1. Mi pequeño

- Axl, no me gusta este juego.

- Es qué no hemos llegado a la parte más divertida.

- Es decir...

- Cuando encontramos al Maverick.

El trio había ido de misión a la selva, Zero había sugerido separarse y buscar en distintos sitios, pero de todas formas le había pedido al ojiesmeralda vigilar de cerca a su pequeño tesoro. X cedió sin resistencia, pues, de una manera u otra, debía compensarse a sí mismo lo que había hecho y consideraba que esa era una buena vía. El travieso pelirrojo había tomado la delantera, retó en un juego de búsqueda al hunter azul y ahora, X perdía 5-0; parte del juego consistía en el primero que viera un avispón debía darle un suave golpe en el hombro al contrario para ganar su respectivo punto, y X no estaba realmente concentrado en los avispones del lugar, con tal de que no le picaran, miraba a su alrededor buscando enemigos o alguna pista, el enemigo sabía lo que hacía, un lugar bastante espeso con poca luz, un sitio formidable para una embosc...

- ¡Maverick!.- gritó el niño con entusiasmo, interrumpiendo los pensamientos del adulto y proporcionándole un codazo en el estomago. - ¡Gané!.

- Mi barriga... - Alcanzó a decir sin aire el bombardero colocando ambas manos allí.

El pelirrojo jaló su brazo guiándolo directamente al Maverick de espaldas a ambos. X lo reconoció y con un movimiento rápido, se ocultó a él y a su compañero detrás de un denso tronco. X pensaba en un plan mientras Axl se quedaba quieto con la boca cubierta por una mano del mayor, oh y también un brazo que rodeaba sus hombros por delante de su cuello, notó la concentración del hunter de estela azul, así que siguió inmóvil hasta que éste susurró: Eso sirve. El chico de la cicatriz sabía que ya tenía armado un plan así que quiso saber, lamió con la amplitud de su lengua la palma de X esperando reacción.

- ¿Hum? Ihagk blep. - murmuró con asco apartando rápidamente su mano y sacudiéndola.- Axl... cerdo.

- ¿Cuál es el plan?.

- Pensaría claro con la mano limpia.- le susurró limpiando la saliva con su cadera.- Escúchame, lo voy a distraer y cuando esté de espaldas a ti, lanza la red.

- Ok, ahora manos a la obra.

X salió disparándole a Sting Chameleon, éste lo reconoció, lo esquivó y usó su lengua para atacar a el hunter. Su ataque fue esquivado y X saltó a la vez que Sting Chameleon lo hacía, en el aire, éste creó varias copias de sí mismo y cuando estaban a centímetros del ojiesmeralda, una Red eléctrica a atrapó al original, haciendo desaparecer las copias y haciéndolo caer pesadamente, inmóvil por la maya. X le alzó el pulgar al pelirrojo y éste hizó una reverencia de teatro, presumiendo de su puntería. Sin embargo, el camaleón se movió y rompió la red con un coletazo, salió de allí y volvió a su raptor lanzando su lengua con rápidez. Axl lo esquivó y ocultó su bazooka, volviéndola a transformar en sus pistolas; X cayó y cargó su X-Buster pero al lanzar el disparo, Sting Chameleon lo deshizó con un movimiento de garras y desapareció.

- ¿Se fue?.- dudó el pistolero curioso.

- No, sigue aquí. Atento.

Axl asintió y cerró los ojos, su frecuencia auditiva estaba alta y podía oír hasta la caída de un alfiler en una almohada, escuchó movimientos, luego un salto y cuando abrió los ojos y apuntó, fue un movimiento rápido quien cortó al Maverick en dos, derrotándolo finalmente. Axl volvió a subir el arma y chasqueó la lengua al reconocer la cabellera rubia.

- Ya lo tenía.- exclamó en un berrinche haciendo un pequeño puchero.

- Claro, me parece que te confías demasiado. No debiste dejar que se te acercara tanto, su lengua era tóxica, ¿lo sabías?.- regañó el espadachín mirándolo por encima del hombro, el niño negó y bajó la vista.- Muy bien, hay que volver.

