Una única salida

Rinne sonrió con diversión mientras se apoyaba en la barra de la cafetería del edificio principal de ES.

—Oh, vamos, Niki. No he tocado ni una sola vez el dinero de Crazy:B para usarlo en el pachinko, ¿así que por qué no me dejas tu cartera?—dijo el idol.

—Si hicieras eso, definitivamente llamaría a la policía—respondió Niki con recelo—. Ese dinero le pertenece a todos... ¡Serías un ladrón si lo hicieras! ¡Y quita tus manos de mi cartera!

—Soy un jugador, no un ladrón. Incluso yo sé cuál es la línea que no debo cruzar—Rinne se encogió de hombros mientras se ponía en pie y cruzaba al otro lado de la barra, situándose al lado de Niki.

—Pero si estabas a punto de robar mi... ¡Deja de tratar de desviar mi atención con eso!—el idol suspiró antes de sonreír, cansado, y decir—. ¡Como sea, está bien! Voy a encender los fogones, así que apártate un poco. Haré algo que podamos comer juntos, dado que ambos estamos muertos de hambre.

Niki tomó un delantal y se lo pasó por el cuello antes de atárselo alrededor de la cintura, para después apretarse la goma de la coleta y llevar sus manos a los fogones.

—Rinne, no tienes ningún tipo de alergias o desagrados respecto a los alimentos, ¿cierto?—preguntó.

Al no oír una respuesta de su compañero, Niki se giró un poco para mirarlo, encontrándose con que lo miraba fijamente.

—¿Rinne?—Niki alzó una ceja, extrañado—. ¿Por qué me miras en silencio? Es algo siniestro porque siempre eres ruidoso.

—Ahora que lo pienso...—dijo Rinne de pronto, llevándose una mano al mentón y mirando de arriba a abajo a su compañero de unidad—. Dado que tu pelo es largo, te pareces un poco a una esposa o a una novia por detrás.

Rinne sonrió con malicia antes de reír y acercarse a su compañero mientras decía:

—¡Me estoy excitando un poco! ¡Quizás te coma a ti antes que a la comida!

Pronto, Niki se encontró con la espalda pegada contra los botones de los fogones —los cuales, para lo poco que quedaba de su buena fortuna, seguían apagados—, con su compañero a escasos centímetros de él, lo que hizo que apoyara las palmas de sus manos en el borde del mueble a su espalda para lograr tener un poco de distancia.

—¿Por qué te estás excitando? ¡No lo pillo!—exclamó Niki, nervioso—. Para, Rinne, no sé si vas en serio o no! ¡Soy un chef, no uno de sus platos, para, PARA!

Rinne rio, divertido, lo que hizo que Niki frunciera el ceño. No sabía exactamente cuáles eran las intenciones de su compañero, pero la verdad, no tenía ganas de descubrirlas, por lo que pensó a toda velocidad un plan para poder librarse de su compañero y poder comenzar a cocinar cuanto antes con tal de quitarse el hambre.

—¡Ja, Ja! ¡Deberías haber visto la cara que has puesto!—Rinne ladeó la cabeza antes de suspirar y decir—: Tan sólo estaba bromean...

Antes de continuar la frase, Rinne se encontró con que Niki había puesto sus manos en sus mejillas y lo estaba besando. Aquello desconcertó al Amagi, causando que se sonrojara; sin embargo, Niki se separó pronto de él.

—¡Qué pesado, macho! A ver si así te separas un poco—dijo Niki mientras fruncía de nuevo el ceño y comenzaba a preparar los ingredientes para cocinar algo.

El idol comenzó a cocinar en silencio, lo que comenzó a hacer que se pusiera un poco de los nervios. Había usado la estrategia del beso porque Hiiro le había comentado que Rinne se desconcertaría si recibiera un beso antes de estar casado, lo que había podido contrastar a lo largo de su tiempo juntos, como aquella vez que le ofreció un beso y Rinne se lo rechazó por aquella estúpida condición. Sin embargo, no esperaba que Rinne no dijera ninguna palabra durante dos minutos al completo, por lo que suspiró y dejó que la comida comenzara a cocerse antes de darse la vuelta, encontrándose con que su compañero tenía la mirada tan desorbitada que parecía que los ojos le estallarían en cualquier momento.

