorbitante por ello. He padecido como se iba poco a poco su memoria, la manera en la que se esfumaba la vida a través del cuerpo de mi joven compañera de ruta en mis propias manos y todo el remordimiento que se halla ahora en mi persona me empuja poco a poco al desasosiego por reencontrarme con mi familiar, donde mierdas sea que se encuentre ahora.

¿Quién comprende al menos la mitad de la historia? Tan sólo yo, y nadie más la sabrá.

- ¿A caso necesitas que te aplauda?-enfilo mi lengua lentamente sobre mis labios permitiéndome adoptar una posición algo más cómoda, Jesús, esta birria de silla me tiene más que torcido.

Ella alza su ceja izquierda y no aparenta estar en absoluto perjudicada por mis anteriores palabras, me cago en la puta. Yo mismo sé que a esta chica puedo manipularla de todos los estilos que se me antojen.

-Vas a disculparme pero ni se te ocurra pensar que tu ironía va a aturdirme-murmura suavemente y comienzo a notar la pesadez en su voz. -Louis, voy a hacerte una pregunta más que sencilla, aunque creo que para ambos resulta ser obvia, ¿Qué quieres ahora mismo?

¿Qué quiero? ¿Qué busco?

Ser libre, largarme de este puto país para volver a Inglaterra y ser un chico normal, o al menos intentarlo.

También podría contar con la rápida solución de partir de esta vida de mierda. Mi mundo parece ser atrozmente opuesto al de los demás cuando todo el puto mundo muestra haberse fumado un buen porro cargado de marihuana como para creer en la paz, la buena voluntad y la obstinación.

-Louis... ¿Te es difícil? -la doctora sensibiliza su semblante duro y hace algo que me sorprende y que a la vez me ocasiona la peor de las percepciones.

Posa su mano sobre mi rodilla, se sitúa levemente inclinada hacia delante. Reparo en que está temblando y sé que tiene miedo, lo que reconozco como un sentimiento totalmente normal.

Es tan corriente para mí experimentar la emoción de miedo al cada día enfrentarme a mí mismo y a lo que soy, me repelo, me aterro.

-Al parecer sí es difícil porque estás hablando con una psicóloga dentro de un perímetro penitencial. -ataca de nuevo.

-En absoluto, no lo es-gruño apartando mi pierna de mala manera, emprendo un sentimiento de rabia y ni siquiera consigo saber la razón, supongo que es porque está en lo cierto- ¿Qué quieres tú, come cocos? Porque no dejas de tocarme los huevos y sugiero que no te han enseñado a tratar como es debido-amenazo, los estúpidos de atrás se mueven y puedo notarlo al percibir el sonido de los miles de bártulos que cuelgan de sus cinturones, esto provoca que mis nervios aumenten y la ansiedad recorra mi torrente sanguíneo.

-Así que te molesto-habla posando sus orbes en dirección al agrietado y polvoriento parqué oscuro-Has estado tratando conmigo de una forma muy poco apropiada y supongo que yo también debería protestar de esta manera tan ordinaria y cortamente ortodoxa puesto que como cualquier ser humano tengo paciencia.

-La mía ha llegado al límite hace bastante tiempo-escupo mis palabras con desdén.

- ¿Todo va bien por ahí? -cuestiona una voz procedente de alguno de los guardias a mis espaldas, qué le importará.

Maldito infeliz, espero que algún día se le dé una merecida paliza, el muy valiente se ha atrevido a proporcionarme varios golpes a sabiendas de que no alcanzo a defenderme. Cobarde, es cosa suya que ahora el ojo me escueza tanto y que sienta un repulsivo sabor a sangre en mi paladar.

Hadewig asiente cosa que me resulta tristemente patética. Está claro que se caga encima, percibo su miedo y pretendo seguir con el juego hasta conseguir que se levante y se largue, ella no puede aportarme ningún tipo de ayuda, es más, si hubiese soltado todas mis verdades esta zorra hubiera corrido en dirección hacia la puerta para comentarle con lujo y detalle al fallido intento de psicóloga o especialista que es Garnette, la simple mención de su nombre me produce arcadas.

Y es que por su falta estoy aquí, no es cosa mía no. Yo no he perdido los estribos, esa puta jamás ha hecho nada útil por mí ni tampoco ha ayudado del modo que aún afirma. Tan sólo me ha vaciado la cartera a cambio de malos consejos y pesadas reprimendas.

La inquietud se convierte en cólera y mi subconsciente ya se está concientizando de lo que quiero hacer. Destrozarlo todo. Estrangular el mantecoso y gordo cuello de Blumberg como si no hubiera un mañana, cosa que para mí ya no hay.

