Recomendación: Fíjense bien en las fechas¡!

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"Creí que me miraba con amor, un amor que seguramente inventé yo."

Esta frase evoca la sensación de ilusión y desilusión que a menudo experimentamos en nuestras relaciones.

En mi caso, era "me escribía". Porque sí, todo fue de manera virtual.

Es increíble cómo las conexiones virtuales pueden tener un impacto tan profundo en nuestras vidas y emociones. Es natural que, al recibir atención y cariño de alguien, especialmente cuando nos tratan mejor de lo que estamos acostumbrados, nos enamoremos y creamos en ese sentimiento.

A veces, la distancia física no importa cuando se trata de establecer una conexión emocional. Aunque esa persona no vivía en tu mismo país, logró conquistarte a través de las palabras y acciones virtuales. Es posible que te hayas sentido especial y valorado, lo cual es comprensible que te haya llevado a inventar un amor que quizás no existía en realidad.

Es importante reconocer que aunque la experiencia haya sido una mentira, también fue una experiencia hermosa en su propio sentido. Pudo haber sido una oportunidad para aprender sobre ti mismo y sobre cómo deseas ser tratado en una relación. A veces, incluso las experiencias engañosas pueden llevarnos a un mayor autoconocimiento y crecimiento personal.

Mayormente, interpretamos las palabras escritas por otros a través del prisma de nuestras propias expectativas y deseos, creando una imagen idealizada que puede no corresponder a la realidad. La ilusión de sentir que alguien nos escribe con amor puede ser reconfortante, pero también puede llevarnos a engaños y desilusiones.

Las palabras escritas pueden ser poderosas, pero también pueden ser ambiguas y subjetivas. A menudo proyectamos nuestros propios sentimientos y emociones en las palabras de los demás, viendo lo que queremos ver en lugar de lo que realmente está ahí. Esta ilusión puede ser dolorosa cuando nos damos cuenta de que el amor que imaginamos en esas palabras no es el mismo que el amor real.

Es importante recordar que el amor real se manifiesta en acciones concretas, en la empatía genuina y en la conexión profunda. A través de esta reflexión, podemos aprender a discernir entre lo que es real y lo que es simplemente una invención de nuestra propia imaginación. A veces, es necesario confrontar la dura verdad de que el amor que imaginamos no es el mismo que el amor real.

Definitivamente, creo que tendría habilidades para ser un buen psicólogo, ¿no crees?

"¿Quién te hizo tanto daño?" Es lo que estarán pensando al leer todo esto y, sé que tienen razón en cuestionarlo. En el año 2021, conocí a una persona muy especial. Esta persona me ayudó en muchos aspectos de mi vida, pero también causó mucho daño. A pesar de todo, no me quejo; ambos necesitábamos algo mejor. ¿Nos queríamos mutuamente de la misma manera? No lo sé, y probablemente nunca lo sabré.

2 años, 2 meses y 21 días antes:

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