Parecía haber pasado mucho tiempo, sin embargo mi fuerza no aumentó, la corriente seguía haciendo lo que ella quería conmigo, necesitaba algo, necesitaba más y lo quería ahora.

El solo pensamiento de ir en contra del vórtice era mi principal motivo de ser más fuerte.

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No pensé que esto pasaría tan rápido… un grupo de soldados armados y magos poderosos se encontraban en el mismo vehículo que yo. Todos me miraban de distintas maneras pero sabía cómo reaccionar.

— ¿Comprendido soldado? —Se escuchó una voz estruendosamente grave.

— ¡Comprendido mi Alférez!

— Muy bien ¿me recuerda su grado con el que dejó el servicio?

— ¡Sargento de segunda mi Alférez! —Respondí sin mirarlo a los ojos pero sin perder mi postura.

— Mierda sargento, no sabía que tenías buenas rodilleras, pero si acabamos la misión de hoy serás ascendido como sargento de primera, y dado de baja inmediatamente. ¿Comprendido?

— ¡Comprendido mi Alférez!

El ascenso era innecesario, solo aumentaba un grado que ya no necesitaba, además de recibir un papel que lo avale y la paga de un mes de servicio. Que no es gran cosa. Solo pude suspirar en mi mente.

— ¡Siguiente!

— ¡Sargento de Primera López, mi Alférez! —Respondió Joe.

— Usted será ascendido a suboficial de tercera, siéntete orgulloso.

— ¡Muchas gracias mi Alférez!

— ¡Siguiente!

Las dos últimas eran Pilar y Mari, ambas no estaban acostumbradas a este trato ya que nunca cumplieron servicio.

— S-soy pilar mi Alférez

— Yo soy Mari señor.

El alférez escupió en el suelo del vehículo.

— Simples civiles, no se merecen el grado que se les dará. —Volvió a escupir— Ustedes se les otorgará el grado de perros, si después de esta misión asisten a un seminario de un mes, podrán recibir un grado y una paga, sino seguirán siendo simples civiles.

— Entiendo…

— No quiero eso…

— ¿¡COMPRENDIDO!?

— ¡Comprendido señor! — Las dos respondieron a la vez.

Un técnico mandó firmes y todos nos paramos, por inercia Pilar y Mari nos imitaron. Pidió permiso al alférez para continuar y este aceptó.

Con eso dicho el Alferes abandonó el vehículo. Nunca pensé volver a experimentar este trato pero todo sea por llegar a esas protagonistas. Hubo un reclutamiento para atrapar a las protagonistas y nuestro equipo fue el "elegido" para acompañar a los militares, proporcionaremos apoyo y datos sobre la zona. Claro que no éramos los únicos, habían varios equipos de distintas compañías de caza, uno por cada compañía para ser exacto. Lo que significaba que el equipo top de cazadores también está.

La salida del Alférez era la señal de relajar el cuerpo. Mari y Pilar parecían estar pasándolo mal.

— Así que sub oficial de tercera, no suena nada mal, tu paga triplica la mía a pesar que solo es un grado de diferencia.

— Esa es la ventaja de no ser tropa muchacho.

Joe y yo nos reímos, no habíamos interactuando mucho pero conocer un poco más del otro y coincidir en eso se sentía bien de alguna forma.

Esto será distinto, una cosa es cazar animales que actúan por instinto y otra animales controlados, esto será mucho más organizado y estratégico que anteriores peleas. Debía de mantener la calma, quizás no sea yo quién acabe con ellas pero atraparlas tendrá el mismo resultado, dejarán de hacer lo que les plazca.

Las investigué, bueno me dio más información mi contacto y parece que atraparon a personas vivas para experimentar con ellas. Se encontraron cuerpos de humanos envenenados con mensajes marcados en sus pechos, esto me hizo dudar de dónde conseguía esta información. Pero dejando eso de lado solo confirmaba que no eran una amenaza para la sociedad actual.

La ruta fue marcada, los vehículos partieron, nuestro encuentro se aproximaba y yo ya estaba listo.

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"Lo siento pero tendrás que quedarte" fue lo que me dijo un suboficial antes de que todos abandonaran los vehículos.

Algo que no se dieron cuenta fue mi ausencia de mana, me ordenaron quedarme y que no me preocupe porque recibiría los beneficios.

No supe qué pensar sobre esto, ya todos habían salido hace un rato y yo intentaba comprender lo sucedido, esto no podía ser algo que se les pase por alto, saqué unos pequeños auriculares inalámbricos y los encendí.

— [Hasta que por fin te conectas ¿Te dejaron atrás?]

Ahora entiendo, esto era parte de su plan.

— Sí,

— [¿Brillante no crees? Ahora podrás moverte sin órdenes de nadie]

Este sujeto pensó en eso también…

— [Ahora, abre la caja que te mandé, habrán pequeñas cámaras tienes que esparcirlas en el campo de batalla para tener buenas tomas]

Me llegó un nuevo paquete suyo con accesorios para la máscara y una especie de capucha con cámaras incrustadas. Salí del vehículo y sin que nadie me vea me equipé mi nuevo atuendo.

— [Cámaras listas, es hora de la acción "Antagonista"]

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Ruidos de disparos y animales rugiendo se escuchaban a lo lejos, el grupo de militares avanzaba entre la vegetación atrayendo toda la atención mientras que rodeaba a las tropas enemigas. Me sorprendió el tamaño de los animales, estos habían mutado creciendo más de lo normal y teniendo una resistencia mayor a los proyectiles. Una dura batalla se estaba desarrollando.

Dejé una cámara en los troncos cercanos y seguí con mi camino.

Todo el terreno son estructuras destruidas de edificios plagados de vegetación, casi se había perdido la señal de que alguna vez hubo humanidad aquí, no por el tiempo, sino por la magia de una prota que estaba acelerando el crecimiento de la vegetación. Lo extraño es que mientras más me acercaba al punto señalado la vegetación también se volvía más extraña, hasta podía ver cómo crecían de manera acelerada.

— [Utilizar magia hasta este nivel solo puede ser hecho por un botánico o algo superior, consígueme una muestra]

Arranqué un pedazo de madera y una hoja, luego las guardé en una bolsa hermética. Sin una conexión directa a la planta, estos trozos absorbieron el aire del interior, crecieron un poco y luego perecieron detener su crecimiento.