ZEAH

Respiro hondo, una y otra vez. El silencio de Louis me desconcierta y por más que trato de hacer lo imposible por mostrarme profesional la actitud de este chico rompe cada uno de mis esquemas.

No sé cómo, desconozco el porqué, pero intuyo lo que quiero y mi objetivo parece ser cada vez más inalcanzable.

Le he ofrecido mi ayuda, he sido clara y concisa en cada momento e incluso he optado por el contacto físico y "endulzarme" con el chico mas la cosa se está torciendo, temo salir de esta sala derrotada y lo peor de todo; sin conseguir respuestas o actitudes positivas por parte de Tomlinson.

Qué ilusa era al pensar en que con una agradable sonrisa conservaría al rebelde comiendo de mi mano.

-Creo que lo mejor será nos relajemos un poco-Ya había tolerar más que suficiente con ese intento de corte que me había hecho al poner en mi contra ese infantil juego de "Frío o Caliente".

-Me parece que si te largas de una maldita vez podré estar tranquilo sin soportar tus ralladas mentales-

Lo que menos estimo es que Louis sea consciente de que no lidia con una actitud lo suficientemente normal, y reparo en que ese es un hecho más que comprobable. Por eso me odia, esa es la razón por la que me hecha de la sala de forma tan directa, comprende que soy especialista y no precisamente en experiencias de personas que llevan un común estilo de vida con total serenidad.

"Ralladas mentales" ese término consigue originar en mí una ligera sonrisa.

-Voy a ayudarte Louis, no sé cuantas veces tendré que repetirlo pero pienso hacerlo. Aunque ahora mismo sé que no vas a cooperar y lo entiendo-muevo la silla apartándola del muchacho para luego incorporarme-No dudes en que trabajaré contigo, no conseguirás ponérmelo difícil ni aunque quieras.

Él por su parte se levanta de su asiento con un ágil y rápido movimiento, tan dinámico que no me permite reaccionar a su par y toma mi muñeca derecha comprimiéndola con resistencia.

-Escúchame bien, no necesito ninguna ayuda porque voy a salir de esta mierda de lugar con mis medios y si piensas hacer algo que me afecte de forma negativa ten por seguro que tendrás que pasar tus próximas noches en vela, vas a arrepentirte de conocerme-chilla muy cerca de mi rostro y tanto el hombre como la mujer que antes se hallaban en el fondo se apresuran para alejar a Tomlinson de mí, o tan sólo intentarlo.

El miedo florece en mi interior ante sus palabras, ha perdido el juicio completamente. Estoy en shock, su agarre se ciñe a mí de sobremanera y para figurar tanta debilidad el chico es increíblemente fuerte. Louis aprieta sus dientes sin trasladar un solo segundo sus celestinos orbes en dirección hacia quienes tiran de él con lozanía.

Pese a todo temo en que sus acciones consigan empeorarlo todo como acontece en estos instantes, quiero gritar para que se detenga, daría lo que fuera por revelar un reloj con la capacidad de suspender o retroceder el tiempo y retomaral principio de esta intervención con duración de treinta minutos.

Un tiempo avanzando a contrareloj en el que pienso y rebusco en mi cabeza la solución, no obstante ha sido desde el primer segundo la neblosa mente de Louis la que me confiere la clave para su absolución.

[...]

Hey Jude, sigo diciendo que para mí eres una absoluta inspiración.

Disturbia ha tenido una gran bienvenida y no puedo sentirme más feliz. Pero quiero ser ante todo sincera, me da la sensación de que cada capítulo va gustando menos y se hacen pesados o cansados. Prometo que ahora se viene lo bueno, en el próximo capítulo ya todo se movilizará para que los protagonistas puedan comenzar realmente con la historia.

Y sí, Zeah ha dado con la solución para Lou y creo que será bastante efectiva, o quizás no. Sólo creadora de esta idea lo sabe (te adoro mucho, de veras, gracias por todo esto)

¡LOUIS HA NARRADO! Si sis sisisi aunque no sé si esperaban que pensase así... ha sido extraño, supongo que me cuesta escribir con la perspectiva de un chico y más aún si tiene una mente retorcida peeeeero cate continuará con el intento.

A partir de ahora me he fijado un horario, ni una vez al mes ni un capítulo cada dos días. Un capítulo por semana, este no ha sido publicado día viernes como resultado de esta reverenda "ecuación"

Viernes ajetreado + fin de semana sin internet = desesperación para Cate.

MULTIMEDIA;

Canción para acompañar el capítulo "Runnin'(Lose it All)" de la increíble y maravillosísima Beyoncé, junto con Arrow y Naughty Boy (el vídeo es magnífico) & foto de Garnette Blumberg.

Nos leemos :)



Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top