5. ¿Encuentro?.
A la mañana siguiente, X se había levantado en el suelo con su tablet en la mano. Se había dormido re-leyendo aquello y buscando alguna conexión de quien y por qué había conseguido esa información de él. Además de pasar varias horas de insomnio con el terror atadrando su mente. Alia llamó a su comunicador y se dió cuenta de que su día empezó con el pie izquierdo.
- ¡X, alguien te está buscando en la entrada!.- masculló ella con mucho enojo.
- ¿Eh? ¿Quien?.- preguntó bastante confundido el ojiesmeralda impresionado por la molestia sin sentido que le mostraba su navegadora.
- ¡Una amiguita tuya! ¿¡Tú quien crees?!.
- Alia...
- ¡Cambio y fuera!.- le interrumpió forzadamente cortando comunicación.
X se levantó y guardó su tablet en la pierna mientras salía con temor de su recámara. Siguió de largo con la cabeza levemente gacha al igual que las manos cruzadas entre sí. Cuando pasaba frente al comedor, ignoró por completo el animado saludo que Axl le había gritado desde adentro, el pelirrojo se extrañó y miró a su padre para cruzar miradas, extrañados de la cara de impresión que traía. Miró los platos vacios y sugirió seguirlo, para saber exactamente lo que iría a hacer. Zero aceptó con una sonrisa pícarona y fue junto a su pequeño para hacerle eco a los pasos del hunter azul. Cuando el ojiesmeralda salió hacia la entrada, la vió y ella ya estaba llendo hacía él antes de que pudiera reaccionar.
- ¡X!.- gritó emocionada lanzandose en sus brazos y él, sin más remedio, la sostuvó por la cadera.- ¿Trajiste a Axl contigo?. ¡Dime que sí! ¡Dime que sí!.
- Bueno, Kuro... - comenzó X mirandola cuando ella estuvó en el suelo, estaban cerca, demasiado cerca. Su programación moral le decía que mentir era malo así que... - ¿No?.
Justo en ese momento, la entrada se volvió a abrir y Zero y Axl se quedaron atónicos al ver aquella incómoda situción. X y Kuromi, él todavía sostenía su cadera y ella lo abrazaba por el cuello. Sus rostros habían quedado separados por centímetros.
- Uuuuh mejor los dejamos solos.- exclamó Axl travieso empujando a su padre adentro con él.
- ¿Uh? ¿Eh? ¡Espera! ¡No es lo que parece!.- se apresuró el ojiesmeralda mientras su rostro se tornaba de todas las tonalidades rojas existentes.
- No te preocupes, X.- calmó Kuromi abrazandolo y teniendolo más cerca.- Ya llegó Axl, nos podemos ir a pasear.
X miró a Zero y éste solo hizó un gesto obvio de que se fueran. Axl no entendió a la ojimarrón, sin embargo, Zero fue quien interfirió cuando ella intentó, luego de soltar a X, tomar a Axl para llevarselo. Zero comenzó a discutir con ella, aunque Kuro solo se mostraba asustada y confundida, al final. Solo ella y X se fueron de allí. El ojiazul tomó al chiquillo y lo llevó con él hasta la zona de entrenamiento. Era parte de su rutina, que Zero entrenara con Axl para mejorar sus técnicas; además, pasaba un muy buen tiempo con su pequeño.
Pero, por otra parte de la ciudad...
- Es una lástima que Axl no haya podido venir, ¿Zero siempre es así con él?.
- Sí, pero supongo que solo lo esta cuidando.
- No lo voy a morder.- sonrió Kuro de manera tierna, pasando un brazo por el de X para acercarse más.- ¿A ti te aleja así de él?.
- Bueno, sí, no. Bueno, es una muy muy larga historia.
- Aaawww, tengo tiempo.
- Pero yo no.- X trató de ir más rápido para volver al HQ y encerrarse en su recámara, aceptar el trato de Zero y que Kuromi desapareciera de su vida.- Yo... debería irme.
- Vamos quedate otro poco. Vamos allá.- ella señaló una pequeña cafetería.- Yo invitó. Aunque... la costumbre sea que el caballero pague la cuenta.
