Prólogo

¿Qué pasaría si el mayor villano adoptará a un zorro de dos colas? 

Bueno el Doctor Ivo Robotnik en una noche de tormenta fue a buscar unos tornillos para sus máquinas, cuando por fin los consiguió tuvo que volver a su guarida para seguir con sus innovaciones tecnológicas, hubiera seguido caminando en el sucio barro llenó de hojas si no fuera por un llanto que escuchó desde lejos.

La curiosidad fue lo que lo atrapó, caminó hasta llegar de la razón del ruido, pensó que era una máquina rota o algo así, pero su sorpresa fue mayor de lo que pensó, vio debajo de un árbol dentro de uno caja se encontraba un zorro bebé debajo de esta tormenta.

Estaba llorando muy fuerte, alado de el había una carta que estaba mojada por culpa de la tormenta, cada vez que un rayo caía el niño lloraba más fuerte, al ser solo un bebé el ruido era insoportable. 

No lo pensó dos veces, agarro la carta y al niño para luego irse corriendo a su guarida, abrió la cremallera de su campera para cubrir al bebé con su ropa, cuando llego a su guarida quiso leer la carta pero estaba muy mojada.

Puso la carta en la mesa y con un escáner pudo leer la carta, la tinta estaba deshaciendo se, pero aun era visible leerla, pero con la tecnología de Ivo le era capaz de leer más allá que sus ojos.

"Su nombre es Miles Prower, le pido que si lo encuentran lo cuiden como yo no podre cuidarlo, mi esposo al ver la deformidad que posee no lo desea, por favor cuiden de mi pequeño, no puedo llevarlo a un orfanato, no lo quieren, así que decidí dejarlo en el bosque" 

— ¿Cuál deformidad? — pregunto Ivo, el zorro le parecía totalmente normal pero fue hasta que lo alzó y pudo observar con sus propios ojos las dos colas que tenía.

¿Cómo era capaz que un zorro tuviera dos colas? Era totalmente nuevo, nunca vio un zorro así, era extraño ver lo, cuando termine la tormenta obviamente lo iba a dejar otra vez en su caja en el mismo árbol.

Pero cuando por fin salió de sus pensamientos pudo escuchar la risa del infante, ni su sobrina Maria quería estar con el o eso es lo que pensaba, aquél zorro lo hace recordar mucho a ella.

Ella tiene unos grandes ojos celestes y el cabello rubio, al igual que el zorro, pero este poseía pelaje rubio o amarillo. Su sobrina ahora debe estar en el espacio esperando una cura para su enfermedad.

Así que sin más rodeos adoptó aquél zorro como su hijo, estaba consciente que no sería fácil, el no sabia como cuidar niños o bebés, y no sabía a quién recurrir en este camino pero saldra adelante por el niño, su sobrina hubiera querido eso, sin más miro otra vez al niño para después ponerlo un su pecho, podía ver como el niño cerraba sus ojos celestes.

— El nombre Miles es horrible, te voy a llamar... Dejame pensarlo, ya se Taylor, Taylor Robotnik — dijo para luego dirigir su mirada hacia la ventana y observar que la tormenta había acabado.

Lo primero que tenía que hacer era buscar una cuna o algo para dormir al niño, no podía dejarlo en la cama, al no conocer este mundo el niño querrá explorar todo lo que lo rodea.

—~—...—~—

El tiempo a pasado rápido, aun que para Ivo no tanto, jamás pensó que cuidar a un niño se le haría difícil, las primeras dos semanas fueron un infierno para el luego inventor, pero han pasado seis años desde que encontró al zorro.

— Papá, ¿Puedo salir? — pregunto el infante mientras miraba a su padre.

— Esta bien, pero vuelve temprano, recuerda no pases la otra parte del bosque es muy peligroso, voy a mandar Cubot y Orbot para que te acompañen — dijo el inventor para llamar a los robots. 

— ¡Si! — aquél zorro esta alegre de volver a salir, su padre no lo dejaba salir por motivos desconocidos del infante, este pensaba que era para protegerlo del mundo que lo rodeaba.

Fue a cambiar se de ropa, se vistió con una jardinera y puso su mochila de color rojo que tenía un accesorio de dos colas, era un regaló de su padre, para otros era un accesorio pero para el era lo más importante que pudo tener.

En la mochila puso algo de dinero, tres barritas de cereales, un comunicador por si tenía problemas, algunas vendas, agua, agua oxigenada, un abrigo y una soga que rompe el tiempo en segundos, su padre no sabía la existencia de esta pero eso no le importará.

— Cubot y Orbot, ya saben que hacer, cuidenlo con su vida, y Taylor ya sabes lo del bosque, ten cuidado y regresa antes que caiga el sol — dijo el científico mientras  miraba a los tres — Ahora pueden irse.

Los tres salieron muy felices, lo primero era ir por unos deliciosos caramelos de menta para el menor.

