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Elina:

—Esto va a arder.—Anuncia la reina Charity antes de colocar el gotero que tiene algún liquido medicinal arriba de la espalda de Egan.

El esta boca abajo, con los brazos apoyados sobre el colchón y otro doctor le sujeta de ellos, la reina lo mira y el hombre rubio asiente, entonces las primeras gotas caen sobre la espalda herida de mi esposo y un dolor profundo se escapa de su garganta.

Todo mi cuerpo tiembla y los ojos se me llenan de lagrimas por lo angustiante que se escuchan, han limpiado sus heridas, le han realizado un baño y aplicado la medicina, en cada uno de los tratamientos Egan se ha quejado y he podido soportarlo, pero en este... 

No puedo escuchar como sufre, se me parte el corazón y me muerdo el labio con fuerza.

Según la reina los primeros auxilios de las criadas en Damaria despues de las heridas evitaron que contuviera una infección, sin embargo las heridas siguen abiertas, ya no sangra, pero el dolor continua y... no es hasta que el doctor se mueve dándome vista de su espalda, cuando no contengo mi dolor y me llevo la mano a los labios, la reina y el doctor se dan cuenta, mientras ella me ve con pena, el medico solo me mira.

Y Egan tiene los ojos cerrados.

—¿Eso le hara bien?—Me las arreglo para preguntar.—¿Sanara con es...

—Princesa.—Me llama la reina de Alejandría, mientras por el arco de la puerta cruza la reina de Arcaría ingresando a la habitación.

—Alexis, saca a la princesa de aqui.—Pide el doctor.—No puede estar aqui.

 La reina Alexandra me lleva con ella, pero aun cuando las puertas se cierran detrás de nosotros, vuelvo a escuchar el dolor de Egan.

—¿Cómo va a enfrentarlo asi?—Mis lagrimas caen.—¿Cómo va a ganarle? Apenas y puede... 

—Princesa...

—No puede hacer esto, no en estas condiciones y es solo una semana, no podrá..

—Elina.—Me sujeta de los hombros.—Debes confiar en el, en Emmet y en la reina Charity.—Me pide.—Confía en tu esposo.

—Pero el...

Egan vuelve a soltar un grito de dolor.

¿Qué le están haciendo?

—Lo están curando, no te pierdas y regresa conmigo.—Me pide.—No puedes perderte ahora, el te necesita.

Le destrozo la espalda.—Sollozo y mis palabras causan estragos en su majestad, los ojos le tiemblan.

—Lo se.—Pasa saliva.

—Sus heridas están abiertas y son muy grandes, tiene muchas, el..

—No puedo prometerte que estará un 100% recuperado en una semana.—Me hace saber.—Las heridas que tiene necesitan meses y son peores de las que le hicieron a Emmet, pero... pero también es cierto que he traído a los mejores médicos que conozco. Te aseguro que lo aliviaran de su dolor... 

Egan vuelve a gritar y no dejo de mirar la puerta.

—El estará bien, necesitan medicina más complicada y más dolorosa, pero esto servirá asi que no te pierdas y confía.

 Trago saliva y asiento.

—El hombre que esta ahi es...—Pregunto con duda.

La reina sonríe.—Si, es el hombre que amo.





(***)





Egan duerme en la misma posición en la que yo lo deje, ya que según palabra de la reina Charity, las heridas que están tardando son las de la espalda al ser más grandes y profundas, mientras que en el torso solo tiene un par y golpes, temía que se hubiera roto algunos huesos, pero en nuestra suerte solo han sido golpes que han dejado su piel morada, también le han colocado hiervas, pomadas y encima de ella le han cubierto con vendas todo el tórax, los brazos duros son los únicos que no están con vendaje 

Me quedo con el toda la noche y traen la cena que termino cubriendo para que siga caliente cuando despierte.

Le tomo la mano y mi corazón se acelera cuando reacciona moviéndola.—Egan...

Abre los ojos y su mirada se ubica en mi rostro.

—Princesa..

Intenta moverse.

—No.—Lo freno.—Necesitas reposo absoluto.—Le pido.—No te levantes, por favor.

—Tranquila, no tengo fuerza ni para hacerlo.

Los ojos se llenan de lagrimas y lo nota.

—Lo hare pagar por hacerte llorar.

Me limpio las lagrimas.

—Han sido unas horribles horas y solo volver a tu lado estaba en mi cabeza.—Me dice y aprieta mi mano.—Solo esto necesitaba.

Me inclino a besar su mejilla.

—Descansa.—Le pido.—Me quedare aqui, lo prometo.






Egan:

Los baños diarios no duelen tanto como las gotas que atraviesas mi espalda y es una clase de esencia de hiervas que no puedo pronunciar su nombre, pero en el segundo día comienzo a notar un diferencia del primero porque aunque las heridas siguen ahi, al menos ya no siento la cantidad de dolor que antes.

El medico que me atiende embarra las hojas medicinales con pomadas que también arden, o tal vez solo es por las heridas.

Las unta bien por el área que me cubrirá y pasa a ponerlas sobre las heridas, mi cuerpo aun reacciona al sentirlas y cierro los ojos aguantando el dolor, el baño de hace unos minutos fue rapido, lo lento es esto y el proceso de limpiarme al cambiar las vendas.

Aunque más que la recuperación me preocupa algo más.

—Sea honesto, doc ¿Voy a sanar para el plazo que nos dieron?—Un puto duelo, joder y no veo la hora que llegue, no veo el momento en que le hare pagar esto muy caro.

El rubio respira profundo y me coloca otra de las plantas.—Si soy honesto no vas a sanar antes de la fecha. Olvídate de eso.

Chaqueo los dientes.

—¿Mejoraras? Si, la reina Charity y yo estamos haciendo todo lo posible para que suceda, mientras no sientas dolor y puedas mantenerte en pie significa que lo hemos echo bien.

—¿Me dices que solo debo cuidar que no me ataque?—Sonrio.—Vaya que es fácil.—Suelto con sarcasmo.

 —No lo es, ni vivir con que esto paso, yo lo he experimentado.

Ya veo.

—Aunque mis heridas no se comparan a las suyas.—Vuelve a colocar otra planta y es la ultima, sostiene las vendas y comienza a sacarla para ponérmela.—Aun asi, tiene buena resistencia, solo nos queda esperar, aunque  de igual forma ¿Luchara con el, no es asi?

La hizo llorar, no hay forma que decida no hacerlo.

—Nada podría detenerme.

—Entonces podría hacerlo... lo puede matar.

Trago saliva.—No tengo porque hacerte promesas y tengo mis propios intereses, mi propia razón de quererlo muerto y lo hare. Lo voy a matar.

—Entonces que bueno que llegue a tiempo.

Mi mirada se dirige a la puerta, el porte me hace reconocer de inmediato quien es, pero luce totalmente diferente.

El se quita el sombrero y sonríe.

—Si te ves del asco, duque.

Mierda, Gael de Arcaría.




Tres de mis hombres juntos.

>>Yiemir.

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