7
Egan:
—Es una lastima que esta noche las reina no nos acompañe, tenia muchas cosas para decir.—Comento durante la cena.
Elina me lanza una mirada furiosa.
—No tienes asuntos que tratar con mi madre.
—Te equivocas, tengo muchos comentarios que decir al respecto.
—Eres un invitado, Egan.
—¿Y los invitados no pueden opinar?
Ella junta ambas cejas y el silencio ronda en el lugar mientras empieza a cenar. Odio el silencio.
—Si sigues enojada conmigo no podre disfrutar bien de la cena.—Corto la carne haciendo sonar la cerámica del plato.
Sus ojos se levantan a verme.
—No acostumbra a hablar mucho durante la cena y no entiendo el motivo que estés aqui cuando prefieres ignorarlo.
—Hoy si me apetecía.—Le respondo y cojo la copa de vino, bebo del contenido con mi mirada sobre ella.
Siento como se tensa y se levanta anunciando que acabo.
Huir, es lo mejor que se le da a Elina.
Elina:
Esa noche tomo un baño antes de ir a la cama, acuesto la cabeza en el respaldar y levanto la mirada al techo, mis ojos se desvían hacia la ventana y la única luz de la torre encendida, la misma torre donde el duque descansa.
Recuerdo sus palabras y odio que la duda se meta a mi cabeza.
¿Quieres ser reina?
Mamá desea que yo lo sea y no quiere que Egan ocupe el lugar que nos pertenece.
—Estúpido, Egan.—Pronuncio para mi y hundo la cabeza en la tina.
Angelina hace que retiren la tina cuando salgo y me cepilla el cabello antes de desearme las buenas noches, sin embargo cuando ya estoy metida entre las sabanas, el dolor de los cólicos aunque ahora es menos vuelve a aparecer.
Bajo de la cama y me dirijo a la cocina, pro entonces lo veo.
Egan.
Mierda, gran idea se le ocurrió venir justo cuando yo lo hago, aunque el verdadero problema es que no haya una cocina en la torre.
Retrocedo dispuesta a irme cuando acabo resbalándome en el suelo y caigo de pompis, Egan se vuelve en mi dirección y los ojos se le abren, enseguida comienza a reír.
Egan:
—No te rías.—Elina se enoja y las mejillas junto a las orejas se le ponen rojas.
No puedo dejar de hacerlo y me acerco a ayudarla, extiendo la mano y ella se la queda mirando, sacudo insistiendo.
Al final termino levantándola y la cargo en mis brazos.
—Pero .. ¡¿Qué haces?!
No me interesan sus pataletas, la llevo hasta la mesa de madera en medio de la cocina y hago caer su trasero ahi, su rostro queda cerca al mío y ella retrocede.
—El servicio acaba de terminar de limpiar ese lugar.—Le menciono y ella parece entenderlo, se soba la cabeza e intento sujetar la zona.
No se deja.
—Basta, solo quiero ayudar.
Se calma y para mi sorpresa, me deja. Reviso su cabeza haciendo a un lado los risos y buscando señales de heridas, pero no hay nada, sin embargo mi nariz percibe el olor a flores y una sonrisa cruza mis labios.
Ya no es solo la ropa ¿Eh? No me sorprende.
—¿Tengo algo o no?
La suelto, aun embriagado por el aroma.
—Tal vez crezca un chichón, pero sobrevivirás.
—Que gracioso.
Sonrio y regreso al te que voy preparando.
—¿Qué haces aqui?
—Tuve cólicos, es todo.
Ya veo.
—Venia.
Cojo la olla y caliento agua dentro, prendiendo la cocina, al verme ella hace notar su asombro.
—¿Cómo hiciste eso?
Apago la cocina y le muestro como, sus ojos no se apartan.
—Es asi de fácil... ¿Nunca has...—Me detengo.—Eres la princesa despues de todo.
—Cállate.
—Como diga, princesa.
La habitación se llena de silencio mientras termino de preparar el te, lleno en un vaso y se lo pongo en frente, ella lo coge con amabas manos.
—Cuidado, esta caliente.
Mis manos cubren las suyas y Elina pone los ojos en mi rostro.
—Sopla.—Lo hago por ella y su cercanía junto a ese olor agradable a flores comienza a volverme loco.
Elina bebe cuando le digo que ya esta listo, lo bebe todo poco a poco y deja la taza a un lado.
—Gracias.
—Creo que no te oí.
—Dije gracias y ahora, me voy...
Intenta bajar de la mesa, pero la detengo.
—Basta, Egan, ya te agradecí dos veces.
—Y siento que necesito más que dos veces...
—No volveré...
La beso.
Mi boca toma la suya y sus labios captan la sorpresa, intenta alejarse de mi, pero la abrazo contra mi cuerpo y finalmente esos labios vuelven a corresponderme como esa noche en el burdel de Jakell.
Sin embargo justo cuando lo estoy disfrutando, ella logra separar nuestras bocas y me sujeta de la camisa.
—¿Qué estas haciendo?—Pregunta algo mareada y no dejo que nos separe.
Sello nuestras bocas con un nuevo beso el que ya no capta sorpresa, sino enseguida me envuelve correspondiéndome, los brazos se cuelgan de mi cuello y mi lengua ingresa a su boca, acerco su cadera y hago que enrosque sus piernas alrededor en medio del beso.
Pero nuevamente Elina reacciona, no ve escapatoria porque no se lo permito y gira la cabeza hacia un lado.
—Espera, no...—Jadea.—¿Qué haces?
—Te beso, Elina.—Rozo sus labios.—Bésame tu también.
Vuelvo a tomar esa boca, tan adictiva como en esa ocasión.
No, incluso más, el probar sus labios me hizo saber cuanto extrañe besarla.
Elina se impulsa hacia atrás agitada.
—Tu....
Sonrio y se escapa de mi, retrocedo mientras ella se cubre los labios hinchados con ambas manos.
—¿Qué crees que haces?
—¿Preguntaras lo obvio toda la noche?
—¡¿Por qué me estas besando?—Parece que si.—¡Tu...
—Elina...
—No...
Joder.
Se baja de la mesa.
—Has vuelto a faltarme el respeto.—Me señala y ruedo los ojos.—Y en mi palacio... ¡Tu estas planeando esto...
—¿Qué planeo, Elina?
—¡No lo se!—Me responde y el saber como no reaccionar me resulta adorable y gracioso.—¡Quieres que nos encuentren y quedarte con mi corona!
—Lo pensaste demasiado... ¿No se te ocurrió que solo quise repetir lo de esa noche?
Me mira sorprendida y me acerco a tomarla, le cojo la cintura y mi boca va a la suya, vuelve a corresponderme con las manos contra mi torso, nuestro beso crece y ella se deja perder, pero estamos hablando de Elina despues de todo.
—No te daré mi corona...
—Ahora mismo no quiero tu corona.—Jadeo sobre su boca.—Solo quiero esto, tu boca sobre la mía.
La beso y justo cuando la tengo atrapada bajo mi influencia, algo se cae separando nuestras bocas, levanto la mirada y aun tengo a Elina contra mi cuerpo mientras su criada personal se encuentra observándonos con los ojos muy abierto.
Vaya mierda.
Hola...
Nos salio una pequeña maratón.
Espero que la disfrutaran y les este gustando la historia de Elina & Egan.
Hoy hasta aqui llegamos.
Nos leemos.
>>Yiemir.
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