—¿Rinne? ¡Eo, Niki llamando a Rinne!—Niki chasqueó los dedos frente al rostro de Rinne, lo que hizo que el idol parpadeara y lo mirara.

—Me has besado, ¿lo sabías?—susurró Rinne. Sus mejillas estaban levemente coloreadas, y sus labios se fruncían en una mueca de vergüenza.

Niki no pudo evitar reír un poco por la expresión facial de su compañero. Acto seguido, se encogió de hombros y contestó:

—No, intentaba darte de comer como lo hacen los cucos. ¡Claro que te he besado, lelo! Es la única manera que se me ha ocurrido para frenarte y hacer que te separaras de mí, pero no esperaba que reaccionaras de forma tan exagera...

—Que el cielo me perdone—interrumpió Rinne, en un susurro, desconcertando una vez más a Niki. Sin embargo, ese desconcierto se convirtió en estupor en cuanto Rinne lo volvió a acorralar contra los fogones, posando una de sus manos en su nuca, la otra en su mejilla y sus labios presionados contra los suyos.

Niki abrió los ojos como platos, pues nunca hubiera esperado que Rinne le diera un beso a propósito antes del matrimonio, como decía que no quería hacer. Rápidamente, Niki reaccionó, empujando a Rinne y apartándolo de él.

—¿¡Pero qué pasa contigo!?—Niki se dio la vuelta y apagó los fogones antes de mirar de nuevo a su compañero—. ¿¡A dónde se ha ido eso de no besar a nadie hasta el matrimonio!?

—Ya me has besado, no hay pureza que mantener, así que ahora me veré obligado a sólo besarte a ti, y la verdad, no es como que me importe: salgo ganando—respondió Rinne con una especie de tono juguetón antes de acercarse de nuevo a Niki y besarlo de nuevo.

Niki gruñó en los labios de su compañero y se aferró a los brazos contrarios buscando separar a Rinne, pero él cerró los ojos e hizo fuerza, impidiendo que Niki pudiera librarse de su agarre. Tras un par de forcejeos, Rinne se separó de él para tomar aire antes de volver a arrinconarlo contra los fogones.

Niki trató de moverse de nuevo, encontrándose así con que sus piernas no querían obedecerle. De hecho, casi le daba vergüenza admitirlo, pero realmente, aquel beso no era tan malo como lo había visto hacía unos minutos.

Se fijó en que Rinne parecía besarlo con calma, pero al mismo tiempo, con ansia, con necesidad de obtener algo que quizá sólo Niki podía darle. Era extraño, pero aquella ansia de Rinne tan sólo hacía que Niki sintiera una especie de cosquilleo agradable en el pecho.

En el momento en el que Rinne se separó para tomar aire por segunda vez, Niki no perdió la oportunidad y se abalanzó sobre su compañero, besándolo de una forma un poco más desenfrenada, sorprendiendo a Rinne. Sin embargo, no pasaron ni dos segundos hasta que Rinne pasó sus dedos por el cabello de Niki, apretando con un poco de fuerza, como solía hacer.

Niki frunció el ceño y gruñó debido a eso, lo que hizo que optara por morder el labio inferior de Rinne, que entreabrió los labios por el dolor. Niki no lo desaprovechó y se abrió paso a la boca contraria haciendo uso de la poca pero útil práctica que había tenido con algunas chicas cuando iba al instituto.

Rinne siguió el juego a Niki, pero aún así, lo tomó de los muslos y lo aupó sobre la barra, dejándolo sentado, para después, hacer que se fuera inclinando hacia atrás mientras el beso se profundizaba. Se aferró una vez más al cabello contrario, quien imitó su acción y tiró un poco de éstos, devolviéndole el gesto a su compañero. Como respuesta, Rinne se limitó a sonreír en medio del beso.