Zero comunicó a la HQ y en poco tiempo, un rayo de luz los envolvió, llevándolos a la zona de operaciones. Signas los recibió, los felicitó brevemente y el ojiesmeralda fue quien dio el reporte completo. Era algo normal para todos, X sabía que si Zero lo hacía, destacaría demasiado a Axl o le reprocharía indirectamente cualquier paso en falso; si Axl lo hacía, se llevaría todo el crédito y mencionaría que su papá era lo mejor. Cuando salieron a hacerse un breve mantenimiento, el pelirrojo mantuvo las mejillas infladas y la cabeza baja, no le gustaba que su padre fuera tan sobre protector aunque, a opinión de Axl, sobre protector le quedaba corto.

- Bueno, - habló X.- Al menos no estamos tan mal.

- Estamos vivos.- secundó con animo el chico de la cicatriz siguiendo la corriente del hunter azul. Zero no quiso decir nada, solo sonrió y pasó un brazo por los hombros de su niño.- ¿Qué les parece si salimos un rato?.

- Yo tengo papeleo.- respondió X estirando los brazos y tronando sus conexiones.

- Haz como mi papá, déjalo para el fin de semana.

X se mordió la mano para no reír, pues sabía que aquello era un secreto entre ambos y que Axl era muy indiscreto. La reacción de Zero no se hizó esperar y le propinó un golpe suave en la cabeza con la mano abierta, tan solo sacandole risas a su niño. Aquello solo eran advertencias, ya mas de media población en la HQ se iba enterado de más de un capricho o alguna travesura que el niño había hecho pues aquellos regaños que le daba su padre no eran precisamente calmados, casi siempre eran alarmados y muy escandalosos poniendo en gran vergüenza al pelirrojo, las palabras del rubio eran muy directas a sus reclamos y aquel escandalo lograba su objetivo de avergonzar al chico de la cicatriz para que recordara no volver a hacer lo que hizo. Eran preferibles aquellas pequeñas advertencias.

No tardaron mucho en llegar a la enfermería, y, como de costumbre, el ojiesmeralda era el primero y en cuanto salió, hasta su pulcra armadura relucía a la luz al igual que la victoria en sus ojos de piedras preciosas; prosiguió el inquieto pelirrojo luego de su compañero, entrando con su característica actitud infante y saliendo, en cuestión de segundos, con una radiante sonria dedicada a su padre y una brillante armadura; Por último, el hunter carmesí que de muy mala gana pues odiaba el hacerse mantenimiento pero estaba mucho más relajado después de aquella casi mágica sonrisa que solo Axl sabía darle, que solo Axl sabía encariñarlo con ella, salió de allí con la frente en alto y con sus ojos de hielo completamente activos y atentos... Completamente renovado, para ambos reploids que admiraban. Fue recibido con un abrazo y un par de deslumbrantes ojos que cualquiera adoraría con tal solo mirarlos, por parte de el pequeño y, por parte de X, también una sonrisa amistosa y una mirada a los ojos, completamente fuera de lo retante sino más bien, certera y calmada. Sin siquiera mencionar una palabra, se dió media vuelta, avanzó a la salida y, sin detener la marcha, giró su cabeza un poco para verlos y despedirse con la mano. A Axl le daba la impresión que X se iba así por pena o tristeza pues nunca decía nada y solo mostraba un pedazo de su rostro como si no quisieran que vieran el resto y... era verdad, X aún no se acostumbraba del todo y le costaba mucho dejar de pensar (o de creer) que el estaba de más allí, no podía dejar de creer que realmente daba igual si él estaba o no, así que se alejaba sutilmente y en cuanto ya se encontraba a cierta distancia, volteaba lo más disimulado que podía y se despedía en silencio, ocultando la evidente preocupación que se reflejaba en su rostro... Así que, sabiendo que él no era de real importancia y no le gustaba llamar la atención, hacía eso.

- Ya se fue... Otra vez.- analizó el chiquillo mirando al mayor con una cara de molestía.

- Va a trabajar y supongo que tiene mucho que hacer así que mejor déjalo en paz.

- ¿Vamos a salir?.

- Si lo deseas.

