— Disculpen, este equipo nuevamente se quedó sin batería.

— Oh valla, ¿No estás muy grandecito para ser un niño perdido?

Un hombre de tez oscura y musculosos brazos fue el primero en recibirme, él es el líder del grupo, en total somos cuatro miembros. Joe, el líder; Piero, el más joven y por último, Pilar, la chica del grupo. Grupo al cual pertenezco desde hace medio año.

— Lo siento, pero miren, lo conseguí.

De vuelta con mi grupo llevé la vaca degollada como disculpa. Ellos estaban acostumbrados a esa excusa y me entendieron al revelarles que no podía usar magia, después de todo las baterías podrían ser recargadas por completo con un punto de energía. Sin contar que duraba un mes para agotarse, demostrando lo tan potente y eficiente que es esa fuente de energía.

Al ver la vaca que estaba arrastrando Piero y Pilar se acercaron a ayudarme, para luego dejarla al lado de otros cuatro cuerpos más.

— Diablos bro, te encargaste de una tú solo. —Me halaga Piero.

— Ustedes lograron cuatro, un tercio más que yo.

— Para alguien sin magia lo es, vamos bro dime cuál es el truco. —Rodeó su brazo en mi cuello.

— … Ok, te lo enseñaré en la ducha, apestamos a sangre.

— Jeje, tienes razón, mírale la cara a Pilar, su expresión de asco es muy evidente.

Pilar me había estado viendo con esa mirada desde hace rato, pero yo no creo que sea de asco, sino de sospecha.

Me alejé con Piero y entramos al remolque, aunque "tanque" o "casa rodante" no le caería mal. Esta belleza es una combinación de todo lo anterior, además de ser ridículamente grande tosco y atractivo a la vista de cualquier aficionado a los vehículos. Y Joe era uno de ellos, a pesar de haber cruzado terreno fangoso, cruzar una carretera destruida por media hora y estar en reposo por más de una hora, está impecable tanto afuera como dentro. Aprecié esta escultura un momento antes de ingresar, Joe se percató de mi admiración y me sonrió, yo simplemente le di el visto bueno e ingresé.

Su gran tamaño le permite separar varias habitaciones y para aprovechar el espacio al máximo, cada habitación puede expandirse dependiendo de lo que se necesite. Claro que las demás habitaciones sacrificarán su espacio.

Teníamos la mercancía por lo que Pilar y Joe también entraron. Acomodamos todo y preparé las duchas, me quité el equipo de protección encontrando una piedra de absorción de energía. Entré al almacén y la dejé junto con las demás.

— ¿También le quitaste la energía?

Mi corazón saltó, era Pilar que parecía haber ocultado su presencia con magia, eso era demasiado avanzado para mí. Pero eso demostraba por qué está en este equipo, ella es la especialista en magia y curación.

— Sí, tuve que ser rápido para absorber un poco antes que muera. —Respondí tranquilo.

Ella se acercó, levantó la piedra y la empezó a examinar.

— Pues parece que no lograste absorber mucho —Soltó la piedra.

— Sí, lo siento.

— No, no, no, no me estaba quejando —Su aire de seriedad desapareció— Es solo que me pareces muy sospechoso… Eres del que menos sé del grupo a pesar de todo este tiempo, siento que no logramos conectar, y no debería ser así, ya sabes somos un grupo después de todo…

Pilar, veinte años, cabello corto y castaño, grandes ojos negros, 1.60 de altura, piel pálida, soltera, hija única, padres muertos hace tres años, vive sola, tímida pero muy sociable en los grupos reducidos que tiene. Tengo más datos de ella que ella misma suelta. Pero últimamente tiene interés en mí por mi enigmática vida. Es razonable que actúe así, me considera parte de su grupo por lo que dejó de ser tímida hacia mí pero ahora siente la obligación de ser cercana. Esto me puede causar problemas.

— Entiendo, tienes razón solo que… estoy pasando por un momento difícil… —Aparté ligeramente la mirada y permanecí en silencio.

Esto causó que se creara una atmósfera de incomodidad y como ella fue quien preguntó entonces ella se sentiría culpable.

— ¡He! Di-disculpa. No quería recordarte nada triste…

— No te preocupes, ya lo estoy superando pero quiero un poco más de tiempo… ahora sí me disculpas. —Regresé a la ducha.

Fue buena idea comprar piedras de absorción por separado. Lo que Pilar no se dio cuenta es que a la vez que solté la piedra pequeña también dejé un bolso al lado.

Con mi movimiento terminado, me quité todas mis prendas y las metí dentro de una lavadora. Piero ya estaba en una de las duchas por lo que ocupé la siguiente. El agua empezó a caer con la temperatura adecuada para relajar mis cansados músculos.

— Hey bro, ¿Ya me dirás el truco?

Mi momento de relajación fue interrumpido por Piero, pero ya había previsto eso. Los cristales de vidrios eran opacos pero podían volverse traslúcidos si uno quería.

— Claro, vuélvete visible.

El cristal dejó ver el torso de Piero y yo hice lo mismo con el mío, luego abrí mi menú de estadísticas y se lo mostré.

— A la vez que subes fuerza también tienes que subir agilidad. Si no lo subes parejo te hincharas demasiado y perderás puntos de agilidad sin perder niveles, para lo que tendrás que volver a subir niveles para recuperarlo. Pero si logras tener un buen control tu masa corporal no crecerá, pero tu fuerza sí.

Ya no poseía magia, por lo que me dediqué a subir mis estadísticas que no dependían de la magia con la que se extrae materia exótica. En vez de eso, solo reflejan tu estado físico, o eso es lo que dicen, pero siento que cada vez que subo de nivel siento una conexión con la otra dimensión.

No lo puedo explicar, simplemente lo siento.

— Bro… es cierto, tus puntos de energía y magia están a cero.

— Viví veinte años sin magia antes del incidente, y luego dos años más, no es necesario tu lástima.

— Genial bro, sonaste como un viejo.

— ¡Ven para acá mocoso!

— Espera bro, tiempo fuera, estoy desnudo.

— En el ejército todos nos bañamos juntos y desnudos así que no le veo problema.

— ¡¿Broooo?!

__----------__

Hace tiempo que no estaba en este lugar, el vórtice que destruyó mi cuerpo todavía arrastra mi conciencia a su voluntad, giraba y giraba sin descanso sin voluntad o libertad.

¿En qué momento lo perdí?... ¿En qué momento la perdí? … ¿En qué momento me perdí?