— Vamos Orbot y Cubot, no falta mucho para que el sol se oculte — dijo el zorrocientífico mientras caminaba un poco más rápido.

— Espere joven Taylor, no podemos dar mucho — dijo Cubot cansado, Ivo no lo dejaban descansar ni recargar sus baterías.

— Ups lo siento vamos caminando — dijo para caminar con los dos robots alado de el.

Durante el caminó fueron hablando de diferentes cosas, Orbot y Cubot eran los guardianes protectores de Taylor para eso fueron hechos y también para ayudar a Ivo.

— ¿Así que también llaman a mi padre "Eggman"? — pregunto el niño.

— Si, es un apodo tonto lo se — dijo Orbot algo enojado.

— ¿Y quién lo llama así? — pregunto el infante, su padre no hablar mucho de lo que hace afuera asi que cuando esta solo con sus guardianes, les pregunta todo lo queque puede.

— Un erizo de Mobius, llamado Sonic, Sonic el erizo — dijo Cubot mientras flotaba — Es el erizo más rápido del mundo, nadie pudo contra el, pero nuestro jefe lo hará sin problemas.

Taylor admiraba mucho a su padre desde que lo salvo, tal vez sea un niño pero tiene una capacidad cerebral como su padre solo que al ser un infante no lo a rebelado. 

Pero hoy será el día donde demostrará su capacidad, no necesitará que lo atiendan como una niño pequeño, bueno si lo era pero no hay que exagerar.

Después que fueran por los dulces fueron al templo del tiempo para buscar un cristal que su padre anhelada tener en sus manos, desconocía la razón del porque quería el cristal pero eso no le importa.

— ¿Estás seguro de esto? — pregunto el robot amarillo.

— Según mi radar estamos cerca del templo — dijo Taylor mientras caminaba. 

Estaban a cinco minutos del templo, lo único que tenía que hacer era con la soga que rompía el tiempo atar el cristal y tirarlo hasta el y tenerlo, pero si pisaba el templo el se haría cenizas y eso nadie quería.

Llegaron bien al último piso del templo, dentro de el se encontraba aquél cristal, Taylor arrojó la soga para agarrar el cristal, hizo unos movimientos en el aire con la soga para luego tenerla donde quería, con ayuda con Orbot y Cubot lograron jalar el cristal y antes que cayera al piso lo logro atrapar.

Fueron rápido a casa para mostrarle a su padre lo que consiguió, estaría tan orgulloso de el, estaba emocionado de volver y ver la cara de su padre sonriendo.

Cuando llegó a la guarida, su padre estaba estaba trabajando en un nuevo invento, pero esto es lo más emocionante que le va a visto, y su padre lo verá.

— ¡Papá, mira lo que Cubot y Orbot y yo conseguimos! — dijo el zorro entusiasmado.

— ¿Qué pasa hijo? — pregunto Ivo a sula hijo mientras voltea ba.

El menor con sus manos alzó el  cristal, la reacción de su padre lo hizo sonreír, pero a la vez algo preocupado.

— ¿Cómo lo conseguiste? — pregunto su padre.

— Invente la soga que rompe el tiempo — dijo orgulloso Taylor mientras sacaba de su mochila la soga.

El invento estaba fascinado que su hijo sea como el, un inventor sensacional e increíble como el, abrazo a su hijo elevándo lo para darle un abrazo.

— Yo también tengo algo para ti, sigue me — dijo su padre para caminar hacía una cápsula, puso una contraseña y se abrió — Te presento a "Pelea-Bot", es un robot de combate para que te enseñe algunos movimientos de pelea.

— Wow, es increíble papá — dijo Taylor contento, aprendería a pelear, tendrá otros pasatiempos aparte de leer libros de la biblioteca de su padre.

—~—...—~—

Los años pasaron rápido, el hijo de Ivo o más conocido como Eggman ya no tiene seis años, ahora tiene 14, dentro de poco 15, desde que supo que su padre tenía un enemigo no dudo en ayudarle, desde que su padre le construyó el "Pelea-Bot" aprendió mucho sobre defensa personal aun que tiene heridas y una que otra cicatriz del robot cuando pierde el control era imposible detenerlo.

Cuando cumplió los ocho años Eggman como regaló le llevo a un lugar donde hacen teñir el cabello permanente, le regalo la marca eggman que era de color rojo, un sus ojos hay una sombra de color rojo y es sus colas también, cuando se vio en el espejo se sintió como un Robotnik. 

El manejo con las armas era impresionante, el equilibrio era su base principal, no poseía tanta fuerza, sabía usar armas pero prefería defenderse con una llave inglesa o usar a Tornado, a Eggman le regalaron el avión pero lo quería así que se lo regaló a su hijo.

Antes los habitantes de la Isla donde ahora habita nadie sabe su existencia ni los supuestos "heroes", fueron tantas veces que destruyeron la guarida de su padre y pocas veces recibió una disculpa de parte de ellos.

Hubiera seguido escondido pero su padre le envió una señal de ayuda ¿Qué paso?



Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top