Asalto 28 - Retirada
Por fin pude oponerme a la corriente, la que jugó conmigo durante todo este tiempo. Uní cada parte de mi conciencia, luego cada parte de mi cuerpo que fue salvajemente despedazado seguido de mis ambiciones y deseos.
Por fin podía considerarme algo en este espacio. Pero pensando en que lo imposible estaba a mi alcance no traté de huir de la corriente, sabía que esta podría cumplir mi deseo, solo debía ser más fuerte que la corriente.
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Cuando abrí mis ojos mis manos estaban sumergidas en algún charco viscoso de color granate. Al sacarlas pude sentir que sostenía algo, solté el agarre y salí del lugar. La habitación me es conocida, está hecha de raíces, troncos y hojas. Comprendí mi situación y decidí alejarme, en cualquier momento llegarán al lugar.
— [Muy cool y todo pero tendré que censurar muchas partes, hey espera todavía no te vayas, quédate prepara una línea de huida pero quédate de espaldas a la entrada]
Pensar en hacerle caso era una molestia pero obedecí, además de dejar a los supuestos humanos próximos a la puerta, como medida de protección y cebo para poder huir.
En completo asombro un grupo de soldados por fin llegaron hasta la habitación, estos miraron el panorama sin percatarse de mi presencia.
— ¿Qué mierda?
Los cuerpos de las chicas protas también estaban en la entrada funcionando como distracción, ellos conocían la identidad de las dos chicas por lo que sabían que su misión había culminado al encontrarlas. Sin embargo, en medio de la habitación estaba parado dándoles la espalda.
Levantaron sus armas apenas fueron conscientes de mi presencia.
— … ¡Identifíquese!
Volteé a verlos por encima de mi hombro sin darle una respuesta, mi sola presencia estaba causando una atmósfera densa en la que ellos acababan de entrar.
— Dependiendo de la situación, seré un personaje terciario o podré ser tu antagonista. —Los miré con todo el odio que acumulé en la pelea.
Pero no era el momento, ya había sido suficiente, además hice el espectáculo que quería mi informante. Corrí sin mirar atrás y ellos no pudieron seguirme, simplemente corrí y corrí hasta dejar esa extraña atmósfera atrás. Ya todo había acabado solo debía tranquilizarme.
— [Investigaré lo que mencionó la chica]
Antes de acabar con la domadora ella empezó a regalar información para salvar su vida. Uno de los puntos que mencionó fue que lo que ella estaba haciendo no era diferente a lo que el gobierno hacía a escondidas. De alguna forma intentaban extraer energía de las personas a la fuerza intentando crear una conexión continúa hacia la otra dimensión.
Pensé que sería imposible ya que los derechos humanos en la constitución nos respaldan, pero de alguna manera encontraron una brecha en el sistema. No, estoy siendo muy precipitado, ni siquiera puedo estar seguro de las palabras de aquella domadora…
Por el camino encontré una pequeña laguna en la que me sumergí y limpié de manera rápida. Luego retomé mi camino y me dirigí al campamento.
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De nuevo en el vehículo/tanque/casa etc, colapsé y me dediqué a descansar. Sentía mi cuerpo arder, como si estuviera lleno de pequeños cortes por doquier. Tan solo pensar era un trabajo tedioso que empeoró cuando escuché llegar al pelotón.
Al parecer no hubo bajas aliadas solo algunas lesiones graves que podían ser curadas. Tuve que moverme para dar permiso a los que llegaban, los cuales me veían con desprecio por no haber ido al campo de batalla. Si supieran realmente…
Salí del vehículo para buscar a mis compañeros, estos aparecieron bañados de sangre, levanté mi brazo con gran dolor a la vez que fingía una sonrisa y sorpresa por su apariencia.
— Chicos por aquí. —Saludé a la distancia.
Estos me lograron ver fácilmente, después de un baño y cambio de ropa parecía un lunar en un mar rojizo. Joe y Pilar devolvieron la señal y se dirigieron a mi posición, Mari estaba con ellos pero no parecía muy contenta con la decisión.
— Estamos de vuelta —Apenas me alcanzó Pilar soltó un suspiro pesado.
— ¿Dormiste bien he? —Golpeó mi espalda Joe.
— Me hubiera gustado acompañarlos Jefe —Aguantando el dolor respondí lo más normal posible— Escuché que fue una verdadera locura allá.
— Jump. —Mari me miró molesta y me dio la espalda.
— ¡Realmente fue una cosa de locos! Toros, vacas, elefantes, perros, gatos, muchos animales de distintas razas intentando atacarnos a la vez, es más ¡tenían el doble de tamaño!
Por esos ojos afilados que tenía Pilar, parecía que había disfrutado la muerte de aquellos animales. Aunque quizás esté triste por haber matado animales domésticos. La conversación no paró hasta que Mari recordó ir a bañarse a Pilar, esta se avergonzó por el mal aroma que tenía, pero no era un problema, todos aquí apestamos a sangre.
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El camino de regreso fue un lío, atraparon a una criatura que la sedaron para transportarla, el problema aquí fue llevarla, por lo poco que escuché tuvieron que cargarla sobre seis de estas bestias de vehículos. No tuvimos mucha suerte y tuvimos que regresar caminando, no podía quejarme, después de todo "descansé" en el carro durante el asalto. Suspiré pero esto fue lo suficiente para que me escucharan el resto.
— Y dice ser un nivel más alto. —Murmuró Mari.
— No es eso, es la pérdida de la emoción de la batalla. Yo me deprimiría si me hubieran dejado atrás también —Joe fue quien me salvó.
— Como me conoces jefe —Tan casual como siempre aparenté estar apenado.
— ¡Que falso! —Como si hubiera visto un fantasma, Mari saltó y me señaló enojada.
— ¿He? — Joe, Pilar y yo reaccionamos igual.
— ¡Nada que "He"! ¿Qué es esa reacción tuya? ¿Dónde quedó el sujeto que me dió una lección y quedó tan bien parado?
Los tres guardamos silencio.
— ¡Deberías estar desbordando de egocentrismo, no apenarte por un comentario de Joe!
Reflexioné sobre su comentario, es cierto que inicié adoptando ese comportamiento para pasar desapercibido y como complemento de mi despistado ser. Pero ahora que todo el grupo conocía mi verdadero potencial ya no debería seguir con eso. Ser educado será suficiente a partir de ahora, alguien más confiable…
Me acerqué a Mari y la encaré, me había perdido todo miedo muy rápido. Levanté un dedo y golpeé su frente con este.
— ¡KYAAAA! —rodó por el suelo sosteniendo su frente dolorida— ¡¿Por qué fue eso?! —Me reclamó desde el suelo.
Con una mirada fulminante hice que me viera a los ojos.
— Joe es tu superior, además de ser mucho mayor que tú, refiérase a él con educación.
— Jeje… de eso estaba hablando…
Mari agachó la cabeza y después de disculparse con Joe corrió detrás de Pilar para utilizarla de escudo. Pero las dos parecían querer esconderse a la vez… creo que exageré un poco…
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