Estaba dando vueltas, muchas vueltas, mi sentido de orientación lo perdí hace mucho, arriba, abajo, derecha o izquierda son conceptos que dejé de entender.

Pero en algún momento logré sentir algo, lograba sentir las corrientes que jugaban con mi conciencia. Yo las odio y estoy frustrado por no poder revelarme, pero esperaba con paciencia, no tengo la suficiente fuerza, lo sé. Todavía no la tengo.

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Sábado por la mañana, desperté con pelos en mi cara y boca, no sabía cómo esa niña todavía no se ahorcaba con todo ese pelo que tiene.

Me levanté y la acomodé en una mejor postura, me di una ducha rápida. Y saludé a mis padres y hermana. Estuve a punto de ir a la cocina pero tocaron mi puerta así que cambié de rumbo. Miré por la mirilla encontrando a un repartidor. Yo no había pedido algo.

— Lo siento yo no pedí nada —Me asomé por la ventana.

— Buenos días, es una entrega así que no es necesario que lo pida.

Mi cerebro dudó un momento ya que nunca pedí cosas en línea y no sabía cómo funcionaba. Abrí la puerta, debía atenderlo bien.

— Usted es el señor-

Agarré su registro para chequearlo yo mismo, todo se veía oficial y no había términos o condiciones, además parecía muy simple. Entonces fue cuando llegó una notificación a mi celular

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¿Te llegó el paquete? •<•?

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Era mi informante pero seguía con la duda de aceptarlo o no, bueno no tenía elección. Si me lo manda debe ser importante. Firmé el papel y le agradecí al repartidor con una propina.

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Qué es esto?-

-Si abres el paquete lo entenderás
•<-)b

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Abrí el paquete encontrando un arma modificada en este. Parecía una beretta pero más robusta, además de tener como munición piedras de absorción con cables.

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-Creo que te será útil, es un regalo
mío por ser mi cliente favorito,
pero el siguiente no será gratis

-Por favor dime cómo podría mejorar
•3•)/

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Admiré la creación mientras mi mente imaginaba sus posibles usos. Se veía muy artesanal pero si realmente funcionaba sería de gran ayuda para mí que no tengo magia.

Levanté la punta, quité la cacerina y rastrillé, parecía funcionar igual que un arma normal, solo fue modificada para tener como munición piedras de absorción a la vez que disminuyó su potencia de penetración era obvio ya que por la forma del proyectil pierde gran parte de la presión en el cañón.

Revisé la caja en busca de algún manual especial pero solo terminé encontrando una máscara y una chamarra negra con varios detalles rojos.

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¿La chamarra y la máscara?-

-Interrumpirás su transmisión, no quieres
que te vean la cara, además si eres
gravado con eso el material del que está
hecho no permitirá que te reconozca.

Que conveniente-

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Genial, no había tenido en cuenta esos puntos que mencionó, esto demostraba lo inexperto que era. Guardé las cosas junto con las cajas de mis zapatos y continúe con mi día como si nada hubiera pasado.

También tenía otras cosas en las que pensar… como el cumpleaños de Diana. Caería un viernes así que podríamos celebrarlo en la noche… aunque normalmente se celebraría en la tarde ella solo tiene amigos de sus clases virtuales ¿quizás una videollamada grupal sería lo óptimo? Pero a esa hora los niños ya deberían estar cenando. Creo que hablaré con la profesora.

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— Diana la cena está lista, hay que lavarse las manos.

— ¡Ya me las limpié, Niki!

— Excelente, anticipándote a todo. —Me lavé las manos y me quité el delantal.

— Jeje. — Diana me ayudó llevando los platos.

Con los platos sobre la mesa Diana cerró los ojos y empezó a dar las gracias.

— Gracias animalito, por darme tu jugosa carne, igual que tú consumiste los nutrientes de las plantas utilizaré los tuyos para volverme una mejor persona. Gracias plantas por su energía, al igual que tú consumiste los nutrientes de la tierra, utilizaré los tuyos para ayudar a otros.

Con la oración terminada empezamos a comer, miré la expresión de satisfacción en la redonda cara de Diana y me tranquilice, cocinar se ha vuelto la tarea más difícil de todas, después de todo perdí el gusto por la comida, ni siquiera podía saborear la carne que tanto aprecié. Para mí, solo eran masas sin sabor que debo ingerir para obtener sus nutrientes y mantenerme vivo.

Pero ver a Diana disfrutar de mi comida es suficiente para estar satisfecho.

— ¡Niki tu celular!

Me concentré tanto en cómo se hinchaban sus cachetes que me desconecté por un momento. Una llamada entrante de Joe, sé que los fines de semana cazan aves así que me sorprendía su llamada.

— Buenas noches Joe, ¿Pasó algo?

— Hola, disculpa la hora ¿De casualidad Pilar no te ha dicho algo?

Revisé mi celular y no encontré ningún mensaje de ella. Después de la salida que tuvimos ella me habló más que antes pero nunca programamos algo más.

— No, nada ¿Por qué?

— … La llevo esperando media hora y no contesta su celular. Y pensé que sabrías algo de ella.

— No, disculpa, no sé nada.

— Ya veo, sabes podrías ir a verla, me está preocupando.

— No sé su dirección exacta pero puedo ir por el camino a ver si la encuentro.

— Sí, por favor me sería de ayuda, cualquier cosa te llamo. Gracias de antemano.

Colgué la llamada y me comí la carne lo más rápido que pude. Diana se sorprendió por lo tan rápido que podía comer, perdí mi toque de cuando estuve en el ejército pero lograba comerme todo un almuerzo en menos de cinco minutos.

— Muchas gracias, voy a salir así que cepillate y en media hora te vas a dormir.

— Niki hoy es sábado. ¿Puedo quedarme viendo tele?

— Bueno ok, pero si empiezas a tener sueño te vas a dormir.

— ¡Ok!

Entré al cuarto para cambiarme cuando recibí un mensaje, esperaba que fuera de Joe pero al leerlo me congelé.

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-Nueva transmisión \°^°/ lugar, "la victoria"
vamos a estrenar a mis bebés.

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Sudor frío recorrió mi espalda cuando conecté los dos eventos. El prota ese estaba atacando a Pilar. Esto se había vuelto personal.