X lo pensó, ciertamente, no había desayunado y andar con esa reploid le causaba una horrible sensación. Aceptó y, en poco tiempo, se encontraban uno sentado frente al otro tomandose unos cafés. El ojiesmeralda miró a la peliceleste confundido, ¿Realmente ella estaba loca o solo sería una persona muy confianzuda? ¿Por qué se le acercaba tanto? ¿No conocía el espacio personal? Cuando los ojos marrones de Kuro se mezclaron con los ojos verdes de X, éste sintió que le estaba leyendo la mente y desvió la mirada rápidamente a la ventana. Kuromi seguía mirandolo, incluso el hunter notó un sonrojo leve en las mejillas de la ojimarrón, volvió a su café y dejó descanzar su brazo en la mesa, X seguía terminandose su taza hasta que sintió una caricia en el dorso de su mano. Miró sin siquiera disimularlo y captó la mano de la reploid de ojos marrones, estaba sorprendido hasta el punto que quería salir huyendo cuando ella entrelazó sus dedos con los de él. Se sentía extraño, sobre todo con una reploid que acababas de conocer.
- Oye, X. S-Si no te molesta,- tratamudeó ella, apartando un mechón de cabello y aún ruborizada.- Podríamos seguir viendonos el resto de la semana.
- L-Lo que pasa es q-que tengo misiones, t-tengo que hacer informes...
- Sí, lo entiendo. - susurró ella mirando las manos unidas.- Así puede ser ¿Mañana?.
- No, Kuro. No sé cuando tengo cosas que hacer y cuando no.
- Pide el día libre.
- Yo no puedo hacer eso.- se defendió X con sorpresa.
- Oh, claro que puedes. ¿O es que acaso el legendario Maverick Hunter X, salvador de la tierra y la humanidad no tiene derecho a un descanso?.
- Kuro.- X se soltó sin más del agarre de la ojimarrón.- Entiendo que quieras pasar un momento de compañeros y eres muy agradable y amistosa pero no estoy seguro que deberías volver a la HQ.
- ¿Por qué no?. Al menos compénsame que no trajiste a Axl contigo.
- No, Kuromi. No puedo hacer eso, número 1, su padre me odia y número 2, no creo que el mismísimo Zero quiera enterarse de que su hijo está con una reploid que acabó de conocer.- soltó desesperadamente. Luego alzó su vista a la de la ojimarrón y ella estaba... triste, X sintió culpa al verla así.- D-Discúlpame... Kuro... Yo...
No pudo terminar la frase, cuando ella dejó los billetes en la mesa con un golpe y salía a toda prisa del local. El hunter de estela azul la siguió y trató de detenerla. Le hacía eco a sus pasos, tratando de consolarla y de que, al menos, le diera la cara. Ella se detuvo un segundo y giró para verlo, X se acercó y cedió a verla el día siguiente, pero nada más ese día. Kuro saltó a sus brazos abrazándolo, muy feliz de la respuesta aunque, para X, aquello solo iba a traer el peor de sus problemas.
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Zero no interfería, solo buscaba fallas en los movimientos o en los ataques... Pero no las encontraba. El hunter carmesí lo relacionó con dos cosas, o bien Axl se lucía o realmente, los Mavericks habían logrado sacar mayor provecho de las habilidades de su niño. Aunque odiaba admitirlo, la última era muy acertada, desde el rescate, Axl había sacado lo mejor de sí en los combates y los entrenamientos e incluso se refería a sí mismo como el Hunter de mayor habilidad y destreza. Aún sí fuera cierto, nunca subía su portentaje del 73%, algo inexplicable para Zero. ¿La velocidad? ¿Los movimientos?, no entendía. Alguien pasó hasta donde se encontraba el ojiazul hasta que la simulación se terminó y ambos salieron a paso ligero. Axl se desvió y llegó con Gate, lo encontró aún arreglando unos planos rotos.
- Oye Gate.
- ¿Sí, Axl?.- atendió el científico apartando los planos.
- ¿Cómo puedo hacer para cambiar el color de mis ojos y de mi pelo?.
- ¿Qué?.- Gate hizó una mueca en confunsión ante la extraña e inusual duda.- ¿Para qué? ¿No te gusta tú diseño?.
- Ni el rediseño que me hicieron en el X8. (Rompiendo la cuarta pared) Solo quiero cambiarlos, es todo.
- Puedo darte algo para los ojos. Sígueme.