Cuando Niki sintió una de las manos de Rinne deslizarse por su pecho, abrió los ojos de golpe y empujó a Rinne, quien chocó con el mueble de los fogones.

—¡No, no, NO! ¿Pero qué acabamos de hacer?—gritó Niki mientras comenzaba a jadear, falto de aire.

—Besarnos. Pensé que te gustaba...—contestó Rinne, desconcertado por las repentinas reacciones de su compañero—. ¿No te ha gustado?

—¡No! ¿Sí? ¡No me vuelvas loco!—Niki bufó mientras se acercaba a los fogones y apartaba a Rinne, dispuesto a seguir cocinando.

Mientras Niki se encargaba de terminar la comida, Rinne echó de nuevo un vistazo a su compañero, comenzando a reír al notar un pequeño detalle.

—¿Y tú de qué te ríes?—preguntó Niki mientras comenzaba a servir la comida en platos.

—Te has puesto cachondo—dijo Rinne entre risas.

—¡N-No es cierto! ¡No tienes pruebas!—Niki se sonrojó antes de mirar a su compañero y defenderse diciendo—. ¡Y mira quién fue a decirlo! ¡Qué asco, por favor!

Rinne rio de nuevo antes de señalar a Niki y decir:

—Que tengas en delantal puesto sólo lo cubre a la vista, ¿sabes?

El sonrojo de Niki aumentó, por lo que dejó los platos ya preparados sobre la barra, apagó los fogones y gritó:

—¡Anda, come y calla! A ver si nos podemos ir de aquí pronto—acto seguido, y aún con el delantal puesto, Niki saltó la barra para posicionarse en la parte del cliente y comenzar a comer, sentado frente a la barra y con las piernas cruzadas.

Rinne sonrió antes de imitar a su compañero, sentándose a su lado y comenzar a comer.

—Está delicioso—comentó el Amagi.

—Lo sé, como todo lo que sale de mí—respondió Niki, con una sonrisa de orgullo.

Rinne alzó una ceja, lo que hizo que Niki casi se atragantara con su comida. Seguidamente, tragó y se dirigió a su amigo diciendo:

—¡Pervertido!

—¿Por qué? Yo estaba pensando en tu comida y en la forma que tienes de besar; la encuentro adictiva—Rinne sonrió de nuevo antes de comenzar a reír de forma desenfrenada—. ¡Ja, ja, has sido tú el que ha pensado algo pervertido! ¡No sabía que Niki-kyun tuviera esa clase de pensamientos!

Niki se sonrojó y ocultó el rostro entre las manos antes de caer en la cuenta de algo.

—¿Has dicho que mi forma de besar es adictiva?

Rinne dejó de reír antes de ocultar la mitad inferior de su rostro con una mano y susurrar:

—Mucho me temo que, ahora que he probado el fruto prohibido, me resultará imposible vivir sin él. Ah, era por esto por lo que quería reservármelo para el matrimonio.

Niki comenzó a curvar su espalda conforme su compañero se acercaba de nuevo a él, por lo que alzó las manos y lo empujó antes de contestar:

—Bueno, pero por hoy ya ha sido suficiente. Tengo los labios tan hinchados que me cuesta hablar, así que termina de comer para que pueda recoger e irnos.

Rinne sonrió antes de acercarse rápidamente a Niki y robarle un beso, lo que dejó petrificado a Niki. Sin embargo, su ceño se frunció al escuchar de nuevo la risa del Amagi, por lo que chasqueó la lengua y retomó su comida, masajeándose de vez en cuando la boca debido a la hinchazón. Maldito Rinne.

-MGGBBRAE

Y volvemos a los shots de Ensemble Stars, y esta vez, os traigo mi primer Rinniki.

Soy fan de que Rinne quiera dejar el beso para después del matrimonio, pero cuando en la Idol Story 2 de Niki salió la escena en la que decía que se "estaba calentando", no pude evitar pensar en Niki ideando darle un beso para alejarlo. Y claro, el tiro le salió por la culata.

Bueno, espero que os guste este Fix-Shot <3

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