Después que murió mi hermana perdí más que mi razón de vivir. Me perdí a mí mismo.

Mi antiguo yo murió con ella, dejé de ser el mismo de antes. Aún así mi existencia permaneció, no por decisión propia, yo aún quiero morir. Sin embargo todavía no, necesito terminar un trabajo que yo mismo consideré como un deber.

Para cumplirlo tuve que entrenar mi cuerpo todos los días, sin chance a día de descanso no establecido, salí a correr memorizado calles y callejones, rutas cortas a la vez que atajos. Aprender lo básico del cuerpo y sus funciones, seguir una dieta estricta específica para mi cuerpo a la vez que preparar mi conciencia para lo que está por venir.

Entendía lo que significaba el peso de matar a una persona por lo que ingresé a las fuerzas de caza, donde recordé a cómo utilizar armas blancas y armas de fuego ya que en el ejército era pan de cada día. Si no fuera por mi servicio en el ejército y en la construcción de la ciudad quizás no hubiera ingresado.

Pero lo logré, mi grupo fue uno básico, no esperaban mucho de nosotros pero tampoco que los defraudamos, para mí era el grupo ideal para pasar desapercibido, a pesar que muchos rumores se esparcieron logré borrarlos.

La primera vez que nos vimos sabía que ellos me consideraban una carga, no me molesté en disculparme solo necesitaban saber que sería útil. Mi actuación de chico bueno me ganó su amabilidad, Joe trataba de protegerme, Pilar estaba atenta a mí para curarme dejando a Piero con toda la carga. Una pésima formación.

Piero no podría con tantos animales embistiéndolo a la vez fue cuestión de tiempo, cayó sin chance a protegerse, iba a recibir una embestida en toda la cara.

Salté hacia él sin pensarlo dos veces. Cuando todos comprendieron lo que había pasado todas las vacas que nos estaban atacando se encontraban tiradas sin sus cabezas. Ahí fue cuando me gané el respeto de todos.

Desde ese día la formación cambió, ahora el peso de cada trabajo se dividió de manera equitativa, Piero me empezó a llamar "bro", Pilar me empezó a ver a escondidas y Joe me tenía cerca para hablarme sobre su bestia. El trato de él hacia mí no cambió, solo su preocupación disminuyó.

Por esa época fue cuando volví a hablar con mi contacto, sabía que no podría hacerlo solo por lo que él fue el primero en llegar a mi mente. Un sujeto misterioso de dudosa procedencia.

Pedí la información de aquel "protagonista"... Aquel sujeto intentó llamar la atención de los medios con actos ridículos de ser el elegido. Pero su antecedente en la escuela solo provocaba que lo intenten atrapar, creando caos y más muertes, cada vez más su nombre se manchaba con sangre de inocentes. Hasta que volvió a aparecer para hablar sobre las muertes que causaba "En toda historia hay muertes, es normal que suceda, sirve para que el protagonista aprenda y crezca, así que no me hago responsable de las muertes que causé, es más deberían estar agradecidos, gracias a ellos mi nivel aumentó"

... Solo quería matarlo.

Investigué cada zona, cada terreno, sus avistamientos, su psicología. Hasta que por fin lo atrapé.

Mis manos estaban manchadas de sangre mientras apretaba su cuello con todas mis fuerzas, decir que peleaba por su vida no era completamente correcto... ya que no tenía con qué intentar pelear...

Después de escuchar su columna tronar más de tres veces por fin lo dejé, extraje la piedra que dejé en su pecho y lancé su cuerpo al barranco. Pensé que dudaría, que lo dejaría vivo, que lo perdonaría, sin embargo ningún pensamiento de lástima cruzó por mi mente. Entonces fue cuando me sentí realizado, logré mi cometido, pero al buscar información de él descubrí que no era el único.

Este "prota" solo era el primero en mi lista.

Mi mente estaba más que clara, descubrí mi razón de existir.

Por eso cuando estuve golpeando sin descanso el rostro del siguiente prota y descubrí que era Piero, no dudé y seguí con mi cometido, quebré cada uno de sus huesos, reventé sus pulmones, derramé el contenido de su estómago y lo hice sangrar por todos sus orificios.

Y solo me detuve cuando me di cuenta que esa masa de carne ya no podía sentir más dolor.

...

Al escuchar el nombre de Piero en las noticias me sorprendí, a pesar que sabía su identidad me sorprendí. Me había metido tanto en el papel que realmente sentí la sorpresa en mi cuerpo. Como si nunca hubiera pasado por mi cabeza que fuera él.

Luego me burlé de mí mismo y seguí con mi limpieza, en cualquier momento despertará Diana.

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El vórtice seguía arrastrando mi conciencia, pero esta vez era distinto, le costaba jalar mi cuerpo como antes lo había estado haciendo. Se suponía que mi cuerpo había sido pulverizado y solo quedaba mi conciencia, sin embargo veía mis órganos internos en la misma corriente donde mi conciencia estaba.

Intenté ir por ellos pero la corriente todavía era fuerte. No podía negarme a ella, me jalaba en distintas direcciones intentando acabar conmigo, pero era inútil, no podías romper algo que ya estaba roto. Mis fragmentos de conciencia giraban en distintas direcciones pero manteniendo el mismo pensamiento. Quizás no sea la próxima vez, sin embargo te aseguro que recuperaré mi cuerpo y te arrepentirás de jugar conmigo.