El niño obedeció y a paso ligero, lo siguió hasta unos archivos de donde sacó una cajita pequeña negra con detalles plateados. Axl se asomó por el brazo de su compañero para ver curioso, ¿aquello arreglaría ese gran problema? Estaba tan emocionado por ver el interior saber que había adentro. El reploid de ojos morados la abrió y sacó un par de lentillas, preguntó de que color deseaba cambiar a lo que Axl respondió con un tono juguentón y divertido.
- Azul.
El mayor le restó importancia y modificó la fórmula con un par de pinzas. Le explicó cómo colocarselas y qué debía decirle a Alia para resolvar su angustía referente al cabello. Sin siquiera preocuparse, salió con sus ojos con un azul destellante y claro como el del mar, prosiguió a buscar una navegadora de armadura rosa y un suave cabello rubio; la única cosa era que estaba de un humor de perros, refunfuñaba y tenía tendencia a hacer las cosas de manera agresiva.
- Alia...
- ¿¡Quien...?! Ah, eres tú Axl. ¿Qué puedo hacer por ti?.
- ¿Será posible que me puedas prestar un poco de tinte?.- citó el niño, recordando lo que le había dicho Gate.
- ¡¿Qué te hace pensar que yo uso tinte?!.- se ofendió Alia, ondeando un par de mechones.- No estoy de animo para tus juegos.
- No lo sé. Pero Gate me dijo que te lo dijera para me pintes el cabello.
- Dame medio minuto y regreso.- anunció ella molesta, saliendo del lugar.
Axl se encojió de hombros y esperó sus respectivos medios minutos. Alia volvió un poco más calmada y atendió al niño. Pues sí, la navegadora pudo cumplir el deseo extraño del niño de tener un mechón de su cabellera de color dorado. Para el final del día, Axl era un extraño reploid de ojos cielo y cabellera rojiza con un camino de sol coloreado en ella. Era llamativo, demasiado pero, ¡hey!, a él le gustaba la atención.
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- Explíquenme con lujo de detalles ¿Qué es?.
- Una máquina del tiempo.
- Tiempo y espacio.- corrigió uno de los científicos.
- Es igual, esta máquina está diseñada para trasportar a los reploids a distintas épocas pasadas. Está en proceso aún pero estamos trabajando en los detalles.
Zero cruzó los brazos mirando a aquella extraña esfera junto a su líder. Una máquina del tiempo y espacio, podían evitar muchos sucesos o sencillamente, viajar al futuro para evitar un incidente en el presente. Las distintas épocas, pensó en el virus Sigma, en los Mavericks, en las tantas misiones fallidas... ¡Aquello arreglaría todo!. Escuchó a Signas dar órdenes al igual que los cables moverse pero optó por quedarse tranquilo y mirar, ¿Pero y sí los Mavericks los descubrían? ¿Y si quisieran robar la máquina del tiempo?. Giró hacía Signas y le hizó saber sobre la protección y la vigilancia y...
- Esto es confidencial, Zero. - aclaró su líder.- Solo pocos Hunters saben esto. Se mantendrá bajo tierra y totalmente secreta.
- Sí, señor.- anunció el rubio.- Me retiro.
Salió hasta el comedor, le sorprendía lo relajado que estaba Signas referente al asunto ¿¡Acaso no veía el potencial de menuda maquinaría?! ¿O era pura chararra embalzada?. Oyó pasos metálicos y lentos acercarse al mismo punto, era X con una bolsa escondida bajo la axila, miraba a un costado y ni pendiente con el camino hasta que el rubio dejó que chocara con él. Al inicio, se sorprendió disculpándose pero al ver a su mejor amigo le reprochó la acción, ambos entraron al comedor y allí captaron a un extraño reploid que todos rodeaban, con unos brillantes ojos de mar, un suave y reluciente mechón dorado entre tantos otros recubiertos del rojizo color de la arcilla; El ojiesmeralda miró a el ojiazul sin ninguno llegar a comprender porqué el adorable niño se encontraba luciendo tal moda y presumía de sus llamativos colores. El hunter de estela azul avanzó e intentó lanzarle la bolsita, el pequeño ojiazul la atrapó y sacó una galleta del interior sin siquiera agradecer o mirar a el mayor, solo siguió hablando y presumiendo. Zero y X estaban desconcertados ¿Qué le pasaba a Axl?.
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