Ambos salieron tomados de la mano, con el mayor guiando el camino del más chico. A nadie pareciera importarle aquella relación pero la realidad era que, en cierta forma, habían creado un ambiente más fresco y más alegre en aquel oscuro y aburrido lugar. Desde que los reploides de aquella relación habían decidido actúar libremente, los rumores no tardaron en llegar; al ver a aquellos hunters tan unidos crearon más de mil teorías de lo que pasaba e incluso más locas que las que Axl había oído de los Mavericks que lo capturaron aquella vez. Pero un pequeño pajarito se encargó de esparcir la noticia discretamente, de la verdadera relación de Axl y Zero, liberandolos de otra carga bastante grande; nadie hubiese creído si quiera la posibilidad de que Zero iba a ser un padre tan meloso ni tan protector, pues, bien sea que era muy poderoso y atento, cuando Axl pusó un pie en el HQ lo vigilaba como si se tratase de un criminal y le daba lo mismo lo que le pasara con tal de que nadie saliese lastimado. También se comenzó a creer que Axl iba a ser mucho más dependiente a ese ser que lo amaba pero era otro pensamiento errado puesto que Axl solo se volvió más interesado en ser más fuerte y en demostrarselo a su padre para sentirse a su altura pero Zero sabía que aquella adorable criaturia iba a llegar mucho más lejos, aunque el ojiazul llegaba a ser el dependiente a su niño pues su preocupación llegaba a ciertos extremos incómodos para el pelirrojo. Volviendo a el presente, el rubio abría la puerta de la zona de vehículos pero Axl le detuvo y le pidió seguir a pie, el hunter carmesí cedió y se decidió pasar la tarde paseando por la ciudad complaciendo cualquier deseo posible que pidiera su pequeño.

✿ ✿ ✿ ✿ ✿

- A Red le falta comida.

- Se la compraremos de regreso.

Si algo le preocupaba a Axl era su gato que había dejado de ser una cría, ahora era un gato grande y bastante robusto, debía aceptar que tenía fuerza y que era un buen cazador, mantenía a muchos animalejos a raya. A Zero seguía sin importarle demasiado la bola de pelos, le era insoportable cuando paseaba por allí y tenía que tener la vista en el suelo para no pisarlo, o cerrar muy bien la puerta para que no entrase a su recámara. Daba lo mismo puesto que Red, además de mascota de Axl, se había vuelto también la mascota del HQ. En la realidad nuevamente, un descomunal calor se apoderaba de Giga city, y nada molestaba más a los reploides que aquello y mucho más, a un reploid de mal caracter.

- ¡Ah! ¡Joder!.

- Papá, tomalo con calma.

- Es el ¡maltido calor de mierda!.

- Vamos a la playa, y nos refrescamos un rato.

- ... De acuerdo, pero quedate cerca de mi.

El chico de la cicatriz asintió con alegría y ambos se dispusieron a llegar a la zona arenosa y con mar. Nada más refrescante que aquello. Su destino estaba lejos, y el camino no ayudaba a que se acortara: Poner un solo pie en aquella acera era poner los pies en un horno, pero peor era tener que repetir el proceso un pie después del otro, Zero podía ver como un pequeño humo salía de su pies a cada paso que daba, luego estaba el sol, no sabía si era una tortura Maverick o el sol tenía conciencia propia que parecía apuntarle directamente a esos dos reploids, sin más en vertical, provocando que su cabeza, sus hombreras, parte de su pecho y su cabello, se quedaran exesivamente calientes al absorber el calor directo. Si aquello quedaba caliente el hunter que las usaba no hacía mas que cocinarse a fuego lento con aquella lenta y maldita tortura. Apresuró el paso y su chiquillo trató de imitarlo pero claro los pasos del mayor eran mucho más largos que los de su niñito por lo que éste optó en tomarle una mano para tratar de seguirlo, creando humedad en el toque y asqueando a ambos hunters.

- Eso no se hace.- dijo Zero soltandolo sutilmente.

- ¿Y si hago esto?.- preguntó el hunter azul marino abrazando el brazo de Zero, aún buscando seguirle el paso.

- Mejor toma mi mano. - exclamó con irritación pues aquella posición empeoraba notablemente el calor.

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