13

Elina:

—Elina, que bueno que...—Angelina se queda en shock al ver su ropa destruida cuando entro a la habitación.—Pero... que...

—Lo siento.—Me llevo la mano al rostro y camino hacia la cama.—Te lo pagare.

—Nada que te lo pagare... ¿Qué ha pasado?

—No quiero hablar de eso ahora.—Le respondo.—No...

Intento meterme a la cama, pero me quita las sabanas.

—¡Elina!

La vista me arde.

—Me acosté con el.

Los ojos de mi amiga se abren.

—Me acosté con el duque, con Egan.



(***)



Angelina regresa con un té a mi habitación para calmarme los nervios, lo recibo y bebo todo, ya no llevo  su ropa y ahora esta en la silla de mi habitación.

—Lo siento.—Repito viendo la prenda echa tiras.

Mi amiga voltea a verlo.—Vaya que si estuvo intenso.

La cara me arde.

—Si y no.

Arquea la ceja.

—Fue mi primera vez y el... fue bastante cuidadoso, al principio, pero despues.—Me llevo la mano a la cara.—No se como termine sobre el.

—Dios mío, Elina.

Le entrego la taza vacía.

—He dejado que esto llegue muy lejos, soy tan...

Tonta, estúpida.

—¿Y que paso despues?

—Me fui.—Le hago saber.

—¡Elina!

—No podía quedarme, dijo cosas raras anoche y...

—¿Qué cosas?

Abrazo mis rodillas.

—Dijo que esa noche era real y que no la olvidara.

El rostro de Angelina se llena de sorpresa, termina sentándose sobre la cama.

—Dios... ¿Por qué tuve que ir a ese lugar?—Me cubro las orejas.

—Y yo me pregunto lo mismo.—Me aparta las manos y se detiene a mirarme.—Estas llorando.

—Yo he permitido que me deshonre.—Pronuncio sintiendo dolor en el pecho.—He logrado que el lo consiga... ¿Cómo voy a casarme ahora? ¿Qué hombre me querrá y mamá...?

—Elina, respira.

Eso hago.

O intento.

—¿Quieres que te prepare un baño?

—¿Medicinal?—Pregunto y Angelina asiente.—Si, por favor.





(***)





Disfruto del baño con los ojos cerrados y recostando mi cabeza sobre la cabecera de la bañada. Esto era lo que necesitaba.

Respiro profundo y una sonrisa calmada cubre mis labios, pero mi calma termina cuando oigo la discusión fuera de la habitación, me inclino oyendo y no logro distinguir nada, termino bajando de la tina y la puerta se abre mostrándome a Egan, quien no es ajeno a mi desnudes.

Sujeto la bata con rapidez y me cubro con ella, Angelina llega corriendo.

—Duque, por favor.—Suplica mi amiga.—Si la reina lo ve...

—Elina sabe que me importa demasiado la palabra de la reina.—Suelta con sarcasmo.—No me iré de aqui hasta que hablemos.

Trago saliva.

—Esta bien.—Le digo a Angelina.—Cierra la puerta, no quiero que mamá se entere de este escandalo.

Mi amiga duda, pero acaba obedeciendo, las puertas se cierran y Egan camina en mi dirección.

—¿Te pareció gran idea dejarme solo en el burdel?

—En realidad si, aunque hubiera deseado ver tu rostro cuando lo hiciste.

—Es el mismo que tengo ahora.

Ignoro la respuesta.—¿Qué es lo que quieres?

—Ahora mismo tengo muchas ideas en mente.—Me mira el cuerpo, aunque ya este cubierto por la bata.

—Si es por eso que viniste te pido que te retires.

—¿Tu me pides? ¿Me pides y no me echas? Aqui si algo esta mal.

—Egan...—Niego.—Vete.

—Vale, primero dime porque te fuiste.

El corazón se me acelera.

—Elina.—Insiste hasta estar un paso frente a mi.—¿Es por el sexo, no lo hice bien? —Se ríe.—No, no es eso y no me salgas con la mierda que no debió pasar.

—Una reina no se arrepiente de sus acciones, las asume y vive con ello.—Respondo y los ojos se le abren.

—¿Ahora hablas como una reina?

—Es lo que voy a ser, es en lo que me convertiré.—Le recuerdo.—Parece que olvidaste que voy a casarme.

—No veo al puto pretendiente cerca y ayer ni pensaste en eso mientras te cogía.

—¡No lo recordé hasta que dijiste eso!

La  habitación se llena de silencio.

—¿Es eso? ¿Te asuste?—Pregunta confuso.—Lo que... joder, lo que solté fue por el momento y... me refería a que el sexo era real ¿Ahora esta todo claro?

—No.

El calla.

—Yo soy la princesa y voy a casarme.

—No te veo muy convencida ahora.—Da un paso hacia mi, retrocedo y me toma de la espalda acercándome a el.

—Yo soy la princesa y voy a casarme.

—Vuelve a decir eso.

Trago saliva.

—Yo soy la princesa y voy a casarme.

Me coge del rostro y me besa, recibo su beso y su respiración queda cerca de mi.

—No, princesa.—Me corrige.—Tu eres Elina y eres mía. 

Niego.—¿Qué es lo que quieres de mi?

La respuesta llega cuando me levanta de las caderas y me acuesta sobre la cama, abre mi bata y su peso me abraza, la boca vuelve a la mía y sus manos me abren las piernas, me acaricia el sexo en medio del beso y mi mano roza la erección.

—Mi princesa, mi Elina, solo mía.—Pronuncia y libera la erección, grande y poderosa.

El roce me quema la entrada, también mi vientre y Egan me mira a los ojos al penetrarme.

—Esto.—Arremete contra mis caderas y lo recibo gustosa.—Esto es lo que deseo, Elina.




Vamos por más intensidad ( ͡° ͜ʖ ͡°)

>>Yiemir.

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